*Mientras tanto en SkyWild*

Alyam y Maitel estaban en la habitación pensando en alguna manera de detener a Cole, porque sabían cuál era su último movimiento.

—¿Crees que ya le haya disparado al chico? —preguntó Alyam con cierto tono de preocupación.

—No lo sé, esperemos que estén teniendo una charla amena mientras nos ideamos algo.

Mónica estaba en su habitación buscando una libreta con los números de teléfonos de las instituciones más famosas del país, cuando lo encontró fue a paso rápido hacia la recamara de Maitel.

—¡Chicos!, ¿alguno de ustedes sabe dónde está Cole? —preguntó con la voz agitada y entrando a la habitación.

—Está con Patry en el callejón, probablemente tratando de asesinar al chico, no sabemos cómo podríamos impedirlo. —habló Alyam.

—Astrid. —respondió Mónica.

—¿Astrid?, ¿la parada de autobuses? —preguntó Maitel.

—¡Sí!, tenemos que ir a NorthLand, muevan ese trasero de ahí y vámonos. —dicho esto salió de la habitación.

—Esta chica me agrada. —habló Alyam mientras sonreía y se levantaba de la cama.

—¡Espera, Mónica!, ¿y qué haremos cuando lleguemos? —preguntó Maitel un poco indecisa, veía su plan un tanto arriesgado.

—Tengo todo controlado, ustedes deben venir conmigo ya que son mayores de edad, sino se podrían quedar, igual no los necesito. —respondió mientras tomaba algo de dinero de su bolso.

—Diablos, todos dicen eso. —se quejó Alyam.

—Tengo algo que nos podría servir. —anunció Maitel, y sacó de su bolso una pistola Remington RM380.

—No creo que sea necesaria, pero si se complican las cosas no dudes en disparar. —rió un poco Mónica.

Cuando terminó de buscar todo lo que necesitaba se encaminaron juntos a donde la tía Sheryl y le anunciaron que saldrían por un par de días, y que no podrían asistir al memorial de Jared ni de Rachel por problemas de tiempo.

Luego de que la tía les hubiera dado la bendición salieron de la casa y se fueron camino a la parada de autobuses Astrid.

—Buenas, queremos un ticket para el primer viaje hacia NorthLand, rápido por favor. —habló Mónica con total seriedad.

—Señorita, su identificación por favor. —le pidió amablemente, Mónica sacó su cédula de menor y luego de un par de miradas le entregaron el ticket, hicieron lo mismo con Alyam y Maitel.

Mientras estuvieron sentados en el autobús dos chicas entraron y se sentaron en el asiento delantero al de Mónica, parecían ser mejores amigas por el tipo de conversación que mantenían.

—¿Y cómo te va con Markelly? —le preguntó la más pequeña a su amiga.

—Pues bien, hace unos días me invitó a salir, pero no sé si aceptar, él me gusta y todo, pero es que es muy confuso. —habló entre risas, provocando la mirada rápida de todos los pasajeros hacia ellas.

Luego de dos horas de viaje llegaron a la parada de NorthLand, cuando se bajaron sintieron el calor infernal que había allí, y ellos tenían puestos abrigos por el frío que hacía en SkyWild.

Tras quejarse por unos minutos se dirijeron a la Institución Psiquiátrica de NorthLand, al salir de allí fueron camino a la estación de policía, y comenzaron una buena charla con los oficiales.