Capítulo 7


-Jericho . Pásame la sal-. Escucho decir a Guila y empezó a caminar a la cocina.

-Jericho, ¿mi dibujo esta bonito...? -. Le preguntó Zeal antes de llegar a la conocía. Y al mismo tiempo tocaron a la puerta.

-Jericho puedes abrir la puerta-. Le pidió Guila

-Voy...-. Jericho solía volverse loca en esas fechas , eran fechas demasiado agitadas y muy animadas. Lo que culminaba en un horrible estrés.

-Gowther-. Le llamo en forma de saludo cuando abrió la puerta y estaba él - ¿Ban?-. Preguntó, no lo esperaba en lo absoluto y era sorprendentemente extraño verlo ahí.

-Que hay perico...-. No había duda de que era él. Ni siquiera su mente lo recreaba tan bien.

-Jericho, necesito la sal-. Le urgió Guila.

-Aqui está-. Se la entrego lo más amable que su fastidio le permitió.

-¿Qué cocinas?-. Preguntó Ban mientras entraba en la cocina.

-Pavo...- respondió Guila sin despegar la vista de lo que sea estuviese haciendo.

-Yo te ayudo...- Ban reviso lo que había en la cocina

-Me alegra que llegaran-. Le sonrió Guila - Y qué alguien me ayude a cocinar. Pero que haces aquí Ban.

-Acompañó a Gowther.

-Me voy al trabajo-. Informó Jericho después de consultar su reloj.

-¿Ni hoy tienes día libre?-. Preguntó Guila demasiado extrañada y confundida.

-Pero es navidad-. Replicó Zeal con un adorable puchero.

-Y por eso mi día va al doble-. Dijo Jericho mientras mostraba su dedo índice y medio en forma de "V"

-Además cerramos una hora antes-. Completo cuando vio a Guila con intención de replicarle.

-Pórtate bien Zeal-. Le pidió, los últimos días Zeal había estado muy inquieto. Haciendo demasiadas travesuras. Jericho y Guila habían llegado a la conclusión de que Zeal necesitaba más atención.

-Y las galletas...-. Preguntó Zeal con un adorable puchero de bebé.

-Las traeré cuando llegue.

-Bueno. Pero las traerás-. Zeal sonrió feliz.

-Lo prometo-. Zeal volvió a su actividad y Jericho se fue

-Gowther, dónde esta-. Guila salio de la cocina mientras se limpiaba las manos con una toalla.

-Observando-. Le indicó Ban.

Gowther estaba observando cada uno de los adornos de la casa caminando de un lado a otro.

-Bueno... El pavo estará en poco tiempo-. Ban asintió

-Puedes traer los regalos deben estar en su cama-. Le pidió Guila a Ban

-Ya qué- Subió lentamente a su habitación.

Ahí estaban tres cajas, forradas demasiado navideños
Y aun lado estaba un album.
Lo abrió al azar y estaba la madre de Jericho. Y luego siguió. Hasta hallar la foto que encontró en su mochila y luego fotos de cuando estuvo en su cuarto, cuando le contó lo de su tío.
El junto a ella, ella aferrada a su chaqueta y cuando le quitó el diploma.

Cómo consigues esas fotos-. A Ban le parecía extraño.

Saco la de la chaqueta. E igualmente tenia cosas escritas


Me he prometido pedirme perdón, (y seguir adelante)
Me he confesado con mi corazón (y fue aterrador )
Me he enamorado de todo mi amor (en pocas palabras de lo que tu eres)
Me permití decirle al miedo adiós (pero el se aferra a mi)

Y de repente apareces tú (haciéndome avanzar y retroceder )
Mientras me hablas hago que estoy dormida (sólo quiero saber quien eres en verdad )

Te mentiría si negara hoy
Que desde entonces sólo sueño contigo (sólo piense en ti. Y todo eres tu)

Tú entiendes mis silencios (no creo que los entiendas, pero tratas de hacerlo. Aunque eres muy entrometido)
Sólo tú conoces mis secretos (al menos la mayor parte)
Sólo tú comprendes cada gesto
Sólo tú...

Me ha sonreído el espejo hoy (por primera vez me siento bien con lo que soy)
Me he decidido a levantar la voz (ya no quiero ser invisible)

Me he despedido de mis fantasmas hoy (pero ellos aun me acompañan, no quieren dejarme ir)
Y me he gustado tal y como soy
Y yo sólo quiero entregarme...

-!Los encontraste¡-. Le gritó Guila desde abajo en la sala.

Dejo la foto en su lugar sin terminar de leer.

-¿Ban, vas a quedarte a cenar o vas con melodías?-. Le preguntó Guila mientras acomodaba los regalos debajo del árbol.

-Me quedo. El capitán tiene sus propios planes-. Y no le gustaba estar presente en los días que pasaba con Elizabeth.

Jericho llego mucho antes de lo normal, para su suerte miroku decidió dejarla ir temprano.

-Llegas justo a tiempo, estábamos por cenar-. Jericho le había dicho a Guila que cenaran a la hora que acostumbraban para que Zeal no se desvelará más de la cuenta.

-Qué te pasó perico-. Preguntó Ban. Y estalló en carcajadas. Al ver a Jericho con su ropa manchada, su cabello pegado a su cabeza y visiblemente pegajoso. Jericho llevo una mano a su cabello y suspiro.

-Un cliente se puso pesado-. Dijo a modo de explicación,

-Y luego-. Le urgió Ban, quien al parecer esperaba que dijera lo que seguramente ya todos deducian

-Me aventó su malteada-. Guila le sonrió intentando reconfortarla.

-Creo que podemos esperar a que te des una muy buena ducha.

-Prometo no tardarme.
Y corrió al baño

-Que suerte tiene esa chica-. Dijo Ban quien aún no podía dejar de reír.

-Suerte, es como catalogar eventos al azar. Las personas tienen un gran temperamento así que habia una gran probabilidad de que encontrara a alguien así-. Le explicó Gownter logrando que Ban dejará de reír.

-Sigues siendo un aburrido-. Le recriminó Ban.

Minutos después jericho bajo, se acercó a Zeal y le susurro al oído.
Zeal Subió.

- ¿Ban puedes ayudarme con el pavo?-. Preguntó Guila con aquél tono recriminatorio que sólo una madre puede tener cuando sus hijos no le ayudan.

-Ya que-. Suspiró antes de levantarse.

Zeal bajo con otra caja que coloco al fondo del árbol.

-Las galletas...- Le pidió Zeal.

-¿Cuales?-. Jericho se hizo la desentendida.

-Lo prometiste-. Le dijo Zeal con un puchero, Zeal ya sabía cómo manipular a Jericho. Ese puchero se le hacía tan irresistible.

-Qué prometí-. Intento hacerse la fuerte.

-Jericho-. Suspiró el niño sin quitar su pucherito.

-De acuerdo- accedió Jericho. Al menos ya aguantaba un poco mas -aquí están.-. Le entregó una gran bolsa que saco de su mochila.

-Dónde las consigues... - Le pregunto Zeal curioso.

-Es un secreto-. Jericho se lleva el dedo a los labios.

-Yo quiero... - Dijo Gowther

-¡No!-. Zeal hizo ademán de esconderlas. Eran sus galletas y no compartía, rara vez lo hacía con Jericho y su hermana.

-Zeal, dale una-. Le pidió Guila.

-Pero jericho las trajo para mí-. Replicó

-Luego te traigo más-. Le dijo Jericho

Zeal murmuró algo que sólo fue entendible para Ban.
-Ya me quito a mi hermana y ahora quiere mis galletas-. Ban contuvo la risa, eran gracioso los berrinches de un niño celoso.

-Sólo una-. Zeal estiró la bolsa con recelo.

-Esta vez donde hiciste las galletas-. Le susurró Guila a Jericho.

-Hana me presto su cocina.

Cenaron entre risas, ya que Zeal no dejaba de renegar por sus galletas.

-Ya podemos abrir los regalos-. Preguntó Zeal un poco más animado

-No, hasta mañana-. Le indicó Guila.

-¿Porqué? -. Preguntó con un puchero.

-Abramoslos de una vez-. Dijo Jericho.

Se sentaron en la sala y Guila se acercó al árbol para sacar los obsequios.

-El primero es de Gowther-. Guila se lo dio y Gowther lo miro.

-Se supone que debo decir gracias-. Ban y Jericho rodaron los oqjos en señal de fastidio.

-Se supone que lo abras y por lo menos finjas asombro-. Le explicó Jericho. Gowther rompió el papel y lo abrió.

-Son libros-. No era como que a Gowther se le pudiera regalar otra cosa

-Bueno Gowther fue idea de jericho-. Le dijo Guila con una sonrisa - Y ella espera que no le robes los suyos este año.

Jericho había perdido 10 libros desde que Guila empezó a salir con Gowther. Los primeros no sabía quién era hasta que encontró uno en la mochila de Gowther. Cuando la tiró por accidente

-Al menos lo intentarás-. Jericho no pudo evitar reír. Intentarlo, al menos era algo.

-Y el siguiente es para Zeal-. Jericho no solía dar regalos. Ni siquiera en los cumpleaños. Por esa razón, no se sentía muy cómoda, pero tenía una extraña felicidad. La cual ella sentía era contagiada por Guila y Zeal.

-Un carrito a control-. Zeal abrazaba la caja de su nuevo juguete.

-El siguiente es para Guila-. Le dijo Jericho sacando la caja.

-Es un lindo vestido-. Zeal la había llevado a recorrer cada tienda de lionés en busca de un vestido para Guila.

Jericho recibió algo que no podía creerse. No lo había visto desde que tenía 8 Años.

-Es el..., pero como..- Guila sonrió al ver a Jericho contener las lágrimas. Verla así tan vulnerable.

-No fue fácil-. Fue todo lo que dijo Guila.
Guila había tenido que pedir demasiado favores a amigos de su padre.

-Gracias-.

-¿Es un collar?-. Preguntó Gowther

-Ha pertenecido a mi familia durante generaciones-. Dijo Jericho mientras giraba su cabeza al lado izquierdo dónde no habia nadie y se limpio una lágrima. -Es utilizado únicamente el día de su boda...

Era un collar de esmeraldas y diamantes. El objeto más valioso que tenía su familia. Pero lo habían robado. Cuando Jericho tenía 8 Años. La policía no había querido hacer nada. Hasta que fue encontrado tres años más tarde en posición de una familia. Acusada de diversos robos, secuestros y otros delitos. Y la policía se negó a entregárselo porqué era "evidencia" y la única evidencia que tenían de que pertenecía a ellos eran fotografías. Jericho no recordaba muy bien ese desastre porque su hermano se había negado a revelarle demasiada información.

-El siguiente es...- informó Guila para que dejaran de ver a Jericho.

-¿Hay más?-. Preguntó Zeal.

-Sí. Es para Ban-.

-No se hubieran molestado-. Rió Ban, Ban tampoco recibía o daba regalos. Prefería conseguirse sus cosas.

-No fue molestia-. Le sonrió Guila.

-Veamos esto es.-. Ban abrió la caja. Una chaqueta justo como me gusta y cerveza de Vanía. Y una botella del mejor licor-. Aquel licor era muy caro pero a nadie le costó, al menos el licor y la cerveza.

-Si, sólo la botella. Ya no tiene licor-. Le dijo Jericho intentando fastidiarle.

-Qué...-. Y lo había conseguido.
Los mayores empezaron a reír por la cara de Ban.

-Es broma.

Después de un rato jugando con su carro.
Zeal fue el primero en ir a dormir.

-¿Van a pasar la noche aquí?-. Preguntó Guila a Ban y Gowther.

-Si-. Le dijo Gowther

-Bueno- Hablo Jericho. -Ban nos ha ganado el sillón-. Jericho se encargo de cubrirlo, la noche amenazaba con ser muy fría. Después limpio un poco antes de dormir.

Subió a su habitación y se durmió-. Había sido un día muy agotador.

Un peso extra le hizo despertarse muy sobresaltada. -!Pero qué!

-El sillón es frío-. Jericho intentó moverse pero el cuerpo de Ban sobre ella se lo impedía.

-Entonces te doy otra cosa para taparte-.
Y escuchó un ronquido. -O me voy yo-.

Intento levantarse pero la tenia sujeta...
-Vamos despierta-. Le dijo mientras se removía debajo de él. Pero no funcionaba. Y mientras mas luchaba Ban más se aferraba a ella en una especie de abrazo.

¿Qué debía hacer? ¿Resignarse?
No. Bueno, el no despertaría y ella no podía irse. Así que ¿tenia otra opción?
Minutos después durmió. Qué mas habría podido hacer. Lo único que en esos momentos le importaba era dormir. Y el calor del cuerpo de Ban, la había incitado a hacerlo.

-Oye jericho no has visto a...- Guila entro por la mañana a la habitación de Jericho -Creo que lo encontré-. Susurró con una sonrisa traviesa.

-Bueno. Esto ira a ese lindo album que tienes-.

Jericho despertó e intento moverse. Algo la tenia acorralara...
Abrió lentamente los ojos y lo vio. A Ban. Justo a su lado en su cama y lo recordó. No había puesto seguro a la puerta y el había entrado. Intento librarse e intento ponerse rápidamente de pie, solo logrando caer al suelo estrepitosamente despertando a Ban.

-Pero qué...-. Ban abrio un ojo y la miró -Qué haces en el piso perico-. Ban bostezo -Es muy temprano para levantarme así que dormiré más.

-Has lo que quieras-. Bufo Jericho mientras se levantaba muy molesta con ella. Y corrió al baño. El trasero le dolía.

No había pasado nada. Había dormido juntó a Ban. Nadie los había visto, eso era todo. No tenía de que preocuparse, Además, no podría empeorarse el asunto.

Bajo a la cocina

-Buenos días jericho-. Le saludo Jericho con una gran sonrisa. Una que le decía que tramaba algo -Qué tal durmieron-.

-¿Durmieron?-. Preguntó nerviosa.

-Si, tu y ban... - Y se sonrojo nuevamente.

-No es... En verdad... Nosotros-. Trato de justificarse. Pero solo lograba balbucear.

-Tranquila. Nadie mas se entetara-. Guila se estaba burlando de ella.

¡Porque había dicho que no podía empeorar!

Nadie hizo otro comentario al respecto para suerte de Jericho.

-Vas a trabajar hoy también-. Le preguntó Guila mientras desayunaban.

-Si-. Afirmó mientras le mordía a su emparedado de pavo.

-Miroku te esta explotanndo-. Le recriminó Guila.

-No... Es mi decisión-. Levantó los hombros restandole importancia a la preocupación de Guila.
-Además prometió darme días libres pronto. Y dice que es venganza por su camioneta.

-¿No te molesta?-. Se metió Ban.

-Mientras me pague no tengo problema

-No me parece que te desgastes tanto-. Le regaño Guila y Jericho hizo su mayor esfuerzo por no rodar sus ojos.

-No me estoy desgastado tanto-.

-Cuanto tiempo planeas trabajar ahí-. La cuestiono Guila molesta.

-El qué sea necesario-.

-No me gusta cuanto te esfuerzas. Es como si quisieras demostrar algo-. Jericho suspiró, no le agradaba esa conversación. Y tenía que darle fin a las ideas de Guila.

-No tengo nada que demostrar a nadie-. Jericho miró el reloj de su muñeca. -Voy a prepararme para irme a trabajar.

(.....)

Evaluaciones otra vez... ¡¿Qué no las habían pasado hace poco?!
Todos estaban estresados y jericho no era la excepción. Su día era consumido por la escuela, la tarea y el trabajo. Se habia vuelto rutinario su día. Pero no como solía serlo.
Antes su hermano no le habia permitido trabajar. Y ella vivía de la pensión que su tío le dejo.
Ahora la pensión llegaba con Gustaf y no se la entregaba. Sabía que era un método para que ella volviera a vivir con él.

(.........)

Por mas que se negó fue imposible. Y ahí estaba en la taberna que pertenecía a melodías.

-¿Cerveza de vania?-. Le ofreció Meliodas.

-No bebo-.

-Bueno. Entonces nos cuidaras junto a Gowther, Guila y Elizabeth, ellos tampoco beben.

-Capitán-. Le habló Diane. -¿Está noche que celebramos?

-Bebemos aunque no haya que celebrar. Así que para que preguntas Diane-. Le dijo King seguido de un bostezo.

-Celebro que es la primera vez que Jericho viene a mi negocio

Cerca de las 10 la mayoría estaba durmiendo por el alcohol en su cuerpo.

Elizabeth fue por cobijas para taparlos. Meliodas aun estaba medio consiente. Y Jericho se preguntó cuanto podía beber.

-Meliodas...-. Le llamo en un ligero susurró.

-Quieres servirme otra-. Jericho tomo la jarra y le sirvió

-Meliodas-. Volvió a llamarle un poco mas alto.

-También puedes decirme capitán-.

-Bueno capitán. Puedo hacerle una pregunta

-Aja..- Meliodas asintió. Jericho después de tanto tiempo podía saber la respuesta a su duda.

-El dia qué jugamos basquet...- Le dijo intentando que Meliodas recordará el momento -¿Por qué me dejo ganar?

-Yo no te deje ganar-. Meliodas le sonrió.

-Conozco mis limites. Y no le abría ganado. Se desvío al propósito-. Aunque a Jericho le hubiera gustado decir que ella venció al gran capitán de los pecados capitales. No era tan pretenciosa.

-Creí que no lo notaste.
Merecías la oportunidad, ya habías llegado conmigo por qué no dejarte continuar-. Meliodas bebido de su cerveza y la miró. -¿Sabes, que King no quiso enfrentarse a ti? King es de los mejores del equipo.

-Creía que no valía la pena-. Aunque a Jericho le molestaba, sabía que no era el primero y no sería el ultimo.

-El estaba seguro que no importaba cuanto resistiera. No ibas a renunciar. Y también lo vi. Creo que todo el equipo lo vio
Le ganaste a merlín. ¿Sabes lo difícil que es eso?

-Golpeó mi cara con el balón repetidas veces-. Se quejo Jericho.

-Nadie dijo que jugáramos limpio-. Ambos dejaron de hablar cuando Elizabeth apareció por las escaleras.

-¿Ellos se quedan toda la noche aquí?-. Preguntó Jericho a Elizabeth.

-Hasta que se levanten-. Confirmo -¿Y tú?

-Creo que llevaré a Guila a casa.

-Mírala nada más. La señorita que no bebía-. Dijo de forma graciosa Meliodas producto del alcohol.

-Jericho...- Le hablo Elizabeth -¿Como vas con...?- Jericho la miro

-Bien, espero tenerlo listo-. Jericho se levantó de la silla en la que estaba.
-Ahora si me iré.

-¿Despertaras a Guila?

-No creo que despierte.

La subió a su espalda y se fue.

-Pequeña ebria. Mañana no soportadas el dolor de cabeza-. Le dijo cuando la dejó en su cama.

Guila se levanto con la peor resaca de su vida
-Me siento peor que en los exámenes finales-. Guila se recargo en la mesa.

-¿Otra cerveza? -. Le preguntó Jericho burlona.

-Hasta el próximo fin-. Jericho contuvo la risa.

-Come-. Le ordenó - Te hará bien, toma mucha agua-. Jericho puso un plato frente a ella.
-Zeal, tu hermana se siente mal, no hagas mucho ruido.

-Lo prometo

Cuando regreso del trabajo cerca de las 8:00 pm. Guila estaba mejor. Y Zeal jugaba videojuegos

-Vamos a cenar-. Le indicó Guila.

Era cerca de la una de la mañana y ella seguía despierta. Bajo a la cocina por café.
Regreso a su Habitación y dejo la taza en el marco de la ventana. Para tenerla cerca.

-Que es ese montón de trapos-. Le preguntaron tras ella. Para ser más precisa, sobre su cama.

-¡Qué carajo!-. Grito causa de la impresión. Y después fulmino con la mirada al intruso en su habitación. Ban.

-Que boquita-. Ban fingió desaprobación, pero solamente se estaba burlando de ella.

-¿Qué haces aquí?-. Le cuestiono molesta. Porque tenía que invadir su habitación a tan altas horas de la noche

-Entré por la ventana-. Jericho repaso su pregunta mentalmente. Ella había preguntado qué haces aquí. No como entraste aquí.

-Bueno, puedes irte por donde llegaste-. Le sugirió

-Dime que es ese montón de trapos-. Preguntó Ban señalando el maniquí frente a la ventana, ignorando las palabras anteriores de Jericho.

-Espero que pronto deje de ser un montón de trapos. Y se convierta en un vestido-. Jericho suspiró cansada.

-Para qué-. Jericho ya sabía cómo era estar con Ban. Siempre debía responder a sus preguntas.

-Pronto habrá una fiesta de los lionés. Es el vestido de Margaret. La hermana de Elizabeth.

-Se quien es. Pero por qué lo haces tú. ..

-Porque me lo pidieron-. Contestó obvia. Elizabeth se lo había pedido y la paga era buena.

-¿Y sabes hacerlo?

-Algo-. Jericho levanto los hombros al mismo tiempo que respondía.

-¿Tienes practica?-.

-Eh hecho mis disfraces para Halloween desde que tengo 7 años, así que, creo que sí.

-Lo veremos cuando termines-.

-¿Y vas a quedarte en mi cama, otra vez?

-Si, porque no-. Jericho suspiró.

- Espero que no te moleste la luz-. Jericho le dio la espalda y volvió al vestido

-¿Y tu no duermes?-. Le preguntó mientras se acomodaba en la cama

-En un rato-.

Ban observó a jericho andar de haya para acá. Y se burlaba cada que se pinchaba con la aguja.
Cerca de las tres de la mañana Jericho tapo el maniquí con una sabana tomo una cobija. Apago la luz y salio del cuarto.

-Jericho-. Escucho la somnolienta voz de Zeal.

-Lo siento Zeal. No quería despertarte-
Se disculpó en un susurró

-¿Ban esta otra vez en tú habitación?-.

-Sí . Ahora duérmete

Jericho saco la cama de debajo de la de Zeal. La tenían acondicionado para visitas y en lo que Jericho llevaba viviendo ahí la única visita que tenían era Ban, y siempre dormía en su habitación, por eso jericho terminaba durmiendo en aquella cama.

*El poema de Jericho es parte de la canción "Apareces tú de la oreja de Vango"


Y aquí os dejo un nuevo capítulo. Espero y os haya gustado.

Siento si no es muy bueno. No muy entendible, pero ciertamente, me estoy quedando dormido. Así que pido disculpas.

Sugerencias, dudas, opiniones, comentarios, criticas, tomatazos, o cualquier cosa que quieran enviarme, todo es aceptado.

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