Hace casi 7 años

Había llegado antes como todo buen novio, él estaba parado sobre el altar a la espera de la novia y.... no podía estar más nervioso.

El pobre hombre de cabellos azabaches nunca en su vida había afrontado un reto tan grande como el que implicaba casarse, su posición era firme, como la de un militar, pero aun así sus manos inquietas jugaban entre sus bolsillos, trataba de no sudar, pero lo hacía, ¿cómo podía estar el ahí?, él que siempre en las bodas se ponía nervioso, quien terminaba cometiendo alguna estupidez frente a todo el mundo en estos eventos ¿cómo había llegado a esto?

La respuesta apareció cuando por las enormes escaleras de la mansión, 2 personas rubias caminaban cuesta bajo con cierta elegancia. Los herederos Æther, el hombre de pocas palabras y la mujer del vestido blanco y aquellas hermosas joyas esmeralda, la razón de estar parado allí.

El hombre iba serio, aunque no lo pareciera, él estaba feliz, se notaba conforme se acercaban al fin de las escaleras, con cada escalón veía a su hermana, era ahí cuando una sonrisa se iba abriendo camino en su rostro, y la mujer a su lado, vaya, era el ser más feliz que hubiera visto en su vida. Lillie irradiaba una felicidad que contagió a todos en el lugar, aquella sonrisa solo resaltaba más su belleza.

Sus ojos conectaron cuando ella bajo el último escalón, ella lo miraba con gran amor y dulzura. Al igual que muchas otras mujeres, su sueño era casarse con el hombre que amaba, el hecho de estar a unos metros de lograr ese sueño hacía que unas lágrimas de felicidad se asomaran por sus hermosos ojos esmeralda.

Él, lejos de sentirse reconfortado por la mirada dulce de su futura esposa, se llenó de más nervios, no es que no estuviera feliz, lo estaba, pero ningún momento en su vida lo había hecho sentir así. Ganar el título de campeón de Alola, sin problemas, pelear a puño limpio con Mewtwo, ja, de niños, quitarle todas las malasadas a Hau, con los ojos vendados, pero nada se comparaba a esto, casarse era el reto máximo.

Cuando ella llegó al altar, le dio la mano, un gesto que él agradeció en silencio, pues gracias a el había logrado calmarse un poco, pero para su mala fortuna no lo suficiente.

La ceremonia transcurría con "normalidad" o al menos eso aparentaba Ash quien, con las manos juntas en frente, luchaba con los nervios internos. Estaba en la boda, pero al mismo tiempo no, su mente estaba en crisis, se casaba ¡Era su boda!, una boda que fue tan espontanea, un día estaba de novio y al otro ya esta de blanco (usaba traje blanco con corbata azul), aún no lo asimilaba, había tenido 2 semanas luego de la proposición para hacerlo, pero incluso ahí parado frente al altar no se hacía a la idea.

¿Cómo había terminado ahí?, él ya lo sabía, pero ustedes lectores, no.

Todo había comenzado, o al menos eso creía, el día en que su madre le entrego su anillo el cual ella quería que se lo diera a la mujer que amara y que lo cuidara cuando ella ya no pudiera. Eso había pasado hace ya 2 años, en ese entonces llevaba 2 años de noviazgo con Lillie, en ese momento no pensó en ella para llevar el anillo, es más no veía a nadie que fuera capaz de llevarlo. Fue gracias a una platica con Gary que se hizo a la idea de una serie de "requisitos" que el mismo consideraba que debería tener la persona que llevara el anillo, todos los anotó en donde pudiera recordarlos fácilmente. —La Ketchum perfecta —Era lo que opinaba Ash de la lista

Su llamada "Lista de la Ketchum Indicada", mostraba que la chica en cuestión debía ser amable y dulce, debía saber cocinar y tener múltiples talentos, ser buena y cariñosa con los Pokémon y la gente, fuerte e independiente, alegre y positiva, divertida y tranquila, delicada y elegante, no vanidosa, ingeniosa y creativa, tímida, paciente, sincera, empática, debería disfrutar las pequeñas cosas y empeñase en lo que quiere y no rendirse hasta el final, ¡ah!, y lo más importante, que lo quisiera —Nadie que me rodee encaja — o al menos eso pensó Ash.

Pero justo dos años después de que su madre le diera el anillo, algo lo hizo cambiar de opinión e ignoro por completo esos "requisitos" y los guardo para ir a la casa de su aún novia Lillie, lo cual no fue difícil puesto que en ese entonces vivía con Hau, Gladio y ella en la misma casa, algo fácil cuando se vive en una gran mansión. Luchó contra el mayordomo James cuando Lillie se desmayo ante la propuesta, el hombre no dejaría que alguien tomara la mano de la jovencita tan fácil, Ash ganó, fácil cuando eres el campeón, lo difícil fue su hermano Gladio, cuando se enteró, Ash estuvo a punto de volver a ver a Arceus, pero Lillie lo salvo llevándose a su hermano a su oficina para discutir acerca de la propuesta, cuando volvieron, Ash podía empezar a contar los días para que fuera parte de la familia de Æther.

¿Qué lo hizo cambiar de opinión y desechar esa lista?, nuevamente, Ash lo sabe, usted querido lector, tendrá que esperar unos cuantos capítulos.

Volviendo al ahora, Ash seguía con los nervios, más vivos que nuca, todo por que había tirado el anillo antes de ponérselo a Lillie.

—Acepto—Dijo en su momento, dudo al principio, sus nervios venían del hacho de no saber qué le depararía como esposo, si sería bueno o un total desastre, no sabía si echarse para atrás o no, varias voces internas le decían que digiera "no, no es la indicada de tu lista" pero otra le decía que no era de los que huye en los momentos decisivos, esa ganó.

—... Puede besar a la novia —cuando el cura dijo eso, Ash se tensó, era el sello final, ya había aceptado y debía sellarlo sin arruinarlo por sus nervios.

Nuevamente la mirada de Lillie logro calmarlo, diablos, ¿por qué estaba nervioso, no tenía porque temer, Lillie sería su esposa, una mujer con la que se divertía a lo grande y que igual a él, compartía la emoción por todo lo nuevo, no, no sería mal esposo, sería como seguir siendo novios, pero más allá, una evolución.

Comenzó a acercarse a su rostro, el primer beso como marido y mujer, algo inolvidable, el piso de la mansión nunca había sido besado de la manera en la que Ash lo beso, nunca lo olvidaría, ni los invitados, ni Lillie que lo veía desde arriba.

—¿Por qué aceptaste casarte conmigo Lillie? —Decía Ash con la cabeza baja mientras sostenía una bolsa de hielo en su mejilla izquierda. —Soy un desastre... Hice el ridículo.

Había pasado un buen rato desde que la ceremonia había concluido, ahora todos estaban en el jardín delantero de la mansión celebrando. Ash y Lillie se encontraban en la mesa de los esposos, ella atenta a lo que Ash necesitara.

—No sé —contesto mirando hacia las mesas de los invitados —Fue algo tan repentino, a decir verdad, no quería casarme, al menos no aun, pero al igual que cuando nos hicimos novios, pensé en que sería divertido, una nueva experiencia y que mejor que experimentarla contigo.

Ella volteo a verlo, se acercó más a él y lo abrazo por el cuello —No hubiera elegido a alguien mejor par experimentar esto... te amo Ash. —Ash abrió grandes los ojos, era la primera vez que le decía eso, no sabía bien cómo responder, Lillie vio esto y le dio un pequeño beso en la punta de la nariz. —No contestes, solo demuéstralo.

Una vez dicho esto, ambos pasaron a ver a los invitados de mesa en mesa, había más amigos que familia, ninguno de los dos era de una gran familia, la mayoría de Ash, de todos sus viajes, amigos como Brock, May, Dawn, Misty, y otros esporádicos como N, Zoey e incluso Mairin y Alan. Los únicos que no estaban eran el grupo Kalos, dos de ellos avisaron que no podrían venir, y bueno, una de ellos ni idea tenia de lo que pasaba.

Aunque la ausencia de todo el grupo Kalos cambiaria cuando cierto rubio apareciera acompañado de una chica junto a su Dedenne.

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¿Quién sería el comprador misterioso?

Esa era la pregunta que había inquietado a Serena durante las últimas 36 horas, todo alrededor de "él" era un misterio, desde el hecho de que al comunicarse con ella lo hiciera un sirviente hasta que le hubiera ofrecido trasporte a la isla Mele-mele, lugar donde se llevaría a cabo la firma de la venta de su casa en pueblo Po.

Al día siguiente de la fiesta en su casa, Serena se decidió en vender su casa lo más pronto posible, no estaría dispuesta a enterarse de las cosas sobre su falsa "amistad" con su vecino. Aunque se encontró con la negativa de los de bienes raíces, ella no se rindió y, con ayuda de sus Pokémon, esparció la noticia de su casa en venta, lo sorprendente vino cuando ella recibió una oferta tan rápido, el comprador misterioso había aparecido.

Recibió las indicaciones de dirigirse a el puerto de ciudad Malíe donde un yate la llevaría a Mele-mele, obviamente ella desconfió, cuando preguntaba por el comprador siempre le respondían de forma evasiva, ella no hubiera aceptada de no ser por un incidente que tuvo con Ash y Thalia el día en que comenzó a esparcir la noticia de su casa en venta.

Thalia la había seguido todo el día y cuando se dio cuenta decidió que la acompañara, por consecuencia, Thalia sufrió una clase de accidente, el cual ella recuerda muy bien

Mientras los Pokémon de Serena hacían su trabajo de propaganda, Serena y Thalia se detuvieron en un parque donde ambas ensayaban pasos de baile.

Esta actividad llamo la atención de varios Pokémon salvajes los cuales se ofrecieron como voluntarios para simular un performance.

—Te vendría bien un descanso, no es bueno sobre exigirse Thalia. —Era la 4° vez que Serena sentaba a Thalia en un banco del parque para que ambas pudiesen descansar, ella cansada porque llevaba todo el día pegando carteles de "se vende" y Thalia, aun con su gran energía, había pasado todo el día de un lado para otro, su aspecto no era bueno, pero al igual que su padre, ella era terca en algunas ocasiones.

—No, tengo que seguir practicando, quiero ser la mejor y que te sientas orgullosa de tu alumna. —Dijo con determinación y corrió con los pokemon a seguir ensayando.

Serena suspiro, igual a su padre. La niña ya no era tan torpe como su padre para esto del baile, al menos ya no se caía, pero aún tenía mala coordinación. Ella se acerco y trato de tomarla en brazos nuevamente, no se perdonaría si algo malo le pasaba.

—¡Tienes que descansar!

—¡No! —Y corrió lejos de ella seguida de sus pokemon amigas, pero a media huida, Thalia se desplomó.

Serena corrió de inmediato a su lado, sus Pokémon estaban asustados y preocupados, la tomó en brazos, la niña tenía problemas para respirar, y ella no sabía que hacer así que solo grito ayuda.

Greninja apareció de repente y pareció hablar con las pequeñas poke de Thalia, estas salieron corriendo en distintas direcciones. Lo siguiente que hizo fue tratar de tranquilizar a Serena y tomar a Thalia en sus brazos. Las Pokémon de Thalia no tardaron en volver con una mujer y un Ribombee, el cual uso bola polen en Thalia, esto la ayudo a volver a respirar adecuadamente. Luego de eso, apareció Ash, tomó a su hija en brazos, agradeció a la chica (Danitza parecía ser su nombre) y antes de irse le dirigió unas palabras a Serena. —Tu no lo sabías, no es tu culpa.

No los volvió a ver luego de eso, y ahora en la limosina, mientras veía por la ventana, se preguntaba ¿Qué le había pasado a Thalia?

Sea lo que fuese, se preguntaba, aunque Ash le había dicho que no era su culpa (aunque ella no lo creía así), si lo que le había pasado había sido por descuidos de ella o porque inconscientemente había descargado algo del récor con su padre en ella, de se lo segundo, eso era una razón más para dejar Alola.

La limosina llego a una gran mansión, era tan grande que ella pensaba que el comprador debía ser asquerosamente rico. Finalmente llego a la entrada de la residencia, joven mayordomo la esperaba en la puerta principal, al verlo pensó en que sería un buen partido para Bonnie, pero luego de lo que ella le hizo no se lo presentaría.

La guio a dentro, la recepción muy lujosa para su gusto, una gran sala donde en medio tenia unas enormes escaleras que llevaban al primer piso, junto a ellas, estaba un mayordomo de edad avanzada.

—Buenas tardes señorita Serena, es un placer tenerla en esta residencia —La saludó cortésmente —Mi nombre es James, el encargado de la casa y... —No pudo seguir hablando pues sonó lo que pareció un walkie-talkie y una voz que terminaba todo en "rotom" salía de este.

—Parece que mi señora requiere su presencia señorita Serena, si es ten amable te acompañarme.

"A si que es "ella""

Subieron las escaleras y caminaron por los grandes pasillos de la mansión, a pesar de toda la amabilidad que habían tenido la gente de su compradora, Serena mantenía desconfianza y lo demostraba al tener la pokebola de su Swanna, para enfrentar una huida rápida si era necesaria.

Finalmente llegaron a una habitación donde James le advirtió que fuera cuidadosa al entrar, esto solo la hizo apretar la pokebola mas fuerte. Abrió la puerta y no espero ser recibida por un aparato rojo flotante chocando con ella y saliendo gritando "Ya no juego"

Al mirar al centro de la habitación recibió un dardo de espuma en el pecho, inmediatamente muchos otros dardos de espuma comenzaron a ser lanzados, era una clase de guerra, quiso huir, pero James había cerrado la puerta con seguro.

Repentinamente aprecio una persona con un traje de tela, similar a uno de esgrima, frente a ella. Esta lo miro y se quitó el casco.

—Necesito refuerzos, ponte esto y dispara —Era Luna, quien le lanzo la mascara que tenia y una pistola de juguete —Cúbreme ok, juntas ganaremos. —No sabía que pasaba, pero cuando recibió varios disparos en sus piernas supo que debía tomar venganza, esto era guerra.

El enemigo era el pequeño Sun, quien portaba una ametralladora de dardos de espuma. Las mujeres la tenían difícil, pero ganarían a toda costa. La valentía de ambas en el campo de batalla era sorprendente, una dupla perfecta, que hizo al pelinegro retroceder, entonces Luna salto sobre el y disparó, para su mala suerte, su hijo fue más rápido y la dejo fuera de combate. —¡Por Luna! Grito Serena quien corrió entre el fuego de dardos y logro dejar fuera de combate al niño.

—¡Ganamos Serena! —la pelinegro abrazaba a su compañera en armas. Pero repentinamente recibió un disparo en el pecho sorprendiendo a la todos en la habitación.

—Solo puede haber una ganadora —Dijo Serena para luego soplar en su arma. Esto provoco que se ganara las miradas de los pelinegros y un gran silencio, el cual fue roto cuando todos estallaron a carcajadas para luego Sun lanzarse sobre su madre en un gran abrazo, Luna aprovecho para tumbar a Serena, ahora todos estaban en el piso riendo.

Mas tarde, Serena y Sun se encontraban en la gran sala principal de la mansión, ambos jugando con los seis pokemon de la kalosiana. Sun era un niño muy alegre y juguetón, para mala fortuna de Absol, le recordaba tanto a Thalia por lo que Serena pasaba un gran momento con el infante. Ambos se encontraban en la sala porque esperaban a Luna, quien había ido a cambiarse de ropa, de eso ya 40 minutos y ella no volvía y por eso se habían decidido a jugar y molestar a Absol y Meawstic, lo que no sabían era que ella hace rato que había terminado de cambiarse.

Luna veía desde una entrada de la sala como la kalosiana jugaba con su hijo, no la habían notado y ella agradecía eso.

—Eres divertida y buena con los Pokémon y los niños, por lo tanto, amable y dulce —Pensaba Luna al ver a Serena convivir con su hijo. —Veamos si Ash tenía razón contigo. —Y comenzó a caminar hacia ellos.

—Ahora se divierten sin mí, uhm—Inflo las mejillas. —Eso no es justo hijo.

Sun al advertir de su madre, corrió con emoción hacia ella. —¡Mamá!, Serena y sus Pokémon son divertidos.

—Ya lo creo hijo —Lo abrazó y luego miro a Serena que los veía con una sonrisa. —Te importa si te robo a Serena un rato, necesito hablar con ella.

—Solo si ella me deja jugar con sus Pokémon—Ambos pelinegros miraron a la castaña.

—A ellos les encantaría —Al ella contestar eso, Absol quiso lanzarle una bola sombra, ¿por qué decide por él? ¿acaso lo quiere ver sufrir?

Luna y Serena se retiraron de ahí dejando al niño con los Pokémon.

—¿Esta bien que lo dejemos solo?

—Tranquila Serena, deja llamo al niñero— Puso sus manos alrededor de su boca y gritó —¡ROTOM!

Y por los pasillos apareció el mismo ser que antes había chocado con Serena —Rotom reportándose.

Luna iba a hablar, pero Rotom la interrumpió comenzando a sacar fotos de Serena, "¡Eres tú, eres tú-roto!". Era lo que decía mientras incomodaba un poco a Serena, le recordaba a los paparazzi. Para su suerte, Luna lo calmó y este procedió a presentarse.

—Un placer conocerte al fin, soy rotom-dex su fan numero uno, roto —Y comenzó a reproducir la música de las presentaciones de la exreina para ponerse a bailar alrededor de ella. —cuando necesites una Dex, no dudes en llamarme —Dijo bailando.

—Hazlo cuando necesites un niñero —Dijo Luna entre risas. —Y sabes Rotom, ven Serena tenemos cosas que hacer. Y así, ambas mujeres se retiraron para dejar a un rotom refunfuñando.

Ahora ambas se encontraban en una habitación enorme, esa habitación parecía ser la entrada a múltiples dormitorios, pero no lo era, era el armario de la casa. Serena veía sentada, como el cuerpo de Luna buscaba ropa.

Ni siquiera había tenido la oportunidad de poder hablar acerca de la venta de su casa, habían pasado tantas cosas desde que llego y todo en muy poco tiempo, se supone que venia a cerrar un trato, no a jugar, así que tomo coraje y hablo.

—¿No deberíamos hablar sobre la venta de mi casa?

—A mi no me interesa tu casa, Serena —Hablo desde el armario. —No cuando tengo esta mansión, —Dijo saliendo de este. —Deberías buscar ropa para la cena.

A Serena ni le importo lo que dijo, si ella no quería su casa, ¿qué hacia ella ahí? Luna vio la cara de confusión de la chica y hablo.

—Es a Gladio a quien le interesa, no me digas que te diga por qué, ni yo se en que piensa a veces —Se acerco a ella y la metió consigo al enrome armario —Escojamos ropa juntas

Aparentemente la razón por la cual estaban ahí era porque Luna quería tener la oportunidad de tener una cena con la gran "sonrisa de Kalos" y además, pasar un rato de mujeres para crear una amistad con la kalosiana. Ella le prestaría algún vestido, según ella, estas ropas no se usan mucho y ahora sería una gran oportunidad para usarlas.

—Uhm, es una lastima que luego de esto tengas que irte, nuca pude probar tus postres.

—Tal vez antes de irme te hornee algunos. —Estas palabras hicieron que los ojos de Luna se hicieran estrellas y la vera como una diosa de los postres.

—Pero no es lo único que sabes hacer ¿verdad?, también sabes cocinar ¿cierto?

—Si, pero no diría que soy una experta en la cocina, hay mejores que yo en eso.

—Aww, deberías haber hecho tu la cena, pero yo no te obligaría, donde dejaría mis modales como anfitriona. —Ella devolvía algo de ropa a su lugar cuando volteo a ver a Serena con cara de emoción. —Bailas, cocinas, actúas, cantas, eres modista y estilista, ¡acaso vuelas?

—No, pero se montar ryhorns.

—¡Eres increíble!

Y así se pasaron un buen rato charlando mientras se probaban ropa, cuando terminaron fueron al enorme patio trasero donde ambas tomaban café mientras veían a Sun jugar, torturar, a Absol de Serena. Luna era la que más hablaba, y la verdad esta se sorprendía por cada nuevo dato que conocía de la castaña, ella era justo lo que decía Ash y mucho más, una gran mujer, tenía muchos talentos, era amable con todo mundo, ingeniosa, creativa, empática, hermosa y elegante y no era vanidosa, simplemente una gran mujer, incomparable y única en todos los sentidos. Un solo pensamiento paso por la mente de Luna al contemplar esto.

Ash eres un estúpido

Vaya que a Serena le había agradado Luna, era una mujer muy simpática y energética, en momento parecía ser una niña y en otros una adulta, era como tener a una Ash versión mujer, pero mucho más lista y mejor persona. Casi lamentaría dejar en alola a su mas reciente amiga, culpa de Ash, Luna, su culpa.

—Parece que pasan un buen rato —La voz de un hombre sonaba tras el lugar donde Serena y Luna se encontraban, era Gladio. Inmediatamente, Sun corrió a abrazarlo y Luna se levanto para recibirlo con un beso. Eran una bonita familia ante los ojos de Serena.

—Tenemos algo pendiente de lo que hablar Serena —Dijo mirándola mientras cargaba a su hijo. —Si fueras tan amable de acompañarme a mi despacho.

Era lo que Serena más deseaba desde que llego a esta mansión, acabar con este asunto de la venta de su casa para poder buscar algún nuevo lugar para vivir, y mientras más lejos de Ash estuviera, más feliz sería.

Ya en el despacho de Gladio, ambos se encontraban en silencio, Serena sentada frente al escritorio y el rubio paseando por la habitación, esto, en cierto punto, altero a Serena.

—A sí que... si eres una cobarde. — Y así Serena comenzaba a tener ganas de golpear al rubio.

—Me gustaría terminar con esto lo más antes posible... —Comento con algo de inquietud.

Gladio le dio vuelta al escritorio para finalmente sentarse y mirar fijamente a la castaña—Según Ash nunca huías de las cosas, ¿por qué ahora si?

—Ash suele decir muchas mentiras. —Gladio asintió en signo de estar de acuerdo. —Acabemos con esto lo más rápido ¿quieres?

Gladio tomo los papeles de la venta, los leyó y comenzó a escribir en ellos, debes en cuando veía de reojo a Serena, ella tenía la cabeza baja.

—Debió ser duro llegar a Alola y encontrarte con Ash.

Serena levanto la cabeza para mirarlo, por primera vez el tono en que el le hablaba no era burlón o sarcástico, era comprensivo.

—Nunca espere encontrarlo aquí, creí que jamás lo vería de nuevo. —dijo Serena de forma suave.

—Descubrir que la persona que la persona que amabas fue feliz sin ti, estoy seguro de que a nadie le gustaría eso. —Y ahí estaba de nuevo su tono burlón.

—¿Acaso quieres hacerme sentir mal?

—Sólo quiero saber si aun sientes algo por Ash —Dijo el rubio ignorando lo que había dicho Serena.

—¿Por qué te interesa saber eso? —Pero nuevamente Gladio la ignoró, supo por la posición en la que estaba sentado él, la cual denotaba total desinterés por lo que tuviera que decir si no era la respuesta a su pregunta, que debía ser directa si no quería terminar peleando.

—No —Contesto firme y segura. —No desde hace tiempo, y por eso me case con... —Pero no pudo continuar al verse interrumpida por el aloliano.

—Entonces, ¿por qué huyes? —Hablo calmado. —Si no sietes nada por él, no hay razón para huir.

Gladio miro la cara de Serena, esta estaba frunciendo el ceño. —Viniste a Alola por una razón diferente a Ash, ¿por qué irte por él?

¿Por qué tendría que darle explicaciones? Si ella quería irse era asunto suyo, ya sea porque sintiera algo de culpa, por que se sintiera traicionada, ella no tenía por qué darle explicaciones a nadie y menos a alguien que apenas y conocía y que siempre que podía la molestaba.

Ella iba a hablar, pero el teléfono del escritorio comenzó a sonar, lo cual obligo a Gladio a contestar, si algo le diría el rubio lo diría cuando terminara de hablar.

—¡Qué Ash está aquí!

O tal vez sería luego.

¡Hola!

¡No me linchen! lo siento, lo siento por la tardansa, en serio lo siento.

se suponia que actualizaria hace una semana, incluso hice la promesa de hacerlo, perdón valeriasadly.

si iba actualizar hace una semana inlcuso tenia el cap listo el cualse llamaría "uuna reina para una flor" el cual contaria la interacción de Thalia y Serena, la cual se mensiona en este cap, pero luego de reviar y revisar decidi "eliminarlo" existe, nunca vera la luz porque lo sentia demasiado "relleno" a si que solo lo usare para extraer partes para futuras interacciones entre Serena y Thalia.

bien en otras noticias

¡Nueva portada! hecha por la gran artista Damany7

Tiene un grn talento y esta portada es una muestra de ello, un gran trabajo que enserio me encanto, ¡muchas gracias por la portda!

Y ahora una pregunta para ustedes ¿Cuántos pokémon he mostrdo que tiene Serena y cuáles tiene actualmente con ella?

Ah y otra cosa, hace tiempo andaba diciendo que haría un especial de Ash y lo que hizo desde que se separo el grupo kalos, veran, ese capitulo nunca vera la luz, o al menos como tal, pues usare partes de la historiade ese cap en los capitulos principales, un ejemplo es el inicio de este capitulo.

Bueno,¿qué les parecio el capitulo?

nuevamente perdón por la espera

y de nuevo gracias a @Damany7 por la portada ( creo que nunca voy a terminar de agradecerle.

Gracias por leer, votar/comentar, tratare de no tardarme tanto la proxima vez

Soy Lumynick y les deseo un bueno día, y en caso de no vernos, buenos días, buenas tardes y buenas noches.