*Mientras tanto en SkyWild*

Los chicos estuvieron dos horas atascados en el tráfico, y llegaron a las 2:00 de la tarde a la casa de la tía Sheryl, el camino fue todo menos callado y tranquilo, Jared protestaba sobre las faltas de ortografía que tenían las señales de tránsito, mientras que Mónica sólo intentaba callarlo, Ryan observaba la escena de forma divertida, y Cole sólo fingía estar bien.

Ryan se dio cuenta de la actitud inusual de Cole pero decidió dejarlo pasar, ya que, probablemente fuera que estaba cansado, pensó.

—Mónica, querida, cuanto tiempo. —saludó la tía Sheryl, a lo que Mónica sólo respondió con una sonrisa.

—Cole, pero si sigues igual que la última vez que te vi. —le agarró los cachetes, cosa que odiaba grandemente, pero no podía quejarse.

—Ehm, ¿y éste quién es? —le susurró en el oído a Ryan, refiriéndose a Jared.

—Es un amigo de Patry, y amigo nuestro también. —respondió Ryan echándose a reír.

—Ah, hola cariño. —le saludó desde lejos, Jared sólo asintió y vio que Ryan reía de forma sospechosa.

—¿Y tú qué le dijiste? —se acercó a Ryan una vez que Sheryl se había ido.

—Sólo lo necesario. —dijo Ryan con tono de presentador para molestarle.

Cuando se comenzó a alejar  pudo escuchar desde lejos la voz de Jared.

—¡Me las pagarás Rayo!

Ryan estaba caminando en dirección a la piscina cuando sintió como algo le tiró a ella.

—¡¿Qué mierda?! —se quejó Ryan con tono enojado.

Jared sólo reía como un burro con problemas asmáticos mientras que Ryan luchaba por salir de la piscina.

—Te dije que me las pagarías.
—respondió Jared soplándose las uñas, al ver que su plan había salido a la perfección se fue de allí a guardar las maletas.

—Así que quiere guerra. —susurró Ryan para sí mismo mientras salía de la piscina.

Estaba planeando una buena venganza cuando sintió algo debajo de su pie descalzo, había pisado comida para cerdos.

—¡Lo que me faltaba! —gritó frustrado en dirección al cielo.

Cuando creía que no podía ir peor, apareció Mónica por la parte trasera de la casa y al verle comenzó a reír de una manera muy extraña.

—Siempre supe que te gustaba la comida de los puercos, ya que eras uno de ellos. —se burló descaradamente.

Ella se le acercó para acompañarle a la corriente de agua para limpiarse, pero él fue más inteligente y se limpió del pantalón de ella.

—¡Estúpido!, es mi pantalón nuevo. —chilló enojada.

Ryan comenzó a correr mientras Mónica le perseguía y le gritaba todas las barbaridades que le llegaban a la mente, pero cuando estuvieron cerca de la piscina, se repitió la historia, y ella le empujó.

—¡¿Pero qué pasa que todos me tiran a la piscina?!, por si no sabían, me bañe muy bien antes de venir. —gritó.

Mónica sólo reía, y cuando iba en camino a limpiarse Ryan le tiró a la piscina.

Luego de varios minutos de quejas por parte de Mónica ambos se quedaron jugando dentro y disfrutando del día.

Aunque al final tendrían que volver a sus tristes realidades, en las que Patry no estaba.