Capítulo 25

Ya que era viernes por la noche, le habían invitado a la taberna de Meliodas. Guila la había llevado y para su sorpresa no estaba Ban.

-¿Y Ban?-. Preguntó intentando no verse muy interesada.

-Ni idea. Creí que estaría contigo-
Le respondió Meliodas.

-Por qué estaría conmigo-. Preguntó un poco nerviosa,

-Porque cuando no está aquí. Esta contigo-. Le respondió con obviedad.

-No lo eh visto desde...-. Jericho fingió hacer memoria.
Pues sabía exactamente, cuando fue la ultima vez que lo vio -No se desde cuando.

-A de andar por ahí-. Concluyó muy tranquilo el capitán.

-Debe de estar deprimido pensando en su exnovia-. Comento Diane. Como si fuese algo totalmente normal.

-Ah ya veo-. Las palabras de Diane desanimaron mucho a Jericho.

-Pero tranquila, no estarás sola-. Hablo nuevamente el capitán -Hemos invitado a Howzer.

-No saben que alivió me da-. Dijo sarcastica

-Es obvio que debería darte gusto. Deja el sarcasmo-. Hablo Howzer mientras tomaba asiento a su lado -A no ser. .. - Y una sonrisa maliciosa apareció en su cara- que prefieras pasar tiempo con Hendrixon.

-Al menos con el puedo tener una platica inteligente-. Le ataco Jericho. Guill y Howzer siempre la molestaban. Guill lo hacía inconscientemente, pero Howzer no.

-¡Me estas diciendo tonto!

-Yo no dije nada.

Paso cerca de dos horas. Hablando y bebiendo con sus amigos.
Hasta que vio entrar ha Ban. Quien solo le dio una mirada de indiferencia. Sintió sus ojos picar. El había dicho que no se había aburrido de ella. Pero parecía que había sido una gran mentira.

-Yo creo qué es hora de irme.

-Porqué-. Preguntó Diane muy desanimada

-Aun es temprano, y mañana tienes dia libre-. Le recordó Guila.

-Si, pero quede con alguien

-¿Es una cita?-. Preguntaron las chicas muy curiosas.

-No.

-¿Con quien vas?- Le preguntó Elí..

-¿Es guapo..?-. Preguntó Verónica

-No creo que lo conozcan, se llama Matt. Estudia una ingeniería.

-¿Matt? ¿El rubio de ojos verdes. De penúltimo año? - Le preguntó Merlín.

-Si. El mismo.

-Vaya... Sabes qué él es...- Jericho la interrumpió antes de que revelará información que no era necesaria.

-Lo se.

-Y Sabes qué te meterás en muchos problemas si sales con el.

-Algo eh oído-. Respondió sin mucho interés.

-¿Y aun así, estas dispuesta a salir con él?

-Eh cometido muchos errores, uno más no me hará daño-. No consideraba un error haberse liado con Ban. Sólo era un error, haberse enamorado de él.

-Entonces un brindis a tu estupidez.

-Acepto el brindis-. Jericho levanto su cerveza y termino lo que quedaba en ella

-Y tu cita no tendrá una amiga que me presente-. Preguntó Howzer.

-No, solo amigos.

-Es una pena.

(..........)

Su salida con matt , Henry Mathew había sido muy divertida. Para empezar no era muy normal salir con tu exnovio.

No sabían como Henry había terminado en los juegos infantiles. Para terminar siendo vetado del lugar. Mathew le dijo que era muy normal que lo vetaran de algunos lugares, pues henry siempre hacia lo que se le venía en gana.
Matt le había llevado a casa cerca de las 5.

-Me gusta mucho la relación que tienen Henry y Mathew-. Comento Jericho

-Es muy linda. Pero siento que no durara mucho.

-Por qué-.

-Mathew es algo conformista, pero tiene un límite. Le gustan las cosas cursis. Y Henry no es ni un poco detallista. Y por más amor que haya. A veces se necesita encender el fuego. Y mantenerlo así.

-¿Y si no hay amor?

-Entonces ese fuego nunca se encenderá

-¿Y si el amor solo es de una parte?

-Incendia algo. Y disfrútalo hasta que se apague.

-Es curiosos como hablas.

-Esperas que hablara con algo relacionado las computadoras.

-La verdad, si.

-Hablar de esa manera no me hace ver más listo. Y en ocasiones me hace ver como un idiota. Porque los demás no entienden

-Y no el idiota seria el que no entendió.

-No. Porque yo estoy consiente de que no lo harán y si lo hago de esa manera. Solo intentaría lucirme.

-Me agradas sabes.

-Lo sé. A quien no le agradaría. Un tipo tan mono como yo.

-Eres un... - A Jericho le agradaba Matt pero ya había notado que era muy egocéntrico

-Un encanto.


-Nos vemos después-. Se despidió Jericho.

-Así sera.

Las chicas estaban en casa esperando que llegara para que les contara.

-Cómo estuvo-. Verónica fue la primera en preguntar.

-Cómo estuvo qué.

-Tu cita-. dijo Diane.

-No fue una cita-. Aclaro, un poco incómoda.

-Lo que haya sido.
Ya cuéntanos-. Le exigió Verónica

-Salí con unos amigos, Henry, Mathew y Matt. Fuimos a comer en un bufete del centro comercial. Después caminamos por el lugar, terminamos en el área infantil. Henry se subió a un juego para niños y lo vetaran del lugar. Mathew compro ropa, y matt me trajo de vuelta.

-Nada más-. Preguntó Verónica evidentemente, decepcionada.

-Sí... ¿Querían más?

-Que aburridos-. Se quejo Verónica.

-Fue muy divertido de hecho.

-Lo que pasa es que tu eres muy sencilla-. Menciono Guila y todas estuvieron de acuerdo.

Los exámenes empezaron. La entrega de proyectos también. Y no había visto a Ban desdé la taberna.
Vio a todos en la cafetería y habían quedado esa noche en casa de Guila.

Había llegado cerca de las 11 :30 y ahí estaban todos reunidos en la sala. Zeal ya dormía por orden de Guila.

-¿Hoy no viene Howzer?-. Preguntó cuando llegaron todos, a excepción de él.

-No. Dijo que tenía que ayudar a su padre-. Le respondió Griamor. Y Jericho solo asintió ante la información.

-Pero hoy si hemos traído a Ban-. Le dijo Meliodas muy alegre.

-Hay gracias. No se hubieran molestado - Dijo con sarcasmo

-No fue ninguna molestia-. Le respondió Meliodas.

Como era costumbre los sentaron juntos. Pero Jericho estuvo hablando con Diane.
Se fueron cerca de las 2:00 am. Todos a excepción de Gowther y Ban, quien se quedó dormido en el sillón.

Guila y Gowther subieron a dormir. Y Jericho iba a hacerlo también, pero miro a Ban.
No lo dejaría dormir en el sillon, porque para ser sincera, lo quería en su cama.

-Ban... Vamos zorro despierta.

-Qué quieres...-. Preguntó osco.

-Ve a la cama. Puedes dormir ahí.

-¿Y tú ?

-Yo puedo dormir en la habitación de Zeal-. Lo que sintió con La mirada de indiferencia de la noche en la taberna. No era nada comparado a lo que sentia con la frialdad de Ban.

-Puedes dormir en tu habitacion. Ya me voy-. Ban se sentó en el sillón y se desperezó dispuesto a levantarse e irse.

-Es tarde y estas ebrio-. Le hizo notar Jericho.

-Y eso qué

-Si no quieres mi habitación puedes dormir en el sofa-. No podía dejarlo ir tan tarde, no podía dejarlo ir a ningún lado, porque lo quería a su lado.

-Entonces para que me despiertas.

-Iré por algo para que te cubras-.
Jericho no tardo mucho en volver. Y al parecer Ban ya estaba dormido.


Subió a su habitación. Y se encerró, las lágrimas salieron sin que pudiera evitarlo, y poco a poco los sollozos salieron de sus labios. Le importaba poco que alguien la escuchara. Aunque, no quería incomodar a alguien, por eso cubrió su boca con sus manos.

Jericho sollozo recargada en la puerta. Sin saber que alguien la escuchaba. Y era nadie más que Ban. Quien la había seguido cuando ella subió. Se sentia como un idiota, por hacer la llorar porque sabía qué era su culpa. ¿Qué debía hacer? Entrar y disculparse. No. No podía hacer eso. Había tomado la decisión de alejarse de ella. Porque su hermanó tenía razón. Solo la lastimaría. Y era mejor alejarse en ese instante.

O eso creía Ban. Porqué el no sabia lo qué ella sentia y lo que era mejor para ella.

Se quedó dormida junto a la puerta. Para cuándo se levantó le dolía cada uno de sus músculos. Pero el músculo qué mas dolía era su corazón.
Se recostó en la cama. Aún tenia horas para dormir. Estaba cansada.
Porqué todos los qué quería la abandonaban. Se preguntó dolida.

Sus pensamiento no le ayudaban para dormir. Y sabia qué necesitaba. Sus pastillas.
Porque no quería seguir despierta, al menos no esa noche.

Cuándo se despertó y se miró al espejo pego un brinco. Estaba espantosa. Su cara estaba hinchada. Tal vez una ducha le relajaria.
Las duchas no hacían milagros. Pero al menos estaba menos inflamada. Y se veía mucho mejor. Se puso un suéter súper holgado al igual que su pantalón. Por suerte el clima era frío y no se veía muy mal al llevar esa ropa, cuando bajo a la cocina se sorprendió al ver a Ban ahí. Al igual que Gowther, pero eso ya no le sorprendia.

-¿Tuviste una mala noche?-. Le preguntó Guila.

-¿Eh...?

-Te ves muy cansada-. Le dijo Guila mientras tocaba su mejilla.

-No es nada.

-Qué harás hoy-. Preguntó mientras le tendía una tasa con café.

-Estaré en mi habitación. Intentando hacer tarea.

-¿No tienes planeado salir?-. Jericho negó ante la pregunta de Guila. -Gowther, Zeal y yo saldremos. Y no me sentiría a gusto saber que te quedas sola

-Tu ve tranquila-. le pidió con una sonrisa.

-Pero...- Guila intentó replicar. Pero Jericho no la dejó.

-Si té hace sentir mejor. Puedo llamar a Matt.

-Cuando me lo presentas. Ese chico va muy enserio-. Le bromeó Guila, más tranquila. Matt en verdad le agradaba. Y eso qué no lo conocía.

-Él sólo es un buen amigó

-Si claro...
¿Entonces lo llamaras?

-La verdad preferiría estar en casa.

-¿Te sientes mal?

-Solo estoy agotada por los exámenes-. Se excusó

-Pronto estarás de vacaciones

-Que se diviertan-.

-¿No vas a desayunar?

-No tengo hambre. Estaré en mi habitación

-¿Tu estarás así cuando vayas a la universidad?-. Preguntó Zeal.

-No. Sera diferente

Guila subió a avisarle cuando se iban. Para su suerte también Ban ya se había ido.

Escribió en su álbum y recibió una llamada de Mathew. Quien le invitaba a salir con ellos. Pero ella no quería salir. Y los rechazo así que una hora después los tenia en su casa.

Los tres estaban preocupados por ella, y su preocupación aumento cuando les abrió la puerta, su apariencia. No era la mejor y sus ojos no tenían el brillo de siempre.

Aquello tres chicos eran los únicos que sabían sobre su relación con Ban. Así como ella era la única que sabia las preferencias de ellos tres. Acepción de algunos que creían los "rumores" Ninguno la juzgaba, por la relación que llevaba con Ban. Y se los agradecía.

Matthew le permitió llorar en su hombro. Cosa que claramente, no hizo. Henry se ofreció a darle una paliza a Ban. Y Matt había llevado helado. Mucho helado. Que comieron entre los cuatro. Esos chicos sabían como subir los ánimos.

Guila había tenido el gusto de conocer a Matt. Ya que cuando ella y Zeal regresaron, ellos aun no se iban. Y le había encantado. Pero a quién no le encantaba Matt. Guila les invitó a cenar, y después de una amena conversación. Se fueron.

Las cosas habían mejorado. Pues los exámenes ya habían terminado. Esa semana estuvo en la incubadora. El trabajo era demasiado pesado y su vida Amorosa, al parecer ya no existía. Para ser sincera. Nunca había existido.

Había hablado con Henry acerca de su falta de romanticismo. Y juntos habían planeado una cita para su siguiente aniversario que sería en una semana. Jericho no tenía idea de como había logrado sacarle información a Matthew acerca de sus gustos.
Era un gran día para ellos dos. Jericho se alegraba de ser parte de ello, porque prácticamente lo había organizado todo, no sabía que si ponía a trabajar un poco su cerebro, podía sacar muchas cosas cursis. Ella nunca había sido de esos gustos.

El día especial de Henry y Matthew había llegado. Jericho dejo todo listo. Seria en su hermosa casa. Jericho había tenido ese día libre y lo preparó sin preocupación.
Empezarian con una cena en el jardín. Todo preparado por Henry. Quien cocinaba de maravilla. Velas, vino, chocolate, fruta.
Jericho estaba tentada a comer un poco de chocolate. Había otra cosa en la habitación que Henry no le había dejado ver. Dejó todo cuando Henry le aviso que llegarían. Le hubiese gustado quedarse a ver las caras de sus amigos pero era mejor darles privacidad.

Se metió en su cama pensando como les habria ido.
Lamentablemente su despertar no había sido el mejor, ya que había recordado su sueño y había soñado con Ban. Como iba haciéndolo desdé varias semanas atrás.

Su día en el trabajó fue cansado. Por eso había sido una gran noche. Ya que durmió como osó en invierno. Nada la despertó en la noche. A demás, no tenia que ir más a la escuela. Sus vacaciones habían comenzado, ya que no debía ninguna materia.

Cerca de las 5:00, Los pecados entraron. Lo cual solo puso mal a Jericho. Ya qué Ban iba con ellos. Matthew, Henry y Matt entraron al café. Jericho se sorprendió demasiado al verlos y los atendió. .

-Yo solo quiero un té- Dijo Matthew. -Ayer comí demasiado dulce.

-Yo quiero café-. Pidió Henry.

-Yo si quiero una malteada-.
Antes de que se marchara y seguirá con su trabajo en otras mesas, Matthew le habló.

-Qué necesitan-. Preguntó cortes mente

-Darte las gracias

-¿A mí?

-Sí.. Por ayudar a Henry con la sorpresa.

-Te lo dijo.

-No, pero el no es muy detallista y era obvio.

-Por cierto. Te tenemos una sorpresa

-¿A mi?

-Si.

Matt sacó una cajita y dentro había un collar.
-Aun falta para mi cumpleaños

-Lo sabemos, pero no es regaló de cumpleaños. Es un regalo por ser nuestra amiga.

Matt le ayudó a ponérselo. Todo ante la atenta mirada de los pecados. Una mirada enfadada. Varias soñadoras, sorprendidas y una de precaución/Lastima.

-Esa chica quiere morir-. Susurró merlín.

-De qué hablas merlín.- Le preguntó Diane.

-Ya se lo había dicho. Solo se meterá en problemas. Si sale con él-. Las chicas a sintieron ante las palabras de Merlín, y suplicaron , porque estuviera bien

A Jericho le toco cerrar el lugar y hacer corte. Salio tardé. Cerro todo y salio por la puerta trasera para sacar la basura. Alguien tiro de ella, Jericho se puso a la defensiva Y vio a Ban. Su cerebro le indicó que no bajara la guardia. Y así lo hizo, se mantuvo a la defensiva.

-Qué quieres.

-¿Sales con ese tipo?

-Y a ti que mas te da. - Ban no supo que decir. Era verdad no debía estar ahí.
Jericho se soltó bruscamente y paso a lado de él sin mirarle.

-Jericho... -A caso Ban quería seguir haciéndole la vida imposible.

-¡Qué quieres!

-Hablar-. Ahora resultaba que ese pedazo de idiota quería hablar, después de ignorarla durante semanas. .

-¿De qué? ¡De cómo solo me utilizaste para satisfacer tus necesidades como hombre y después me desechaste como basura. ¡De eso quieres hablar! ¡Porque yo no!

-No te utilice.

-A no perdón. Tú solo sentiste lastima por la tonta de Jericho. Y decidiste acostarte con ella

-¡No es así!

-¡Maldita sea Ban!-. Volvió a safarse bruscamente del agarre de Ban -Yo no te pedí nada, siquiera tu amistad.
Sólo, déjame tranquila.

-Lo haré cuando respondas mi pregunta. Me mires a los ojos y me digas la verdad. - Jericho tardó en levantar la mirada y Ban pudo apreciar en ellos soledad, tristeza y enojó.

-Que te valga... - Fue lo que ella le respondió. Pero Ban obtuvo su respuesta no estaba con aquel chico. Pero él tampoco estaba con ella. Que estupidez, no entendía su drama, si lo único que sentía por ella, era atracción. Aunque no por eso, iba a compartirla.

Dale una oportunidad. Le dijo Meliodas. Aléjate de ella fue lo que le dijo Gustaf. No la lastimas le pidió Margaret. Pero no pudo cumplir con su promesa. La había herido, ella pensaba que solo la utilizó para satisfacerse y en cierta manera era así. Pero, había algo más que no lograba identificar. Esa necesidad de tenerla cerca le hacía difícil estar lejos de ella. Porque... ¡maldita sea! No había podido dormir desde que decidió alejarse de ella. Y no sabia si era por culpa o por que se acostumbro a ella.
Entro en su habitación. Y la vio dormir. Tomo su álbum para leer. Ella le había dicho semanas atrás qué había extrañado su comida. Pues el extrañaba sus extraños poemas.

La miró dormir un largó rato, Se fue de su habitación cuando las ganas de estar con ella, se hicieron casi insoportables. Esas ganas de besarla. Las ganas de poseerla. De hacerla suya.


(.........)

Su auto control no duro mucho. Dado que días después estaba en su habitación. Algo ebrio, lo cual no ayudo mucho a su auto control.

La escucho hablar por teléfono desde la ventana. -Vamos Jericho- Era aquel tipo que le dio el collar. Que molesto.

-En verdad no quiero salir. Estoy cansada

-Pero si son las 12:00 y mañana tienes día libre

-Si, pero ya estoy en pijama y solo quiero dormir.

-Tu te pierdes de mi compañía-Jericho rió. Y le deseo buenas noches

Y Ban se pregunto qué pijama traía. Se asomo por la ventana .
Y ella no estaba en pijama apenas iba a ponérsela
Abrió la ventana lentamente, ella estaba escuchando música. Y parecía no prestar atención a nada. Ban entro sigilosamente. Hasta posicionarse detrás de ella y abrazarlas por la cintura.
Jericho en un acto reflejo empujo a la persona y lo arrojo al suelo.
Se sorprendió al ver a Ban en el suelo. Pero aun así, no le ayudo a levantarse.
Ban se incorporó

-¿Te hice daño?

-No..

-Es una pena. - Dijo Jericho, porque ella deseaba hacerle daño de alguna manera. Ambos guardaron silencio. -Qué haces aquí

-Solo pasaba.

-Ah... - Incomoda, Jericho se removio en la cama.

-¿Necesitas algo?

-Sí- el tono en que Ban lo dijo Jericho lo conocía perfectamente. Y eso solo la puso nerviosa.
Ban se acerco a ella.

-Estas ebrio-. Jericho lo sabía con tan solo verlo, el brillo en sus ojos, lo había visto tantas veces. Y el olor lo hacía más evidente.

-No...- Le respondió Ban.

-Si lo estás- Jericho lo alejó de ella. -Duérmete... Lo necesitas más que yo.

-No.

-Estaré en la habitación de Zeal-. Jericho tomó su celular.

-No te vayas-. Le pido Ban.

-Por qué- Jericho le miro- Solo dame una razón para quedarme

-Té necesito...

-Estás ebrio

-Pero sé lo que digo.

-Si me necesitas, por qué me has ignorado durante semanas.

-Por idiota

-Eso no es novedad. - Jericho abrió la puerta

-No vas a quedarte.

-No...

-Por qué

-Si mañana que estés sobrio me dices lo mismo, consideraré quedarme

Este capítulo iba a publicarlo ayer pero me quede sin batería. De cualquier forma, espero les haya gustado.

Sugerencias, dudas, opiniones, comentarios, criticas, tomatazos, o cualquier cosa que quieran enviarme, todo es aceptado.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top