~10~
Dejo lo que estaba leyendo sobre la mesa y se saco los lentes, se paso los dedos por los ojos y dejo escapar un profundo suspiro, luego casi de manera inconsciente saco el celular, lo abrió y se quedo observando el rostro que allí aparecía, una leve sonrisa se dibujo en sus labios y su corazón volvió a arrugarse como siempre le sucedía y una vez mas la desesperación golpeo a su puerta, poniéndolo tenso y triste, todo al mismo tiempo. Deslizo los dedos por el rostro con suma delicadeza preguntándose una vez mas, porque el destino se había empeñado en destrozarle la vida de esa manera.
La puerta de su oficina se abrió y el rostro de Veronica enfadado apareció mirándolo fijamente, la observo al tiempo que el cerraba el celular y lo guardaba en su bolsillo.
―¿Cuantas veces debo decirte que no entres aquí sin llamar? ―le dijo con tono seco.
―¿Te molesta acaso que interrumpa tu devoción a una simple fotografía?
Dante no le respondió, esa conversación, entre comillas, se daba cada día y a cada momento, por lo tanto tomo los lentes de lectura y lo que leía, ignorándola por completo.
―Saldré ―soltó Veronica sin mas.
―Esta bien.
―¿No te interesa saber donde?
―¿Llevaras al niño?
―¡Claro que no! ¡Sabes bien que no me agrada salir con ese chiquillo!
Dante lo sabia perfectamente, vaya que lo sabia bien.
―Entonces no me interesa donde vayas.
Veronica apretó los dientes con furia, lleno los pulmones de aire y luego lo soltó lentamente, entro a la biblioteca, le sonrió mirándolo fijo y elevo una ceja.
―Quizás si deba llevarlo conmigo, para que vaya a ver a su... padre ―le dijo con el mas profundo veneno que podía soltarle a la cara.
―Sabes bien que soy yo su padre ―respondió mordiendo las palabras.
―Eso lo dices ahora que tienes el maldito adn, antes pensabas que era hijo de Henry.
―No puedes culparme por ser precavido, tienes la tendencia a acostarte con el primero que se te cruza.
―No veo en que te afecta a ti eso, en los dos años que llevo viviendo bajo tu techo no me has tocado ni una sola vez ―le recrimino con enojo.
―Y no pienso hacerlo jamas, ya te lo dije, es solo por Ezekiel que estamos viviendo bajo el mismo techo.
―En realidad es porque sabes que si me voy me llevo al pequeño monstruo y eso te da pavor.
La fulmino con la mirada, dejando los lentes sobre la mesa con movimientos medidos y luego sonrió.
―Es eso o es que no tienes donde caerte muerta querida ―contesto con dureza ―tu madre te rechaza, tu esposo también, estas sola y sin nada mas que lo que tienes aquí.
―Eso es lo que tu piensas.
―Entonces vete...
―Un día lo haré.
―Ansío ese día, mas que nada en la vida.
―Pensé que lo que mas ansiabas en la vida era volver a ver a la mosquita muerta que te dejo cuando supo que serias padre ―se rio Veronica .
―Pues te equivocas, lo que mas ansió es nunca mas volver a ver tu rostro pero lamentablemente eso es imposible, por lo tanto me resigno.
―Tendrás que soportarme por el resto de tu vida cariño ―le aseguro triunfante.
―Lo estuve pensando y no creo que eso sea necesario, tu aun continuas casada con ese tipo, podrías volver con el, puedo pedir la custodia de Ezekiel, darte dinero, después de todo, solo eso te importa.
―Si me importara solo eso, tendría dinero a montones, pues lo que tu te niegas a ver en mi, lo ven otros hombres... ¡hombres con dinero suficiente para darme la vida de reina que me merezco!
―¿Que esperas para marcharte y dejarme vivir en paz?
―¡Nunca! ―le grito furiosa ―¡Nunca te perdonare tu rechazo, cada día de nuestra maldita vida sufrirás como yo sufro, no permitiré que seas feliz! ¡Nunca!
Se fue dando un portazo, mientras Dante se recostaba en el sillón dejando escapar un profundo suspiro.
Unos minutos después un leve golpe en la puerta lo obligo a sentarse derecho, dibujar una falsa sonrisa y contener todo eso que desbordaba en su interior.
―Pase.
―Señor Kim, el niño despertó.
Dante sonrió haciéndole señas de que entrara, con una leve sonrisa.
La niñera de Ezekiel, entro con el pequeño niño en los brazos, mientras el se ponía en pie para tomar a su hijo.
―¡Hey, campeón! ―el niño le tendió los brazos con dicha ―¿como estas?
La niñera sonrió mirando al padre de Ezekiel.
―Ya lo alimente y esta limpio, seguro esperara que lo lleve al parque como siempre señor Kim.
―No podre en esta ocasión, debo terminar con este libro y tengo uno mas pendiente, ¿lo llevarías tu Clare?
―Por supuesto señor.
―¿Lo oíste? ―le decía al pequeño ―ella te llevara al parque.
El niño rio alegre como si comprendiera lo que su padre le decía.
―Señorita Clare, no olvide abrigarlo porque esta fresco.
―Descuide señor Kim, lo abrigare bien.
―Tengo una reunión de trabajo esta noche, quédese con el hasta que regrese.
―Descuide no lo dejare solo.
―Veronica acaba de salir y no se en que estado regrese, así que si piensa que algo podría llegar a salir mal...
―Lo se señor Kim, me encerrare en la habitación con el niño y lo llamare de inmediato.
―Perfecto ―miro a su hijo, lo beso y se lo entrego a la niñera ―nos vemos campeón, se bueno con la señorita Clare.
La niñera se retiro con el niño, mientras Dante regresaba a sus pensamientos sombríos y tristes.
Dos largos años habían pasado desde el día en que vio la mirada desilusionada de Laura fuera del hotel, recordaba claramente sus palabras, la sensación tan abrumadora que lo envolvió cuando se dio cuenta de que ya nunca mas volvería a verla.
La ansiedad y el dolor que sintió pocas semanas mas tarde cuando se dio cuenta de que se había enamorado de ella, de lo que le mostró que era y lo que él podía llegar a ser a su lado.
¿Como había sucedido que en apenas unos pocos días se había enamorado de una desconocida? Aun se lo preguntaba.
¿Porque la vida se había empeñado en destruirlo?
Tampoco lo comprendía.
Primero Veronica en quien confió, a quien amo, pero no mereció jamas su afecto, destruido por su traición y luego Laura, la mujer que el siempre deseo a su lado, el ideal perfecto para su futuro, amable, bonita, dulce, real, autentica y la perdió por culpa de su idiotez, de su poco cerebro... ¿pero como iba a imaginar que todo acabaría de ese modo?
Estaba listo para dejar pasar un día mas cuando se escucho el sonido del timbre de entrada, poco después aparecía Simon llevando consigo un periódico, y no se notaba nada tranquilo, llevaba la misma expresión que cuando anunciaron por los medios periodísticos el compromiso de Luna con Mikael Cameron.
―¿Se caso? ―pregunto pensando que traía noticias sobre Luna.
―El próximo fin de semana ―respondió Simon dejando el periódico frente a Dante, pero este no le presto mucha atención en inicio, pues mantenía la vista en su amigo que fue directamente a la mesa de tragos.
―Sabias que era una posibilidad que Luna se casara con Mikael, me canse de decirte que vayas a buscarla, que intentes...
―No es Luna, mira el periódico ― le contesto bebiendo de un trago el contenido de su vaso, sirvió nuevamente y otro vaso dejándolo ante su amigo ―bebe, lo necesitaras.
Dante lo miro extrañado, mientras abría el periódico, buscando lo que traía tan alterado.
―En sociales ―le indico Simon.
Dante busco y cuando la fotografía apareció ante sus ojo, se quedo petrificado.
―Esto no es posible... ―murmuro anonadado.
―Al parecer llegaron hace unos días, se anuncio la boda anoche y salio la noticia esta mañana, son una familia muy importante, sera el evento social del año ―decía Simon.
―No lo permitiré ―le aseguro Dante enfadado.
―Sera el sábado.
―Pasado mañana... esta bien, organizare las cosas aquí, haré que Clare se lleve al niño, y luego iré a...
―Iremos ―interrumpió Simon ―iré contigo.
―Esta bien, iremos a detener este despropósito, debo decirle que la amo, debo intentar recuperarla.
Esa noche no fue capaz de concentrarse en su reunión, no pudo siquiera trabajar en nada, su mente solo estaba fija en los titulares del periódico, observaba el rostro de Laura allí, junto al hermano de Mikael. Su única esperanza de felicidad estaba desvaneciéndose con cada segundo que pasaba, lo único que lo mantenía cuerdo era poder volver a verla.
El día sábado llego, pero no era nada optimo, llovía, Ezekiel despertó algo engripado motivo por el cual casi debía suspender su vuelo, pero Clare lo supo manejar y por suerte alcanzo el vuelo, y cuando llego al hotel, la vio caminar hacia el altar, se veía tan bella, con su vestido blanco, parecía un ángel, pero Luna los vio, se los llevo lo mas alejado que podían y les soltó la bomba sobre la reafirmacion de la boda, Laura llevaba un año casada con Dominik. Ya nada se podía hacer, su vida no valía nada mas, viviría por su hijo, seria su apoyo en los momentos difíciles y esperaría paciente el paso el tiempo hasta que al fin llegara el momento de descansar.
De regreso al aeropuerto el silencio se apodero de el, todo el dolor se encerró en su interior y aunque mantenía la expresión impasible, sus ojos no podían ocultar lo mucho que las palabras de Luna lo habían dañado.
―Dante...
―Estoy bien.
―Escucha yo necesito...
―Estoy bien ―repitió Dante.
―El vuelo saldrá en unas horas, antes necesito intentar hablar con Luna.
―Bueno.
―No quisiera dejarte pero...
Dante lo miro mas directamente.
―Ve a hacer lo que debas hacer, estaré bien ―le aseguro ―solo, intenta llegar a tiempo para el vuelo porque debo regresar con mi hijo.
Simon asintió pero dudo en si debía dejarlo solo o no, estaba demasiado controlado, serio y silencioso, sin embargo necesitaba hablar con Luna, necesitaba saber mas sobre todo ese sin propósito.
Así que Simon dejo a Dante en el aeropuerto y regreso al hotel para intentar hablar con Luna.
Mientras permanecía sentado, esperando a que Simon regresara, Dante dejo vagar la mente hacia el pasado, hacia ese día que la conoció en el aeropuerto, cuando se pasaban el día caminando por la playa, en pocos días la conoció tanto que se sorprendía de lo sencillo que era entenderla. El dolor que pensó sentir por la traición de Veronica era solo un espejismo, lo supo porque no lo embargo la emoción cuando supo que estaba embarazada, su pecho se detuvo si, pero debido a todo lo que implicaba y aunque amaba a su hijo, en ese entonces deseo internamente que no fuera suyo, no quería perder todo eso que estaba descubriendo junto a Laura. Descubrir que ella había huido, que ese niño si era suyo y que todo eso con lo que se ilusiono se desvaneció en la nada, lo abrumo. Sin embargo continuaba con la esperanza intima de volver a verla, de recuperar aunque sea una parte de todo aquello, esperaba tener la oportunidad de explicarle que a pesar de Ezekiel, tenían un futuro si se lo proponían, pero Laura huyo, prefirió esconderse de la realidad, buscar un nuevo camino, uno diferente al suyo.
Saco el celular, miro la fotografía en donde estaban juntos en esa playa y sonrió apenas.
―No importa que tu camino sea diferente ahora ―acaricio el rostro en la pequeña pantalla ―si aquí mueren mis sentimientos, prefiero amarte a ti.
Guardo el celular y cerro los ojos un instante, le dolía terriblemente la cabeza, los abrió y miro a su alrededor para buscar una farmacia con la mirada, entonces fue que lo vio... Henry caminaba a paso apresurado fuera del aeropuerto, eso no le agrado pues solo significaría que estaba decidido a interferir en la vida de Laura una vez mas.
Se apresuro a enviar un mensaje a Simon para que pusiera sobre aviso a Luna y a Laura, pensó en ir también al hotel, sin embargo no quería ocasionar mas disturbios opacando la celebración, así que volvió a enviar un mensaje para que fuera discreto y para que regresara cuanto antes.
Si seguía a Henry no estaba seguro de lo que podría hacer... tenia deseos de asesinarlo, ese maldito no merecía vivir.
Simon le envío un mensaje diciéndole que Luna no quería escuchar razones pero que le había advertido, esperando que fuera suficiente para estar atenta. Dante se dijo que eso tenia que serlo, pues estaba dispuesto a salir de manera definitiva del camino y de la vida de Laura de ahora en mas. Era tiempo para dejar pasar el pasado, era hora de continuar...
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