Capítulo 55

El tercer día, Ban despertó y Jericho no estaba a su lado. Eso no le agradaba. Aunque estaba casi acostumbrado cuando se iba a la universidad, pero esperaba que en esas vacaciones fuera diferente. Porque a él le gustaba despertar y tenerla abrazada a él. Y despertarla a ella con un buen besó ya fuera en los labios o en su frente. Pero los besos que más le gustaban era los que le daba en el cuello, porque despertaba demasiado susceptible. Y se ponía muy intensa antes de ir a la universidad.

Ban se preguntaba cómo sería cuando terminará su universidad. Esperaba que se tomará un largo descanso antes de empezar a trabajar. Porqué así el tendría tiempo de disfrutarla y para eso aun faltaba más de un año. Eso era mucho tiempo.
 
Ban nunca había pensado a futuro. Y en esos momentos solo podía imaginarse a él y Jericho juntos. Tal vez viviendo juntos. Sí. Tal vez ya era tiempo de salir de casa de sus amigos.

Ban se dio un momento para pensar en él como llegaron ahí, había pasado tanto tiempo de que se conocieron.

 Jericho le había atraído desde el principio. Cuando la vio infiltrandose en los vestidores de chicas.

Lo siguió porqué nunca había visto a nadie metiéndose a los vestidores de chicas.
Quería conocer al chico travieso, pero se llevó una gran sorpresa cuando vio que no era un chico travieso sino una chica. De la cual él debía admitir que tenía un muy buen cuerpo. Y no entendía por qué lo escondía. Así que si, robo su ropa para que ella dejará de esconderse , pero no se imaginaba que se pondría muy violenta en su siguiente encuentro y lo golpearia.

Y eso solo logró que llamara su atención. Nunca una chica le habia dado tal paliza. Era por ello que le gustaba fastidiarle, porqué sabía que su sola presencia la irritaba.

Hasta que hubo un accidente en el laborario de la escuela. Los pecados no deberían estar ahí.  Pero habían ido  a buscar a Elizabeth.

Jericho estaba con varias personas en el laborario y algún bromista cambio compuestos y al utilizarlos se desató un horrible humo por todo el lugar. Y sin la profesora presente, quien les dijo que no tocarán nada porque ella tenía que salir, pero alguien  no escucho esa indicacion.

Así que al inhalar aquel humo varios perdieron la horientacion y no sabían como salir. Por ello él y, sus amigos ayudaron a todos a salir, por suerte nadie salio muy afectado. Y después de ello Jericho empezó a seguirlo, aunque según ella eran encuentros casuales. Después, simplemente ella dejo de seguirlo, y fue cuando él disfruto el molestarla. Hasta que en algún punto ambos se acostumbraron a tenerse cerca y bueno. Actualmente Jericho era su novia.

Ban se dio un buen baño, decidió dejar de pensar en preguntarle a Jericho si quería vivir con el. Era obvio que Jericho le diría No. Ella ya debería estar muy estresada con todas sus cosas además Jericho apenas estaba gozando sus 21, para ella debería ser muy pronto y eso era un paso muy grande. Uno del que incluso el no estaba seguro de dar.
Bajo a desayunar y se encontró con Matt y James. Los tres hombres se miraron y después continuaron con su camino.

Ban se dispuso a salir con Zeal. Pues el niño tampoco tenía nada que hacer, con su hermana pérdida y sin Jericho.

Ban se dio cuenta entonces que compartía con muchos a Jericho. Con Zeal, con Guila. Con sus amigos. No era suficiente con que tuviera que compartir sus tiempos con la universidad, con su pasantia y con el trabajo. Ah, y aun no estaba contando a aquella bestia peluda. Quien era quien le habia quitado más atención de Jericho que ningún otro.

Estuvo intentando hacer un castillo de arena junto a Zeal. El niño había estado muy emocionado. Era comprensible siendo la primera vez que salía de vacaciones a un lugar como ese.

Jericho volvió más temprano que los días anteriores y estaba feliz.  Ese era su último día en aquellas actividades y los días restantes en aquel lugar lo dedicaría al completo a su disfrute.

Todos se dispersaron, Helbram y Howzer se llevaron a Zeal y nadie había visto Gowther en todo el día. Nadie estaba preocupado el podía cuidarse solo.

Así que Ban aprovecho para llevarse a Jericho y estar a solas. Un largo rato, Jericho no quería estar en la habitación  estuvieron caminando era una tarde agradable , a Ban le apetecía nadar, pero Jericho no sabía hacerlo así que si quería estar con ella tenía que pensar en otra cosa. Pero nada se le ocurría. 

-¿Y qué vamos a hacer? -. Preguntó finalmente, después de tantos debates internos.

-La verdad... no lo sé-. Ambos detuvieron su caminata y se miraron fijamente. -Sí quieres, podemos volver a la habitación -. Ban levanto una ceja, ella dijo que no quería ir a la habitación. ¿Porqué tú cambio de idea? -.

-Matthew y los demás quieren que salgamos hoy en la noche-. Ban le dedico una mirada que Jericho interpretó cómo fastidio y resignación. -Dijeron que puedes venir.

Eso era nuevo. Cuando Jericho salía con sus amigos solo era Jericho. -¿Y tú quieres que vaya?-.

-Yo no le veo inconveniente-.

-Entonces volvamos a la habitación para poder divertirnos un rato.

Se vieron en el vestíbulo y se encontraron con todos sus amigos.
-Sólo faltaban ustedes -. Le sonrió Diane.

Jericho se extraño. Cuando vio a James
Y Matt acercándose a ellos.

-Vamos. James quiere enseñarnos la nueva área de su hotel

Matthew y Henry llegaron detrás de ellos. Caminaron un par de minutos hasta estar frente a una puerta qué fue abierta por un chico pelinegro. Llevaba un traje y se mostraba altanero. Jericho lo recordó enseguida, era el imbécil que derramó vino en su vestido y se había reído de ella. Aquel al que no pudo golpear

Jericho evito verlo. Todos entraron a una zona con varias pantallas. Lo que parecía un mini escenario, y varios sillones y algunas mesas. Había mini bar.

-Uh... y qué es todo esto? -. Preguntó Diane 

-Karaoke-. Dijeron Jericho, Verónica, Margaret y Elizabeth.

-Nunca había estado en uno-. Diane fue a cada parte admirando el lugar.  Había un gran ventanal con vista al mar.

Aquella noche le pareció a todos muy divertida. Guila y Zeal cantaron seguidos de Matt y Henry. Las hermanas lionés. Todos se estuvieron divirtiendo. 

Las chicas empezaron a insistir en que Jericho cantará. Pero ella se negó rotundamente. Ella no cantaba, cuando niña solía cantar para su madre, y solía divertirse así con Helbram y Guila. Pero no le apetecía hacerlo con todos ellos presentes. Ni siquiera Helbram tenía intención de hacerlo y sin Helbram menos lo haría.

Cerca de las cuatro  todos volvieron a sus habitaciones.

La mañana siguiente varias horas después del desayuno. Todos se habían dispersado, Zeal se le había pegado a Helbram y  se habían ido desde temprano.

Ban convenció a Jericho de bajar. Pero el traje de baño que llevaba le hizo reconsiderar las cosas. Claramente Jericho ya no lo iba a dejar. .

Jericho se coloco una fina tela sobre sus hombros y unos lentes de sol. Juntos bajaron.

-Y bien. ¿Qué vamos a hacer? -.

Ban la llevo a la alberca del hotel. Había algunas personas, nada de importancia   Ban se adentro en la piscina y Jericho solo se sentó en la orilla. Ban se acercó a ella, la tomo de la cintura. La halo hasta meterla con el. Ella se abrazo a su cuello, y se aferro a él.
-Tranquila. No voy a dejar que nada te pase-.

-Pero...-. Ban la besó para tranquilizarla, ella estaba tan nerviosa. Podía sentirlo

-¿Confías en mí?-. Jericho lo miró con sorpresa, pero asintió. -Entonces, suelta tus brazos. Voy a estar contigo.

-¿Qué pretendes?-.

-Quiero enseñarte a nadar-. Jericho lo miró con mucha más sorpresa. Ban volvió a besarla. Tratando de infundir le confianza. Después del besó retiró lentamente los brazos y se sostuvo en sus pies. Y del brazo de Ban.
Ban tomo a Jericho de la cintura. -Déja de apoyarte. Tienes que aprender a flotar. Jericho asintió mientras sintiera las manos de Ban. Sabía que estaría bien.
Ban estuvo por lo menos dos horas intentando enseñarle hasta que finalmente ella lo hizo sin ayuda. Ban sabía que era difícil para ella. Había desarrollado un miedo a lugares profundos. Después de las dos veces que estuvo cerca de ahogarse.

Ambos salieron de la alberca y fueron a la playa en busca de sus amigos pero no encontraron a nadie cerca. Así que estuvieron un rato acostados en la arena muy juntos. Hasta que finalmente Ban la halo hasta el mar. Ella ya estaba lista para ello. No por nada habían estado durante horas con todo ello
 
Estuvieron un buen rato en el agua. Jericho nunca se imaginó que tan maravilloso era nadar. Ella, desde pequeña le habia tenido miedo a lugares con gran cantidad de agua. Por ello no utilizo la bañera de su casa. Porqué le daba un poco de miedo, y después en el lago. Solo logró acrecentar su temor y que nunca quisiera acercarse hasta que sus amigos la llevaron de vuelta y casi se ahogaba. Pero en aquella ocasión no siento miedo, al menos no al agua.  Solo tuvo miedo de que no pudiera sacar a Zeal.

Pero ahora, junto a Ban todo era distinto. Tal vez era por el amor que sentía por el, tal vez por qué a su lado se sentía a salvo.  O por lo que fuere. Podría hacer hasta lo impensable siempre y cuando Ban estuviera con ella.  Jericho nado hasta Ban quien estaba a algunos metros de distancia. Lo tomó de los hombros y lo besó.

-Te amó, Ban-. Afirmó y volvió a besarlo. Sin proponerselo había sido un momento inimaginable y romántico con el sol dando su último brillo tras ellos en el ocaso. Sus colores rojos, amarillos y anaranjados reflejándose en el agua. Con las primera estrella asomando su brillo.

-Te amó, Jericho-. Le respondió.

Salieron tomándose de la mano,  del agua. Jericho aun tenía una gran emoción en todo su sistema. Aquel te amo en el mar había sido mejor que el primer te amó que le dió Ban.  Dónde hubo muchas lágrimas de por medio y ella no pudo responder. Para ambos ese te amo había sido muy sincero.

Volvieron a la habitación donde a ambos les apetecía reafirmar aquel amor que se habían profesado en la playa.
Jericho estaba sobre el pecho de Ban y empezó a hacer líneas y figuras sobre su pecho con su dedo índice. -Eh estado pensando...- empezó Jericho, pero se calló enseguida.

-Qué has estado pensando-. Preguntó, pero Jericho no quería responder.

-Nada. Sólo olvídalo-. Ban la halo y ambos se sentaron en la cama.

-Vamos. Dime, no va a ser ni un poco fácil que lo olvide.

-No es nada.

-Si no fuera nada, no estarías pensando en ello.

Jericho hizo una especie de puchero. Y depuesto hablo entre balbuceos. -Es que yo estaba.. pero decidí que no.... pensé. .. en un futuro cercano.... aunque creo que no es una buena idea.

A Ban le costaba seguir el hilo de sus explicasion. -Tal vez podríamos vivir juntos. No ahora-. Ban estaba sorprendido. La atrajo hacia él y la besó. Cortando sus balbuceos.

-Calla-. Le indicó y ella sólo apreto los labios

-Por eso no iba a decirte-. Ban volvió a besar la.

-Te dije que callaras-. Jericho se quedo callada esperando que Ban dijera algo. -También eh pensado en ello-. Jericho lo miró con sus ojos llenos de confusión y emoción.  -Pero... yo iba a decírtelo después.  Supuse, que si aceptabas, seria a finales de curso. Cuando tuvieras tiempo libre.

-Si. Supongo que debemos esperar.

(.…)

En la mañana se encontraron con todos cuando fueron por el desayuno.  y le dieron una excelente noticia a todos. Meliodas había rentado motos acuáticas. Y Jericho agradeció haber aprendido a nadar el día anterior.

No son muchas. Pero sí las suficientes para que cada quien vaya con su pareja -. Informó Meliodas.

Gowther declinó la oferta y Howzer lo agradeció porque acaba de conocer a una chica. Y cómo el día anterior, Zeal no se despegaba de Helbram. Quien parecía muy a gusto con Zeal.  Lo que nadie sabía.  Era que Helbram había estado utilizando a Zeal para a traer a chicas. Y después le compraba algo a zeal. Por ser un niño muy bien portado. Sólo con una chica había podido llegar lejos y había ganado puntos cuando le dijo que no podía dejar solo a Zeal. Aunque la chica le dijo que sólo sería un rato. Mientras Zeal dormía, ella y él podían hacer algo. Ese niño era un imán de chicas. Ya que, a pesar de tener 10 años. Seguía viéndose adorable.

La chica.  Que había conocido durante dos días se acercaba a él con una gran sonrisa. -Hola, Helbram, Zeal.

-Hola Luna-. Saludo Zeal alegremente. La chica era unos cm más baja que Helbram. De cabello rubio largo y ojos color Miel. Los pecados y Elizabeth miraron a Ban unos instantes y volvieron su mirada a la chica y Helbram.

 Jericho miró a Ban. Había notado un ligero cambio en su mirada. Y no entendía el por que. ¿Acaso conocía a la chica?

-¿Vamos?-. Preguntó Meliodas. Y todos sé pusieron de pie. Las chicas iban hablando entre ellas de lo que habían hecho cuando estaban con su pareja a excepción de Guila y Jericho. Pero Jericho no estaba prestando atención, estaba pensando en la reacción de Ban al ver a la chica.

-Y tu Jericho-. Jericho volvió a su Realidad. 

-¿Qué? .

-Qué que has hecho con Ban. En estos días.

-Ah... pues ayer me enseñó a nadar. 
Prácticamente estuvimos en eso todo el tiempo.

Margaret la rodeo por los hombros.
-Me alegra que aprenderás a hacerlo. Así podremos ir solo nosotras a nadar y no te quedaras fuera-.Jericho les sonrió.

-Eso suena bien.

Llegaron hasta donde Meliodas les indicó. Estaban varias motos acuáticas. Meliodas le mostró algo a un señor y tomaron la moto

Pero Jericho seguía viéndole muy distraído. -Ban. Te sientes bien. -Pero él no respondió. Jericho lo tomo del brazo y lo obligó a mirarla.

Ban la miró con fastidio y después se relajo al verla. Pero Jericho no podía quitarse de la cabeza aquella mirada. Lo soltó lentamente, y no volvió a mirarlo, en su lugar se acercó a Zeal para ayudarlo a ponerse el chaleco salvavidas. Mientras Ban se sentía estúpido por haberla mirado de aquella forma y esfumar la alegría de los ojos de Jericho.

Por suerte.  Todos estaban ocupados preparándose que él único que notó aquello fue Helbram. Y quiso golpear a ambos y sobretodo a él mismo. Por dejar que su amiga estuviera con él. Y por no haberla detenido cuando inicio con aquella tontería.

Zeal corrió hacia él, -vamos-.

-Estaba pensando que tal vez....

Jericho se acercó a Helbram y a Zeal. -No recuerdo que te gustará pensar-.

-Pues para tu información. Yo pienso mucho-. Se defendió Helbram muy indignado.

Haciendo reír a Jericho. -Cuida bien de Zeal-. Jericho se acercó hasta estar muy cerca de su oído -Se lo que estás haciendo, y Guila va a estar furiosa cuando se entere.

Helbram le sonrió. -Ella no tiene porqué enterarse, ¿cierto?

-Si cuidas bien de Zeal. No se enterará. Helbram se cruzó de brazos y le miró con recelo

Ya estaban todos a excepción de Jericho y Ban listos.

-¡Nos alcanzan!-. Le gritó verónica. Todos se subieron a su vehículo y se fueron. Incluso Guila y Gustaf.

Jericho se negaba a ver a Ban, se sentía demasiado ofendida por aquella mirada. Así que se quedaron frente a frente sin mirarse a más de un metro de distancia.

Ban sabía que Jericho no le hablaria.
-Vamos- Dijo Ban.  / voy a volver a la habitación-.  Hablo Jericho al mismo tiempo.

-¿Por qué?-. Ban dio el primer paso.

¿Por qué? Porque no quería estar con el luego de aquella mirada. La misma que le daba cada que se cruzaban después de que robará su ropa. El siempre le había dicho que era una molestia, una entrometida.
Y Jericho simplemente no entendía por qué habían retrocedido tanto en tan pocos segundos, sí el día anterior el le había dicho que la amaba.

El paso que Ban dio, Jericho lo retrocedió. Jericho solo quería que alguien llegara y la sacara de ahí. Pero sabía que debía enfrentarse a Ban.

Levantó la mirada y se arrepintió enseguida. Porque vio culpa en los ojos de Ban. Así ya no podía enfrentarse a él. Ban se apresuró a acercarse a ella antes de que ella se alejara. Y la halo hacia a él. Recargando la en su pecho. Si hubieran estado en su habitación. Estaría desnudandola. Pero con un abrazo le bastaría. Cuando ella lo evitaba así sólo lo hacía sentirse un completo imbécil. Lo normal era que le hechara bronca. No qué le evitará.

-Vamos. Deben estar esperándonos.

Jericho asintió. -Me dejas conducir.

Ban rió -¿Crees poder hacerlo?

-Averigua lo por ti mismo-. Jericho fingio una sonrisaz intentando ignorar su molestia
Se subió primero y dejo a Ban tras ella. Jericho formo una sonrisa llena de malicia y satisfacción. Ban se arrepentiría de dejarla conducir

Ban termino abrazándose a ella. Estaba arrepentido de haber dejado que condujera. Porqué no tardaron mucho en alcanzar a sus amigos. Aunque debía admitir que esquivaba muy bien todo los obstáculos. Jericho se detuvo y Ban se relajo.

-Por dios Jericho. ¿Quien te ha enseñado a conducir así?-. Jericho sabía que había cierta cantidad de adrenalina en las venas de Ban. Se veía extasiado y sobresaltado.

-Un amigo me enseñó hace poco. Supuse que no difería mucho una moto terrestre a una acuática.

-Pues tu amigo esta loco si tu conduces así

-El conduce peor-.

-¿Y quién es tu amigo?-. Jericho no quería hablar de eso en aquel momento,

-El mismo que me llevó a casa cuando conocimos a James.

-Pues no lo vi-.

-Si bueno, alcancemos a los demás

Jericho había salido solo en una ocasión con Zeldris. Se habían encontrado en un lugar poco transitado cuando Jericho buscaba algo para una de sus clases. Y Zeldris se había ofrecido a llevarla. Pero en vez de llevarla a casa la llevo a otro lugar. Jericho no tenía muchas razones para desconfiar de él,  pero en esos instantes lo había hecho.  Resultó divertido cuando el insistió en que debía aprender a manejar, porque a ella le iba bien un vehículo de aquella clase.  Se reunían algunas veces y el insistía en que practicará

-Bien, conduce tú. No quiero que te vaya a dar un infarto de tanta adrenalina.

Ban la miró ofendido el estaba sano. No le iba a dar un infarto 

Pero aun así decidió conducir él. Su novia estaba loca.

Estuvieron  retandose con sus amigos. Hasta que merlín, Jericho y Verónica se retaron. Ninguno había visto la forma de conducir de Jericho. Asi que todos se sorprendieron cuando ella les gano por mucho a las otras dos chicas.


Adivinen quien fue de visita y olvido el teléfono que tiene wattpad, exacto,  yo. Su torpe escritora

Lo bueno es que lo recuperé y ahora tengo un teléfono nuevo. Y tengo wattpad 24/7. Espero poder publicar sin falta cada semana

Ahora entienden porqué ya no prometo nada. Siempre me falla

Sin más se despide Mundulfary

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