Capítulo 17

Estaba en su habitación, aunque hubiese preferido estar en el ático. Era la segunda cita que tenía con Estarossa, en lo que iba de ese año y había terminado discutiendo con el estúpido de su novio. Solo porque se había negado a faltar a clases. Ya no podía soportar mas de aquello. ¡No!. Cada que se veían tenían que discutir por cosas insignificantes. Y por más cansada que estuviera de esa situación, su conciencia le indicaba que era una estúpides terminar con ello. Que no iba a encontrar a alguien que se fijará en ella. Además de que el se disculpaba siempre. Y aun era atentó con ella. 

Jericho se levanto. No iba estar encerrada en su habitación cuando tenia un día libre y nada de tarea. 

Salio de la casa. Tenia una idea de adonde ir. 
Y para su suerte, Zeal estaría en casa de un amigo.

Y llego al lugar. Ahí estaban todos. En la taberna de Meliodas
 
-Creí que estarías con Estarossa- dijo Guila. Sorprendida de verla en el lugar.

-Decidí venir con ustedes.
El puede esperar. 

-Entonces... ¿hoy beberás?-. Le preguntó Meliodas

-Si, lo haré. 

-Cerveza de vania para la dama-. Le dijo Meliodas, muy contento de que estuviera ahí. Hacia tiempo que no la veían

No sabía cuanto había bebido, y ya comenzaba a sentirse mareada. 
-Deberías dejar de beber-. Le dijo Ban.

-¿Te molesta?-. Preguntó altanera

-No lo has hecho antes...

-¿Qué te hace pensar eso?

-Nunca lo habias hecho -. Le recordó.
 
-Eso no quiere decir que no lo haya hecho. 

-Vamos, deja de beber-. Ban intento quitarle la botella pero ella se aferro más a ella.

-No quiero-. Le dijo en tono infantil.

-Si lo quieres. Así que vasta-. Ban le quitó la botella y Jericho lo fulmino con la mirada.

-Ahora resulta que ni eso puedo hacer-. Se quejo

-De qué hablas-. Preguntó curioso.

-¡Pueden decirme de una ves para qué otra cosa tengo que pedir permiso!-.

-El alcohol te esta haciendo  daño-. Le dijo Ban. Muy curioso y confundido con las anteriores palabras de Jericho.

-¡No!. El alcohol aun no me hace daño-. Jericho volvió a mirarlo y le arrebató la botella - Hay otras cosas que lo están haciendo, y personas. Pero a nadie le importa. 

Ban le arrebato la botella, otra vez.

-¡De vuélveme eso!

-¡Es suficiente!

-¡Porqué!

-Porque sí

-Ahora vas a decirme que te importa lo que yo hago-. Ban miró a su alrededor, nadie estaba prestando atención.

-Si 

-¡Vete al diablo!-. Jericho ya estaba algo pérdida por el alcohol en su sistema. Y esa no era la única razón por la que le dijo esas palabras que hizo que sus amigos los miraran. Sino, porqué Jericho quería decirselas a alguien, pero ese alguien no estaba.

Ban la levantó de la silla y la llevo casi arrastras.
 
-Voy a llevarla a casa-. Les dijo a sus amigos.

-Adios. ¡Tendrá la casa sola!-. Les grito Guila. 

-¿Porque haces esto?-. Le preguntó Jericho mientras era jalada por la acera.

-Por qué te estas comportando como una adolescente-. Jericho hizo un puchero.

-No quiero que lo hagas 'hip'-. Ban la miró de reojo y comprobó que el alcohol ya estaba haciendo más efecto en ella.

-¿Qué haga que?

-Que te comportes 'hip' de esta manera 'hip'-.

-¿Por qué?-. Ban no entendía lo que Jericho estaba diciendo, comportandose de qué manera.

-Porque me confundes. Me haces sentir especial y odio sentirme de esa manera-. Apenas y distinguió lo que Jericho le dijo. Ya que habló muy bajo. 

-Y qué hago.

-Tu forma de mirar, tienes una maldita sonrisa que me encanta. Y que no te moleste dormir conmigo. Tu olor a menta y cigarrillos-. Ban se confundió ante las palabras de Jericho.

-Estas ebria. 

-Pero no soy estúpida-. Jericho se tropezó con una piedra y Ban la cargo como si de un costal se tratara.

Ban la bajo en porche en lo que la registraba para encontrar las llaves. 

Ella las tomo y se las dio- esto es lo que quieres ¿no?-. Balbuceo a causa de su estado alcohólico. 

Antes de que pudiera tomar las llaves ella lo halo. Y unió sus frentes. Con gran esfuerzo. 

-Suéltame Jericho-. Le ordenó Ban.

-¡Cállate! ¡No tienes porque arruinar también mis sueños! -La chica estaba ebria. Ya no había duda.

Jericho dio un pequeño rose a sus labios. Y luego se recargo en el pecho de Ban. 

-Que haces-. Ban estaba empezando a perder la paciencia con tanta incoherencia de parte de ¿su amiga? Ban no la había etiquetado antes, y no era el momento de hacerlo.

-Es tan patético de mi parte-. Susurró Jericho -Qué ni en un sueño tengo el valor de acercarme más. Soy tan patética. 

-No lo eres. - Ban la alejó delicadamente y levanto el mentón de Jericho.

-Porque crees que eres patética.

- Por que me gusta alguien que es un idiota y ni siquiera nota mi presencia. Porque se que solo soy una conocida para el. 'Hip'-. Y Jericho volvió con el hipo.

-Es un idiota si no se da cuenta. 

-Se que es un idiota. Pero soy mas idiota yo por haber creído que puedo gustarle. Por estar con alguien a quien a penas aprecio para mantenerme lejos de él. 'Hip' Porque no soy suficiente para ese idiota. ¡Y maldita sea!. ¡Se que eres un idiota!
Jericho se aparto abruptamente de el. Si seguía así de cerca sabía que no se contendría. Ban rió, porqué tenía que meterlo a él en el discurso del idiota que le gustaba. Meneo la cabeza divertido.
Ban aprovecho ese alejamiento y abrió la puerta. 
Arrastro a Jericho hasta su dormitorio y la dejo en su cama. 

Las palabras de aquella fotografía. Que había leído hacías casi. un mes vinieron a su mente 

Siempre he estado alrededor 
pero nunca te das cuenta 
porque no llamo mucha la atención 
soy un extraño en la multitud 

Intento encontrar una manera de decir esto 
he estado viviendo en un huracán 
He estado corriendo en una lluvia de historia 
he estado mintiendo 
todo lo que quería era matar el dolor 
He estado entregando mi vida por ti 
porque me río y lloro por ti 
todo lo que sea para ti 

Si no malrecordaba decía algo similar 

Entonces eso lo había escrito para aquel chico. 
Le dijo que el chico era un idiota. Y también lo había llamado idiota. Pero eso era algo normal. 
La miro dormir y le tapo adecuadamente. Y una mano tomo la suya. 

-No te vayas-. Murmuró

-Jericho...- Hablo irritado.

-Si solo es un sueño no hay problema. Porque nadie se enterara y tu tampoco.

Esa chica rara. Cada día era más rara. Se dijo Ban

Jericho le halo de la mano con más fuerza. Necesitaba sentirle cerca. Aunque fuera en sueños. 

-Vasta perico-. Ban intentó quitar su mano. Pero Jericho la aferró. 

-Creí que no te molestaba compartir... -Murmuró casi inentendible
 
-No ahora. Estaré en la sala-. Ban intento alejarse una vez más. 

-Solo un momento
 
-¡En verdad crees que estas soñando!

-Sólo será un momento-. Repitió.

Que perdía con ello. Si la chica quería a alguien a su lado, podría estarlo hasta que durmiera y podría irse. 

Y así lo hizo. Jericho no tardo en dormir y el se levanto. Pero no precisamente para irse. Había notado el álbum desde que llegaron. Y quería seguir leyendo 

Abrió el álbum y encontró una foto donde salían él y todos sus amigos, incluidos Griamor, Guill, Howzer y Helbram.

¿Cómo puedo decir esto?
Durante mucho tiempo, me has gustado 

Si te digo esto a hora ¿qué cambiaría?
Con tu corazón, nada cambiará 
Eres como un árbol con raíces demaciado profundas 
Como una flor que Dios ha hecho cuidadosamente 
No desaparezcas, no cambies 
Aunque me gustas, nadie lo sabe 
Incluso cuando veo a otros chicos , no hay nadie como tú 
Lo siento por no tener coraje 
Puedes reírte de mí todo lo que quieras 

Soy una perdedora que te quiere, una perdedora
Si, soy una miseria.
Para ti soy una molestia, una extraña
Pero en este mundo, solo te necesito a ti.
Solo soy tuya

Al final soy 
Una perdedora en frente de tu amor 
¿Cómo puedo decir esto? 
Todavía me gustas mucho 
¿Por qué no puedo decirle esto? 
Soy como un niño derrotado 
No salgas con nadie 
No hagas cosas que hagan que mi corazón se desmorone 
(Pero tampoco hagas cosas que me emocionen)

Mi vacío corazón, es como una porción vacío, pero mi cabeza está estallando 

¿Cuándo se volvió mi corazón así? 

Te vuelves en mis recuerdos, tengo fuerza solo mirándote 

El cielo está brillando, espero que mi corazón te alcance 

Incluso si no lo digo, sabes .
Siempre estás en mi corazón

Quiero caminar contigo 

Todo el mundo sabe, tengo algo que contarte 

Giró la fotografía
Era una foto donde salían ella, Helbram, Guila, Gowther y él. Y después siguió leyendo

Escucha mi corazón, me pongo tan nervioso en frente de ti 

Si. Te quiero 

Me gusta, me gustas.

Cierra los ojos, ¿qué debo hacer? 

*3

Vaya que a esa chica se le salía lo cursi. 
Aunque... Al parecer ya sabía quien le gustaba.
Gowther no era respetaba a Guila. Pero Helbram, Jericho era la típica chica enamorada de su mejor amigo.
¡Que tonta!

Jericho se despertó con la peor resaca de su vida. Y lo primero que hizo fue liberar sus jugos gástricos.
Bajo a la cocina y una tasa de café apareció frente a ella. 

-Gracias-.
 
-Nunca te había visto beber

-No creo volver a hacerlo-. Jericho dejó el café y llevo una mano a su cabeza. Se dejo caer en la silla y recargo su cabeza en la mesa. 

-¿Tienes sed?-. Preguntó Ban.

-Me duele la cabeza-. Jericho giró su cabeza y miró a Ban -¿Sabes si Zeal ya llegó?

-Sí. Pero su padre se lo llevó-. Jericho suspiró.   

-Qué hora es 

-Las 12-.

-Las 12-. Repitió en un murmuró
-Qué haces aquí. 

-Te traje-. Jericho levantó su cabeza de la mesa.

-¿Y Guila?

-Se quedó con Gowther
 
-¿Y pasaste toda la noche aquí?-. Jericho apretó con fuerza su cabeza. En verdad le dolía. 

-Si-. respondió a su pregunta 

-Respecto a lo de ayer...- Jericho empezó a masajear su cabeza. - Qué pasó 

-¿No recuerdas nada?

-No-.

-¿Nada de nada?

-Que hice-. Cuestiono preocupada. 

-Bebiste. No querías venir, me llamaste idiota. Y llamaste de la misma manera a tu novio-. Resumió

-¿Fue todo?-. Jericho volvió a tomar la tasa de café y lo miró.

-Si.

-Entonces lo soñé-. Jericho ahogo sus palabras en el café.

-¿qué soñaste?

-Nada-. Jericho bebió intentando disimular. 

-Cómo sea. Yo ya me voy 

-gracias por quedarte. 

-Cuando quieras 

Jericho fue a tomar una ducha y luego comió. 
No quería tomar el habito de beber cada que discutía con Estarosa. Era la primera vez, pero eso podía repetirse y no le agradaba en lo más mínimo.

Zeal y su padre llegaron. por la tarde, cuando Jericho se sentía considerablemente mejor.

-¡Jericho!-.  Zeal corrió a su encuentro. Y le dio un fuerte abrazo. 

-te extrañe-. Le dijo Jericho mientras correspondía al abrazo.

-Sólo me fui un día-. Le dijo Zeal acompañado de  una linda sonrisa.

-Se sintió como un mes-. Ambos se separaron y Jericho miró al sr Deal.

-Buena tarde señor-.

-Dime Dale. Señor me hace sentir viejo. A demás estamos viendo en la misma casa-. Jericho dibujo una ligera sonrisa en su rostro y asintió.

-Tiene razón señor... Dale 

-Hoy vas a jugar conmigo-. Le preguntó Zeal con su carita llena de esperanza.

-De pende. 

-¿De que?-. Preguntó muy emocionado. 

-Si estas dispuesto a perder. 

-¡No!. ¡Tu vas a perder! - Zeal corrió a la sala 

-Tiene un gran hijo señor Deal-. Mencionó Jericho con una sonrisa.

-Gracias. Pero eso es por Guila, no por mi-. Jericho sabía que eso era muy cierto. Pero también había una gran verdad en todo ello

-Pero usted crío a Guila. 

-Y a ti quién te crío-. Jericho lo miró con duda. ¿Seria eso un reclamo?

-Mi madre, mi hermano y mi padre Alex-.

-¿Tu padre Alex?-. Preguntó muy confundido.

-Alex era... No era mi padre biológico-. Explicó Jericho

-¿Y conociste al biológico?

-Se quien es...

-Vamos... - Zeal la tomo de la mano y le arrastro a la sala. 

Estuvieron hasta la hora de la cena. En que Jericho se ofreció a ayudar al sr Deal.  Guila llegó unos minutos antes. El padre de Guila cocino para ellos ese día, 

Jericho se sentó en su cama y comenzó a ojear el álbum. 
Lo primero que vio fue a su madre.
Le encantaba esa foto porque podía apreciar a su madre. Antes de que enfermara.

-¿Qué haces?-. Jericho se sobresaltó.

-Me sorprendiste. ¿Qué haces aquí?

-Vine por algo que he dejado. 

-Bien. 

-Qué ves. 

-Una foto-. Ban se acercó más y la miró detenidamente

-¿Es tu madre?

-Si. 

-¿De que murió?-. Jericho se sorprendió por la forma tan natural de preguntarle aquello.

-De cáncer

San Valentín. Nunca le había gustado esa fecha. Era la festividad del año mas comercial que conocía y eso que también estaba navidad.

Aun con sus negativas,  ahí estaba con un bonito vestido que Guila le había hecho ponerse , esperando a Estarossa. 

Había llegado puntual, le regalo rosas y chocolates. 
Pero Jericho no se sentía a gusto 
Terminaron en casa de Estarossa.
Había preparado una cena para Jericho. El lugar estaba muy lindo. Y adornado 

-Esto es.,. - demasiado pensó perturbada

-Encantador- le completó Estarossa. Al ver que se había quedado callada 

-Sí... Eso-. Dijo nerviosamente.  No sabía el porque de su incomodidad Pero estaba más que incomoda. 

Estarossa sirvió la cena. Pero Jericho solo jugaba con ella. Además de que no teñía apetito, había descubierto que cocinar no era para nada el fuerte de Estarossa. 

-¿No té gusto?-. Jericho levantó la vista y dejo de jugar con la comida.

-No tengo apetito.

-Entonces podemos tomar el postre-. Jericho sintió escalofríos con lo que había dicho Estarossa.

-¿Y qué hay de postré?

-Muse de calabaza. - Jericho hizo una mueca, que fue evidente.

-Me vas a decir que no te gusta la calabaza.

-Soy alérgica-. Aclaro al ver la molestia de Estarossa. Pero solo incremento

-¿Y cómo se supone que lo supiera?'.

-¡No te estoy reclamando nada!-. Estarossa le miró. Era una mirada fría, como si estuviese viendo a Zeldris o a él capitán Meliodas muy enojado. Y eso solo   le dio escalofrío a Jericho. 

-Bueno cariño. Puedes decir me a que otra cosa eres alérgica. 

-Si vas a portarte así. Es mejor que me valla-. Jericho se puso de pie,  dispuesta a irse.

-¿Y a dónde vas?-. Preguntó de manera hosca.

-No te importa-. Jericho lo enfrentó con la mirada.  

-¿Y de casualidad?.. -
¿No te vas a encontrar con aquel sujeto?

-¿Cuál sujeto?

- Ban

-¿¡Vamos a discutir eso nuevamente!?-. La mayoría de sus discusiones siempre eran por eso. Y ella simplemente no entendía por qué tenía que aparecer en sus discusiones. Si llegaba tarde, le recriminaba que había estado con Ban. Si le decía que estaba ocupada, decía que estaba con Ban. Para el siempre era Ban.

-Crees qué no se que es su cumpleaños-. Jericho lo fulmino.
 
-Sí.  yo también lo se. 

-Entonces no es por eso que no querías verme hoy-. Le recriminó.

-¡Té lo dije hace una semana! ¡No me gusta San Valentín!

-¡ESTOY  CANSADO DE ESTA SITUACIÓN!-. Le gritó Estarossa.
 
-¡AL IGUAL QUE  YO!-. Grito igualmente. - ¡Y ya has llegado a mi límite!

-¿Y eso qué significa?-. Cuestiono sin dejar de gritar.

-¡Que ya no voy a soportarlo más y esto es todo!

-¿Estas terminando conmigo?

-¡Si! - Estarossa dejó salir una risa sarcastica que asusto a Jericho. 
Estarossa dio un pasó a ella y ella retrocedio. No le gustaba la forma en que él se movía. 
La tomo del brazo con brusquedad  -Tu no vas a terminar conmigo, cariño- Puso énfasis en cada silaba de la última palabra y Jericho se alertó.

-Ya lo hice-. Jericho no iba a demostrar que la había intimidado un poco. Eso jamás.  Había tenido algunas riñas con tipos que daban más miedo que Estarossa. Así que no se intimidaría tan fácil.

-Esto se acaba cuando yo lo diga-. Estarossa incremento la fuerza con la que la agarraba haciéndole daño en el brazo.

-¡Eso no pasara!-. Jericho intento safar su brazo pero el la acercó bruscamente y la beso con fuerza. Lastimandole el labio inferior. 
Jericho lo empujó y en el proceso algunos objetos se cayeron provocando un gran ruido.

-Tienes fuerza. No lo sabía.

-No es la única cosa que no sabes de mi. 

Estarossa la arrojo al sillón dónde estaba sentada anteriormente.  Jericho dio una patada directo al estomago. La cual no causo mucho daño, ya que Estarossa logró coger su pie. 

-No tenemos que pelear-. Dijo Estarossa en tono conciliador. Y soltó su pie.

-Entonces déjame ir-.

-Tu no lo entiendes-. Jericho le miro esperando que continuara hablando o le permitiera irse.  ¿Por qué crees que estoy con alguien cómo tu?-. Jericho se sobresaltó. No esperaba una pregunta cómo esa. Aunque ella se había hecho esa pregunta tantas veces.
 
-¿Qué?-. Cuestiono confundida. 
 
-¿En verdad crees que alguien quiere estar contigo?-. Preguntó burlón. - Tu no eres nada-. Jericho se levanto y camino a la puerta. había escuchado esas palabras tantas veces que no le afectaban como lo esperaban. Pero aún así, no iba a dejar que nadie le dijera eso.

-¡A dónde vas!-.  La tomo del brazo y volvió a arrojarle, aunque no precisamente al sillón cayó al suelo y sé golpeó la frente.
 
Jericho se levanto se sentía mareada. Pero eso no la detendría y le dio un puñetazo a Estarossa. Ella esperaba irse sin tener que golpearlo.

Cuándo este se recupero iba a regresarle el golpe, pero alguien lo detuvo. 

-Hermano-. Hablo una fría voz. -Recuerda que no puedes golpear a una chica. Eso es de cobardes.
 
Jericho camino a la salida. 
Pero la detuvieron del brazo. 
-No puedes irte.- le dijo Meracylla

-Tenemos reglas-. Le dijo Monspiet.

- Un hombre no puede pelear con una mujer, pero una de nosotras lo hará-. Le dijo Meracylla con aquella dulce y perturbadora voz.

-¿Qué?

-Como oyes princesa. Y yo lo haré. - Le dijo Derierre mientras se quitaba su chaqueta. 

Salieron al jardín. Mientras ella era halada por Estarossa. 

-No había presenciado una pelea en esta semana-. Comento con naturalidad Monspiet.

-Es el mejor San Valentín que he tenido-. Chilló Derierre.

-Haremos esto...-. Hablo Fraudin -La primera que derribe y está no se mueva en 10 segundos gana. 

-Yo no quiero pelear-. Dijo Jericho. Aunque se tratara de Deriere no quería hacerlo. 

-Tiene miedo-. Dijo Deriere en un intento de provocarlo. 

-No lo tengo, pero me parece estúpido 

-Lo harás si quieres irte de aquí-.
Derierre dio el primer golpe. Que Jericho logró esquivar dando un ligero brinco atrás. 

Jericho solo esquivaba los golpes, pero no podía seguir así. 

-Que haces estúpida, pelea-. Jericho no respondió.
El hecho de esquivar los golpes tenía dos ventajas 
La primera se protegía y la segunda la cansaba. 

Y ahí estaba un movimiento torpe y lento. Después de varios lentos. 

Jericho le  dio una patada en el estomago. 
Pero Derierre la golpeó al mismo tiempo en la cara, lastimando más su labio. Golpes iban y venían. Pero Jericho no estaba en gran condición y tenía una clara desventaja con el vestido que usaba.  Solo le quedaba una opción, así que, rompió el vestido a la altura del muslo. 

Un golpe en su estomago. Otro en la quijada. Pero eso no se quedaría así. No había peleado en mas de dos años y hace tiempo había dejado su entrenamiento y cualquier de porte y ejercicio. Pero eso no era excusa para no partirle la cara a Derierre.
 
Y esa fue su motivación. Detestaba a Derierre tanto. 
Una patada en el estomago y un golpe justo al nervio en la pierna derecha. Sus clases de medicina tenían que servir más allá de sus exámenes. Y aplicaciones médicas. 
Derierre se quejo -¡Detén esto!-.pidió Jericho. -¿O quieres una fractura? - Pero Derierre la miró con odio. Aquel que había acumulado desde que la conocio.

-¡Eres estúpida!

-En verdad Derierre. No quiero hacerte daño-. Jericho no quería herirlo demasiado, pero ella no se detenía.  Deriere  le dio un puñetazo en el rostro 

Lo lamento-. Le dijo con verdadera pena.   Jericho golpeo con fuerza su pierna derecha, la cual había notado estaba en mala posición. Y Derierre cayó al piso. Un fuerte gritó se escucho. 

-¡Maldita!- le gritó Derierre. Monspiet se acerco a ella. 

-Qué le hiciste. 

-Lastime su músculo, el nervio y probablemente tenga fractura. 

Jericho tomo su saco y se fue.
Camino hasta estar lejos y luego corrió hasta que alguien la sostuvo de un brazo. Se halo bruscamente, no quería un nuevo enfrentamiento.  Además de que no quería que alguien la viera llorar, pues las lágrimas y sollozos salían sin poder evitarlo.  Se sentía humillada. 

-Tranquila-. Le dijo la persona que la detuvo. -Qué te paso. 

-Ban. ...-. Intento alejarse pero Ban la tomo delicadamente del brazo e intento ver su rostro, Jericho se removía y finalmente logro mantenerla quieta. 

-Que te ha pasado-. Se separo de él, le dio la espalda y se limpio las lagrimas con brusquedad.

-Jericho-. Le llamo.

-¡Estoy bien! No paso nada. 
Debo irme-. Jericho empezó a caminar pero Ban la detuvo nuevamente.  Y Jericho maldijo su suerte, porqué tenía que encontrarlo a él. Porqué tenía que verla cundo más patética se veía.
 
-¿A donde vas?-. Ban volvió a jalar la y ella se alejo bruscamente. 

-¡Déjame en paz!

Ban la halo hasta un lugar con más luz. Y la miró detenidamente.
-Qué te paso-. Volvió a preguntar

-Nada-. Respondió tajante. 

-¿Estarossa te golpeo ?-Jericho no contesto como tal no la había golpeado.  -¡Respondeme!
 
-Pelee con Derierre-. Contestó finalmente.
 
-¿De verdad? 

-Sí-. Jericho pudo decirle lo que en verdad pasó. Pero ya se sentía bastante patética.  Para agregar que su, ahora ex novio, la había agredido y hubiera sido peor si no fuera porque los amigos de él imbécil aquel habían llegado. 

-Te acompañó a casa-. 
Ban la llevo a casa como dijo y se tomo la molestia de ayudarle a curar sus heridas. que no eran graves.

-¿Te golpeo en la cabeza?

-Me empujaron y caí-. Explicó breve mente. Y a decir verdad, ese golpe era el que mas le molestaba.

-Quítate el vestido-. Le ordenó Ban. 

-Puedo hacerlo yo sola.

-Te lo quitas o te lo quitó-. La amenazó. 
-Voy por el botiquín y espero que ya te hayas quitado eso. 

Jericho obedecido cuando el salio. 
Y lo vio. Vio todo lo que le había hecho Deriere.
Traía varios rasguño en los brazos. Raspadura en las rodillas y varios moretones en costillas, cuello. Y una gran marca roja 5cm arriba del ombligo. 
-Te dio una buena paliza-. Comento Ban despreocupada mente. 

-Lo sé 

-Por qué pelearon. 

-Prefiero no hable de ello

-Como quieras. 
Ban limpio los golpes y heridas y aplico una crema en los golpes. 

-¿Estarás bien?-.

-Si. Solo quiero descansar. 
Ban salio de su habitación
Cuando Jericho se aseguro de que Ban se fuera no pudo contener más el llanto. 
Por suerte para ella no había nadie en casa. 
Tenia que sacarlo de uno u otro modo su frustración. Y aquella humillación que había sentido aquella noche. El miedo que la invadió al pensar en lo que hubiera sucedido si no hubieran intervenido. Porqué Estarossa le habia dado a entender, que solo estaba con ella porqué quería acostarse con ella.

Pues aquí les dejo el capitulo. Sinceramente quería esperar más tiempo para terminar con la relación de Estarossa y Jericho. Pero ya lo hice.

Disculpen la demora y espero que hayan  disfrutado el capitulo y les haya gustado

Sugerencias, dudas, opiniones, comentarios, criticas, tomatazos, o cualquier cosa que quieran enviarme, todo es aceptado.

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