Capítulo 12: Es hora de actuar

Siento algo de vergüenza, pensar que voy a dormir con Airón es extraño. Bueno, no es porque sea él, si tengo que compartir cama con cualquiera sería lo mismo.

—S-solo pensé que cada uno tendría su cuarto —respondí a su pregunta.

—Aún si hubiese otras habitaciones, lo mejor es no separarse... ¿no es obvio? —dijo a secas, sin darle importancia a la situación.

—Ah, sí... supongo que sí —No quiero seguir mirándolo y que me vea avergonzada. Me di la vuelta y empecé a buscar alrededor si es que hay leña para el baño.

Él por su parte, empezó a acomodar las cosas de su mochila en una de las mesadas. Creo que lo primero que hizo fue sacar su toalla, no vi bien. Apenas encontré lo que estuve buscando, me metí rápido al baño.

Antes de hacer el fuego, me di cuenta que no traje mis cosas para cambiarme o secarme, por lo que tuve que salir una vez más. Abrí la puerta y pase casi sin mirar hacía donde está Airón, pero por el rabillo de mi ojo pude ver que se ha quitado la remera.

Nerviosa, agarre toda mi mochila y la lleve al baño. Ahí adentro separe lo que voy a usar y abrí un poco la puerta, lo suficiente para que pueda sacar mis cosas y dejarla afuera, a un lado.

Abrí el agua para llenar la tina y prendí el fuego para que vaya calentando el agua.

Se supone que debo estar relajándome en este momento, pero estoy muy tensa. De solo pensar que Airón está del otro lado... es...

Antes de seguir imaginando estupideces, me di un par de golpes en la cara para concentrarme. Él vino aquí porque no hay más lugar, está lloviendo y lo mejor en estos casos es no separarse. Es una cuestión práctica y técnica, nada más.

Me repetí un par de veces esto, para... creerlo realmente. Además, Airón no tomaría esta medida si no fuese necesaria. Creo que sería el primero en irse a otro lugar.

Verlo de esa forma me relajo mucho más. Es Airón de quien hablo, él actúa así. No tiene segundas intenciones o... nada raro..., supongo.

Me metí al agua cuando vi que está tibia, basta de distracciones, es hora de relajarse.

Aunque... no puedo estar mucho tiempo, él también estuvo bajo la lluvia y el frío. No es justo que solo yo disfrute de este baño caliente. «¡Obviamente no lo voy a invitar a bañarse conmigo!», por reflejo me metí bajo el agua, tratando de quitar esa imagen de mi cabeza.

No hacía falta la aclaración, pero por alguna razón sentí que tuve que decírmela.

Cuando termine de bañarme, aguante unos segundos de pie frente a la puerta, tratando de calmarme. Estoy nerviosa, se me hace raro salir del baño y ver a Airón... y mucho más sí el está acostado, sería... como si me estuviera esperando. Algo así como una luna de miel o esos viajes en pareja... No sé por qué tengo esa impresión, que tonta.

Respire hondo para prepararme, tengo que dejar de pensar ese tipo de cosas. La mejor forma, es terminar con esta situación de una vez por todas. Abrí la puerta y salí, actuando de manera normal.

Airón está sentado en el sillón, parece que si me está esperando... Pero no voy a dejar que me vea nerviosa, ni importancia le di. Tomé mi mochila y la subí a la cama para empezar a preparar todo para acostarme.

—T-te deje el agua lista por si te quieres bañar. —Me costó un poco decirlo, pero creo que salió bien.

—Eso estaba por preguntarte, gracias —dijo agarrando su toalla y un cambio de ropa para entrar al baño.

—No hagas nada raro que estoy escuchando, ¿eh?

—N-no d-digas estupideces... ¿Qué crees que podría hacer?

Me sorprendí por el tono en que respondió, parece nervioso. Me di vuelta para verlo, pero el paso directo al baño. Creo que no vi bien, tengo la impresión de que su cara estaba de color rojo.

Ahora que estoy sola en el cuarto, me tiré sobre la cama y enterré mi cara en la almohada. Molestarlo fue mucho más difícil de lo que pensé, aún siento mi corazón latir con fuerza.

Por suerte, la cama es muy cómoda y las sabanas son bastante gruesas, voy a estar calentita. Al instante, me enrolle para disfrutar más de la sensación de "recién bañada".

Me molesta saber que mañana mi pelo va a estar algo "rebelde". Dormir sin tomarse todo el tiempo para secarlo suele traer sus problemas. Pero no importa, tengo que aprovechar para descansar. Vengo durmiendo poco y seguro saldremos temprano a "patrullar", por el pueblo.

Es hora de desconectar el cerebro y no pensar en nada.

Aunque es más fácil decirlo, que hacerlo. Los minutos pasan y no logró dormirme. No quiero que Airón entre y me vea en una pose extraña o con alguna cara rara, haciendo ruidos. No debería importarme, pero lo hace.

En ese momento, la puerta del baño se abrió, por lo que me hice la dormida. Airón fue directo al sillón y se acomodo ahí.

Ahora que lo pienso, él tuvo la última guardia a la mañana, por lo que está sin dormir. Y yo, me vine directo a la cama, ni siquiera le pregunté o... hablamos sobre el lugar de cada uno. Que egoísta.

Estoy divagando con ideas extrañas y tomándome todo como si esto fuese un juego. Estamos en una misión, tengo que actuar como un guardián, no una niña. ¿Acaso no aprendí la última vez?

¿Pensaría de esta forma de Airón si Tadeo estuviese vivo? Se fue hace tan poco y ya estoy haciéndome ideas raras con otro hombre. Ni siquiera tengo que dudar de Airón, ni mucho menos, creer que estamos aquí por algo que no es la misión.

Con el sonido de la lluvia golpeando el techo y la sutil respiración de Airón a lo lejos, por fin me di cuenta del por qué estoy aquí: ayudar a la gente de Itrel y detener al país de Hain.

Pasaron varios minutos, aún no puedo dormir, pero ya no estoy pensando tonterías. No importa la posición en que me ponga, no estoy cómoda.

Me levanté con cuidado, tratando de no despertar a Airón, tomé mi espada y mis runas, y salí afuera. Me detuve al lado de la puerta y me apoyé en la pared de madera.

Tomar algo de aire antes de dormir y mirar las estrellas me ayudara a relajarme...

Sigue lloviendo, está muy nublado y hace bastante frío. Tendría que haberme puesto algo más que la remera y el pantalón corto que tengo. A pesar de que es tan tarde, hay varias farolas iluminadas y el pueblo no está totalmente a oscuras.

El aire fresco, la lluvia y el tono tan solitario que hay en el lugar, me hace preguntarme qué es lo que estoy haciendo aquí afuera. Es un momento perfecto para descansar.

¿Cómo estarán Smile y Roldra? Pobres, tienen el trabajo más difícil, mientras que yo estoy aquí pensando en dormir. No es que esté preocupada, confió en nuestro líder, es alguien bastante fuerte, pero es duro andar de manera sigilosa en medio de la fría noche.

Espero que no les pase nada.

Justo cuando estoy por volver a entrar, vi a lo lejos a alguien que pasó corriendo. Lo primero que pensé es que, con la lluvia es normal moverse así, con Airón hicimos lo mismo. Pero luego, me pareció extraño alguien moviéndose a esta hora.

Fui a ver para quedarme tranquila y cuando vi que se trata de Garu, no dudé en seguirlo. No es que pueda ver su rostro, pero por su tamaño es fácil de reconocer.

Aproveche el sonido del agua, para ir a escondidas, manteniendo cierta distancia. Por lo que veo, él está preocupado por no tener a nadie detrás. Se dio vuelta un par de veces, pero no logró verme.

No pasó mucho hasta que salió del pueblo y fue ahí donde tuve que elegir: volver y avisarle a Airón, con el riesgo de que no lo volvamos a encontrar, o ir sola y sacar toda la información que pueda.

Si me equivoco, perderé una buena oportunidad. Si él me descubre y se pone agresivo, estaré en problemas. Si lo dejo ir y no hago nada, puede que todo empeore. Tantas cosas pasan por mi mente en estos pequeños segundos... Es la primera vez que tengo que elegir por mí el camino a tomar.

Mi decisión puede afectar no solo mi vida, la de todos los del pueblo.

Viendo que Garu se está alejando y entró a un pequeño bosque, me decidí por ir tras él. No sin antes absorber mis runas para estar lista.

Al entrar al mismo sitio que Garu, baje la velocidad, pisar el césped mojado hace ruido. Seguí avanzando entre los árboles, mientras miró a mi alrededor. En la academia nos enseñaron técnicas para seguir un rastro y son bastante útiles. Creo que tengo su pista.

Luego de unos minutos, lo encontré, parece que se detuvo. Me apoye en un árbol y trate de ver que es lo que está haciendo.

—¿¡Y bien!? ¿¡Cual es tú respuesta!? —escuche la voz de una mujer, pero no puedo verla.

—¿¡Donde se llevaron a los demás!? —grito preocupado Garu.

—¡No te preocupes por ellos, mientras hagas lo que se te dice, todos estarán bien!

Empecé a moverme despacio, tratando de buscar una mejor posición para ver con quién habla. Y a pesar de que la encontré, sigo sin poder ver a la mujer. Está escondida.

—¡Yo... ya no puedo pelear, no quiero! —respondió Garu agachando la cabeza—. ¡Por favor, váyanse y no lastimen a nadie!

—¡Katarina se está cansado de esperar, Garu! ¡Aquí no importa lo que tú quieras, solo tienes dos opciones: haces lo que te dicen o sufres las consecuencias!

—¡¿E-ella está aquí!? —Levantó su cabeza, no veo su rostro, pero por la forma en que reaccionó parece asustado.

—¡No, pero pronto lo estará! ¡Sí no conseguimos llevarte antes de que llegue, nos matara a nosotros y te obligará por la fuerza! ¡No eres la única víctima aquí, Garu!

Se quedaron en silencio por un momento, él debe de estar dudando en qué responder.

—No puedo, lo siento —dijo Garu.

—¡Estás siendo egoísta! ¡Harás que nos maten a todos!

El enorme hombre solo movió su cabeza de lado a lado, en señal de que "no".

—¡Me canse de ser amable! —grito enfurecido la mujer—. ¡Te llevaré por la fuerza si es necesario, no voy a dejar que esa loca me mate por tu culpa!

De los árboles, salió una especie de... lo que parece un látigo, cubierto de magia, dándole un tono azul a su alrededor, y golpeó con fuerza el rostro de Garu.

A pesar de haber recibido de lleno el golpe, el hombre solo movió un poco su cara. Es... bastante sorprendente. No vi que estuviese usando magia para cubrirse o adoptará alguna postura de defensa, solo se quedó ahí parado sin hacer nada.

Unos segundos después, empezó a golpearlo sin descanso. Ahora estoy segura, es un látigo. El sonido que hace a estirarse y cuando choca con la piel de Garu hace eco en todo el lugar.

Tengo una idea de donde se encuentra la mujer, por la dirección en que sale y vuelve su arma. Sigue escondida entre las hierbas, parece que su rango de ataque es un poco más de cinco metros.

Lo más sorprendente es que por más que esos ataques están cubiertos de magia, Garu ni se mueve, solo está aguantando los golpes en silencio.

—¡¿Y bien!? ¿¡Cuantos más necesitas!? —pregunto sin cesar sus latigazos.

Pero el hombre no dijo nada, volvió a repetir el mismo gesto para negarse.

Empecé a sentirme enojada, ver como golpean a alguien que no se defiende es muy irritante. Si alguien no quiere hacer algo, no deben obligarlo.

No puedo quedarme aquí, viendo esta horrible escena. Se supone que, como guardián, es mi deber defender a los indefensos.

—¡Detente! —grite y salte a la escena.

Garu me miró con molestia cuando me acerqué a él.

—¿Qué haces aquí? —pregunto—. No debes meterte...

—¿¡Tú la trajiste, Garu!? —gritó la mujer desde la oscuridad.

—No, no la conozco... Deja que se vaya.

—¡No me iré a ninguna parte! —dije con firmeza—. No voy a dejar que te sigan lastimando...

Ahora que estoy delante de él, pude ver bien su cuerpo. Su ropa está hecha harapos y lo que se ve de su piel, está casi, es sorprendente que no tenga ni un rasguño..

No voy a mentir, me cuesta creer que luego de recibir tal castigo este en ese estado.

—¡Pero... que tierna! —grito para burlarse la mujer—. ¡Una tonta jugando a ser una heroína...! ¡Veamos cuantos latigazos aguantas con esa actitud!

—¡No, espera! ¡No la metas en esto... es a mí a quien quieres, ¿no?! —dijo preocupado Garu tratando de detener a la mujer.

—Tranquilo, Garu... Estoy aquí para ayudarte —afirme con seguridad, intentando actuar como lo haría Smile o Tadeo, es lo que tengo que hacer en esta situación, transmitir seguridad y confianza—. Sí no quieres pelear, nadie tiene que obligarte. Si no quieres ir con ellos, entonces no tienes que hacerlo. Y si no puedes usar tú fuerza, no te preocupes, yo usaré la mía para protegerte —dije girándome un poco, para verlo directo a los ojos.

Por primera vez, su mirada no refleja preocupación o miedo. Tiene los ojos bien abiertos, dejando lucir aquel color gris tan raro que posee.

No tengo tiempo para distraerme con él, por lo que me volteé rápido y me puse en guardia, esperando el ataque de la mujer. Tengo una idea de por donde va a venir, no me va a tomar por sorpresa.

Y tal como esperé, el látigo salió de las hierbas y vino directo hacia mí. Estuve a punto de bloquearlo con mi espada, pero... me di cuenta que no es buena idea y rodé hacia un costado para esquivarlo.

El "chasquido" que hizo el látigo en el suelo me erizo la piel, aún siento como retumba ese sonido en mis oídos. Mi corazón late con fuerza, esto no va a ser fácil, pero de todos modos, no voy a retroceder.

No me di cuenta antes, pero ese ataque es muy fuerte. No se si voy a poder bloquearlo de manera directa. Desde lejos no me percate de la potencia que tiene, pero al tenerlo de frente, tuve la impresión de que, me va a herir gravemente si me golpea.

—¿¡Que paso, te asustaste!? —preguntó la mujer riéndose.

Supongo que ya no hay vuelta atrás. Tengo que acabar con ella antes de que me golpee. Estoy por primera vez en un combate de vida o muerte, en el que toda la pelea depende de mí habilidad.

Pero es extraño. No tengo miedo, esto es... emocionante.



Fin del capítulo 12

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