Los nazis
Rudolf llama a Mattias Kauffmann a través del teléfono móvil.
─Los hombrres del niño pijo se mueven, Mattias.
─¿Se sabe algo de Günter?
─Aún no ha llamado.
─Ha pasado demasiado tiempo. Es horra de actuarr. No podemos perrmitirr que se hagan con los paneles. Sigue vigilando el camino, Rudolf, no quierro más interrferrencias.
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