Capítulo 14
Para fortuna de Jericho no estaba su hermano, así que subió a su ático. Lo cerro, quito la sábana que cubría su cama, salio mucho polvo, pero era la menor de sus preocupaciones. Tomó a Alexander y lo abrazo. ¿Qué se supone que debía hacer en una situación así?
Al final no había hablado con Estarossa ni ido a la universidad.
Al parecer tampoco al trabajo porque su reloj marcaba las 5:40 ¿Cómo había pasado el tiempo tan rápido?
En ese momento, más que nunca necesitaba una madre, o a su padre. Necesitaba un consejo y consuelo, Necesitaba alguien con quien hablar, y que no fueran sus amigas.
Cómo iba a consolarse a ella misma.
Estuvo hasta la mañana siguiente encerrada en el ático. Incluso había escuchado a su hermano llegar a casa.
Había estado un año fuera de casa. Y eso resonó en su cabeza. Para ser sincera extrañaba las discusiones diarias con su hermano
Pero había estado más cerca de Ban. Y el disminuyó esa nostalgia. Porque discutía con él, con menos insultos, pero discutían.
Bufo molesta. Porque el tipo por el que se encontraba en ese lugar, el que le causó tal dilema mental. Porqué volvía a su mente.
Estaba muy molesta con ella misma. Pero aun más importante, tenía hambre. No había comido en casi un día y había dormido la mayor parte.
Le dolía el cuerpo y necesitaba un baño.
Bajo del ático y se encontró de frente con Gustaf.
-Jericho... Estas aquí
-Creó
-Miroku me estuvo llamando preguntando por ti. Al igual qué Guila
-Estaba ocupada-. Al menos no le había mentido.
-¿Encerrada en el ático abrazada a Alexander?- Preguntó burlón.
-¿Eso importa?
- Te vez horrible, ve a darte un baño-. Su hermano hizo una mueca de asco. A Jericho se hubiera enfadado y echado bronca a su hermano, pero no estaba de humor, en lugar de eso pasó a su lado sin decir más.
Así eran las conversaciones con su hermano desde que volvieron a lionés.
Cuando su madre vivía. Lo poco que recordaba era jugar con su hermanó, algunas veces peleando, usualmente por Alexander. Cuando su madre murió discutían más de lo que hablaban, cuando su progenitor los abandono apenas y discutían. Y cuando fueron con su tío. Fue como estar con su madre otra vez. Alguien que estuviera con ellos, les ayudara a hablar.
Y luego volvieron a lionés. La situación no era como antes o estaban bien o discutían. Se preocupaban el uno por el otro sin decirse nada. Solo dándose ordenes. Con insultos o palabras sarcástico de promedio.
Se dio un largo baño. Por suerte tenia ropa en la casa. Aunque era de sus días de vestirse como varón. Playeras negras y pescadores era lo que quedaba. Y lo que quería en esos momentos. Esas ropas grandes la hacían sentirse segura. Aunque ya no era tan grandes. Había crecido en un año. Estatura y otras partes.
Bajo a la cocina y un rico aroma la sorprendió. Cuando vivía ahí ella cocinaba, pero debía admitir que su hermano cocinaba mucho mejor. A él no se le quemaba.
Filete,papas ensalada, pastel de zarzamora con queso cubierto con chocolate. Y una barra de chocolate.
Era su comida preferida. Y sus postres preferidos.
-¿Qué tramas?-. Preguntó Jericho con desconfianza.
-No veniste en tu cumpleaños-.
Ni en su cumpleaños, ni otro día.
-Dime qué no lo compraste ese día-. Dijo graciosa.
-Es reciente. No hubiera durado tanto tiempo-. El estomago de Jericho hizo ruidosos. Como llevaba haciéndolo desde hacía horas.
-Gracias-. Le dijo a su hermano y empezó a comer.
-Cuando termines limpias-. Le ordenó su hermano y salió de la cocina.
Jericho sonrió, eso era lo mas amable que su hermano podía ser.
Limpio la casa antes de irse. Había salido con su ropa de varón, cuál era el problema. No estaba de ánimos para arreglarse.
Llego a casa de Guila. Y para su enorme sorpresa estaban todos ahí.
Elizabeth y Zeal corrieron a abrazarle.
-Estábamos preocupados por ti. - Le Dijo Elí a punto de llorar, y bueno, Zeal lloraba.
-Deténgan sus sollozos en este instante-. Les ordenó
Zeal asintió y se limpio las lagrimas.
-¿En donde habías estado?-. Le preguntó Guila.
-Fui a la casa.
-Gustaf dijo que no te había visto-. Dijo Guila muy indignada
-Sí. El no sabia que estaba ahí.
-Esta bien. Ya todos lo vimos - Interrumpió Ban. -Dejemos este asunto
-Qué hacen todos aquí- Preguntó ignorando a Ban. Era de quien menos quería saber en ese momento.
-Fuimos a la cafetería y no estabas. Y Miroku estuvo tratando de localizarte.
Y no llegaste a la casa. Por eso estabamos tan preocupados.
Así que te hemos estado buscando-. Explicó rápidamente Elizabeth.
-Perdón por preocuparlos.
Todos se fueron. Y Zeal no se Despego ni un instante de ella.
Ahora sólo tenía un problema arreglar las cosas con Estarosa
El fue a buscarla al día siguiente a la cafetería. Habían hablado en la parte trasera del café. Cada que se trataba de Estarosa Miroku se comportaba muy dócil.
Estaban frente a frente, sin decir una palabra. Ninguno sabia como continuar, pero un impulso le salvo. Se refugio en su pecho. Porque lo que más le gustaba de Estarosa era poder estar en esa posición. Abrasados. Porque podía sentir su calidez, escuchar sus latidos. Y sentirse querida, había descubierto eso una noche, cuando tropezó en la calle y el la sujeto. Terminaron en la posición que se encontraban en ese instante, para ellos fue una gran reconciliación. Su primer pelea y no llevaban mucho tiempo.
Aunque claro para los ojos espectadores de la escena no era nada agradable. Y ellos se rendirian. O al menos uno de ellos. Había hecho lo que estaba en sus manos. Pero no más, Jericho había tomado su decisión. No estaban deacuerdo con ella. Pero al menos podía estar ahí cuando ella lo necesitara y los iba a necesitar. Meliodas sabía que su amigo, no se rendiria tan fácil.
-Vámonos-. Le dijo Meliodas.
-¿Y qué hacen aquí?-. Ambos chicos giraron, Meliodas sonrió y miró a las chicas. No esperaban encontrarse a nadie mientras vigilaban a Jericho. Diane los miraba esperando una respuesta.
-Que les importa-. Respondió Ban
-¿¡Estaban espiando a Jericho!?-. Les dijo Guila
-Buscábamos un lugar para fumar. Pero esta ocupado-. Respondió Meliodas
-Bueno. Nosotras si vamos a espiarlos-. Dijo Diane
-Shh-. La silencio Guila colocando sus dedos en sus labios en la señal universal de silencio.
-También tu merlín-. Meliodas acababa de notar que Merlín estaba detrás de las chicas.
-Me arrastraron a esto.
-Nadie te arrastra a nada-. Le corrigió Ban.
-Vayan a buscar un lugar donde fumar- Les dijo Diane un tanto molesta
-Ya está - Dijo Guila.
-Ya esta qué-. Preguntó Meliodas
-No seas chismoso capitán-. Le regaño King.
-¿¡También estas aquí King!?
-Lo que pasa es que King le da un reporte completo a Helbram. De lo que hacen Guila y Jericho.
-¿Eso haces?-. Preguntó Guila molesta y sorprendida.
-Para nada. No, bueno... Solo cuando el pregunta-. King se sintió incomoda al tener la vista de todos puesta en el.
-Que es cada que llama
-¡Diane!-. Chillo King al verse evidenciado.
-Volvamos antes de que note nuestra presencia-. Urgió Guila
Jericho volvió a la cafeteria. Se sentía muy aliviada de haber solucionado su problema con Estarosa. Ahora tenia otro asunto, las clases que se salto aquél día.
Estaba segura que podía preguntarle a algún compañero. Aunque no le hablara a nadie.
(.... )
Salir con sus amigas era divertido, después de tanto tiempo. Había tardado en convencer a Estarossa, pues era su día libre y quería estar con ella. Pero ella quería estar con sus amigas. Aunque al final, terminaron yendo los chicos también. Y como hacía tiempo que no pasaba, había estado cerca de Ban. Para Jericho estaba siendo un gran día, habían ido todos al parque y en la noche, después de dejar a Zeal con la niñera habían ido aun club. Estaba todo bien hasta que Jericho vio entrar a alguien, había estado recargada en la barra y al segundo siguiente se escondía tras una planta y trataba de ir al baño, cuando choco con alguien
-¿Qué estás haciendo Jericho? -. Pregunto alguien.
Jericho lo miro y suspiro. -Escanor...
Jericho jaló a Escanor y lo puso frente a ella. Escanor se extrañó, no por la fuerza con la que su amiga le jalo. El era conocedor de su extraordinaria fuerza. Pero no sabia porque estaba haciendo eso. Para que terminarán tan cerca, el cubriéndolo a ella.
-¿Jericho que estas haciendo?-. Volvió a preguntar.
-Mira a tus 7 en punto. Escanor miró discretamente y lo vio.
-OH vaya, no sabia que el hermano de tu novio había vuelto.
-¡El que de mi qué!
-Vamos Jericho, todos conocemos a los mandamientos. Zeldris es uno de los principales.
Jericho lo miro confundida, se habían encontrado varias veces cuando había partidos de algún deporte. Pero nunca les había prestado atención. Cuando iba a un partido siempre se concentraba en Ban o en algún otra cosa. Pero en ese momento era lo de menos.
-Pero no creo que la presencia de tu cuñado sea lo que te tiene así.
-Acaso no lo reconoces...
-Ya te dije que sí.
-Me refiero a que el solía ir a donde tu sabes. Y que pasa si me reconoce y le dice a todos.
-¿En verdad no le has dicho a nadie?
-Ni siquiera mi hermano sabe.
-Eras una niña muy traviesa.
-Escanor, no eres de ayuda-. Chilló Jericho irritada
-Lo siento. Pero que quieres que te diga. Además, ya pasó más de dos años. Es probable que no te reconozca.
-¿Tu crees?
-No,
-¡Escanor!-. Escanor empezó a reír. Tomó su barbilla e hizo que le mirara
-No tienes por qué avergonzarte
-Aun así, prefiero mantenerlo en secreto.
-Qué está pasando aquí -. Jericho se estremeció al escuchar la voz de Merlín giro a verla y su mirada molesta le dio escalofríos. Estaba segura que la posición en la que estaban debería ser muy comprometedora.
-No es lo que crees-. Se apresuró a resolver Jericho.
-Lo que creo yo a lo que tu crees que creo, puede ser muy diferente. ¿Sabes? así que prefiero que mejor me expliquen lo que está pasando.
-A Jericho se le metió algo al ojo-. Dijo escanor, Jericho sólo asintió concordando con él.
-Muy bien, porque no volvemos a la mesa con los demás.
Merlín jaló a escanor del brazo y se lo llevo, mientras jericho miraba el lugar discretamente, en busca de"Su cuñado" que pesadilla era esa situación
Jericho ya no se sentía tan cómoda en ese lugar. Quería irse, pues sabia que el le estaba mirando. Lo llevaba haciendo algunas veces, pero le veía muy discretamente cada cierto tiempo.
Y la presencia de Ban no estaba ayudando, pues sus nervios habían incrementado, ya no sólo le procuraba que aquel sujeto dijera uno de sus secretos, también le preocupaba que le dijera a Estarossa que había estado con Ban, y entonces, abría una nueva discusión.
(....)
Estaban a una semana de noviembre y su traje estaba casi listo
Los accesorios también.
Por suerte no había tenido ninguna discusión con Estarosa. Y tampoco había visto a Ban, desde ese día en el club. No había vuelto a su habitación. No se había burlado de ella.
Agitó su cabeza. Intentado sacar ese pensamiento. Tenia examen la semana próxima.
Pero al parecer su cerebro no tenia el plan dé dejarla estudiar. Y pensó en Estarosa.
¿¡Porqué tenía que decirle sus planes!? ¡Llevarla a conocer a sus amigos! ¡Dios!. Ahí estaba su hermano menor.
Estaba nerviosa. ¿No podía esperar otro momento? ¿Por que en Halloween? Y con su disfraz.
Suspiro pesadamente y arrojo su libro.
Sus amigas le habían dicho que su relación seria totalmente formal cuando eso ocurriera, pero ella no quería. El aun no conocía a su hermano. Es más. El ni siquiera sabia que tenía un hermano. Los nervios iban a matarla.
(.....)
Simón llego a la cafeteria sin avisar. Como lo hizo la vez pasada, al menos no la tocó esa vez. Solo se lo dijo. El que estaba bien dotada.
Era tan estúpido.
-¿Y dónde esta la jirafa?-. Fue lo primero qué preguntó después de hacer alusión a sus aatributos.
-¿Cuál?
-tu amigo. El peliblanco-. Simón llevó una mano a su cabello - altote-. levanto una de sus manos sobre su cabeza, tratando de darle una mejor explicación a Jericho
-¿Mi amigo?-. Jericho no estaba comprendiendo lo que Simon le preguntaba, pues no estaba muy concentrada.
-Vaya Jericho, ya no es tu amigo-. Simon lo dijo de manera insinuante. Y su cabeza hizo clic. Hablaba de Ban, ella no tenía otro conocido altote y peliblanco.
-No estoy muy segura-. Respondió. .
-¿Es tú novio?-. Simon levanto las cejas de forma graciosa.
-¡Deja de decir estupideces!
-Jericho no puedes pedirle al estúpido de mi hermano que deje de decir estupideces
-Tienes razón-. Concordo Jericho.
-Jericho si esta saliendo con alguien, pero no es la avestruz.
-¿Lo conozco?-. preguntó Simón con mucho interés. Siempre había querido que su prima saliera con un tipo que aguantará las bromas y sobretodo a su madre.
-Alguna vez lo viste. Es Estarosa.
-No me suena.
-Uno de los mandamientos
-Ya no digas más - Corto a Miroku y Miro a Jericho. -¡Como has podido!, ¡con un mandamiento!
Hay miles de personas en este lugar. ¡Y tenías que terminar con un mandamiento!
-¡No hables de él como si lo conocieras!-. Le cortó Jericho muy enfadada
-No estoy hablando de él, estoy hablando en general.
-Y dime. Que dijo Gustaf de todo esto-. La reto. Jericho lo miro desafiante.
-Ya entiendo. No lo sabe.
-Nos vemos luego. . dijo antes de salir-. Sin esperar a que jericho le dijera algo.
-Es increíble. Lo veo una vez al año y me hace estas radietas. No puede opinar en mi vida si no esta en ella.
-Volvamos al trabajo y olvidemos sus estupideces.
Jericho suspiro. No podían estar enojados. No en esas fechas. Pero ese no era el problema , el tenia razón, su hermano no lo sabía.
Y eso la hacia sentirse mal era su hermano y le estaba mintiendo. Ocultando algo, no era la primera vez, pero eso era diferente.
Estarosa apareció por la tarde en la cafeteria. Pero ella no presto atención, estaba más ocupada pensando en Simón.
-¿Te sientes mal?-. Preguntó Estarossa con evidente preocupación
-No
-¿Estas cansada?
-No
-¿Entonces?
-No es nada.
-Es algo si te afecta-. Estarossa levantó su barbilla lentamente y la miró a los ojos
-Discutí con un amigo-. Dijo finalmente
-¿Amigo?-. El tono en que hizo la pregunta era desconfiado, cosa que no le gusto a Jericho. Aun así decidió jugar
-¿Detecto celos?-. Preguntó burlona. Era lindo saber que podía provocarselos, aunque también un poco molesto.
-No-. Jericho sonrió. Y el quitó su mano del mentón de Jericho.
-Si te hace bajarle a tus celos, es el hermano de Miroku
-¿Hablas de Simón?-. Preguntó tranquilo.
-Si
-No sabia que volvió.
-Llego hoy
-Y por qué discutieron.
-No importa-. Jericho deshizo su sonrisa y dejo de mirarlo.
La tomo de la barbilla e hizo que la mirara a los ojos otra vez -¿Fue por nosotros?
Jericho solo asintió
-Se que no le agrado mucho. Y también se que mis amigos y yo, no tenemos buena reputación con los tuyos.
-Esperaba que el me apoyara - y dijera que estaba haciendo lo correcto. Pensó, y eso solo logro estremecerla
-¿Es importante su aprobación?-. Para Jericho lo era. Tener su apoyo. Jericho quitó la mano de Estarossa delicadamente
-Lo resolveré-. Aseguró
Era cierto. Podía resolver ese asunto.
Estarosa la acompañó a casa y ella se apresuró a dar los últimos detalles a su traje.
Al día siguiente. Saliendo de la universidad llevo a Zeal con un amigó y fue a a buscar a Simon.
Isabel le dejo pasar hasta la habitación de este. Simon estaba sentado en su cama, recargado en la pared.
Se sentó frente a él
-Qué haces aquí-. Le preguntó de forma brusca.
-Estas molesto conmigo-. Preguntó Jericho. Y lo miró a los ojos.
-No lo sé
-En poco tiempo sera Halloween-. Le recordó Jericho.
-Eso solo significa que debo tomarme una foto contigo y que no mereces regalo-. Jericho suspiró, su primo era más difícil cada año.
-No importa el regalo. Quiero estar bien contigo
-Es lo que quieres - Jericho se mordió el labio. Sabía que no se refería a su petición de estar bien.
-Creo-. Respondió en un murmuró.
-¿Crees?-. Recalcó Simon y suspiro, su prima era una tonta. -Lo se tan bien como tu, Helbram y Guila. Se quien era el chico que te gusta
-Pero el es lindo conmigo-. Añadió rápidamente
-Y el chico que te gustaba-. Simón suspiró. Sentía que todos la habían orillado a ello. Hasta Helbram solía tratarla de forma ruda. Nunca convivió con un chico que fuera muy afectuoso con ella.
-No me ha hablado en días-. Murmuró
-¿Estará celoso?-. Preguntó
-Tan celoso como una roca-. ambos rieron.
-Creo que puedo darte un regalo-. Simon halo su mochila y de él saco una cajita que le tendió
Jericho se apresuró a abrirla y abrió los ojos sorprendida.
-Es la estrella de galadriel-.
-Complementara tu vestuario.
-Sabes que te adoro-. Le dijo con una sonrisa.
-Obvio. Soy Super cool
Jericho rio con ganas. Adoraba esa época del año cuando Simon volvía. Claro que era la única vez al año en que lo veía. Algunas veces lo veía en el cumpleañosde su tía, pero no era siempre.
Miren chicos, les traigo nuevo capítulo, por una sencilla razón. Estaba vagando por wattpad y vi esto
Y a pesar de que sólo duró minutos yo estaba y estoy muy feliz. Jamás creí siquiera que podía alcanzar la historia de "nuevo amor para el inmortal" de entre las historias de Jeriban esa es de las más leídas. Me puso muy feliz. Y decidí subir el capitulo en agradecimiento, pues sin todos ustedes que leen está historia. La verdad es que no sería nada. Así que muchas gracias y espero que les haya gustado.
Sugerencias, dudas, opiniones, comentarios, criticas, tomatazos, o cualquier cosa que quieran enviarme, todo es aceptado.
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