Rumores urbanos. Era lo mas común que una ciudad podía ofrecer.

Y esta, junto a la ciudad de Hosu... tenia un rumor especial a las de los demás.

Rumores sobre vigilantes. Vigilantes modernos en una época saturada de héroes, lo cual era equivalente a encontrar dinosaurios en esta era.

Sin embargo... había una diferencia entre estos dos rumores de vigilantes.

Uno apuntaba a un villano, el cual asesinaba a villanos y héroes profesionales por igual.

El otro, sin embargo... hablaba de un chico que golpeaba a villanos en los callejones mas oscuros, en el horario luego de medianoche en donde los héroes renovaban sus patrullas.

Siempre su silueta estaba cubierta de oscuridad, y lo único que podía distinguirse era el brillo que rebotaba de sus puños americanos y sus brillantes ojos verdes.

Sin embargo, no se le podía considerar vigilante como tal. No ya que otro rumor le borraba ese estatus. Este chico, según se decía, no poseía Don.

Eso solo lo hacia pasar de un vigilante a un loco con puños americanos.

Un loco que golpeaba muy fuerte, moviéndose erráticamente entre la oscuridad utilizando estrategias improvisadas en el momento.

Sin embargo... hace tiempo que ese loco no apareció. Una semana en donde incluso se hirió gravemente a una persona en los callejones que solía frecuentar.

¿Que había pasado con él? Luego de aquel incidente en un robo... extrañamente, y por primera vez, algunos le echaron en falta.

Despues de todo, esta ciudad era la mas limitada en héroes profesionales. Solo tenían algunos novatos como Kamui Woods y Mt. Lady. Gente que, si bien estaba capacitada, solían dejar el trabajo a otro cuando sus manos estaban ocupadas.

Puede que por ello este vigilante nació.

Nadie sabia que ese vigilante asistía a la secundaria, por lo que a veces el cansancio simplemente le vencía y no patrullaba.

Nadie sabia que ayer había sufrido un golpe tan duro que le hizo retomar sus puños americanos, pero esta vez con una misión.

―¡¡Huye, inútil!!

―... ―aquel grito no dejaba de resonar en su cabeza desde ese incidente.

Mientras Izuku cerraba su puerta con llave y se alistaba, no dejaba de pensar en el asunto.

No pudo denunciar nada. Aquel villano había amenazado con hacerle algo malo a Bakugo si lo hacia.

Solo despertó en medio de la calle y fue destruido a su hogar. Su madre estaba acostumbrada a que llegue con heridas cuando se enfrentaba a Bakugo, pero parecía que hoy se había excedido. De igual manera, Izuku pudo usarlo de escusa.

Pocos detalles para curar sus heridas y calmantes para el dolor fueron suficientes para que este listo para buscarlo al día siguiente del incidente. Ese día era hoy.

Y obviamente, al no volver a casa y estando su celular apagado, siendo esto un comportamiento nunca antes visto en Kacchan, Mitsuki Bakugo no dudó en denunciarlo, como era obvio que haría una madre.

Todos pensaban que escapó en un capricho adolescente. No cruzó por la cabeza de nadie que en realidad fue secuestrado por un villano que le controlaba. Era por eso que Izuku debía de encargarse.

Inútil...

Observó con determinación la ciudad fuera de su ventana.

Haría que Bakugo retirara esas palabras. Cuando le rescate... Bakugo tendría que reconocer que era fuerte.

Apretó sus puños con fuerza. Pensaba ello por que definitivamente le salvaría. Ya llevaba 3 años patrullando. Debería de contar con la fuerza necesaria para derrotarlo. Esta segunda vez iba a ser distinta.

Tenia que ser distinta.

Con una ropa de lo mas normal para estar en invierno, y sus puños americanos, Izuku bajó de su edificio trepando por debajo de la ventana.

Despues de todo, su madre no podía enterarse de esto. Nunca.

Una vez tocó el suelo, se dispuso a ir al lugar del incidente.

Ese villano le llevaba poco menos de un día de ventaja... pero Kacchan estaba demasiado herido como para simplemente continuar sin mayor problema.

Eso significaba que podía compensar ese tiempo. Solo tenia que averiguar si se esconde sobre la tierra o bajo ella... y lo terminaría encontrando.

Despues de todo, a la hora de huir y esconderse, los villanos eran predecibles.

[...]

―Este cuerpo no soportará mucho mas sin comer ni beber... ―murmuró por lo bajo el villano. Caminaba entre las alcantarillas con el rostro vendado por la tela que antes componía la camisa escolar de Bakugo.

Todos estos días se estuvo alejando lo mas que pudo.

Aunque... bueno. No fue nada fácil.

No solo por el estado de su capa de invisibilidad, si no por las personas indeseables que se cruzó en estas alcantarillas.

Ya entendía por que los villanos de este lugar aparecían y desaparecían de la nada, y al mismo tiempo eran tan novatos. Ellos se escondían aquí abajo regularmente. No entrenaban. Solo actuaban como serpientes... Esperando al próximo cambio del horario de patrulla de los héroes.

Aunque eso le fue beneficioso. Gracias a este poder, pudo derrotarlos mientras se cruzaban en su camino.

No era un asesino, por lo que no los terminó. Es mas, amenazó a ese mocoso con "hacerle algo indeseable" a este cuerpo si llegaba a abrir la boca... pero tampoco sabia que haría exactamente si eso llegaba a pasar.

En cualquier caso, el día de ventaja que el mocoso debe de haberle dado antes de que la madre o padre de este niño llame a la policia estuvo bastante bien.

Ahora solo debía de lidiar con dos problemas.

Uno: la manutención de este cuerpo, el cual era un recurso valioso que no podía perder hasta asegurarse un estatus. Estaba arto de ser solo un carterista.

Y segundo...

De repente se golpeó el rostro. ―¡Bas...tardo...!

«Volvió a despertar ―pensó con una actitud bastante fría, tapando los conductos respiratorios de este niño nuevamente, ahogándolo».

La regla era simple. En su estado, luego de 45 segundos sin poder respirar simplemente quedaría inconsciente. Sin daño cerebral. Sin ningún otro riesgo.

Claro estaba. Si lo hacia tan seguido este mocoso terminaría muriéndose. Por eso debía esperar hasta que recobre la conciencia.

Mientras Bakugo se ahogaba, golpeando su cuerpo intentando expulsar al villano de su interior, este solo afiló su mirada.

Debia alimentarse y encontrar una organización para unirse. Debería de contar con la fuerza necesaria para ello.

Observó de reojo detrás suya. Bien. Hace tiempo dejó de sangrar por las heridas que ese mocoso le generó.

Ese rastro de sangre no les conduciría a nada, si es que lo encuentran.

[...]

«Sangre seca...»

Estaba en el puente. Definitivamente era la sangre de Kacchan.

Se dispuso a seguirla con apuro. Si ese villano escapó tambaleándose, significa que podría alcanzarle si corriese.

Llego a una tapa de alcantarilla en medio de la calle, y sin perder un solo segundo la abrió y se metió dentro.

Bajó rápidamente por la escalera de mano y observó a su alrededor, en busca de más sangre.

Y la encontró, comenzando a seguirla.

Este lugar le daba asco. Como era obvio, estaba demasiado sucio.

Le preocupada Bakugo. Con las heridas que le propinó, estar en un lugar como este era inmensamente peligroso.

Ni hablar si el villano simplemente abandonó a Kacchan. Por eso trajo su celular en ese caso, así podría llamar por ayuda.

Pero esas sólo eran posibilidades. Ahora solo debía seguir el rastro.

Apretó sus puños. Y además estar preparado para cualquier cosa.

Y con ello, se adentro aun mas y mas...

Oscuro. Varias entradas y salidas, tanto a la superficie como para viajar entre lugar y lugar. Además, claro, el agua contaminada que largaba un olor horrendo que estropeaba levemente los sentidos.

Era el lugar perfecto para una emboscada.

Y con una silueta enorme y oscura abalanzándose sobre él, Izuku supo bien que había caído en una. Pero no tuvo tiempo de reaccionar al verla de reojo.

Recibió un fuerte golpe en las costillas izquierdas, y salió disparado al agua. ¡Fuerza mejorada!

Izuku apretó los dientes. Intento reincorporarse pero recibió una fuerte patada de aquella misma persona, lo que le hizo derrapar en el agua a una considerable distancia.

Tosió con fuerza y se puso de pie, blandiendo sus puños. ―¡¿Quien...?!

Quedó impactado al ver varias figuras en la oscuridad. Esto era...

Apretó sus dientes con fuerza. Esto era una verdadera emboscada. Había todo un grupo de villanos, ¿Pero por qué...?

―Imbécil. Te dije que él no era ―murmuró uno de ellos.

―¿Pero dijiste que su firma de calor te era conocida, no? ―sonrió enormemente―. Y míralo nada mas... Nuestro pequeño vigilante favorito.

Izuku apretó aun mas sus puños. Todos ellos... ¡Son villanos a los que ya había derrotado!

Los observó de reojo rápidamente. Reconoció sus rostros, pero no sus nombres reales o de villano, ya que el ultimo no lo tenían. Pese a ello, recordó sus Dones.

Firma de calor. Fuerza x2. Mutación ósea. Onda cinética. Resortes. Niebla. Verdad.

A todos se los había enfrenado en callejones a lo largo de estos años. ¡Nunca se había imaginado que se conocían!

Es mas...

El usuario de Mutación Ósea... Había pensado que se lo había dejado a la policia. Aquella vez había escapado por los pelos...

¿Cómo es que escapó?

―¿Entonces que esperamos? ―el usuario de "niebla" extendió sus palmas a Izuku―. ¡Démosle una paliza que jamás olvide!

La niebla emanó de sus palmas con enorme fuerza, inundando el ambiente. Izuku rápidamente se puso en posición. «¡Esto de nuevo! ¡Trata de obstaculizar mi visión con niebla! ¡¿Estuvo entrenando?! ¡Es mas densa que antes...!»

Un villano salió disparado hacia él aun lado suya. ¡El usuario de resortes! ¡Él podía rebotar gracias a sus resortes en las superficies y ganar energía gracias a la velocidad!

Izuku rápidamente se hizo a un lado, esquivándole y encajando un fuerte golpe en el estomago del villano. Tal y como había pasado hace unos meses, derrotándole de un solo golpe.

Pero las cosas no serian tan sencillas con el resto...

Aprovechando que abrió su guardia, el usuario de mutación ósea se arrojó sobre él de frente, mutando el cubito y el radio de su brazo derecho en 4 lanzas pequeñas y lanzando una estocada hacia el costado indefenso del héroe.

Y como era obvió logró atravesarle, pero su brazo derecho que utilizó para cubrir sus órganos vitales. Tras ello, Izuku liberó al villano de los resortes y arremetió con su izquierda en el rostro del otro villano. Y como sus huesos estaban clavados en el brazo del peliverde, este logró embocar tres rápidos y fuertes golpes mas antes de que aquellos huesos se plagaran a su estado original.

Pero Izuku no podía darse un descanso pese a haber derrotado a esos dos.

Levantó la mirada. Cuatro de los cinco se lanzaron sobre él, y no pudo hacer nada para defenderse o atacar.

Con una arrolladora fuerza x2, Izuku recibió nuevamente un golpe en el rostro, y pese a que los otros tres no poseían fuerza mejorada, no se quedaron atrás.

En un combo brutal, no pararon de golpearle seguidamente. Izuku utilizó la mejor defensa que se le ocurrió en el momento, la cual era la del boxeo, pero ello solo salvaría su cabeza y pecho.

―¡Esto sienta muy bien! ―gritó el usuario del Don "Verdad"―. ¡¿Por que estas aquí, eh?! ¡Esperábamos a ese rubio explosivo de mierda!

Obligado a responder por el efecto de su Don, Izuku abrió la boca entre quejidos. ―¡¡Busco a... ese rubio!!

Aquel villano con fuerza x2 sonrió enormemente. ―Ya veo. ¡Entonces lo buscaremos por ti mientras estas en el hospital! ―declaró al mismo tiempo que lanzó un fuerte golpe en el estomago a Izuku, el cual rompió su defensa y nuevamente le alejó con fuerza hacia atras.

Izuku cayó de rodillas y vomito por aquel ultimo golpe, lo que, tal vez por pena, hizo a sus matones detenerse.

Entre quejidos, Izuku los observó de reojo. «¡Ya... entiendo! ¡Por eso es que golpean con poca fuerza...! ―pensó no en un alarde de su resistencia, si no de honestidad. ¿Tres hombres adultos golpeándole al mismo tiempo, uno con fuerza x2? Obviamente que ahora debería de estar retorciéndose en el suelo...»

Pero no era el caso. Continuaba de pie. Eso indicaba que ese villano ya se los había enfrentado, lo que dejó debilitado a estos que esperaban pacientemente a emboscarlo...

Eso significaba...

Izuku se reincorporó como pudo, y nuevamente blandió sus puños americanos, con su brazo derecho sangrando abundantemente por las heridas profundas que le generaron esas estocadas.

Iba por un buen camino.

Ahora... ¡Debia superar sus limites y derrotarlos a toda costa!