Narrador
El día comenzaba con la brisa fresca de la mañana acariciando las calles. Jack, con la mente llena de pensamientos sobre su futuro, caminaba por la ciudad. Su mirada curiosa recorría el paisaje mientras pensaba en la difícil tarea de encontrar trabajo. La ansiedad de tener que ganarse la vida en un mundo tan impredecible lo mantenía alerta.

Jack: -pensando-Hoy será un gran día. Necesito encontrar algo que me apasione, algo que me dé un propósito.
Narrador
De repente, mientras cruzaba una calle, una figura apareció frente a él de forma inesperada. Sin tiempo para reaccionar, Jack tropezó y cayó al suelo.
Jack:¡Ay! ¿Pero qué...?

¿?:¡Oh, Dios! ¡Perdón, perdón! ¿Estás bien?

Narrador
Con rapidez, la figura se agachó para ayudarlo a levantarse. Era una joven de pelaje suave y brillante, con orejas largas y cintas rosas adornando su cuerpo, lo que la hacía inconfundible: una Sylveon. Su mirada amable y su aire de preocupación genuina sorprendieron a Jack.

Jack:Sí, no pasa nada, solo un tropiezo.
Silvia (Sylveon): Te vi venir y no calculé bien la distancia... Soy Silvia, y... soy cartera. Estaba corriendo para entregar un paquete urgente.
Jack: ¡Vaya! No me imaginé encontrarme con un cartero en medio de la calle.
Silvia: -sonríe- Pues sí, el trabajo me lleva a todo tipo de lugares. A veces no sé si lo que hago es correr más o entregar paquetes.

Narrador
Jack, aún un poco aturdido, se rió de la ocurrencia de Silvia. Había algo en su tono relajado y su risa que lo hizo sentirse cómodo.

Jack:Mi nombre es Jack. La verdad, estoy buscando trabajo. Quiero empezar a ganar mi propio dinero, pero... no sé por dónde empezar.
Silvia:Mira, soy cartero porque me gusta estar en movimiento. Y, ¿sabes qué? Estaba justo pensando que necesitamos más gente en el equipo. Si estás interesado, ¿por qué no te vienes conmigo y vemos si hay una vacante? No prometo nada, pero podría ser una buena oportunidad.
Narrador
Jack se sintió aliviado, como si el destino lo hubiera empujado a conocer a Silvia en ese momento.

Jack: ¿De verdad? Eso suena... increíble. ¿Qué debo hacer?
Silvia: Primero, acompáñame a la oficina y le pregunto a mi jefa si podemos añadirte al equipo. Vamos, te invito un café mientras hablamos.

Narrador
Poco después, Jack y Silvia llegaron a una pequeña oficina de correos en un rincón tranquilo de la ciudad. La fachada era discreta, pero Jack no pudo evitar sentir una chispa de emoción. La oportunidad de comenzar algo nuevo se sentía cerca.
Al entrar, Silvia se acercó a su jefa, una elegante Espeon llamada Carla, que estaba revisando unos documentos.
Silvia:Jefa, te traigo a Jack. Está buscando trabajo y pensé que podría ser una buena adición al equipo.
Carla(espeon): -mirando a Jack- Hola, Jack. Soy Carla, la jefa de la oficina. Estás buscando algo estable, ¿no?
Jack: -nervioso pero decidido- Sí, realmente necesito algo que me dé una base. Estaba pensando en algo que me guste, pero... no estoy seguro por dónde empezar.
Carla: -sonríe con calma- Pues aquí buscamos a alguien con ganas de aprender. Si te interesa, podrías empezar ayudando a Silvia con las entregas. A veces el trabajo puede ser pesado, pero también es bastante gratificante.
Jack: -con una sonrisa amplia- ¡Claro que sí! Estoy dispuesto a dar lo mejor de mí.
Carla: -mirando a Silvia-
Silvia, ¿estás lista para enseñarle los trucos del oficio?
Silvia: -sonriendo, un poco nerviosa- ¡Por supuesto! Será genial tener a alguien con quien compartir las rutas. ¡Bienvenido a bordo, Jack!
Narrador
Con una sensación de alivio, Jack aceptó la oferta. Silvia le mostró el lugar, y en poco tiempo ambos comenzaron a conversar sobre las entregas y el ritmo acelerado del trabajo. Jack se sentía nervioso pero también entusiasmado por la oportunidad que se le presentaba.
Jack: -pensando mientras caminaban hacia la salida-
¿Quién diría que algo tan simple como un tropiezo podría cambiar mi vida? No solo conseguí un trabajo, sino que conocí a alguien realmente interesante. Silvia parece genial, espero que podamos hacer un buen equipo.
Narrador
Al final del día, Jack se dirigió a casa con una sonrisa en el rostro. Sabía que, aunque no tenía todas las respuestas, había dado un paso importante hacia su independencia. Mientras caminaba, pensó en lo extraño que era cómo la vida a veces te pone en el camino correcto cuando menos lo esperas.
En casa
Antonio: -con una sonrisa traviesa-
¡Jack, hermano! ¡Te veía con cara de preocupado esta mañana! ¿Cómo te fue?
Jack: -sonriendo ampliamente-
¡No sabes lo bien que me fue! Conseguí trabajo, y tengo una compañera llamada Silvia que me va a enseñar todo. Creo que este es el comienzo de algo bueno.
Diego: -curioso-
¿Silvia, eh? ¿Y qué tal es?
Jack: -con una ligera sonrisa, pensativo- Es genial... muy amable, un poco desordenada, pero parece que sabe lo que hace.
Antonio: -bromeando- ¿Así que te cayó bien, eh? Ya veo, ya veo...
Jack: -riendo, un poco avergonzado-
No es eso... es solo que... es una buena persona. Me alegra haberla conocido.

Narrador
Esa noche, Jack se fue a dormir con una sensación de esperanza en el pecho. Tal vez este fuera el comienzo de un capítulo más grande en su vida.

CONTINUARÁ