Varios muertos en un posible ajuste de cuentas en Amorebieta.

Josu Azpilikueta. Efe.

Una banda de traficantes de drogas y obras de arte terminó del peor modo posible la pasada noche del jueves. Secuestraron a unos ancianos, y pretendían obligar al hijo de uno de ellos, A.G.G, y a dos amigos, a colocar varios kilos de cocaína en el mercado.

Los asaltantes entraron en el caserío, maniataron a dos ancianos desvalidos y también secuestraron a los citados jóvenes. Su idea era que estos colocaran la droga en el mercado y que junto a ella entregaran unas valiosísimas piezas, desaparecidas durante la segunda guerra mundial, al heredero de un conocido criminal de guerra nazi.

Los secuestradores discutieron por el modo en el que debía llevarse a cabo la operación, y al parecer uno de ellos, el que había traído la droga desde México, dio comienzo a un tiroteo que se saldó con la friolera de cuatro muertos.

Afortunadamente, ninguno de los secuestrados resultó herido. Los ancianos tuvieron que ser hospitalizados tras sufrir sendos ataques de ansiedad, y se encuentran en estado estable.

"Estamos que no nos creemos lo que nos ha pasado", relataba ayer A.Z.L., uno de los ancianos, muy afectado por los sucesos acaecidos. "Entraron en casa y a mí me molieron a palos. Lo siguiente que me acuerdo es ya en el hospital. Menos mal que no le pegaron a Juan Mari, su estado de salud es muy delicado, el médico le tiene prohibidas las emociones fuertes, cualquier cosita le pone nervioso y le podría pasar cualquier cosa. Me dijo que no había pasado tanto miedo en su vida. Estamos hechos polvo, solo queremos volver a casa y que esto se pase cuanto antes".