Capitulo 56

Por la tarde se pusieron a jugar voleibol.  Merlín, y Diane estaba en el mismo equipo. Al igual que Jericho y Verónica. Lo que resultó de ello una competencia bastante reñida. Aunque King había intentado cambiar puesto, su único remplazo era  Howzer así que declinó la oferta y jugó por obligación.

Meliodas, Elizabeth, , Guila, Gustaf, Margaret y Guill. Helbram y Howzer,  "Zeal" jugaban en una red cercana.

Del juego de Jericho y merlín fue muy difícil encontrar ganador hasta que Ban golpeó a King con la pelota y este salio del juego.  Dejando victoriosas a verónica y Jericho.

Del otro equipo dónde eran Elizabeth y Margaret vs Helbram y Guila. Meliodas y Guill ganaron.

Y se dispusieron con un ultimo juego. Con ambos equipos ganadores. Y lo que empezó entretenido se disolvió cuando se convirtió en una disputa entre Ban y Meliodas así que todos fueron a sentarse y admirar aquella pelea. 

Ban y Jericho subieron a su habitación.  Jericho le picaba todo el cuerpo a causa la arena que tenía. Y necesitaba bañarse.

Jericho se sentó en su cama y reviso su teléfono. Un mensaje en  Matthew.

¿Estas bien? En la mañana te vi y creí verte resentida con Ban.

Jericho sonrío. Su amigo era un amor.

*No importa mucho. En ocasión siento que no soy suficiente para Ban. Solo Ideas mías*

Jericho envío el mensaje. Pero este estaba fallando. Y después lo marco como enviado.  Enseguida le respondió. -Te lo eh dicho tantas veces estúpida. No es que seas poco. Eres demasiado para el imbécil de tu novio.

Jericho abrió los ojos, Matthew nunca escribiría eso de nadie. Reviso su teléfono. El remitente decía Matthew, Jericho subió a su conversa

Y no era la de Matt. Era con Zeldris.

*Demonios. El mensaje no era para ti *

*Me lo enviaste a mi. Así que era para mí*

*No. El teléfono lo envío.  Y no se por que *

*El destino *

*Crees en esas payasadas. Princesa*

*Me irrita que pienses que no eres suficiente. Déjalo y busca algo mejor*

*Jajaja propones a alguien? *

*Conozco a alguien.

*Eso es una proposición de tu parte!*

Voy a presentarte a un amigo no te hagas ilusiones *

*Contigo?

Dejo su teléfono y se metió a bañar. 

Ban la había visto reírse y le dio curiosidad.

Tomo el teléfono cuando este vibró. Había un mensaje

*Cuando regresas*
 

Ese mensaje no le gusto en lo absoluto y revisó. Los últimos mensajes. Había alguien que la insultaba por mensaje y ella felizmente le respondía. Qué pasaba ahí y lo que más le molesto fue que aquel chico quería presentarle a otro.  Para que lo dejara a él. Como si eso fuera a pasar. El se encargaría de que eso no sucediera y vivir juntos era lo primero que haría.

Jericho salio del baño  y pudo apreciar la forma en que miraba la nada. Jericho suponía que pensaba en algo. Se acerco sigilosamente a Ban. Se subió en sus piernas y lo besó. Ban le correspondió. -¿En qué piensas? -. Le preguntó 

Ban la miró a los ojos y le sonrió. -¿Pensaba en ti?

Jericho llevo sus manos a la nuca de Ban. -Creí que me alcanzarias en el baño.

-Me distraje-. Ban la besó y desató la bata de baño. Metió sus manos y acarició su cintura.

Deslizó la bata por sus hombros y dejo un camino de besos. En un ágil movimiento Ban la recostó en la cama y siguió besando la.  Después se puso de pie.

-Voy a darme un baño-. Jericho suspiró con desgana cuando el se encerró en el baño. Porqué la ponía en ese estado y luego se iba.

Tomo el teléfono de la habitación y marcó a él restaurante del hotel. 

Después de tanto comer no le costó demasiado conciliar el sueño. Pero Ban fue otro asunto, pues no pudo hacer nada esa noche. Y en la mañana iba a tener un gran problema.

-¿Y qué quieren hacer?-. Preguntó Meliodas, ya que era su último día y no habían hecho ningún plan. 

-Meliodas-. Le habló merlín. -Recuerdas lo que hicimos el último día en que estuvimos en el bosque-. Meliodas asintió, las chicas se fueron a nadar y no los dejaron nadar con ellos.

-Esta ocasión, será igual. 

-Irán a nadar sin nosotros.

-Iremos por un masaje sin ustedes-. Los chicos hicieron una mueca. Después del desayuno merlín las llevo por el hotel.

Sería su último gran día. Con un día en el lugar de relajación del hotel.

Primero fueron por el masaje que todas  esperaban. Jericho casi se queda dormida con el masaje. Pero después despertó sintiéndose culpable, aquella vacaciones las había planeado con sus amigos para pasar tiempo con ellos. Pero solo había estado con Henry y Matthew durante el congreso. Con Matt en el avión y después cuando fueron a él Karaoke del hotel. De ahí no los había visto.

Después del masaje todas disfrutaron del área más lujosa del hotel. Cortesía de James. Era un lugar espectacular. Jacuzzi, una alberca. Y el fondo era como estar en hawai.

Algo que todas disfrutaron y las hizo sentirse un poco culpables por estar ahí sin sus novios y amigos. Aunque a ellos no les había ido tan mal. Tenían muchos juegos y mucha cerveza a su disposición. Incluso Zeal estaba disfrutando. Helbram y Howzer no tardaron en conseguir compañía en un grupo de chicas que estaba cerca.   Ban y Meliodas jugaban como solo ellos sabían.

Gustaf jugaba con Zeal. Griamor, Guill y Howzer hablaban entre ellos. Aunque Howzer estaba más ocupado viendo a las chicas.

Para todas y todos las horas pasaron rapidísimo y ni siquiera se habían preocupado por sus parejas, sabían que estarían bien.

Todos dejaron la comodidad de aquellos lugares por la tarde con poco más de una hora antes del ocaso. Para reencontrarse.

 Estuvieron disfrutarían de los últimos momentos de la arena y el mar. Para después cenar, regresar a sus respectivas habitaciones a empacar sus cosas. Dormir un par de horas y volver a Lionés.
 
 Jugaron con una pelota. A lo que a Jericho, Verónica y Merlín se le hizo un juego interesante. Pinchados. Aventando el balón a todos y golpeandoles. Gritándoles "estas fuera". Cada que la pelota las golpeaba.

James apareció con una cámara. Quería una foto de todos ellos.
Los más altos  quedaron detrás.  Lo que era Ban, Escanor, griamor, Guill y Howzer. Diane y Gustaf. Frente a ellos estaban sus parejas. Y en el caso de Zeal era cargado por Gustaf.
 Y Helbram aun lado de Jericho. Matt,  Henry, Matthew y James también se unieron a la foto. La cual fue tomada por
El hermano de James. 

Jericho esperaba haber salido bien en la foto. Porqué Ban le habia dado una nalgadas que no supo si fue accidental o apropósito. Ban le sonrió coqueto y no quitó su mano de ahí hasta que empezaron a dispersarse. Durante todo ello Jericho sintió su cara arder. De vergüenza y molestia porqué lo hiciera en público.

Finalmente el avión arribó. La primera en despedirse fue Jericho quien tenía algo muy importante por hacer. Quería recuperar a Zelion cuanto antes. Ban fue con ella. Jericho cogió el primer taxi y bajó corriendo de esté para ir a casa de Hendrixon. Toco un par de veces fingiendo tranquilidad pero no estaba tranquila. Quería ver a Zelion.

Hendrixon abrió y Jericho noto alivio en sus ojos. -Me alegra que al fin llegaras.

El perro salió corriendo y empezó a dar saltitos hacía Jericho. Quien lo cogió rápidamente mientras el perro le daba muchos besos.
-Quieres tomar algo?-. Jericho negó. 

-No, gracias el taxi me espera-.

-Déjame traer sus cosas-.
Hendrixon se adentro en su casa y salio minutos después. Le dió la mochila a Jericho 

-Gracias por cuidarlo.

Hendrixon no dijo nada, solo asintió.  Por qué no había sido un placer cuidar a aquella bestia y no quería volver a hacerlo. Entendía porqué todos llamaban a ese perro bestia peluda.

Jericho volvió al taxi, Zelion se hecho sobre su regazo y ahí estuvo hasta llegar a casa. Dándole miradas a Ban mientras jericho lo acariciaba.

Jericho estaba feliz de tener a Zelion con ella. Ese perro se había ganado su corazón y ella lo adoraba, y agradecía a Ban quien se lo había dado. Recordaba cuando Ban entro por su puerta como gente civilizada y algo se movía bajo su chaqueta. Con mucha curiosidad la abrió y encontró a Zelion ahí. Temblando un pequeño cachorro. Que cabía en sus dos manos. Lo tomó con mucho cuidado. Era tan lindo y se veía tan asustado.

Ella siempre había querido un perro. Pero con la enfermedad de su madre no pudo hacerlo  además a su progenitor no le gustaban y su padre era alérgico. Ban le dijo que buscaría un hogar para el perro que si podía cuidarlo. Ella encantada lo hizo y al día siguiente , en que no tuvo que ir a clases, lo llevo al veterinario. Le habían pedido su nombre, pero Jericho no había elegido uno.
El perro estaba sano. Jericho le dijo que no buscará nada, que ella cuidaría del perro.

Los primeros días lo dejo dormir con ella hasta que le compro su cama. Y cada vez se hacía de más cosas para el y no sólo ella las compraba.

Guila, Zeal y Gustaf estaban en la sala cuando Ban y Jericho entraron. Zeal corrió a agarrar a Zelion quien se puso muy contento al verlo.

Jericho fue a darse un baño junto a Ban. Quería descansar todo lo que le fuera posible antes del día siguiente que debía ir a trabajar.

Comieron y Jericho volvió a su habitación. Empezó a hacer un trabajo para la escuela. Debía entregar un reporte de la conferencia. Ban la esperó en la cama, cuando Jericho fue a dormir Ban supo que no abría nada esa noche no sólo porque Jericho se viera cansada, si no que la bestia peluda durmió entre ellos. Y apenas y la dejo tocarla.

Estaba en el Boar Har con todos. A excepción de Guila y su hermano. Estaba aún par de días de volver a la universidad. Y no había podido pasar mucho tiempo con Ban. Pues debían reponer el tiempo que se tomaron de vacaciones. Por ello el único motivo de verlo era llendo a la taberna. Pero se hallaba aburrida ya que las chicas trabajaban y no había alguien para hacerle compañía, a excepción de los chicos que se acercaban y Ban terminaba por ahuyentar.

Jericho recibió un mensaje y lo abrió con notorio aburrimiento

*Estas ocupada ahora*
Jericho reviso el remitente y  era Zeldris.

*Por qué*

*Lo estas o no?*

Jericho miró a su alrededor, si suponía que estaba libre. 

Entro una llamada en su teléfono y se apresuró a aceptarla

-Qué -.

-Tardaste en responder así que te llame

-Y? Para que me llamas?

-Esta noche voy a un lugar y necesito acompañante

-Y me lo dices a mi -. Jericho sonrío. Sabía porque se lo decía pero quería escucharlo. Primero escucho un bufido una maldición por lo bajo y luego las palabras

-Acompáñame-. Jericho en sancho su sonrisa.

-Me lo pides o me lo ordenas

-Vas a venir o no!?-.. Jericho sonrió divertida.

Ban estaba frente a ella y le miraba suspicaz. -Vas a trabajar hasta tarde.

Ban asintió. -Sí puedo-. Jericho volvió a su llamada.

-Nos vemos en el parqué

-Estoy en la taberna, tardaré en llegar.

Se levantó cogió sus cosas y miró a Ban. -Voy a encontrarme con un amigo. Nos vemos después. Jericho hubiera querido saltarse la barra y besarlo. Pero un cliente le habló. Mientras el lo atendió Jericho salio.

Prácticamente corrió hasta el parque dónde Zeldris la esperaba. Recargado en su moto.

-No tienes algo mejor?-. Jericho se miró. A que se refería con mejor. A ella le gustaba como se veía con su traje azul y sus botas amarillas.

-No tienes una actitud mejor-. Dijo en respuesta

-Touche-. Zeldris se paro frente a ella y Jericho se alejo un poco.

-¿Te intimido?-Pregunto burlon.

-Para nada

-Entonces porqué te alejas.

-Para poder verte mejor sin cansar mi cuello-. Vio la molestia en sus ojos y reprimió las ganas de reír.

-Tienes otra ropa-.

-Por qué.

-No voy a llevarte así-.

-Nos vemos en otra ocasión

-Espera-. Gritó irritado. Esa chica solía sacarlo de sus casillas muy fácil,  aún así  era a quien más toleraba

-Vas a seguir criticando mi ropa 

-No la estoy criticando. No es adecuada para el sitió al que vamos a ir.

-¿A no?

-Tienes algo más...

-Cómo tú o como derriere

-No cómo ella. Si quisiera algo así la hubiera traído a ella. 

-Entonces. Te refieres a ropa de...

-Algo más como Nasareth.

-Al menos que asalte el armario de mi hermano...

Fueron a buscar un cambio de ropa para Jericho, Zeldris solamente esperaba que no se tardará tanto como solían hacerlo las chicas.  Para su suerte, Jericho salió rápido.

Vestía un pantalón con cadenas adornando, negro y una playera  manga corta,  completó el atuendo con una chaqueta.

-Vaya, por primera vez te veo a la moda. 

-Diablos, eso será lo más que obtendre como cumplido, y no lo grabe.

-Muevete que voy  tarde

-Se a dónde iremos-. le dijo Jericho

-¿Así?

-Cada mes Dan hace una carrera de motos. Ilegal como todo lo que le gusta. ¿Es está noche No?-.

-Sí que lo es-. Zeldris le sonrió

-Sólo eh ido una vez.

Jericho se sujeto al costado de Zeldris. Sabía lo que era ir con él. Al igual que sabía que el participaba en esas carreras.

Llegaron a un lugar a las afueras de Lionés. Jericho bajó despacio. Era tan extraño estar en ese lugar. Era extraño estar rodeada de esa gente. Que llevaban más tatuajes que ropa. Pero era aún más raro que ella  estuviese ahí y  con Zeldris.

Zeldris se acercó a unos sujetos  y los saludo. A Jericho no le daban ni un poco de confianza aquellas personas. Endureció la mirada, desconfiaba de todos. No sabía en que pensaba al ir a un lugar como ese.

Zeldris le hizo un gesto con la mano indicándole que se acercará. Jericho dudo un momento, camino a paso firme hacia él. -¿Qué?-.

-¿Esta es tu acompañante?-. Preguntó de forma despectiva un tipo calvo y cubierto de tatuajes.

- Es más ruda de lo que parece-. Le advirtió Zeldris.

-Nunca traes mujeres rudas.

-Nunca trae mujeres-. Se metió otro a la conversación

-La apuesta sigue en pie.

-Claro. Si ganas te lo llevas todo. Si no. Tu moto es mía.
Jericho pensó que solo iría de espectador.  No contaba con que iba como copiloto en la carrera. ¡Qué le pasaba a Zeldris!  ¿porqué estaba haciéndole eso?. El viento  golpeaba contra su cara. Comenzaba a darle frío. Se aferro más a Zeldris cuando aceleró. Jericho ni siquiera podía disfrutar del paisaje, porque sólo veía luces o sombras pasando muy rápido. Apenas y escuchaba el sonido del aire cortarse. O el motor. 

A su lado izquierdo podía ver a otra moto. El conductor quien llevaba un traje rojo al igual que su casco. Y a una chica quien llevaba muy poca ropa.  Solo verla le daba frío. Jericho sentía cosquillas en su estómago. Debía admitir que cuando se iba el miedo disfrutabas de aquello como nunca. Sentía la adrenalina cuando el otro corredor intentaba arrebasarlos con sucias artimañas. Cosa que no sabía era que nadie hacia maniobras a gran velocidad como Zeldris y Jericho lo descubrió En ese instante,  en el que suplicaba a cualquier dios que estuviese escuchando, que no les pasará nada.  Sabía que si algo salía mal en verdad lo lamentarian. Después de varios minutos. Volvieron al lugar de inicio. El problema fue que ambas motos pasaron juntas.

Y declararon un empate cuando muchos dijeron que primero fue Zeldris claro que  el hermano de Dan no le convenía perderlo todo.
Incluso Jericho replicó ante aquello. Odiaba que el hermano fuera el árbitro porque siempre le  daba faltas que no cometió. Zeldris no se iba a quedar a apreciar cómo su victoria era robada. Cosa que no resultó bien cuando el hermano de dan mando a sus guardias y no sólo se metieron con Zeldris, sino también con Jericho cuando intento quitárselos de encima. Jericho sabía que no debía irse a la ligera con los guardias de Dan.

Finalmente Dan llego y detuvo a los guardias. Se sorprendió a ver a Jericho ahí. Con el labio partido y a uno de sus más importantes afiliados muy golpeado. Claro no se sorprendió cuando vio a varios de sus guardias en el piso con heridas mayores.

-Nasareth, Zeldris. ¿Qué está pasando aquí?

Zeldris se limpio la sangre de sus labios al igual que Jericho.

-No sabe aceptar un empate-. Hablo el hermano de Dan.

-Tu hermano sigue siendo un tramposo eso es lo único que pasa-. Hablo Jericho

-Ya veo-. Así que el dice empate y ustedes dicen trampa.

-Entonces hagamos otra carrera. Pero no está noche. El próximo mes,  no están en óptimas condiciones para otra carrera está noche.

-Debe aceptar el empate. Ese era el trato. Él gana y se lleva todo. Si pierde entrega su moto. Y no existe un desempate, además de que prometió sería su última carrera. 

-Puede correr alguien más en su lugar-. Sugirió una voz femenina. Que obviamente todos en el lugar conocían, era Nancy o más conocida como la señor del jefe.

-Me gusta la idea-. Dijo Dan
 
-Nadie corre por mi-. Dijo Zeldris.

-Por qué no lo hace tu acompañante-. Dijo despectivamente el hermano de Dan. Jericho se sobresaltó, ¡ella era la acompañante! -Si esa chica gana. Puedes llevárte lo que está noche no pudiste.

Zeldris miró a Jericho. Quien miraba con odio a aquel tipo. -Acepto-. Jericho dio un respingo. ¿Qué había dicho?

Zeldris se dio la vuelta. Y le hizo un gesto a Jericho. Zeldris condujo algunas cuadras, no tan rápido como acostumbraba, hasta que Jericho lo hizo detenerse.

-¿Vas a reclamarme por algo?-. Jericho se bajo y quitó el casco.

-Baja Zeldris. Yo conduzco.

-Por qué lo haría.-. Jericho saco una cervilleta de la bolsa de su chaqueta. Y le quitó el casco a Zeldris.

-¿La sangre te deja ver? -. Preguntó mientras limpiaba su frente. Un sujeto con botas militares había pateado a Zeldris en la cabeza. Zeldris no se había inmutado ante ello, pero si le habia lastimado. Jericho esperaba que no fuera grave.

-Sí quieres conducir hazlo-. Jericho supo enseguida que Zeldris no se encontraba bien. Solo logró convencerlo una vez después de que le enseñará.

Zeldris se bajo y tambaleó. -Será mejor que vayas al hospital 

-No-. Jericho suspiró.

-¿Entonces dime a donde te llevo?-. Preguntó molesta.

-A la casa.

-¿Estas seguro de que debo llevarte yo?-. Zeldris le sonrió.

-No hay nadie-. Jericho suspiró y se subió. Sintió extraño el hecho de que fuera Zeldris el que se sujetaba a su cintura.

Jericho sabía donde vivía. No había vuelto a pasar por ahí desde que termino con Estarossa. Las calles estaban despejadas como lo estarían a las tres de la mañana. Y Jericho lo agradeció porqué no le gustaba conducir rodeada de autos o personas. 

Estacionó la moto dónde Zeldris le indicó. Zeldris la guió a su habitación. -¿Tienen un botiquín?-.

-Por que no lo tendríamos

-Sí todos son tan orgullosos como tú. No creo que cuenten con uno.

-Pues si contamos con uno. Pero nunca se utiliza. Esta en el baño principal. Jericho salió de la habitación de Zeldris y fue por el botiquín. Jericho limpio la sangre. Que ya había dejado de salir. Solo limpio su cara. No había muestra alguna de inflamación. Los ojos de Zeldris se mostraban bien. Jericho hizo lo que pudo por Zeldris con lo poco que había en su botiquín.

-Quítate la chaqueta.

-El hecho de que golpearon mi cabeza no quiere decir que estoy tan mal para acostarme contigo

-Para revisarte-. Zeldris se rió -No me gustan tús broma Zeldris.

Zeldris se quitó la chaqueta. Jericho lo miró detenidamente Zeldris tenía muy buen cuerpo. Tenía un par de golpes. A los que el ya estaba acostumbrado.

-Sí quieres tocar no te detendré-.

-Tsh. Escanor se ve mucho mejor que tú-. Zeldris se sintió ofendido, ella siempre decía esas cosas. Nunca había escuchado un cumplido, tal vez por ello le agradaba. Porque le fastidiaban las chicas que por mas mal que las tratara no se alejaban. En cambio con Jericho se había vuelto un juego.

Escucharon la puerta abrirse y luego pasos.

-Dijiste qué no había nadie.

-Debe ser Estarossa-. Jericho resoplo.

-Es mejor que me vaya.

-No podrás salir por la puerta

-Sí te sientes muy mal irás al hospital. ¿Verdad?

-Cómo digas-. Jericho  salio por la ventana. Justo a tiempo, cuando la puerta de la habitación de Zeldris fue abierta.

-Creí escuchar a alguien -. Le  dijo Estarossa

-Y si hubiera estado ocupado.

-Si claro, y yo soy Virgen.

Estarossa salio de la habitación.
Mientras jericho corría a varias calles de ahí. Lo bueno del asunto era que nadie la vio.  Jericho siguió caminando hasta llegar a casa de Guila.
Subió a su habitación y vio a alguien en su cama. Encendió la luz y vio a Ban.
-Qué haces aquí?-.

-No recuerdo que estuvieras vestida así cuando te fuiste de la taberna.

-Yo recuerdo que dijiste que trabajarias hasta tarde.

-Yo tengo curiosidad en saber con quien saliste está noche-. Ban la tomo de la mano y la halo a él.
Jericho ahogo un quejido al caer en la cama.
-¿Estas bien?-. Jericho asintió, pero era una gran mentira. Revisando las heridas de Zeldris olvido las suyas. 

-Qué le paso a tu labio y a tu brazo. Ban levanto ligeramente a Jericho para quitarle la chaqueta y luego la playera. Tenía un pequeño moratón  sobre sus costillas.

-Qué te pasó.

-Me metí en una disputa. Pero estoy bien.

-Te encanta meterte en problemas ¿No

Levantó los hombros restandole importancia.

-No te duele-. Ban toco su costilla y Jericho gimió a causa del dolor.

Ban detuvo a Jericho, cuando intento alejarse de la cama -Ban -. Chillo Jericho.

-Qué

-Quieres preocuparte por otra cosa que no sean mis heridas -. Ban la miró a los ojos

-Y por que quieres que me preocupe?-.

-Solo olvidalo, estoy bien.

-Sí tienes tanto tiempo para meterte en problemas, puedes tener tiempo para pensar en donde te gustaría vivir-. Ban no la dejó responder cuando la besó

Al fin Jericho logró deshacer el besó. -¿A qué te refieres?.

-A lo que hablamos hace unos días. Se supone que esperaríamos hasta que terminaras este ciclo escolar.  Pero parece que tienes mucho tiempo así que puedes ir pensando-. Ban le quitó  el flequillo que le cubría la cara.

-Hablas de...- Jericho trago saliva. No esperaba que Ban volviera a sacar el tema. Acarició su mejilla con una mano y aliso su cabello con la otra. 

-Los problemas me siguen, yo no los busco-. Ban le sonrió. -Además sí he llegado a pensarlo. Pero...- Jericho se sentó en la cama

-¿Pero?-.

.-Si yo aceptará ir a camelot. ¿Tú vendrias conmigo?

........

¿Que irá a responderle Ban..?

Se que tenía que haber publicado antes, pero no estaba segura de publicarlo, siento que tiene demasiados horrores gramaticales de narración y de concordancia...

Sin más, espero actualizar este fin de semana

Se despide Mundulfary

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