POV Patry

—Es...

—Yo te lo explico. —le interrumpí a la chica—. Cole es un amigo.

—Wow, me encantan tus explicaciones, y más cuando se trata de un psicópata. —respondió Tommy con amargura.

—Es un viejo amigo, íbamos juntos al Instituto. —traté de ampliar mi tan escasa explicación, la verdad era que Cole nunca tuvo un significado tan relevante en mi vida.

—¿Así que un simple amigo contrata personas para que nos vigilen y nos den dinero? —preguntó riendo.

—Pues sí, al igual que tú tampoco entiendo el por qué, siempre fue muy misterioso y callado. —levanté los hombros con desinterés.

—Oye Patry, ¿podrías venir un segundo conmigo? —me preguntó la chica en voz baja.

—Claro. —respondí, le di una mirada rápida a Tommy quien seguía con el ceño fruncido y seguí a la chica.

—¿Qué ocurre? —hablé cuando estuvimos a una buena distancia de Tommy.

—Sabes..., Cole no sabe que también trabajo para él. —le miré confundida—. Trabajo individualmente pero siempre con Alyam al mando. Lo hago sólo para poder detener a Cole.

—¿Detenerlo por qué?

—Lo que te voy a decir no se lo puedes contar a Tommy. —se acarició la panza y sonreí un poco—. Cole está enamorado de ti, más bien, está obsesionado contigo, lo único que ve es a ti.

—No sé cómo debería tomarme esa noticia, si de forma agradable o como una desgracia. —dicho esto coloqué mi mano izquierda dentro del bolsillo del pantalón y miré hacia atrás para asegurarme de que Tommy no estuviera escuchando.

—Deberías tomártelo como una desgracia, no sabes de lo que es capaz.

—Oh, me estoy haciendo una idea, pero, ¿a qué te refieres?

—Cole fue quien mandó a alguien para que le hiciera daño a Ryan. 

Me mantuve en silencio y coloqué la mirada en un punto fijo del callejón, la rabia crecía dentro de mí y al parecer la chica lo notó.

—Debes calmarte, te hará más daño enojarte así, ah..., y lamento lo que le pasó a Jared. —me tocó el brazo y me miró con tristeza.

—¿A Jared?, que yo sepa no le ha pasado nada. —hablé confundida.
—Oh, creí que ya lo sabías, bueno..., él se... se suicidó. —dijo finalmente, dejándome sin habla.
—Vete por favor. —tartamudeé.

—Estaré afuera si me necesitan. —anunció y salió a paso rápido de allí.

Sin que pudiera decir nada Tommy se acercó a mí con la intención de abrazarme, pero no se lo permití, no lo merecía.

—Patry... cariño. —habló con tristeza y se mantuvo inmóvil en su lugar.

—No me llames así, no hables. Sé que trataras de convencerme sobre que no es mi culpa, ¡pero sí lo es, maldita sea! —grité sintiendo como las lágrimas caían.
—Sabes que si no tienes la razón siempre te lo haré entender. —dijo, con voz tranquila.

—Por eso no debes hablar, porque no tienes razón, tú no lo entiendes, crees que sí lo haces pero no has tenido que llevar con el compromiso de que dos personas ya no tienen vida por tu culpa, por tu estúpida decisión de adolescente dramática.

—Patry, no tienes ni idea de lo que estás diciendo, deberías salir a tomar un poco de aire. —me recomendó y se acercó más a mí, pero nuevamente me aparté.

—No te me acerques. —le advertí.

—¿Crees que no lo entiendo? —habló y ni me inmuté—. Cuando tenía trece años perdí a mis dos mejores amigos, o los únicos que tenía. Yo había decidido jugar con la bolsa de monedas que habíamos conseguido, causando que se cayeran, ellos ya habían cruzado del otro lado de la calle, y al verme quisieron volver para ayudarme, ¿necesito darte más explicaciones sobre qué pasó después? —habló con voz fría, causando que un escalofrío me recorriera toda la espalda.

—Toda mi vida he cargado con la muerte de mis amigos sobre mi espalda, ¿o crees que porque no convivo con nadie las cosas no han sido difíciles para mí?, he tenido que soportar insultos, improperios, todas clases de comentarios, y tú me dices que no lo entiendo. Sé perfectamente que una maldita decisión puede cambiar por completo el rumbo de las cosas. —continuó.

Tommy se acercó a mí y sin darme tiempo de separarme me besó, inconscientemente mis manos viajaron hasta su cabello, propinándole suaves masajes, nada comparado a la intensidad del beso.

—Patry, respóndeme algo. —habló con la respiración entrecortada, simplemente asentí, aún mirándole con expresión fría.

—¿Te arrepientes de haber huído?, ¿de estar aquí en vez de allá?

—Bueno, así mi madre estaría viva al igual que Jared y...

—Eso no fue lo que pregunté. —habló con la voz áspera.

Me quedé unos segundos perdida en sus ojos, sabía que cualquier cosa que dijera podría traer mucha controversia, pero decidí irme por el camino correcto y que las cosas tuvieran un buen rumbo a partir de allí, respiré hondo y me separé de él para mirarle.

—Sí.