Capítulo 27
Wisconsin, Estados Unidos 🇺🇲
Estoy terminando de cerrar mi última maleta, es oficial me iré para Francia con Samanta, me alejo de todo lo que una vez me hizo daño y sobre todo me voy para no tener que ver a Edward feliz con su familia, me duele hasta respirar, pero sé que seré muy fuerte.
—Hija, ¿estás segura qué te quieres ir? —me dijo mi mamá entrando a mi habitación.
—Estoy más que segura mamá —le dije, ella me sonrió, pero sé que por dentro no le gusta la idea de que me vaya, pero díganme ¿a qué me mamá le gusta tener lejos a un hijo y en el peor de los casos verlo sufrir?
—Está bien hija, yo saldré un momento a la oficina, pero llegó antes de que te vayas.
—Bueno mami, yo tomaré una siesta porque para el vuelo faltan todavía cuatro horas.
Mi mamá me dio un beso en la frente y se fue.
....
Emma salió de la habitación de su hija y marcó un número.
Llamada
Desconocido: Buenas tardes señora Emma, cuénteme.
Emma: Hola Matilde, necesito que me hagas un favor muy personal, me podrías hacer llegar la dirección de Elena James a mi WhatsApp.
Matilde: Sí señora, ya se la hago llegar.
Emma: Muchas gracias Matilde y si Ricardo te pregunta por mí, tú le dices que me hiciste ir a la oficina a firmar unos papeles.
Matilde: Si señora, yo le digo.
Emma: Hasta luego Matilde y muchas gracias.
Fin de Llamada
Emma colgó la llamada, busco su bolso y abrigo, salió de su habitación.
—¿A dónde vas amor? —le pregunto su esposo.
—Matilde dice que necesito ir a firmar unos documentos urgentes.
—Pero eso lo puedes hacer mañana, ahora quédate con Amelia, ella se irá por tres meses.
—Amor Amelia se va en cuatro horas, así que voy y no me demoro, tenlo por seguro.
—Sé que te vas arrepentir por no haber pasado tiempo con tu hija y más por algo que puede esperar.
—No Ricardo, lo que yo tengo que ir a hacer a la oficina es algo sumamente importante.
—Está bien amor, si no alcanzas a llegar te esperamos en el aeropuerto.
—Listo amor, igual Amelia ya tiene todo listo.
—Bueno amor —se dieron un beso y Emma salió, bajo al estacionamiento, desbloqueo su auto, se subió, reviso su celular y tenía un mensaje de Matilde.
Matilde: Dirección de Elena James: PO Brox 1 (From 1 To 116)
Salió en búsqueda de esa dirección, para Emma fue fácil llegar, pero quiso estar segura así que espero unos minutos.
....
Emma sintió como abrieron la puerta y su ex marido salió, ella sintió frío al verlo, pero también sintió muchísimo coraje, así que prefiero esperar, vio como él se subió a un taxi y se fue, así que se bajo.
Toc, Toc ✊🏻
Le abrió Elena.
—Amiga que gusto me da verte aquí —la saludo Elena, Emma sin ningún pudor ni contemplación le dio con todas sus fuerzas una cachetada 👋🏻 —¿qué mierdas te pasa?
—Pasa que ya me enteré lo zorra que eres.
—Un momento yo no te voy a permitir que...
—No, la que no te va a permitir soy yo, no permitiré que arruines mi matrimonio con Ricardo como ya lo hiciste con Federico.
Elena se rio.
—Claro la insípida de tu hija ya te contó que su padre prefirió quedarse conmigo que contigo y estás aquí como una mujer celosa.
—Te equivocas, no estoy aquí para reclamarte que te hayas metido con Federico, estoy aquí para decirte que no permitiré que tu hija tenga más el poder de pisotear a la mía.
Elena volvió a reírse.
—¿De qué hablas?
—¿Acaso no sabes que tu hija está embarazada?
—Claro que lo sé, es más Susan y Edward están felices.
—También te dijo que se le metió por los ojos a Edward y más cuándo mi hija se fijó en él.
—Mi hija no haría eso porque no es necesario, ella es mucho más mujer que cualquiera.
—Claro porque es que aquí estamos hablando de zorras no de damas como Amelia.
—A Susan no la vas a tratar así y aun no entiendo, ¿qué estás haciendo aquí?
—Mamá ¿con quién hablas? —le pregunto Susan a su madre —ah, tenemos visita, ¿cómo estás Emma? —le dijo Susan con una sonrisa cínica.
—Hola Susan, la verdad estoy muy sorprendida porque cuando tú eras una niña eras tan decente que no entiendo ¿cómo te convertiste en la zorra qué eres?
—Mira Emma, tú no tienes la moral suficiente para llamarme zorra cuando tienes una hija peor que yo.
—No Susan, tú no te puedes igualar con Amelia porque las dos no tienen punto de comparación.
—Ahí si te doy la razón, mi hija es fuego y atrae a cualquier hombre en cambio tu hija es tan insípida que no entiendo como un hombre se puede fijar en ella.
—Pues sabes algo Elena prefiero que me digas que mi hija es insípida y que no puede atraer a ningún hombre a que me digas que es una zorra como yo lo digo de tu hija y en cuanto a ti Susan puede que te hayas quedado con Edward, pero esta es la última vez que tú le destruyes la felicidad a mi hija y eso te lo puedo jurar.
Emma se dispuso a irse, pero chocó con alguien, precisamente con su ex marido, él la miro sorprendido.
—Emma, ¿qué haces aquí?
Ella le sonrió.
—Tu querida esposa te lo puede explicar —le dijo —y Elena se me olvidaba decirte, en la empresa de mi marido Ricardo Williams ya no hay espacio para ti, si me disculpan me retiro, lindo día.
Emma se subió a su auto y se fue.
....
—Elena, ¿me quieres explicar qué estaba haciendo Emma aquí?
—Nada amor vino a decir unas bobadas.
—¿Estás pidiendo trabajo dónde el marido de ella? —le pregunto su esposo.
—Es que están buscando una asistente de personal y yo ya no quiero estar la empresa que estoy, entonces me postulé en la empresa de Ricardo Williams, Emma se enteró que yo estoy contigo y le dio miedo, pensó que su marido se fijaría en mi como tú te fijaste en mí.
—Entiendo, iré a revisar unos papeles al despacho, no me molesten —les dijo y se retiró.
....
—¡Qué le pasa a esa vieja loca! —grité con todas mis fuerzas, me alteré y mi mamá trataba de calmarme.
—Cálmate puedes perder a ese bebé y recuerda que es muestra inversión.
—Es que, como esa cosa con ojos, esa desgualamida, vino aquí a mi casa a insultarme —dije enojada —además mamá, ¿cómo lo permitiste?
—Hija, cálmate, ahora lo que me preocupa es que Emma me dijo que no me iban a dar el trabajo y yo necesito estar allá para poder conquistar a Ricardo.
—Llama y así averiguas el proceso —le dije, ella asintió.
....
Llamada
Elena: Buenas tardes, ¿con quién hablo?
Desconocido: Habla con Matilde, la secretaria general de Williams & Associates, ¿qué desea?
Elena: Soy Elena James, lo que pasa es que yo me postule para ser asistente de personal, me gustaría saber ¿cómo va mi candidatura?
Matilde: Qué pena señora Elena, pero usted ya no está en el listado de candidatas, además no puede ingresar a la empresa por ningún motivo.
Elena: ¡Qué! y ¿por qué motivo?, yo cumplo con el perfil.
Matilde: No lo sé señora, yo solo cumplo órdenes del gerente, buenas tardes.
Elena: Pero...
Fin de llamada
—Emma, me dijo la verdad, ya no me darán el trabajo, maldita pati seca, pero si ella cree que así me alejará del papacito millonario de su marido, está muy equivocada —me dijo mi madre enojada, trate de hablarle, pero ella se fue.
Por lo menos tengo a este bebé para no perder a Edward, además lo más probable es que Emma aleje a Amelia de Edward, por lo menos por ese lado me quedo tranquila.
Maldita Amelia si crees que me vas a ganar quédate con las ganas porque yo soy más que tu...
....
—Ricardo —le dije entrando a su despacho, él me miro y se quitó las gafas.
—Es que me adelantaron el vuelo, entonces ¿me puedes llevar?
—Claro cariño, vamos —me dijo —pero tu madre está en la oficina además ¿ya le avisaste a Samanta?
—Antes fue ella la que me aviso, ya hable con mi mamá y ella va camino al aeropuerto —le dije.
—A listo, entonces vámonos.
Ricardo me ayudo con las maletas y salimos, mientras él le ponía seguro a la puerta, mire hacia el apartamento de Edward, fue inevitable no sentirme mal y además mi corazón se aceleró, mis ojos se llenaron de lágrimas, pero no las dejaré salir
—¿Estás bien? —me preguntó Ricardo, asentí —no tienes que hacerte la fuerte cariño, sé que te sientes mal y llorar hace bien.
—Tienes razón, pero no quiero llorar ahora —él me abrazo, saque un sobre y se lo entregue a Ricardo —por favor cuando veas a Edward le entregas está carta —él asintió y nos fuimos rumbo al aeropuerto.
....
Ya estamos aquí en el aeropuerto, Samanta está a mi lado, ella está muy emocionada por viajar, pero yo la verdad estoy más triste que feliz.
—Niñas saben que el compromiso es que se van a cuidar —nos dijo Nicolás.
—Claro papá, ambas nos vamos a cuidar mucho —le dijo Samanta —y ustedes dos espero que se cuiden mucho, sean juiciosas, le estaré preguntando a papá por ustedes —les dijo a sus hermanas, pero en realidad ellas en vez de decirle algo, me abrazaron a mí, fue muy tierno.
—Hermosas princesas, háganle mucho caso a su papá —les dije y ellas me sonrieron.
—Claro Mia, aunque yo soy más juiciosa que Reneé —dijo Chloé.
—No es cierto por lo menos yo arreglo mi cama —añadió Renée.
—Ambas son muy juiciosas, por eso deben hacer sus tareas —les dije, me dieron un último abrazo, abrazaron a Samanta y se fueron con su padre.
—Bueno, ya les hice el registro deben embarcar en quince minutos —nos dijo Ricardo, le di un abrazo y le dije.
—Gracias Ricardo.
—No es nada cariño.
—Bueno entonces ya nos vamos —me dijo Samanta, le sonreí, aunque más bien fue una mueca.
—Casi que no llego, había un tráfico terrible —nos dijo mi madre.
—Creí que no iba a poder despedirme de ti —le dije dándole un abrazo.
—Hija como crees, obvio no, serán tres meses sin ti —la mire y sus ojos se llenaron de lágrimas.
—En tres meses me tendrás aquí —le dije, ella me abrazo más fuerte, nos separamos y abrazo a Sammy.
—Cuida mucho a mi bebé y tú también cuídate mucho —le dijo.
—Claro que cuidare de Amelia, no ves que ella es como mi hermanita.
—Y tú eres como una hija para mí —le dijo mi madre, todos nos dimos un abrazo.
—Pasajeros del vuelo: JD1207 para la ciudad París por favor abordar en la sala 7.
—Nos fuimos —le dije a Samanta, ambas nos despedimos de nuestras familias.
—Te amo mamá —le dije, ella con lágrimas en los ojos.
—También te amo hija.
Tomamos nuestras maletas y salimos a la sala de abordaje, luego de diez minutos ya estábamos en el avión.
—¿Estás bien? —me pregunto Sammy, trate de sonreír —esa sonrisa no me convence.
—No, no estoy bien—le respondí mientras me rompía en llanto, Sammy me abrazo, adiós Edward.
.....
Emma y Ricardo llegaron al apartamento, ella venía demasiado triste, su hija se fue por tres meses, Ricardo trataba de darle ánimos, pero era imposible, ella estaba demasiado desanimada.
—Iré a dormir —le dijo Emma, él asintió.
Toc, Toc ✊🏻
Ricardo fue a abrir.
—Buenas tardes muchachos —les dijo a Edward y a David.
—Buenas tardes —le dijeron.
—Me gustaría hablar con Amelia —le dijo Edward.
—Y a mí con Samanta —añadió David.
—Chicos, ellas se fueron para París, es más las acabamos de dejar en el aeropuerto.
—Eso no puede ser cierto —exclamó David.
—No es cierto eso es mentira, ella no pudo irse para París —añadió Edward.
—Es verdad muchachos, es más Amelia te dejo esta carta —Ricardo le entrego la carta a Edward y él con la mano temblorosa la recibió.
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