Mañana por la mañana es mi gran dia, solo espero no estar muy nervioso al pararme en ese escenario.

Al salir de la escuela noto que las calles estan extremadamente solitarias, camino con cuidado atento a todos lados, especialmente por que nuevamente tengo esa sensacion de que estoy siendo observado y eso a las once de la noche nunca trae nada bueno.

Empiezo a acelerar el paso debido a que se escuchan silbidos, de seguro se estan comunicando, sin duda me encuentro en peligro, como minimo robaran mi mochila con las clavas.

Cada calle que encuentro esta totalmente vacia, los silbidos estan cada vez mas cerca, cuando doblo en una esquina veo a dos hombres caminar hacia mi, llevan capuchas, uno porta una pistola y el otro una navaja, mientras camina abre y cierra la navaja. Resistirme es inutil.

Levante mis manos aceptando lo que va a suceder a continuacion. - ¿Quiere  dinero? - Saco mi billetera, guardo mis documentos en mi bolsillo para luego ofrecercela al de la pistola. - Adelante, no pienso morir aqui.

El que porta la navaja detiene a su compañero, toma el dinero y se prepara para partir, pero su compañero me sigue apuntando.

- No tengo mas que darles, ya les di mi dinero. - Solo ruego que ignoren las clavas, no tengo mas.

Con la pistola señala mi mochila, tal como temia tambien se las llevaran. - Porfavor, no es necesario hacer esto. - Me arrodillo ante los dos. - En mi espalda esta mi futuro, si me las quitan, perdere mi oportunidad de debutar.

Se miran los dos, el de la navaja asiente con la cabeza, se aproxima y coloca su navaja en mi garganta, mientraa que su compañero se lleva las clavas de la mochila.

Siento el frio de la hoja en mi cuello. - Porfavor no hagan esto. - Mi voz se quiebra. - Tomenlas mañana, solo dejenme presentarme y se las dare, porfavor... - Un pequeño ardor en el cuello impide que siga hablando, el sujeto presiono el arma blanca contra mi cuello, cierro mis ojos al sentir que mi mochila es vaciada.

La situacion es tan frustrante, quisiera hacer algo o que alguien hiciese algo al respecto, pero aqui estoy con un tipo con una pistola detras mio y una navaja en mi cuello, no soy algun maestro en artes marciales ni vivo en una novela de accion como para resolver esto con violencia, solo puedo ser la victima pasiva de hombres que buscan aplastar los sueños de otros, solo por el hecho de que ellos ya se rindieron con los de ellos.

Mis ojos con lagrimas ven como los dos se van bromeando y conversando con mi equipo para presentarme mañana.

Arrodillado en el suelo toco mi garganta, pasando mis dedos por el pequeño corte, no morire por esto, pero me recuerda la humillante situacion que acabo de pasar. - ¡Mierda! ¡Mierda! ¡Mierda! - No se que mas puedo decir, no me siento mejor gritando esto, pero es lo que me queda, respiro de modo acelerado, ninguna casa se inmuto con lo ocurrido, dejo tirada mi mochila, no quiero otro recuerdo de este dia. Solo quiero ir a mi cama, mañana sera mi gran día... vaya día