XXII

Sentía el odio de Jimin muy palpable en su existencia cerca a él, sabía que era un insulto para el omega tratar de resolver y sanar lo que le había hecho. Comprendía el dolor y la rabia en su corazón, se sentía estúpido al haber formulado una disculpa por sus pecados. Sabía que nunca lo perdonaría.

Y estaba bien, al comprender sus sentimientos tan agrios y abismales podía soportar el hecho de cargar con la culpa por el resto de sus días infinitos.

“Se que te insulte al pedirte perdón.” Habló acercándose a Jimin, parándose a su lado y sintiéndose nervioso por la mirada desinteresada del omega. “Comprendo que jamás me vayas a perdonar.”

“Entonces jamás vuelvas a pedir perdón, tu arrepentimiento no es aceptado por mi. Y jamás lo será.” Dijo levantándose del tronco en el que estaba sentado, quería largarse del lugar; así podría dejar de sentirse tan abrumado por la presencia de Jungkook.

“Lo sé.” Suspiro. “Nunca me perdonarás y está bien, viviré con eso.”

“Y morirás con ello.” Dijo. “Hipócrita.”

“No lo soy, mi arrepentimiento viene de tu dolor, de nada más.” Dijo. “Lo volvería a hacer, absolutamente todo.” Soltó sin más, sincerandose con el omega que ahora le daba la espalda. “Volveria a tomarte de tu aldea para tenerte a mi lado.”

“¿Qué?” Se dio la vuelta, viéndolo a los ojos con intriga y enojo.

“Soy un guerrero, Jimin, me he dedicado a hacerlo desde que tengo memoria. En este mundo en constante evolución solo los fuertes guerreros sobrevivimos y nos expandimos. He matado y desplazado a muchos, este soy yo.” Dijo. “Mi arrepentimiento contigo viene porque te lastime, no quise hacerlo.”

“¿Y cómo no me lastimarias al arrebatarme de los míos?” Quiso reír, no podía creer lo que escuchaba.

“Sin derramar tanta sangre.” Se encogió de hombros. “Soy un guerrero, un militar futuro líder; te quise como mi pareja pero no quise traerte con rasguños, lastimosamente te rompí en el camino. Siento mucho haberlo hecho.”

El omega trago saliva, controlo su corazón latiente y dio pasos acertados para mantenerse frente a Jungkook. Lo miro de pies y cabeza sintiendo un escalofrío estremecer su columna.

“Mi familia está muerta por tu culpa, ¿y me dices eso? ¿Que volverías a hacer todo pero evitando lastimarme?”

“Sí.” Asintió, manteniendo sus ojos en los de Jimin. Ambos intimidandose lo suficiente para mantenerse firmes en sus lugares. “Volvería a hacer todo solo para tenerte a mi lado. Fuiste mi fascinación desde el momento en que te vi, me encadenaste a ti desde que nuestras vidas se juntaron y si la luna me permitiría rehacer mis pasos ese día seguiría buscándote entre las cenizas para llevarte conmigo.”

La respiración fue robada de los pulmones de Jimin, sus manos temblaron y su estómago se hizo un nudo. Quería vomitar. Su cabeza dolía. Sus manos sudaban. Y sus mejillas se habían sonrojado.

Todo era por el enojo, la rabia y la confusión. Pensaba. Se repetía.

“Solo quería tenerte a ti, bien y en paz.” Dijo. “No soy un monstruo que se alimenta del sufrimiento ajeno, soy un guerrero que hace lo único que conoce. Y aunque no me perdones, aunque pienses que mis acciones son hipócritas yo las seguiré manteniendo porque quiero que haya paz entre nosotros, quiero que tengas paz.”

El omega contuvo la respiración, no sabía que decir o hacer, el alfa le había robado todas las palabras que conocía. Solamente pudo reaccionar de forma reacia a lo que le había confesado.

“Esa es la única forma que podrías tenerme, solo a la fuerza y arrebatandome todo lo que conozco. Porque yo jamás podría pertenecerte de forma recíproca, con la fuerza tendrías de mi lo que quieres; sin ella no.” Se defendió, ladró y se largo. Mantenerse más tiempo al lado de Jungkook le provocaba malestar general.

Jungkook observo cómo se alejaba lejos de él, sintiéndose liberado fue por su caballo para una vez más tratar que las cicatrices de Jimin sanaran de una vez por todas; quería paz para su omega.

Quería su bienestar y haría todo para conseguirlo, su intención al tenerlo cómo una de sus propiedades no era para hacerlo sufrir; todo lo contrario.

Tomo a su corcel y se montó en el para alcanzar a Jimin antes de que desapareciera en la cabaña de su única amiga. Era un guerrero que ahora mismo rogaba por un poco de compasión por parte de su premio de guerra, se le hacía muy cómico en su cabeza.

Pudo llegar a Jimin antes de que desapareciera junto al sol, detuvo al caballo frente al omega y le dijo: “Sube.”

“No.” Se plantó en su sitio, por poco cruzando sus brazos.

“Que subas. Quiero llevarte a un lugar importante.” Volvió a repetir, esta vez elevando un poco más su tono de voz.

“No quiero, Jungkook. Déjame en paz.” Siempre le colmaba la paciencia, le hacía perder los cavales por seguir luchando contra la marea.

Pero estaba bien, comprendía. Aún así, no tenía tiempo para los plantones del omega. Se bajó del caballo y tomo de la cintura al omega para así subirlo al corcel, con un apretón a su muslo le ordenó que no se moviera hasta que esté a su lado. Jimin le obedeció y espero a que subiera frente suyo. Comenzaron su viaje en silencio y con una distinguible lejanía.

El camino por el que fueron tuvo sonriente a Jimin, Jungkook podía sentir su sonrisa a pesar de no poder verlo. Sabía que esto traería felicidad a su omega y era lo que buscaba. Algo de color a su grisácea aura. Un poco de paz a su atormentado corazón.

El viaje era extenso, mucho más cuando la luna los acompañaba en el cielo nocturno guiando sus pasos hacia el hogar de Jimin. El camino siendo más largo para que las estrellas juguetearan sobre sus cabezas provocando sensaciones extrañas en sus interiores.

Con los primeros rayos de sol llegaron a su destino, Jimin salto del caballo en cuanto esté se detuvo a caminar; estaba tan feliz que fue corriendo a abrazar a su tía y a su primo que parecían esperarlos. Jungkook permanecía en su caballo sintiendo cálido en su corazón al ver la escena de reunión entre la poca familia que tenía su omega.

Esa era la paz que había buscado para su omega.

El alfa bajo del caballo, lo ato en uno de los árboles y sintiendo todas las miradas sobre él camino hasta su omega para pararse a su lado. Mantenerse cerca a él, era lo que deseaba.

“¿Por qué no te quedas? Pronto cosecharemos las ciruelas y quisiéramos tenerte con nosotros.” Dijo la tía de Jimin, sin esperar que el dueño de su sobrino se acercara.

“No puedo.” El omega se apresuró a decir antes que el alfa respondiera por él. Jimin compartió una breve mirada con su primo que permanecía al lado de su madre, compartiendo el secreto de muerte que tenía entre las manos.

“Podemos quedarnos un par de días, así cosechas la fruta que quieras y te la llevas para tener un poco.” Ofreció Jungkook dejando a los presentes con mucha sorpresa, nadie esperaría actos bondadosos del colonizador de sus tierras.

Jimin pensó unos segundos y cedió con un asentimiento de cabeza. Quería tener un poco de felicidad y paz por siquiera un instante de su vida. Quería descansar antes de llevar a cabo el plan que posiblemente le marcaría de por vida.

;;;

El primer día fue demasiado incómodo, Jungkook no se separaba de Jimin y lo seguía a todos lados. El omega quería un poco de espacio para conversar tranquilamente con su primo o tía pero no podía por la presencia del enorme alfa que tenía como pareja. Pero se acostumbro a eso, supo cómo manejar la situación de sentirse ahogado por el aroma del alfa que no lo dejaba en paz.

El segundo día Jimin comenzó a aceptar la compañía de Jungkook, le causaba gracia como es que escuchaba todo con una curiosidad inmensa; escuchaba atentamente como si fuera un niño pisando por primera vez este mundo. Le resultaba curioso como los ojos del alfa se iluminaban al aprender un poco más de los suyos y sus tradiciones, le causaba intriga saber lo que pasaba dentro de la cabeza de aquel mal hombre al escuchar el pequeño ritual de danza que se tenía después de la cosecha.

“Nosotros también tenemos una danza después de la cosecha.” Decía Jungkook, compartiendo un poco de los suyos, de lo que era.

“El nuestro es mañana antes del anochecer, danzamos junto a los últimos rayos de sol y ante el fuego ardiente.”

“Casi igual, solo que es más… ¿moderno?”

“Claro que sí, los tuyos tienen más tiempo moviéndose hacia adelante. Pero aún mantienen sus raíces, ¿ah?”

“Es lo que somos.” Asintió.

Por fin una conversación sana con el alfa. Jamás creyó que las raíces de su gente y su nueva tierra pudiera lograr aquello en ambos. Algo en paz.

Le sorprendía y le asqueaba. Jimin no podía ser más que odio por Jungkook, no podía ser más que repulsión y rabia por el alfa. Cada vez que sentía algún otro sentimiento revolverse en su interior le causaba dolor de cabeza y náuseas.

Jimin no podía ser más que un cordero herido por la rabia. En eso lo había convertido Jungkook y sería lo último que sería en este plano.

;;;

Al tercer día el pronóstico siguió en lo mismo. La compañía de Jungkook se le hizo típica, se acostumbro a él y tenerlo a su lado preguntando hasta la cosa más estúpida.

“¿Y por qué no se puede cosechar en otra fecha?”

“Por el tiempo. ¿Que acaso nunca te enseñaron que muchas frutas son de temporada y según la estación?”

“Sí, pero tenía curiosidad—”

“Entonces no hagas preguntas estúpidas.” Dijo con el ceño fruncido. Logrando algo que no esperaba; robarle una sonrisa a Jungkook.

Sonrío por ser regañado.

Y le causó muchas náuseas a Jimin.

Con el mismo sabor de boca el sol cayó escondiéndose ante sus narices, pintando las montañas de naranja e iluminando sus narices. El agradecimiento a la tierra por la buena cosecha comenzó con el ritmo de unos cuernos y unos tambores. Omegas, betas y alfas se tomaron de las manos en un círculo para comenzar a caminar en círculos, siguiendo el ritmo de los instrumentos y tarareando una melodía. Comenzaron a zapatear y a saltar cada dos pasos, la melodía se hacía más fuerte y se convertía en una canción. Todos reían y se tomaban de las manos mientras agradecían a la tierra por la cosecha.

La mano fría de Jungkook contrastaba con la tibia de Jimin, las miradas de ambos se encontraban de vez en cuando mientras el alfa trataba de seguir el ritmo de la gente que no conocía. Disfrutaban el momento con risas y miradas sigilosas.

Hasta que un ruido muy familiar desconcertó a Jimin, una vez más el trauma que estaba adherido a él se hacía presente. El estruendo le recordó a la noche roja e hizo que temblaba en su lugar, alejándose de todos como un cordero perdido, corriendo para conseguir refugio y que los recuerdos se detuvieran. Jungkook corrió tras él dejando a toda la manada preocupada y mirándolos desaparecer entre el bosque.

Jimin no pudo ir muy lejos, fue atrapado por Jungkook quien lo retuvo en sus brazos. El omega tenía la respiración agitada y el cuerpo le temblaba pero no luchó contra el agarre del alfa, es más, se sostuvo fuertemente a él para sentir la seguridad que buscaba. Encontró en los brazos de Jungkook el calor y la seguridad que buscaba cada vez que su trauma revivia.

Era irónico. Encontrar calidez en quien provocó ese cortocircuito en tu cabeza.

Pasaron varios minutos en los que permanecieron pegados el uno al otro, cuando el omega se calmó volvieron a la aldea, todos estaban consternados por la actitud de Jimin y lo recibieron con palabras motivadoras. Amor era lo que sobraba en ellos, comprensión era lo que siempre le darían al hijo de sus difuntos líderes.

Con un abrazo maternal la tía de Jimin le dirigió a su cabaña para que descansará, le dio un té de hierbas para ayudarle a dormir y se despidió con otro abrazo para dejarlo descansar.

“Trata de dormir, necesitas descansar.” Sugirió Jungkook acostándose a su lado. El omega solamente asintió.

Sabía que no podría dormir, se sentía desgastado y su mente volaba por muchos pensamientos. Mantuvo sus ojos abiertos la mayor parte de la noche hasta que su espalda dolió, se acomodo de lado y se distrajo en la respiración del alfa que dormía a su lado.

Escucho a su corazón latir y sus mejillas sonrojarse, mordió su labio fuertemente hasta sacarse sangre para dejar de experimentar lo que le hacía mal al estómago y a la cabeza.

Con malestar, dolor de cabeza y náuseas. Jimin se memorizo los lunares que adornaban el rostro de Jungkook.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top