CAPITULO 2: "LO QUE OCULTAS"


El rubio llegó a su destino con suma tranquilidad ¡vaya! entraba a trabajar a un horario accesible 9 de la mañana y encima estaba a esas horas en su casa apenas desayunando como si fuera la fresca mañana. Este hombre debía creerse patrón para llegar así de tarde a su trabajo 9 y media de la mañana y entrando como sin nada saluda a sus compañeras recepcionistas con un zumo de naranja en mano para luego entrar directo hacia la junta ya muy avanzada en inicio.

-¡¡Buenos días!!—Alega el joven rubio muy quitado de la pena ante los presentes, socios y colaboradores en la casa productora de videojuegos: MACT  computer Entertainment Japan. Inc.         Todos y cada uno expresan su incomodidad y sin saber qué esta pasando con aquel recién llegado sólo se miran uno al otro. —Disculpen mi tardanza me hallaba muy ocupado en mis quehaceres domésticos maritales que perdí la noción del tiempo, además que un buen día no puede empezar sin un buen desayuno. — Y sonríe para luego sorber más de su zumo. —Ahora... pongámonos serios... mmm

Naruto se sentía de lo mas tranquilo mientras rebuscaba en su maletín un par de documentos los cuales comenzó a regar por toda la mesa redonda y a la cabeza de esta estaba el mismísimo Sasuke mordiéndose los labios para no irse contra ese idiota que parecía no importarle su trabajo.

-Mmm... Así estaba aquí... en ¿Qué se quedaron en la junta?

-En... en las demandas por el próximo proyecto y el hecho de agregarle escenas gore a los niveles malos del juego. —contestó uno de los socios algo desubicado.

-¡Oh es cierto! yo vengo con ideas para ese proyecto.

Extendió las hojas por toda la mesa y los señores empezaron a mirarlas con algo de inquietud. Resultaban escalofriantes las ideas de nuestro hombre casado.
-Naruto... debes de estar enfermo de sexo... maniático... ¿Qué diablos crees que este juego es?— Preguntó un Sasuke realmente afectado.

-un juego de citas para mayores de edad con contenido gore sexual. —Contestó en tono muy diplomático.

-¿Y piensas entonces que nuestros consumidores van a aceptar tales escenas algo pasadas de raya?

-Si. — Contestó inmediatamente seguro. — Somos japoneses.

Y el silencio se dio nuevamente hasta que un hombre anciano y calvo rompió tal silencio con voz tartamuda.

-Yo ya no entiendo a la modernidad pero... mi sobrino es tan parecido a usted Naruto Uzumaki que ya no se si estar de acuerdo con las locuras que les llegan a la mente.

-Claramente si optamos por ideas así de explicitas tendremos que censurar — Fijó uno de los programadores ahí presentes.

-La idea no es mala pero debemos cumplir los protocolos del desarrollo de este tipo de entregas.

La junta para más tarde terminó y todos regresaron a sus oficinas y labores. Naruto tomó sus cosas y con su zumo completamente terminado siguió sorbiendo el envase vacio.

-¿Cuantos orgasmos?— Preguntó el moreno al rubio sólo ellos quedaban.

-8 jijiji es impresionante. Llevo 2 años casado y no me canso de oírla gemir ¡como toda una hembra!

-Ahh tú y tus asquerosidades... —Expresó el chico de igual 28 años de edad tomando su portafolios de piel e igualando la altura de cada hoja de este.

-oye ¡Tú que preguntas! además tu también eres un cochinote. — Le recalcó con el dedo índice y una sonrisa pícara. —No por nada te dicen "Casanova"

-Y a ti "Cogelón”... Naruto... serás el encargado de este proyecto pero no puedes llegar tarde siempre y encima a imponer tus depravaciones ¿Entiendes?

No esperó respuesta salió sin más dejando a un Naruto algo afectado.

Sasuke no quería mezclar las cosas, si bien, aquella empresa era el sueño de su difunto hermano y le había heredado todo en cuanto murió… como dueño de una industria programadora de videojuegos que se daba hincapié en el mundo tan reñido de lo virtual no podía dejar que su “amistad” con Naruto siguiese interfiriendo. Él y Naruto eran buenos amigos desde hace mucho, mucho tiempo, recordaba sus años de primaria como rivales y luego los mejores amigos que algún hombre podía encontrar en otro. Confiaba en él, y le gustaba ser así de descarado con él pero… ¿Por cuánto tiempo tendría que ser así? El moreno salía a tomar aire a la terraza del edificio y miraba desde allí el departamento donde vivía el rubio… si, ese maldito huevón vivía a 10 minutos de allí y todavía se lucía llegando tarde y con toda la tranquilidad del señor. “Ahh…”  suspiró el hombre mirando hacia el cielo y preguntándose si ya estaba acostumbrado a esa vida que “él” había tomado como su camino.

El resto del día Sasuke prefirió trabajar solo en su oficina sin llamadas ni consultas laborales, nada que le molestase, ni siquiera la secretaría para preguntar por su apetito ni nada por el estilo. Quería estar solo en ese mundo “donde siempre hay algo que hacer” para simplemente ocupar la mente. Pero su mente no estaba en eso… 2 años y aún no se acostumbraba… 2 años donde tuvo que tragarse todo su orgullo y seguir como sin nada, claro, ¿De qué se preocupaba si “nunca pasó nada”? precisamente esa era la razón por la cual seguía de pie… nada había pasado… nada que nadie recordase… nada.

El sonido de la ventana lo sacó de su mundo, con un ligero sobresalto deslizó la persiana y deslizó el vidrio de esta y miró hacia afuera los cabellos torcidos y grises de un trapeador, si, desde la ventana del piso de arriba un Naruto sonriente prácticamente colgando junto con aquel trapeador le saludaba. En cuanto le vio así su corazón se alarmó. Nada más no se acostumbraba a esa actitud tan arriesgada y temeraria del rubio.

-¡Naruto! ¡Bájate de ahí!— Sus ojos expresaban un terrible terror.

-¡Si me bajo me caigo! ¡Uyy!— Se movió hacia adelante simulando que iba a caer lo cual hizo que el moreno soltase un leve grito.

-¡Maldito! ¡No me hagas esas bromas!

-¡Ja, ja, ja! ¡Siempre caes en la misma! ¿Acaso no te la sabes? Siempre que te encierres haré todo lo posible para llegar a ti inclusive si arriesgo mi vida y un par de trapeadores ji, ji, ji.

-Como sea… deja de colgar el torso de ese barandal y deja en paz ese trapeador y a mi. — Sasuke cerró la ventana, molesto,  pero con el corazón aún agitado del susto.

Naruto obedeció, pero al menos cumplía su cometido… hacer que el topo de su amigo saliese a ver la luz aunque sea por un minuto. Sasuke era del tipo frio y burlón a la vez, con un toque de “pícaro y pasional en sus gestos” los cuales utilizaba en la cama con sus féminas de cada tercer día. Se había acostumbrado a tratarse así con él, hablar de sus encuentros y cada cosa que pasaba en ellos, Sasuke era más interesante en esas cosas pues tenía que contar cada 3er día de diferente cosa y él… sólo tenía ojos para una sola mujer de la cual no podía aburrirse jamás, la amaba cada día más y recordarla le traía tantos buenos recuerdos así como una eminente erección bajo sus pantalones.

Al terminar la jornada laboral ambos amigos salieron de copas, Sasuke ya sabía a que iba, era el día del “Casanova” y Naruto le animaba escogiéndole las 3 chicas más guapas del bar y sólo Sasuke debía elegir entre una de ellas la que más le gustase y esa mera se iría a la cama con él.

-¡Tú elige! ¡Tú elige!— Dijo ya algo pasado de copas el Uzumaki que tomaba el teléfono celular para llamarle a su esposa. — ¿Holaaa? ¡Amor mío de mis amores! Si… ya sabes donde ando… si Sasu está conmigo y si… nos vemos a las 3… si… ya escogió pero yo creo que aquí nos quedamos otro rato antes de irse él a sus asuntos y yo a los míos contigo amor mío… si… te amo… byyeeee.

Sasuke miraba el reloj faltaban  15 minutos para las 2 de la mañana y en esa hora debía aguantar aquel pesado de Naruto y su borrachera. Claro, tenía frente a él una hermosa mujer la cual estaba seguro, de que ésta querría todo con él. Besaba y tocaba, gemía y disfrutaba mientras Naruto terminó vomitándose y así en el ídolo de porcelana por un largo, muy largo rato.

-¿Y cómo te va con tu “conquista Casanova”?— Preguntó en ese momento una mujer de cabellos rubios claros y largos de ojos claros y tez blanca como la nieve.

-Bien, la chica bebió demasiado y ahora está en el servicio.

-Pareces fastidiado… ¿Y Naruto?

-También en el servicio.

-¡Já! Sasuke… ¿Acaso no te cansas de estar jugando a esto? Serás muy cliente de mi bar pero… cada vez que vienes te veo cada vez más cansado.

-No es que mi cuerpo ya no trabaje como antes, si quieres te lo demuestro preciosa. — Le dijo con una sonrisa picara en el rostro.

-Lo sé, lo sé Sasuke, pero acá entre nos mejor dime… ¿Hasta cuando vas a ocultarlo?

-En si no es ocultar… sólo es una cosa que él olvidó y dejó atrás para tomar otro camino.

<<Si… aquel beso que él olvidó hace 2 años y 4 meses>>

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top