Kalos y Kanto
Esa mañana hace ya varios años atrás, en un departamento en ciudad Lumiose, un chico cargaba varias maletas de equipaje, con la ayuda de su fiel Aggron, directo a la entrada al edificio para meterlas en un taxi.
—Listo mi reina —Decía cordialmente pero conteniendo la risa mientras hacía una reverencia.
—Gracias chicos. —Decía la chica con una dulce sonrisa para luego poner un gesto de reproche. —Pero ya te he dicho que no me gusta que hagas reverencia, Érick.
—Esta bien Serena.
El chico metió al Pokémon a su pokebola, y ambos se subieron al taxi, iban rumbo al aeropuerto de Ciudad Lumiose.
—Que bueno que no nos hemos encontrado con ningún paparazzi o fanático loco. —Suspiraba Serena dejando caer todo su peso sobre el asiento del taxi. —¿Será gracias al mejor guardaespaldas del mundo?—Dijo para comenzar a darle codazos juguetones al chico que veía alerta por la ventana.
—No es mucha molestia Serena.
Serena armó un pequeño puchero. —Al menos muéstrate orgulloso Érick, hum.
—Y lo estoy, en serio estoy orgulloso del trabajo que me diste, pero...
—¿Pero? —Preguntó con suma curiosidad.
—¿Estás segura que lo encontrarás en Kanto, Serena?
—Hablaba con un poco de preocupación.
—Pues no del todo, pero sé que así podré al menos saber en donde esta... y tal vez aproveche mis vacaciones para buscarlo y darle una visita sorpresa.
Al terminará de decir esto, ella se metió en su mundo imaginario, creando miles de posibles escenarios de reencuentros, algunos como, llegar de sorpresa en su cumpleaños, encontrarlo en su casa y emprender un viaje juntos, (en fin tenía 6 meses de vacaciones para eso) incluso un romántico reencuentro navideño. Ella contemplaba todas las posibilidades en sus fantasías de adolescente que la hacían esbozar una sonrisa enamorada.
Érick veía esto y sólo podía pensar en lo hermosa que se vía ella, él haría cualquier cosa para que fuera feliz. —Mis Pokémon y yo estaremos encantados de ayudarte a encontrarlo, mi reina.—Incluso si eso significa que fuera con otro, aunque le doliera, lo ocultaría con su actitud positiva.
—Gracias, estoy agradecida te tener un gran amigo como tú, Érick.
La amistad de estos dos tenía origen en Hoenn, lugar de origen del chico, ambos se habían conocido en encuentros random en algunas ciudades y con el tiempo entablaron una gran amistad, ambos se apoyaban mutuamente en sus competencias, concursos y batallas siempre que podían, para el final del viaje de Serena en Hoenn, estos ya eran grandes amigos y al separarse prometieron seguir en contacto.
Cuando ella se volvió reina de Kalos, no imaginó reencontrarse con Érick, y vaya manera, una multitud de aficionados atraparon a la chica y Érick entró a su rescate acompañado de su fiel y poderoso amigo Aggron, siendo desde ese punto que el comenzó a ser su guardaespaldas y tiempo que el aprovechó para hacerle notar a la chica sus sentimientos, pero para su fortuna, ella sólo pensaba en un chico que no era él.
—Si, amiga... je.
Al mismo tiempo, a varios kilómetros de distancia en el gimnasio de ciudad Celeste, Kanto, un chico azabache platicaba con otro con una banda roja en su cabello, ambos a la espera de que una chica rubia terminará de hablar por el teléfono.
—Tranquilo Ash, estoy seguro que a Misty se le pasará lo sea que tenga en contra de ti.
—Eso espero Tracey.
A pesar de quedarse en el gimnasio de la gran amiga peli naranja de Ash, estos no se hablaban desde hace unos días debido a un "incidente".
—Listo, ya le avisé a mi madre que ya encontramos a Bill. —Lillie se reunía con los chicos. —Mañana llegará al gimnasio.
El estado de la madre de Lillie, aunque no era tan grave, sí era preocupante, desde hace días se desmayaba sin razón, tenía alucinaciones y falta de concentración, luego de varios análisis, se demostró que eran toxinas residuales de su encuentro con Nihilego, que habían hecho nido durante un largo tiempo y comenzaban a afectar a la mujer, ante esto, y por sentirse culpable, Ash acompaño a Lillie rumbo a Kanto en busca de Bill, quien los ayudaría a curarla. En el camino se reencontró con sus viejos amigos, Misty y Tracey, todo normal hasta que un día las cosas se volvieron raras con la líder de gimnasio, todo a razón de una chica pelimiel, la cual no necesitó estar presente para eso.
—Gracias Ash, por todo. —Esbozo una gran sonrisa la rubia. —Es bueno tener un mejor amigo como tu.
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Todos habían salido a la calle para presenciar el combate de bienvenida que tendría lugar ahí, todos los invitados de la fiesta estaban emocionados, no cualquier día podías ver a la ex-reina de Kalos enfrentarse al campeón de Alola.
Ambos se habían posicionado en una esquina de la calle, de tal manera que tuvieran espacio suficiente para que sus Pokémon batallaran.
—Será una batalla 1 contra 1, —Guzmán se colocó en medio de ellos dos, él sería el referí del enfrentamiento. —escojan sus Pokémon.
Ash se fijó en Serena con una mirada de emoción y desafío, desde el día en que se reencontraron quería esto, ver qué tan fuerte se había vuelto, además de poder finalmente tener una batalla completa contra ella. —Será como aquella vez en Lumiose, ¿no Serena?.
Serena no contesto, más bien lo ignoró, su vista estaba en cualquier lugar menos en Ash. Él lo noto, aunque sabía que no quería verlo, esperaba que con esta batalla, al menos arreglaran algo entre ellos dos.
Serena miró a donde se encontraban sus Pokémon, todos ellos estaban frente a la casa de Ash junto a los Pokémon de este.
—Imagino que será un Pikachu contra Delphox. —Con Eso, pikcahu corrió hacia los hombros de su amigo y ambos miraron retadoramente a la chica, pero ella siguió ignorandolo.
Serena buscó con la mirada, entre sus Pokémon, a cual de todos escojer, se posó en Delphox un momento, la idea de poder completar aquella batalla de hace años la tentaba y mucho, pero sabía que alguien más se merecía esa oportunidad de barrer el piso con Ash, así que la zorra ígnea sólo le dedicó una mirada de "Destroza a ese idiota".
La mirada de la Kalosiana chocó con la de uno de sus Pokémon, este entendió el mensaje y caminó hasta posicionarse frente a ella.
—Así que Pangoro —murmuro Ash para sí mismo, él sabía de ante mano que era fuerte, era por ese panda que él había querido pelear con Serena en primer lugar, luego de haber escuchado como este había derrotado a Charizard y Sceptile el día de su "reencuentro", quería probar de primera mano el poder de ambos al combatir.
—Comiencen —Guzmán llamó la atención de todos para inmediatamente dar inicio a la batalla.
—Serena —La volvió a llamar, seguía ignorandolo, pero no le importó. —, ¡espero que te diviertas Serena! —Gritó emocionado haciendo que ella lo mirara por primera vez.
Al mirarlo, vio que había puesto esa típica sonrisa suya.
Los invitados en la fiesta estaban todos emocionados porque alguno lanzara el primer ataque, querían ver la fuerza de la sonrisa de Kalos, aunque habían algunos que decían que no lograría ni mover al mejor Pokémon de Ash
—Cola de Hierro/Puño Bala.
Ambos entrenadores ordenaron los ataques lo cual comenzó un intercambio de ataques férreos que ninguno lograba acertar al menos hasta que el panda logro acertar con un golpe ascendente, mandando a volar a Pikachu.
Todos quedaron impresionados por la fuerza del golpe, todos incluyendo Ash y Pikachu que caía de pie. Serena lanzaba una sonrisa burlona al verlas, en especial la de Ash.
—Creíste que debías ser gentil, Ash. —Decía de forma burlona llevándose una mano a la cadera.
No esperaba menos de ti, Serena.
Ash puso una expresión de total emoción—Entonces iremos con todo. ¡Pikachu, Atacktrueno!
—¡Pulso Oscuro! —Pangoro cargaba una potente concentración de energía oscura en sus manos para lanzarla contra la potente onda eléctrica, ambos ataques chocaban en el aire creando una potente explosión, la batalla apenas comenzaba y se volvía cada vez más intensa.
Ash ordenaba un Ataque Rápido Serena ordenaba repelerlo con un Roca Afilada, una Electrobola a toda velociad era partida en dos por un Puño Hielo, ambos daban rienda suelta del poder y estrategia, y por parte de Serena, elegancia.
Y la audiencia no podía estar más que satisfecha con tal batalla que presenciaban, los que creían que Serena no aguantaría ni el inicio terminaron con la boca abierta ante el poder de ella y su panda e incluso la apoyaban a todo pulmón.
—¡Vamos gana papá! ¡vamos Serena, gana! —La pequeña Thalia daba brincos gritando los nombres de ambos adultos. —No sé a quién apoyar, ¡No quiero que nadie pierda! —A todos los conocidos de Ash, esto les provocaba ternura, y Thalia, aunque decía eso, internamente deseaba que Serena ganará.
—¡Atacktrueno a sus pies!
—¡Roca Afilada alrededor tuyo! —Pangoro golpeó el suelo frente a él, haciendo que varias rocas se alzarán en forma de escudo y recibiendo toda la electricidad de Pikachu para terminar explotando y alzándose una nube de polvo. —¡Puño bala! —De la cual Pangoro salió a toda velocidad impactando el golpe de sus puños férreos contra Pikachu, haciéndolo retroceder.
—¿Estás bien amigo? —Pikachu asintió sin dejar de lado su emoción por la batalla.
Serena, cumpliste tu promesa, no solo te volviste una mujer más hermosa, sino también mas fuerte, sin duda estoy orgulloso de ti.
Ash volteó a mirara a Serena con total emoción, pikcahu lo imitaba. —Eres realmente buena Serena ¡Está batalla es emocionante!
Serena sonrió, Ash seguía teniendo esa actitud que tanto le había gustado hace tiempo atrás y que ahora lograba hacerle olvidar por un momento sus rencores hacia él. —Entonces hay que divertimos al máximo, ¡Pangoro, Puño hielo!
—¡Atacktrueno!
Los ataques seguían lanzándose, chocando entre sí, Pikachu salía volando por los aires y caía envuelto en un rayo, Pangoro usaba sus rocas afiladas como proyectiles, la cola de hierro rompía el suelo, un puño hielo lo congelaba, la batalla daba muestra del poder de ambos Pokémon. Serena y Ash sentían toda la emoción del combate, lo sabían cuando sus miradas se encontraban entre todo el polvo y escombros que se levantaban, miradas llenas de emoción y de adrenalina, haciendo que ambos volvieran a recordar aquellos días en Kalos.
Los recuerdos los invadían más vivos que nunca, cuando atrapaban un Pokémon o ganaban una llave o medalla, recordaban la emoción en los ojos del otro, recordaban varios momentos junto al otro.
—Felicidades por tu primera llave Serena...
—Yo creo que te veías muy linda Serena.
—gracias Ash.
—¿Por qué no vienes con nosotros Serena?... gracias a ti pude desarrollar una estrategia... si pudieras ayudarme más adelante... sería grandioso.
—Seguro... Cómo decirle que no a eso.
—... ¡Gracias!
—¡Roca afilada alrededor tuyo! —Cada recuerdo le llenaba de nostalgia y la hacia emocionarse cada vez mas. —ahora, ¡úsalos como proyectiles con Puño Hielo sobre ellas. —Llegando a usar estrategias que, aparte de poderosas, eran vistosas.
Ash sonreía ante tal acción, él estaba igual que ella, todos los recuerdos lo invadían.
—El Ash que conozco es alegre, es positivo... y nunca se rinde... por eso yo... por eso yo... ¡tú no eres el Ash que conozco!
—Ten... Ash... tú... ¿tú me recuerdas?
—Ash, estoy feliz de haber hecho este viaje contigo... tú eres mi meta... cuando nos encontremos de nuevo, me habré convertido en una chica aún más hermosa...
—… ¡Ash una última cosa!...
Ash sonrió por lo bajos, aquellos recuerdos eran un parte preciada de su pasado y que atesoraba con su corazón, todos estos y muchos más le recordaban que no debía rendirse con ella.
—Vamos Pikachu demostremosle a esta reina de que estamos hechos ¡Usa contra escudo para repeler las rocas! —Y pikcahu se envolvió en elctricidad para girar sobre sí mismo, mandando a volar cada fragmento de roca que llegaba hacia él, pero ahora como proyectiles eléctricos los cuales impactaban contra el cuerpo del panda y alzaban una cortina de humo.
Cuando está se levantó, Serena vio preocupada a su panda por unos momentos, pero él estaba ileso y alzándole su pulgar, sonrió y miro a Ash. —Nunca me había divertido tanto en una batalla Ash.
Ash se llevó el índice bajo su nariz mientras sonreía. —Te has vuelto fuerte Serena, tu y Pancham... he, Pangoro lo hicieron, no, todos tus Pokémon y tú se volvieron fuertes, y no sólo eso, también has cumplido tus promesas... sin duda estoy orgulloso de ti —Dijo dándole una gran sonrisa mientras cerraba los ojos, al abrirlos se encontró con algo que no había visto desde hace años y lo dejo hipnotizado por unos segundos. Serena se había sonrojado.
Era un sonrojo genuino que solo Ash podía provocarle y que ella hace años no sentía, él se las había ingeniado para hacerla sonrojar nuevamente y ella no sabía cómo o por qué, pero sabía que no podía darse el lujo de estar así por él, no, sólo había sido un cumplido, y lo más probable era que el sonrojo era producto por las emociones de la batalla, tenía que pensar en otra cosa ya.
Así que centro su vista en Pangoro, sí, era cierto que el y todos sus otros Pokémon se habían vuelto fuertes, pero todo había sido a la fuerza y por las malas, siendo Pancham el que la había pagado.
—¡PANCHAM! ¡NO!
Sacudió su cabeza, no podía darse el lujo de recordar aquello, ahora tenía una batalla que ganar. —¡Puño bala!
La batalla volvió al mismo ritmo, o al menos eso aparentaba para los espectadores y para Ash, Serena no se sentía de la misma forma, ahora múltiples momentos con Pancham venían a su cabeza.
Cuando lo capturó, cuando participaron en su primer concurso y performance, cuando el panda casi evoluciona la primera vez y ella lo agitó de un lado a otro para evitarlo.
—¡No! No ahora que vamos en racha —El pobre panda era agitado como si fuera una lata de refresco mientras brillaba.
Ese recuerdo aveces la divertía, se había portado tan egoísta al no saber lo que quería su amigo. Aunque más adelante entendió que su amigo no quería, lo entendió cuando el mismo robó una piedra eterna.
—Si quieres evolucionar no te detendré, Pancham o no eres mi amigo y compañero.
En ese entonces, Pancham tomo su decisión, tomo la piedra para él, no sería alguien diferente, pues le gustaba estar así, tierno y esponjoso.
Recordaba esos momentos con su pequeño panda, ahora un gran osos que pelaba al tu por tu con el Pokémon mas fuerte del causante indirecto de su evolución.
—¡Pancham, Pulso Oscuro!
La batalla siguió, pero Serena, aunque daba órdenes, no estaba del todo en ella, los recuerdos con Pancham comenzaban a invadirla a tal punto que ya no veía a Pangoro pelear.
—Estoy cansado Serena... hemos buscado a ese tal Ash por meses, ¡Por qué no entiendes que él no te quiere volver a ver?
—¡Érick suelta eso!
En algún bosque de Kanto, La reina y su guardaespaldas se encontraban discutiendo, siendo rodeado el chico por los Pokémon de la reina, los cuales estaban alerta y vigilando cada movimiento del chico, quien tenía en sus manos el lazo azúl de la reina.
—Por favor Érick sueltalo —Hablaba lo más calmada posible ante la situación.
—¿Por qué un simple lazo es importante para ti?... yo hice más por ti de lo que ha hecho él.
Con cada palabra que el chico lanzaba, él apretaba con más fuerza el listón en sus manos.
—¿Por qué lo prefieres a él?
—¡Ataque Rápido!
—Puño Bala —Ambos ataques colisionaron a gran velocidad, haciendo retroceder a los Pokémon. En Ash había una gran emoción a punto de salir, pero en Serena, todo era diferente.
Érick comenzó a derramar lágrimas ante los ojos de la reina, dejó caer el liston para luego caer d rodollas con los brazos extendidos al suelo. —¿Por qué las chicas escogen al que las hace sufrir? —Susurró para sí mismo mientras sus lágrimas lo cubrían.
Serena, al ver al chico ahí, le pidió a sus Pokémon que se tranquilizaran, se acercó lentamente, tomó su listón y lo guardo, cuando estuvo lo suficiente cercas lo abrazó para intentar reconfortarlo.
—Perdoname Érick, yo no sabía que te sentías así —Decía tratando de consolarlo —Quisiera hacer algo, pero no puedo mandar al corazón.
—Entonces termina con esta tonta búsqueda. —Dijo entre sollozos.
—No —Sentencio apartándose de él y poniéndose de pie. Al escucharla, Érick la imitó y se quedaron viendo fijamente.
—¿Por qué no! ¿por qué te empeñas en buscar a una mala persona?
—No juegues a una persona sin conocerla —Habló con irritación.
—Tal vez no lo conozco, pero una persona que diseñó profesar una gran y eterna amistad a sus amigos y que nunca les hable no les importe, eso una mala persona.
—¡Eso no es cierto! ¡todos sus amigos le importan!
—Tu escuchaste a la líder de Celeste, ni ella siendo su primera compañera le ha llamado o visitado. —Serena guardaba silencio ante la forma amenazante en la que hablaba. —¿Acaso solo por qué se conocen de años, te regalo un lazo y lo besaste ya te sientes especial para él?
Entonces el se rasgo la manga de la playera de la entrego en la mano y la besó a la fuerza. Serena se resistió, no quería eso, así que le mordió el labio y lo empujó lejos de ella. Al ver esto, Absol tacleó al chico con gran fuerza y lo mantuvo en el piso.
—Yo lo hice también y sí, para mí si eres especial, Serena. —Dijo bajo Absol, pero repentinamente su fiel Aggron salió de entre los árboles y mando a volar al siniestro contra un árbol, Serena corrió inmediatamente a su auxilio y el resto de sus Pokémon los rodearon para protegerlos de Érick.
Tanto el titán como el chico caminaron hasta acercarse lo más posible. —Terminare con esto si lo olvidas Serena, no te pido que me ames, sólo olvidar a alguien a quien nunca le has importado, que aceptes esa verdad.
—¡No lo haré! yo soy su amiga y lo quiero... él es mi amigo y sé que también me quiere.
—Yo también lo era y también te quería. —Y se llevó la mano izquierda al bolso del pantalón y saco un llavero, todo ante la mirada preocupada de Serena.
—Mega-evoluciona.
—¡Cola de Hierro! —El ataque mando al suelo a Pangoro ante los ojos de su entrenadora, pero para ella era Pancham.
—Pancham — decía preocupada en un susurro.
El enorme panda se mantenía en el suelo, no se movía, Guzmán veía esto, parecía que era el final del combate.
—Pancham —Volvia a decir en un susurro y cayendo de rodillas.
—Delp... —Decía la zorra ígnea antes de caer debilitada por fuerza bruta de Aggron.
En aquel bosque, los árboles se encontraban partidos y rotos en un área, y alrededor de ellos yacían 6 Pokémon, Absol, froslass, Milotic, Sylveon, Pancham y ahora Delphox, todos habían caído ante el mega Aggron de Érick.
—Entregame el lazo Serena. —Dijo sin una pizca de emoción.
Serena lo apretó más contra su pecho mientras retrocedía y chocaba con un árbol. —¡Para qué lo quieres?
—Serena... para olvidar a una persona tienes que desacerte de todo lo que recuerde el —Camino hasta quedar frente a ella y le extendió la mano — yo puedo ayudarte con eso.
Serena contesto de inmediato con una fuerte cachetada y corrió a otro lado mientras comenzaba a guardar a sus amigos debilitados en sus pokebolas.
Érick miro a Aggron y este tumbó a Serena con un terremoto, haciéndola tirar lejos la última pokebola vacia.
—Quitale el lazo. —Ordenó el chico y cuando el titán iba a hacerlo, un Pulso Oscuro lo evitó. Pancham se había puesto enfrente y ahora lo retaba.
Cuando Serena piso levantar la vista pudo ver a su amiguito pelear ante el titán, pero todos sus esfuerzos eran inútiles. Pancham no podía contra Aggron.
—Pangoro levántate, aún puedes continuar —Decía aún de rodillas tratando de alentar a su panda ¿Sería el final de la batalla contra Ash?
—¡PANCHAM! ¡Rindete, ya no te levantes! —Las lágrimas surcaban violentamente su rostro en ese momento.
Ramas se escuchaban rompiéndose, rocas partiéndose y el suelo crujir, todo acompañado de los gemidos de dolor de Pancham y los llantos de su dueña, quien rogaba por que todo parara.
¿Era todo su culpa?¿qué había hecho mal?¿qué había hecho Pancham para merecer esto? Ella se maldecía por ser tan débil, su panda no tenía posibilidad ante el ganador de la liga Hoenn.
Pancham hace rato había cedido ante el enorme tipo acero, ahora era totalmente masacrado ante los ojos de su amiga, su pelaje se volvía rojo tan rápido como lo hacían el caudal de lágrimas de Serena, ella quería detener esto, pero Érick no la escuchaba.
Pancham no se rendiría y lo dio a entender, el defendería a su amiga hasta el final.
Un golpe devastador bastó para crear un cráter enorme, Serena veía esto con horror mientras a su cara llegaban gotas carmesí de su panda. Y entonces todo brilló —¡Pangoro!
—Roo, pango ¡Pangoro! —El panda volvía a estar de pie una vez más yse giraba para mirar a su entrenadora y sacarla de sus recuerdos.
Al ver a su panda de pie frente a ella, Serena no miro sólo a Pangoro, sino también a Pancham, entonces una lágrima traicionera salió de uno de sus ojos mientras se ponía de pie para poder acariciarle el rostro a su Pokémon.
El momento no duró mucho, termino cuando por un costado de Pangoro vio a Ash sonriendo.
—Nunca le importaste, Serena
—¡Pulso Oscuro! —Ordenó repentinamente y sorprendiendo a todos, pero Ash y Pikachu respondieron rápido.
Ahora Serena comenzaba a ir más agresiva, ordenaba ataques rápidos a Pangoro, Pikachu esquivaba todos por los pelos pero hasta el tenía un límite.
—¡Combina puño hielo con puño bala! —Los puños del panda resplandecieron y volaron a gran velocidad hacia el roedor, Pikachu los esquivaba saltando entre ellos pero finalmente cedió y comenzó a recibir una tunda qué lo mando a un pequeño cráter cerca de Ash.
Serena vio como Ash se acercaba a auxiliarlo y otro recuerdo la invadió.
Pangoro recién evolucionado no paraba de asestar golpes incremento contra el tipo acero, con cada golpe Aggron retrocedía y todos sus intentos de volver al frente eran inútiles. Hasta que finalmente una combinación de roca afilada y puño incremento mando a volar al titán cayendo sobre su dueño y perdiendo la Mega.
Serena se acercó con Pangoro y ayudó a Érick de bajo su Pokémon y lo coloco frente a una piedra.
—Tú no querías evolucionar. —Decí apretando el lazo en su mano izquierda y mirando a su Pokémon que mantenía a suelo al Aggron con su pie sobre su pecho, pero una pequeña risa la hizo voltear hacia Érick.
—Ese lazo... realmente crees que le importas, je patética. —Serena lo miraba con odio, no, con decepción. —Tú te creías una estrella cuando eres solamente una roca insignificante en su universo. Entiendelo, ¡no le importas y nunca lo hiciste! no eres especial para Ash, sólo una chica tonta que busca a otro aún más tonto... ¡NO LE IMPORTAS!
—¡CÁLLATE! —gritó molesta —Estas equivocado y te lo demostraré, Ash no es la persona que crees, a él le importan sus amigos y se que yo le importo.
Serena salió de sus recuerdos y vio como Ash hablaba con Pikachu, verlo así le hizo apretar los puños.
Tal vez Ash no había tenido la mejor de las vidas, si, había sufrido como todos, la prueba era su situación con Thalia. Ella miró alrededor, toda esa gente era por él, todos conocidos de Ash, todos sus amigos, todos menos ella, a él no le importó su amistad, a él no le importó ella, Érick al final tuvo razón.
Ash se había acercado a Pikachu, éste se encontraba bien y lo demostró al pararse y asentir, en eso, Ash alzó la mirada hacia Serena y la vio apretar los puños con enojo. Algo estaba mal y lo sabía.
—Tenemos que acabar con esto ya amigo —Dijo y le colocó su gorra para ponerse de pie y sacar su pulsera z con el Ash-pikastal.
—Acabemos con esto —Comenzó a hacer los pasos junto a Pikachu. —¡Gigarrayo ful...!
—¡Puño Bala! —Pangoro salió volando hacia Pikachu e interrumpió el ritual z, mandando a volar al roedor en el acto.
Toda la audiencia quedó sin palabras, eso había sido una jugada que nadie esperaba.
Nuevamente, Ash fue con Pikachu, éste estaba algo herido, pero podía continuar. —Creo que tendremos que valernos de tu poder amigo, cuento contigo. —Le dijo y se volvió a poner la gorra, Pikachu asintió soltando chispas de los cachetes. —¡Electro bola!
Y ahora la batalla se volvió más intensa, Pikachu lanzaba ataques más potentes que antes y Pangoro los repelia como podía. Pero él también lanzaba más poder siempre que tenía oportunidad.
—no le importaste nunca Serena .
Las palabras de Érick resonaban en su cabeza, estás la hacían sentir más rencor con Ash, esto se veía reflejado en la batalla y en la potencia de los ataques de Pangoro.
—Te sentías especial pero nunca lo fuiste para él.
—¡Pikachu, atacktrueno!
—buscaste a una persona a quien nunca le importaste.
—¡Pulso Oscuro!
—Realmente creíste que le importabas, je, patética.
Ambos ataques especiales chocaron en el aire, ambos se repelian, ninguno cedía y el poder de ambos hacia presencia en toda la calle.
—Entiendelo, ¡No le importas y nunca lo hiciste! No eres especial para Ash, sólo una chica tonta que busca a un chico aún mas tonto...
Serena miro a Ash en medio de aquel momento. ¿Realmente fueron amigos?¿en serio de el se había enamorado?¿una persona que nunca busca a sus amigos? no, una persona que nunca la busco a ella.
—¡NO LE IMPORTAS!
Serena no lo soporto más y saco una pokebola, regresando a Pangoro a esta entrada interrumpiendo la batalla, provocando que el rayo tocará suelo y levantará una inmensa nube de polvo.
Cuando se disipó, Serena ya no estaba, y lo único que se escuchó fue una puerta azotarse, Serena había huido a su casa.
Ash se quedó parado, sin entender muy bien qué pasaba, miro a su alrededor, Serena había abandonar, el había ganado pero no como quería.
—Felicidades campeón de Alola. —Guzmán lo tomo por un hombro —ganaste.
—Pero no como me hubiera gustado. —Contesto sin ánimos.
—Bueno, al menos la batalla fue espectacular, hace tiempo que no te veía pelear en serio.
—No lo hice.
Guzmán lo miro con una sonrisa burlona. —Entonces por qué te contraste la gorra —Dijo y se alejó de él, dejándolo pasmado.
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La ansiedad había consumido a Serena, ella se sentía muy mal, tenía ganas de vomitar y le dolía la cabeza, había revivido lo que había pasado en Kanto, Toda aquella pesadilla la había vuelto a recordar luego de años y ahora la lastimaba más que nunca.
—Serena —Unos golpes a la puerta la llamaban, una voz femenina.
—Si quieres hablar, aquí estamos.
—nosotras te escucharemos. —O más bien unas voces femeninas, Luna, Zarala y la Sra. Cruz.
—Vayanse por favor chicas, quiero estar sola — Su voz sólo denotaba lo mal que se sentía.
—Serena —Se escuchó un golpe bajo en la puerta y una música comenzó a sonar —Si te sientes mal te presto mi cajita musical.
Thalia dejó la caja en el suelo sonando y tomada de la mano de su tía, las chicas bajaron dejando a Serena con la música de la caja.
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La caja paró de sonar hace ya un buen rato, a Serena le tranquilizó ese sonido y ya más calmada decidió bajar, no sin antes poner la cajita musical de Thalia en su cama.
Ella bajo las escaleras lentamente, en ese trascurso le dio hambre, así que buscaría algo en la nevera en su viaje a la planta baja.
Al llegar al final, vio que toda su casa había vuelto a su orden original, parecía que no había habido fiesta alguno, pero aquella mancha de refresco en el piso, la ventana rota y esa malasada en el techo hecha papilla demostraban lo contrario.
Entonces escucho un ruido en la cocina, el lavamanos cerrándose.
—Sigues aquí Ash —Hablo con un poco de irritación.
—Queria limpiar un poco, yo organize esto así que me pareció sensato limpiarlo.
Serena no lo escucho, lo ignoro y miro alrededores suyo, llevándose la sorpresa de ver a una pequeña Thalia dormida en el sofá.
—Serena, lamento lo de hace rato. —Se sentía culpable por hacerla que abandora la batalla, organizó la fiesta para hacerla sentir bien y sentía que lo había arruinado de alguna manera.
—¿Te encuentras bien?
Ella no quería verlo ahí, quería que se fuera y no le iba a contestar ni una palabra.
—Si tienes algo que te moleste, yo puedo escucharte. Solo quiero ayudarte.
"¿Por qué no te vas ya Ash?"
—
Si hubiera algo en lo que pudiera ayudar, lo haría.
—¡A ti que te importa lo que me pase! —Alzó la voz irritada.
—Me importa todo lo que le pase a mis amigos —Dijo algo fuerte sin llegar al grito.
—Tú y yo no somos ni amigos.
—Eso no me importa, aún así me importas igual que todos mis amigos
—¿Así? Entonces dime ¿hace cuánto que no llamas o visitas a un amigo?que no sea de Alola.
Ash no contesto, trato de hacer memoria, realmente no llamaba a nadie desde su boda, sólo con Bonnie hace 3 meses y con Clemont hace 4 años.
—Vaya, tenía razón, la líder de ciudad Celeste tenía razón, realmente no te importan tus amigos.
Al escuchar la mención de Celeste, Ash la miró con duda ¿conocía a Misty? Y no sabía porque, pero su mención le hacía que uno de los recuerdos que lo invadían debido a la situación con ella viniera justo ahora.
—¿Conoces a Misty?
—Eso no importa, no me cambies de tema.
—¿Conoces a Misty? —Pregunto más firme.
—Si, la conocí cuando fui a Kanto.
—¿Cuando?
Serena se mostró con curiosidad, ¿le importaba a Ash si sus excompañeras se conocían?
—Fue hace años, luego de volverme reina de Kalos, la conocí durante el festival... —No pudo terminar puesto que un recuerdo de ese momento le vino a la mente, eso y los gesto de impresión de Ash, la hicieron retroceder un paso.
—Festival celste. —Completo Ash.
Serena se cubrió con sus manos la boca, retrocedío hasta caer sentada en las escaleras y comenzó a temblar. Realmente nunca le había importado a Ash.
Ella vio como el se le acercaba, se puso de pie rápidamente y corrió escaleras arriba hasta llegar a su habitación y azotar la puerta. No le importó el grito de "¡Serena espera!" Ella sólo corrió y se lanzó a su cama a llorar.
Ash trato de seguirla, pero algo le evitó, o alguien.
—Papi. —Thalia había despertado. —¿Serena ya se puso mejor?
Si quería hablar con Serena sobre Kanto lo haría otro día por lo visto, ahora tenía que cuidar a su hija.
En la habitación de Serena, esta se encontraba llorando, Misty y Érick tenían razón,a Ash no le importó su amistad con ella, no lo había hecho desde hace años.
El saber lo que sabía ahora le hacía pensar que tal vez nunca la considero amiga.
Ella lloro un buen rato, todo lo que había hecho fue para nada, el que Pangoro sufriera fue en vano.
Pero ahora sabía algo, no le importaba si aquel rubio la llamaba cobarde o cualquier otra persona lo hacía.
Ella se iría de Alola.
¡Hola Hola!
Wow, creo que me emocioné con este capítulo, es el más largo hasta el momento y el último a menos que me vuelva a emocionar, nah, ya no me pasaré de palabras para el proximo XD.
He estado un poco inactivo en todo, en Wattpad y en toda red social. Incluso este capítulo me costó trabajo, en parte por las batallas y en parte por tiempo.
Y eso que estaba de vacaciones, pero use el tiempo en estudiar para el examen de la uni.
Mis vacaciones terminan hoy y pues ahora tendré nada de tiempo, me desconectare por todo febrero, pues tendré que ocupar todo el tiempo posible para estudiar. Aunque no creo que este ausente todo el mes, tal vez antes y prometo lo sabrán con nuevo capítulo. Solo espero poder quedar pues iré contra titanes.
¿Qué creen que haya sucedido en ciudad Celeste?
Bueno nos vemos la próxima, gracias por leer votar y comentar.
Soy lumynick y les deseo un buen día, y en caso de no vernos buenos días, buenas tardes y buenas noches y que pasen un 14 bien acompañados.
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