Capítulo 57

-Si yo aceptará ir a camelot. ¿Tú vendrias conmigo?

-Por qué lo preguntas

-Porque... si vuelve a llegarme una solicitud de Camelot. Voy a aceptarla-.
Ban tomó su mano -¿Y cual es el problema?-. En ocasiones sentía que Ban no le ponía atención... como podía hacer esa estúpida pregunta.

-Si me voy a Camelot y tú te quedaras no veo razón para vivir juntos.

-Por qué-.

-Estamos falta poco para que acabe el curso, Así que ¿cuánto podríamos vivir juntos?

-Y qué si no vas...-. Las palabras salieron de su boca sin antes pensarlo

-¿Ah...?

-No importa si es un día, una semana o un mes. Creo que debemos hacerlo-. Jericho asintió , pero ella no quería sólo un instante, parecía que la avaricia de Ban era contagiosa.

Jericho miró el reloj en su buró. Era muy tarde o muy temprano. Dependiendo de la perspectiva. No había dormido nada, pero no sentía sueño. Jericho le abrió la puerta a Zelion, quien lloraba en la puerta. Nada mas entrar corrió a la cama de Jericho. Jericho  se acomodo  -Deberíamos dormir-. Le dijo a Ban. El se acomodo a su lado y la abrazó. Jericho se estiró a apagar la luz. Zelion peleaba por meterse entre las cobijas pero Jericho no lo dejaba. Claro que Ban no estaba de acuerdo y le puso la playera de Jericho encima. El perro se acomodo y durmió al igual que los adultos. 

Jericho quedo de verse con las chicas. Era la primera vez que salían desde las vacaciones. Y desde que Jericho tenía tiempo después de clases. Merlín no tenía muy buena cara al igual que Margaret.

-Te pasa algo Merlín-. Preguntó Elizabeth preocupada.

-No es nada chicas-. Aseguró -Sólo es cansancio

Jericho jugaba con su comida, hasta que  Margaret le hablo - Vas a comerte eso?-.

-No, todo tuyo -. se había vuelto una costumbre desde que estuvieron en la playa.

Jericho se había visto con Margaret en varias ocasiones, por lo menos cada tres dias y de hecho, ella era la única que sabía que hablaba con Zeldris, porqué, cómo había sucedido con  con Ban, los había visto juntos.  En alguna de las ocasiones en que Zeldris le daba clases.

Se pusieron al pendiente de lo que había sucedido en su vida. Y como era evidente. Merlín se iba antes que todas. Ese día Gustaf se había quedado cuidando de Zeal.

Así que en cuanto se despidieron Guila corrió a casa.

Margaret llego a la cafeteria. Lo cual era extraño, al menos que fuese sola.
Jericho la atendió. Margaret le dijo que  quería algo dulce. Pastel, malteada y galletas. Jericho se sentó unos minutos con ella por ser temprano no había muchos en el lugar.

Jericho volvió a levantarse con náuseas. Toda la noche estuvo pensando en cómo se había sentido los últimos días. Era horrible como se sentía. Estuvo toda la noche, y lo único que encontraba que considian con  sus síntomas le aterraba. Aun así se apresuró a salir de la universidad en cuanto les avisaron  que las siguientes dos horas eran libres. Y ya que eran las últimas, se apresuró a la farmacia más cercana.

Jericho estaba en la sala con Zelion corriendo de un lado a otro, esperando a que llegara. Pero ella no se apresuraba, tocaron a la puerta y corrió a abrir. No sólo estaba Margaret. Venían todas con ella, incluso Guila quien llegaba de hacer las compras.

-¿Qué está pasando aquí? -. Preguntó Guila Después de dejar las cosas en la mesa.

-Jericho dijo que era urgente que vinieramos-. Jericho las miró.

-Yo se lo dije a Margaret Y nunca dije urgente

-Estábamos todas juntas así que venimos. ¿Cuál es la urgencia?-. Jericho rodó los ojos, ella quería discreción con el asunto.

Jericho se acercó a Margaret y levanto su cara.
-¿Qué te pasó? -. Margaret tenía el cuello muy rojo. Señal de salpullido.

-No lo sé. Desperté así -. Jericho asintió.

-Ven aquí Margaret-. Jericho camino arriba seguida de Margaret y las chicas

-¿Pasa algo? -. Preguntó Margaret confundida

Jericho entró a su habitación y tomó una bolsa que estaba sobre su cama. Jericho ignoró a las chicas y le dio la bolsa a Margaret. Quien miró el contenido y se sonrojó.

-Jericho esto es... porqué.

-No estoy muy segura. Por eso te las doy. Ve al baño. Sabes utilizarlas ¿No?
Si no quieres hacerlo ahora. Hazlo mañana en cuanto te levantes. 

-Es qué...

-¿Qué son?-. Preguntó Elizabeth

-Pruebas de embarazo caseras-. Dijo Merlín.

Verónica halo a Margaret hasta el baño. Y le cerró la puerta en la cara. Margaret sin tener otra opción con la bolsa en las manos y encerrada. Tuvo que proceder a utilizar una

Se sorprendió al ver tres en el cesto de basura. Al parecer alguien más  había utilizado.

Alguien toco a la puerta y ella dio un respingo -¿Qué?

-Date prisa-. Le dijo su hermana. Margaret resoplo

-Utiliza las tres. Esos test suelen ser engañosos-. Escucho la voz de Jericho

Margaret termino de hacer lo indicado  -¿Ya terminaste?-. Preguntó Verónica

-Esto... si -. Verónica abrió   la puerta. Y sacó a Margaret. Agarró las tres pruebas y las llevo a la habitación de Jericho. Las dejo sobre el buró. 

-En cuanto tiempo Jericho-. Preguntó Diane muy ansiosa.

-Unos minutos -. Para las chicas esos minutos fueron eternos hasta que Jericho tomo las tres pruebas y abrió los ojos.

-¿Qué? -. Le apresuró merlín.

-Positivo....

Las chicas gritaron y abrazaron a Margaret quien sólo boqueaba como si de un pez se tratara.

-Vas a ser mamá-. Chillo Elizabeth. Dejando a varios oídos chismosos muy perturbados. Ya que solo habían escuchado el "Vas a ser mamá". Pero no sabían a quien se lo dijeron.

Los que no deberían estar ahí se dispersaron rápidamente. De entre todos solo había uno tranquilo.  Ya que estaba seguro de que quien grito fue Elizabeth. Los demás estaban qué se comían las uñas por no saber quien de ellos iba a ser padre.

En cuanto se encontraban con sus novias o esposa en el caso de Guill las revisaban, intentando encontrar alguna señal. Ban intentaba mantenerse relajado repitiéndose que Jericho se estaba cuidando. Pero la duda no lo dejo presentarse esa noche, ni la siguiente con Jericho. Hasta que finalmente después de abandonar el pensamiento de, esto no puede ser. Fue a buscar a Jericho. A quién encontró durmiendo junto a la bestia peluda. Y con su teléfono en manó. Ban pensó que era lo mejor, porque, aunque se haya resignado a que estaba la posibilidad de que fuera a ser padre, no dejaba de huirle a esa idea.

Tomó el teléfono de Jericho para dejarlo en su buró. La pantalla estaba encendida y podía ver su contacto. Había una foto de él. Y estaba dormido tapado con la manta que Jericho tenia en el sofá. Era curioso que el tenía una foto similar de Jericho.

Estaba por dejar su teléfono. Cuando esté vibró con un nuevo mensaje.
*Dime cuando tienes tiempo*

Ban miró el remitente, decía "princesa* y en la foto de contacto estaba una princesa. No sabía quién era, mucho menos porqué quería verla.

"Mi madre dice que hoy fuiste de visita, así que ya no creeré que no tienes tiempo"

Acomodo a Jericho en la cama y a la bestia peluda a su lado. Se recostó junto a ella y apago la luz. Jericho debería estar muy agotada con la montaña de deberes que tenía. La abrazó y durmió junto con ella.

En los siguientes días Jericho no le dijo nada respecto a algún embarazo. Y no sabía que pensar. El fin de semana qué Jericho descanso fueron citados en la taberna. Y dado una noticia que alivió el cuerpo de Ban y de muchos otros. La embarazada era Margaret.

Ban se llevó a Jericho temprano de  ahí. Y no la dejó salir de la cama. Estaba tan emocionado de que ella no fuera la embarazada. Ban no sabía cuantos sustos se habia llevado así con Jericho -

Cuando despertó Jericho no estaba en la cama. Estaba parada en la ventana hablando por teléfono.

-Ya sé que es temprano. Pero... por favor princesa. Estoy con mi novio ahora.

-Tu aceptaste no yo...

-Ni siquiera se por que tanto problema. Se que fue injusto-. Vio a Jericho morderse el labio y suspirar.

-Nos vemos en una hora en el parqué. Pero me debes una muy buena explicasion.

Colgó el teléfono parecía molesta. Miró a la cama y descubrió que Ban estaba despierto. Le extendió la mano y ella fue a él. Ban la puso en la cama y desató la bata empezó a lamer uno de los pechos de Jericho. La escuchó suspirar -B..an..- Hablo entrecortada mente. -Tengo que irme

-Escuché que eso seria en una hora. Solo tardaré  unos minutos. Ban abrió su bata y entro inmediatamente en ella. Haciéndola gemir. -Será la última vez el día de hoy. Después serás libre para verte con tu amigo.

Jericho volvió a gemir y después soltar un gritito cuando ambos culminaron, Jericho lo besó y se levantó de la cama. Y fue a bañarse. Ban seguía acostado en su cama cuando salió del baño.

-¿Quieres que vaya a dejarte?-. Preguntó y Jericho negó.

-No te preocupes. Llegare por mi cuenta. Pero no se a que hora llegue. Jericho se puso un pantalón de licra y una blusa lila de cuello de tortuga y manga larga.

Se calzó unos tenis. Tomo una chaqueta y se acercó a Ban.  Lo besó y salió corriendo.

Llegó unos minutos tarde y noto a Zeldris molesto. En cuanto ella se acercó le reclamó lo que ella ya sabía. -Llegas tarde.

-Te dije que estaba con mi novio. Zeldris la fulmino con la mirada. Le dio el casco. Jericho subió y Zeldris condujo

Llevó a Jericho a unas fábricas abandonadas. Dónde  estaban practicando. -Jericho. Tienes que conducir rápido. Esquivar a alta velocidad y mantenerte equilibrada aun cuando el otro trate de tirarte. Jericho asintió. Serian unos largos días. Y eso la ponía nerviosa.

Ese día solo condujo velozmente. Muy veloz. Y casi cae de la moto cuando paso por agua. Pero logró mantener el equilibrio.

Se encontraron el siguiente fin de semana. Y siguieron practicando. Esquivar a alta velocidad. En esa ocasión Zeldris fue con ella y la ayudo cuando estuvo apunto de meter la pata. Y no la dejó ir hasta que lo hizo por ella misma sin ningún problema.
Y ahí estaban en su práctica una vez más casi en contra de su voluntad. Finalmente tienes tiempo,.

-Eh estado ocupada.

-Por su puesto. Es lo que me has dicho los últimos días aún así pudiste hacerle una visita de cortesía a mi madre. 

-Era necesaria. Me ayudaba con algunos asuntos

Cómo sea.

Jericho se puso el casco, la platica con la señora Zafron, si que había sido necesaria, después de enterarse del embarazo de Margaret su lado egoísta había salido, sentía alegría por su amiga pero también mucha pena por si misma. Por lo que ya no tenía. Comenzaba a sumergirse en su miseria, así que decidió hablarlo con alguien, con la única persona que sabía le comprendería.  Y le ayudaría a aclarar su confundida mente.

Continuaron con su práctica un largo rato hasta que finalmente, Zeldris decidió que era momento de retirarse. 

En la siguiente vez que se vieron que fue antes del trabajó Zeldris la había citado en el lugar. Cuando llegó había dos motos en el lugar. Mismo estilo. Empezaban la tercera etapa. Equilibrio. Esa vez fue sencillo. Al irse.  Jericho tubo que llevarse una y dejarla en casa de Zeldris procurando que nadie la viera. Comparado con todo lo que había hecho lo anterior fue pan comido.

Todos sus amigos empezaron a notar  sus desapariciones. Pero no le habia dicho ni a Margaret.

Discutió con Ban antes y eso causó que se cayera por estar pensando en lo idiota que era Ban. Zeldris estaba furioso y preocupado. Y no por que le pasará algo a la moto. Por suerte solo se había lastimado muy ligeramente la muñeca gracias a todo lo que Zeldris le había enseñado y obligado a ponerse.

Volvieron temprano en esa ocasión, Ban estaba en casa, esperaba arreglar el asunto, y vio a Jericho con la muñeca vendada -¿Qué te pasó?-. Le preguntó Zeal.

-Me caí.

Un par de días más tarde pudo volver a su práctica. Que era cada vez más difícil. Estaba demasiado agotada. Con la universidad, tareas, prácticas en el hospital, trabajo y su práctica en la moto. Lo único que la relajaba eran los momentos  con Ban. Y Zeldris aun no le decía nada del porque lo hacía.

Y la ultima semana fue más exigente.  La hizo ir en sus horas libres antes del trabajó. Jericho no sabía cómo es que Zeldris se entero que cancelaron sus clases del el viernes y la hizo presentarse el jueves por la noche. En ocasiones le asustaba

Como era costumbre, iba cada quien en su moto. Pero esa ocasión Zeldris le llevo  por calles poco transitadas recorriendo a toda velocidad.

Ella y Zeldris llegaron empatados al punto en Que habían acordado. -Que ocurrió Zeldris, te vi muy distraído durante la práctica. 

-Estoy seguro de que alguien nos siguió

Jericho no dijo nada, había tenido esa sensación durante días.

Finalmente el día llegó. Zeldris la había citado tres horas antes de la carrera y la hizo practicar una ultima vez, para ese punto, Jericho se sentía una experta. Fue a casa por un relajante baño y ropa cómoda. Según la estúpida regla implementada por el estúpido hermano de Dan. La única protección, autorizada para una moto, que podían usar era un casco. Así que se había encargado de usar algo que ayudará a su protección. No creyó que pudiera volver a usar su traje de la viuda negra. Pero ahí estaba. Procuró que nadie la viera salir y se encontró con Zeldris a algunas cuadras.

Llegaron a otro sitio, no era el de la vez anterior. Dan también estába ahí y fue a recibirla -Así que. Tu la haces de todo

-Cuando puedo.

El hermano de Dan la miró con altanería.  Y anunciaron a su competidora. Vio sorpresa en Zeldris. Tal parecía que no era muy apreciado por muchos.

-Debes retirarte-. Le dijo Zeldris.

-¿Por qué?-.

-Esa chica esta loca. No voy a dejarte competir contra ella.

Jericho le sonrió. Cosa que lo descoloco -Te prometí que lo haría.

-Jericho...

-Tu mismo me dijiste que nunca hubieras aceptado sí no creyeras que puedo hacerlo-. Zeldris la miró fulminante y después asintió. Esperaba que Jericho fuese lo suficientemente ágil pues nadie que haya competido contra ella había llegado a la meta.

-Acaba con ella-. Jericho asintió y se preparó.

Según le dijeron el recorrido ya estaba marcado.

Así que se puso unos guantes y  subió a la moto. Y esperó a la señal. En cuánto Dan indicó ambas motos aceleraron. La chica iba bloqueando le el paso. Y Jericho estaba por perder la paciencia. Hasta que finalmente encontró su oportunidad. No importaba lo que la tipa hiciera. No defraudaria a Zeldris.

/Sólo dime. Por qué debo hacerlo.

-Por qué ya te metí en esto.

-Esa no es una buena razón. Podría simplemente dejar de venir y listó. 

-Sólo tienes que hacerlo y punto

-No voy a moverme de aquí si no me dices nada/

Llegaron a un semáforo que indicaba el alto. Jericho miró rápidamente. El único auto estaba a varios metros. Aceleró un poco más al igual que la otra chica y pasaron sin problemas.

/Esperó que seas igual de obstinada en la carrera/

Jericho se mantuvo un poco atrás de la otra, pero no demasiado lejos. Su instinto así lo indicaba.

/Vas a decírme o me voy

-Qué terca/

Jericho aceleró para estar junto a la chica. Esquivo un bote de basura y luego a un perro echado a media calle. Quedó a lado de la chica y esta intento aventarle con su moto. En reiteradas ocasiones. Y en una ocasión estuvo apunto de conseguir su propósito.
Estaban a unas cuadras de la meta. Tenía que hacerlo.

La chica le arrojó algo. Era una lata. No estaba segura de que eso fuese muy válido.

La chica aprovecho su sorpresa para acelerar. Y dejarla bastante atrás. C

Y Jericho aceleró una vez más. Nunca había conducido tan rápido. Pero lo necesitaba. Jericho alcanzó a acelerar más cuando escucho el motor de un auto, las calles estaban oscuras, y el auto no tenía ninguna luz, aún así pudo distinguirlo gracias a la escasa luz que había. El auto siguió su camino a toda velocidad,  y algo alertó a Jericho.

/-Es por mi madre-. Le dijo Zeldris sin mirarla a la cara. -Mi padre se niega a darle un solo centavo para su tratamiento.

Jericho suspiró. -Y qué hay de Meliodas y Estarossa. Ellos lo saben no

-A ellos no les importa en lo absoluto

-Meliodas no es así -. Zeldris la miró con fastidio y frustración. Pero estaba acostumbrada a que el la mirara así. 

-Tal vez Meliodas se preocupara por su madre. Pero no por la mía-. Jericho frunció el ceño. -Meliodas y Estarossa solo son mis medios hermanos Y nunca la consideraron como su madre.

Jericho estaba pensando en algo así. Pero no estaba segura hasta que lo escucho de él.

-Por eso hago esto. Necesito el dinero.

-Voy a hacerlo Zeldris.

-Ahora te doy lastima-. Jericho negó

-Como médico mi deber es hacer lo posible por ayudar al paciente. Y para mi inclute correr una carrera para hacerlo. Más, si se trata de un amigó

-Entonces tienes que practicar/

Jericho no sentía lastima por él. Más bien empatia, ella había perdido a su madre por la misma razón. Y por ello mismo volvió a enfocarse en la carrera,  la chica le llevaba una buena ventaja

Aceleró una ultima vez. Cuando la chica intento aventarla. Estaban a unos doscientos metros. Así que aceleró cuando escucho ruidos, el auto había salido nuevamente de la nada y había tirado a la chica.  Llego a la meta y freno. Zeldris se acercó a ella. Al igual que un montón de personas, otras tantas fueron a encontrarse con la otra conductora, y Jericho no fue la excepción.

Jericho se acercó a ella. Y empezó a hacer revisiones. Levantó el espejo del casco ella tenía los ojos abiertos y la nariz le sangraba.
Revisó su pulso. Era acelerado. -Dame mi mochila y que llamen a emergencias -. Zeldris se la dio y saco una lámpara.  La cuál apunto a sus ojos.

Jericho suspiro pesadamente, iba a meterse en problemas si continuaba,  pero tampoco podía dejarla a su suerte

Nancy se acercó a ellos y sacó su teléfono para marcar. Pero el hermano ď de Dan se lo arrebató.

-Estás loca. Sabes en el problema en que nos meterás 

- No seas estúpido. Le gritó Jericho y se decidió a continuar

-Te harás cargo de esto-. Se dirigió Dan a su hermano. -Nasareth gano, y puede recoger el premio. Ahora largo de aquí
Nada más escuchar a la ambulancia las personas de dispersaron. Zeldris jaló a Jericho

-¿Y bien?.

-Llevame a casa-.

-¿Pretendes ir a tu casa? -.

-A las una de la mañana. Obviamente.

-Bien-. Jericho se subió detrás de Zeldris. No le molesto en lo absoluto que Zeldris condujera rápido. La adrenalina que tuvo durante la carrera. Había desaparecido de su cuerpo y estaba muy cansada. Así que sólo se despidió de Zeldris y entro a la casa. Después verían lo del premio y sobre todo, despeharia su duda acerca del auto y sus motivos.

Agradeció que Ban no estuviera ahí. Así que en cuanto se quitó la ropa y tocó cama, durmió.



¡Eme aquí! ¿Eme aquí? Como sea, ya vine.

Bueno, bueno.... La verdad creo que no termine de revisar el capítulo,  aún así espero que sea entendible y de su agrado.

Voy a continuar con alguna de las otras historias así que no abran más capítulos aquí en algunas semanas.

Se que eh estado metiendo demasiado a Zeldris, y menos a Ban. Pero ya pronto sabrán por que....

Sin más se despide, Mundulfary.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top