Capítulo 2
Draken, Mitsuya y Takemichi salieron del bosque para comprar algo para picar y de paso comprarle a Mikey. Era bien sabido por Draken que cuando la comida no era del agrado de Mikey, destrozaba todo a su alrededor en una rabieta totalmente infantil.
-En media hora os quiero a todos reunidos en la plaza, a las 5:30. La persona que no se encuentre en el lugar, será abandonado y tendrá que volver solo -advirtió el monitor que los acompañaba. Su cabello era negro y excesivamente corto. Su piel estaba bronceada y su nariz era grande. Por su apariencia, su edad podía superar fácilmente los 30.
Acababan de llegar a un pueblo que estaba anlado del bosque. Sus casas eran rusticas y comparadas con los edificios que habían en donde vivían, poco modernas.
Entonces todos se separaron para comprar con su grupo de amigos. Según el monitor, no serían supervisados porque era lo suficientemente responsables.
Todos se separaron buscando en donde comprar.
El grupo de Draken, Mitauya y Takemichi buscaban una tienda poco llamativa.
Según por experiencia de Mitauya, en cuando más antigua parezca la tienda, más baratas serán sus productos. Ese consejo le sirvió mucho cuando cuidaba de sus hermanas pequeñas y estas tenian caprichos.
No tardaron mucho en encontrar una tienda. Pasaba desapercibida ya que estaba anlado de otro gran local.
-Entremos ahí -dijo Mitauya señalando el lugar.
La puerta de madera fue abierta haciendo sonar las campanillas que estaban colgadas a los alto de la puerta avisando cuando alguien entraba y salía.
El primero en entrar abriendo la puerta fue Draken seguido de Mitauya y finalmente Takemichi fue el último en entrar, cerrando la puerta.
Por dentro parecía una casa pero a la que le quitaron los muebles y los sustituyeron. Las paredes eran grises, por las paredes estaban colgados unos cuadros de decoración. Todo estaba lleno de baratijas, objetos para comprar y comida, y por lo que podían ver, los precios eran bajos comparados con la gran ciudad en la que vivían.
Una señora de cabello entre negro y blando estaba sentada detrás del mostrador echándose una siesta.
Algo muy arriesgado desde el punto de vista de los demás. Cualquiera podría robar y hasta horas después, la señora no se daría cuenta.
-Perdone... -susurróTakemichi en voz baja mientras que con su mano la agitaba trataba de despertarla -Disculpe...
La señora abrió los ojos con lentitud incorporandose.
-¿Nos cobra esto, porfavor? -Preguntó Mitsuya mientras ponía las cosas sobre el mostrador mirando un poco más alrededor.
La señora no tardó mucho en sacar una calculadora e ir sumando los precios que al parecer se sabía de memoria
—¿Como os llamáis, peques? —preguntó la señora rompiendo el silencio que se había formado.
—Mitsuya.
—Draken. —no era su nombre de verdad pero le gustaba que lo llamarán así.
—Takemichi.
—Bonitos nombres... —elogió —Nunca e visto vuestras caras ¿Venís a visitar algún familiar?
—Venimos de una excursión que tenemos en el bosque —explicó Mitauya.
Entonces la señora se paralizó por unos segundos mientras desaparecía la leve sonrisa que estuvo acompañando su rostro desde que empezaron la conversación. Los chicos la miraron con preocupación y confusión.
—¿El bosque...de aquí delante? —se estremeció la señora.
—Si... —respondió Mitsuya no muy seguro y algo incómodo por la repentina actitud de la señora.
Esta se quedó en silencio pareciendo algo pensativa.
—¿Pasa algo? —indagó Draken harto del incómodo silencio.
—Tened cuidado con ese bosque —comenzó diciendo la señora, su voz sonaba algodesesperada. Les iba a contar todo lo que sabía —. Desde la generación de mi abuelo lleban pasando cosas malas en el bosque —los chicos no dijeron nada, escuchando atentamente lo que decía la señora. —según dijo mi difunto bisabuelo, que en paz descanse, —dibujó una cruz imaginaria con la punta de sus tres dedos —El bosque fue maldecido por el diablo y un demonio con una máscara lo aguarda.
Una gota de sudor se escurrió por sus sienes.
¿Un demonio?
Que ridículo.
—Tratamos de convencer a los de vuestra ciudad que el bosque es peligroso, pero no nos hicieron caso. —a los presentes no les extrañó
—¿Y sabe cómo enfrentaremos al demonio? —Un Takemichi miedoso se hizo notar.
—Lo siento, no sé nada más —la señora pareció buscar algo debajo del mostrador, después de unos segundos sacó un montón de rosarios en forma de pulsera y los puso junto a lo que habían comprado —. No hace falta que me paguéis por los rosarios.
Takemichi estaba preocupado ¿Y si lo del demonio era verdad, poseyó a Mikey y por eso acabó en un hospital psiquiátrico? De solo imaginarlo ya le empezaban a temblar las extremidades. Podía sonar descabellado, pero después de poder viajar en el tipo, habían muy pocas cosas que pudiera etiquetar como imposibles.
Después de que les cobrara por lo demás y se despidieran de la rara señora, se dirigieron a la plaza por el mismo camino poneindose cerca de la fuente que entraba en el medio de la plaza.
Poco a poco fueron viniendo los que faltaban para después adentrarse en el bosque.
Después de media hora andando sin ninguna prisa, llegaron al campamento.
Eran bloques de edificios de uno y dos pisos, con paredes de piedra. Fuera de estas, pisaras por dónde pisaras, solo había pasto y estuvieras donde estuvieras podrías ver una gran bandera hondeandose por todo lo alto con un logo.
En vez de ir a sus habitaciones para dejar sus cosas, fueron directamente al comedor por órdenes del monitor ya que tenían que darles la bienvenida.
El comedor era de blancas paredes, habían altavoces en las esquinas y muchas mesas desplegables con 8 sillas a cada lado.
En poco visualizaron a Mikey, Baji y Chifuyu y fueron a sentarse con ellos.
Una potente voz resonó por todo el comedor.
—Sean bienvenidos al campamento/correccional, conservador mejor puntuados de todo Japón —aquél mensaje resonó por los altavoces que estaban colocados en las esquinas. Hizo un pitido haciendo que todos se taparan los oídos.
Miraron alrededor pero nadie estaba con ningún micrófono, solo estaban los monitores sin hacer muchos movimientos.
—¿Como que campamento de corrección? —se empezaron a quejar los alumnos.
—¿Y mis vacaciones gratis?
—Geniál, nos metieron en un correccional sin derecho a juicio —se quejó una voz femenina.
—Debido a diversos conflictos entre las pandillas y la policía, pagado por los servicios sociales, se les a echo una excursión obligatoria a los jóvenes de 2°, 3° y 4° a un campamento. Pero tranquilos, las actividades que haremos aquí no serán para castigaros, sino para re-educar a la mayoría en la ética y la moral, a controlar los problemas de ira y resolver los problemas mediante el diálogo.
—¿Escuchaste, Baji? —dijo Mikey con burla.
—¿Quien se creía que era ese niño para meterse con mi cabello? —Bufo Baji.
—Apartir de mañana se empezarán con las actividades, y antes de que el día acabe, todos los móviles tendrán que ser entregados al tutor, y no serán devueltos excepto en ocasiones excepcionales o cuando la excursión acabe ¡Tomadlo como una gran oportunidad!
Se volvieron a escuchar muchas quejas.
Y mientras las quejas resonaban por el lugar, el siguiente mensaje los escucharon todos sin excepción.
— De este campamento jamás ha salido un solo alumno sin ser re-educado, y esta no será la primera vez ¡Pasado buen día!
Y después de eso, aquella misteriosa voz sin remitente, dejo de sonar.
Todos los alumnos tuvieron que salir, dirigiéndose a donde estaban las instalaciones donde estarían sus habitaciones.
—Oye ¿Tú y Hinata no ibais al mismo instituto? ¿Por qué no está aquí? —preguntó Mitsuya mientras iban saliendo del comedor para dirigiste a sus respectivas habitaciones.
—Pues la verdad no lo sé —Y Takemichi no estaba mintiendo, ni siquiera sabía que en su infancia fue a esa excursión.
—Creo que en mi clase dijeron algo de "quienes tuvieran mejor expediente no irían" —mencionó Chifuyu.
—Pues tendrán que haber echo recortes, pagar todo esto seguro les costó un ojo de la cara —dijo Baji.
—Una señora de una tie da nos regaló esto —le dijo Draken a Mikey, a lo que el rubio de menor estatura se asomó para mirar aquella bolsa con curiosidad —Demasiado sospechoso.
—¿Por qué os regaló Rosarios? —preguntó Mikey confundido —No me digas que te hiciste devoto —se burló
—No seas estúpido —contestó Draken a lo que Mikey río levemente —según la señora de la tienda, el bosque esta maldito.
Mikey sin previo aviso agarró uno de los rosarios para ponérselo en la muñeca y después observarla por unos segundos.
Era de color negro.
—¿Siempre tienes que andar tocándolo todo como un niño pequeño? —lo dijo con más ánimo de molestarlo que por estar enfadado o algo así, mientras sacaba otra pulsera jugando un poco con ella.
—Sí ¿Tienes algún problema con es-? —y antes de que acabará su frase, el elástico de las dos pulseras que habían sacado, se rompieron haciendo que las bolitas de la pulsera salieran disparadas por todos lados sin ninguna razón, dejando a Mikey y a Draken paralizados.
Desde luego que no serían las vacaciones que ellos esperaban.
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Vosotros:
Dos putos meses XD el tiempo si que pasa rápido.
Lo he recibido ya que antes lo subí a una mala hora.
Al final el fic sí que va a ser Yaoi, osi osi.
Kisaki y Hanma van a aparecer.
Nos vemos en el próximo capítulo ♥️
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