Capítulo 53

POV Tommy

—Bien. —dije con expresión fría y me fui de allí.

A paso lento me dirigí hacia la piedra de mi padre, allí me senté y con el cuchillo comencé a repasar su nombre una y otra vez.
—Padre, ¿qué tal la has estado pasando? —le pregunté a la piedra.

—Te necesito ahora más que nunca, uno de tus consejos me caerían muy bien ¿sabes? —continué, sintiendo como se me cristalizaron los ojos—. He tratado de dar lo mejor de mí, ser mi mejor versión, pero las cosas siguen yéndose por las alcantarillas. ¿Será alguna tradición familiar que al final terminemos igual de solos, de vacíos?, le he amargado la existencia a la chica que amo por el simple hecho de haberla amado.

Terminé de repasar su nombre y me sequé las lágrimas, acomodé mi cabeza de la piedra y cerré los ojos para poder limpiar mis pensamientos.

Cuando estuve a punto de caer rendido por el sueño escuché como la chica embarazada gritaba sin freno.

—¡Está aquí!, ¡Está aquí! —gritaba.

Alarmado me levanté y acomode el cuchillo en donde estaba antes, a paso rápido me dirigí a la entrada del callejón donde me encontré a Patry con la misma expresión que yo.

Sin siquiera dirigirle la palabra le tomé del brazo y la alejé de allí temiendo por lo que podía ser.

—¿Qué te pasa? —me preguntó con molestia.

—El hecho de que no me quieras no significa que yo no lo haga. —le respondí con voz dolida pero volví a mi estado rígido.

—Tommy... yo —fue interrumpida por la voz de otra persona, la voz de un chico.

—Llegó el más esperado. —gritó y se echó a reír, miré a Patry y ella a mí.

—¿Cole? —preguntó Patry frunciendo el ceño.

—¿Cole? —pregunté yo, enarcando una ceja y formando una fina línea con los labios.

—¿Hermana? —le preguntó a la chica embarazada, causando que ambos dirigiéramos la mirada hacia ella.

—Hola hermanito. —le saludó con una sonrisa tímida.

—Te dije que no te metieras en mis asuntos, ¡demonios! —le gritó enojado.

—Cole, ¿y tu hermana no estaba enferma...? —preguntó Patry.

—Ella es mi hermanastra, por parte del ingenuo padre que tengo. —respondió aún con tono enojado—. Pero ese no es el tema ahora, ¿cierto, amor? —habló en dirección a Patry y suavizando la mirada.

—Yo... yo no entiendo a qué te refieres. —tartamudeó Patry con un poco de miedo, y aguanté las ganas de golpear al chico por llamarle "amor", pero siempre he dicho que es mejor aclarar las cosas antes de utilizar la violencia.
—No te hagas la que no sabe que estoy loco por ti. —le respondió, sonriendo con malicia y acercándose más a ella, por lo que me acerqué yo también.

—Cole, sabes que no te quiero. —habló Patry, esta vez con un tono firme y echándose hacia atrás.

—¿Entonces prefieres a los chicos de la calle?, si quieres dejo todo lo mío y me quedo viviendo en un callejón porque no tengo familia. —le dijo en tono de burla  y apreté los puños, Patry al parecer lo notó porque me tomó de la mano y la acarició, disminuyendo un poco mi ira.

—No te atrevas a hablar mal de Tommy, que seas un enfermo desquiciado no es su problema, es única y exclusivamente tuyo. —le miró mal y acaricié su mano.

Cole dirigió la mirada hacia nuestras manos y luego nos miró con repugnancia, no aguanté más y me acerqué a él sintiendo la sangre subiendo hasta mi cabeza.
—No sé si debería golpearte o darte las gracias. —le hablé con desagrado.

—Como no serías capaz de golpearme podrías darme las gracias, soy bueno diciendo "de nada". —me provocó y sonrió con suficiencia.

—¿Es cierto?, pues mira como te borro la maldita sonrisa de la cara. —dicho esto le di un golpe en la cabeza que le dejó tirado en el suelo.

La embarazada se había mantenido alejada de la escena y en total silencio, pero se alertó cuando vio a Cole tirado en el suelo.

—Tommy, ¿estás bien? —me preguntó Patry con preocupación.

—La pregunta es, ¿tú estás bien? —me pasé la mano por los nudillos y sentí una punzada.

—Sí sí, oye..., quería pedirte perdón por lo que dije hace rato, yo estaba molesta conmigo misma y no quería que estuvieras con alguien como yo, soy una estúpida, lo sé. —se disculpó y bajó la mirada.

Le rodee con mis brazos y le abracé, en lo más profundo de mi ser sabía que aquello que dijo fue por obra del enojo.

—Te amo. —le dije y sonreí.

—No dudes que yo también lo hago. —dicho esto sentí como algo me golpeó en la espalda, cuando me giré me encontré a Cole con una pistola en la mano apuntándome.

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