§ 3 §

Ω Narrador Omnisciente Ω

Minerva se encontraba cabalgando a una velocidad media a su corcel, Narciso, demostrando esplendor y fuerza.
El día se encontraba soleado, a pesar de estar en una época de otoño, ya ha pasado mas de un año y unos cuantos meses, desde que nuestra muchacha se retiro de la academia, viviendo de trabajos temporales, con una paga individual, suficiente para vivir.
En el poco tiempo de renuncia de la academia, tuvo la suerte de su lado, encontrando un hostal, únicamente para mujeres, con condiciones decentes y cómodas, solo daba una pequeña paga y aportaba en la casa como reglas primordiales.

Siguiendo con Minerva, esta se detuvo en un riachuelo, dejando que su caballo descansara de su paseo, ella sentada en el pasto, observaba el ambiente con extrañeza, recordándole a un lugar conocido, pero no lo reconocía, hasta que un quejido a lo lejos, le ilumino la mente.

Claro, esta parte del bosque, se encuentra cerca de unas de la zonas de entrenamiento de la academia—pensó la muchacha, mientras se levanta lentamente—Quédate aquí Narciso, voy a caminar un rato—el animal movió la cola en señal de aprobación—Tengo que dejar de ser tan curiosa, algún día me traerá problemas.

Caminando entre arbustos, se encontró con una cerca de madera, algo vieja, pero aún así firme.
Acercándose un poco más, agrandó los ojos sorprendida, al escuchar un quejido a dolorido de un muchacho al otro lado de la cerca.

—¿Una pelea?—murmura para si misma Minerva, mientras que ágilmente, escala la cerca de madera, cayendo elegantemente de pie.

Al voltear a su lado, encontró un muchachito, de apariencia menor a la suya, con cabellos azules y tez bronceada.

—¿Te ayudo?—extiende la mano las de ojos carmesí, el chico con ojos de color viridián, agarró la mano de la muchacha y se levantó, agradeciéndole en el camino—De nada.

—¿Cuál es tu nombre?

—Minerva ¿y el tuyo?

El de cabellos azules abrió los ojos sonprendidos—¿La a-aprendiz Peany?

—Así es...—asintió confundida la adolescente, aún esperando recibir el nombre del muchacho.

—Oh vaya, esto es increíble, pe-perdón, soy Paris Joy, aprendiz, es un honor conocerle—hizo una reverencia el niño.

—¿Ha que se debe tanta ajetreo?¿Eh Paris?—como si fuese un robot el chico, giró sobre su talones, teniendo la mirada baja y atemorizada.

—Nada, no pasa nada señor Cosme-respondió con voz algo temblorosa.

—Qué bueno—volteó la mirada, encontrándose con la mirada de una adolescente—Pero que milagro, los Ángeles si existen—alago en un modo coqueto el muchacho—Aunque no pensé que se juntaran con gente tan inútil y estupida.

—Ten cuidado con lo que dices arrogante—contestó sin sentimiento alguno Minerva.

—Hey, hey tranquila solo digo la verdad, el vino a esta academia para nada, con las habilidades que tiene nunca llegará a ser un caballero-alza los hombros Cosme, cerrando los ojos.

—¿Y tu posees esas habilidades como dices?—pregunta Minerva, sin emoción alguna en su rostro.

—Pues claro que si preciosa, si quieres te las puedo mostrar—sonríe coqueto Cosme, mostrando sus dientes blancos.


—Genial, Paris—el niño le mira—¿Puedes darme tu espada de madera?—Paris asintió confundió, dándole una espada de tamaño tradicional.

—¿Deseas tener un enfrentamiento conmigo, Preciosa? Vas a quedar alucinada—fanfarronea el aprendiz, agarrando también su espada de madera.

—Espero que tu orgullo y tu bocota sea lo suficiente para enfrentarme—dice en un tono seco la muchacha—¿Quién comienza Cosme?

—Damas primero—sonríe confiado el de pelo lavanda, cambiado su rostro instantáneamente al ver la velocidad de su contrincante, apenas le pudo bloquear.

Y así el enfrentamiento comienza, Minerva desde el comienzo no da tregua, dando espadazos sin compasión, Cosme, apenas puede defenderse, ahora tomándolo enserio, usa su fuerza corporal, para alejar a la chica, y retomar la compostura.
Rápidamente se acerca a la adolescente para "atacarle", pero esta fácilmente les bloquea, y el sin darse cuenta recibe un golpe del trozo de madera en su cintura y luego en su hombro. Cosme, se queja levemente por el golpe en su hombro, pero aún intenta bloquear los ataques que la chica da sin tregua alguna.

—Si que eres buena—da suspiros mientras sonreía, manteniendo su fachada de altanería.

—En un combate jamás te distraigas con tu oponente, sea quien sea—Minerva sin previo aviso da una patada fuerte, que por lo menos, Cosme si fue capaz de bloquearle, agarró su pierna y le tira al suelo, haciendo que la chica sonriese de forma casi invisible.

—¿Te rindes hermosa?

—Demasiado tarde—susurró la adolescente, quien se levanta para seguir atacando al contrario.

Siguiendo así por un par de minutos, hasta que Minerva, con mirada feroz, dio un ataque tan fuerte con la espada de madera, que fue capaz de dar a un punto ciego de la contraria, como consecuencia, provocando que se partiera, sorprendiendo a Cosme, Paris y compañía.
Minerva soltó su espada, para dar golpes y patadas, que el muchacho por el cansancio, solo podía bloquear, esquivar y en algunos casos recibir golpes leves.

—¿Por que siente que te he visto?—la chica no le respondió, dando una patada, mando volar a Cosme, que sorprendido al fin reconoce a la chica—¿Tu eres Minerva Peany?¿La aprendiz que expulsaron?—pregunta asombrado y curioso el ojiverde.

—Extrañamente soy muy popular, pero si adivinaste—respondió sin emoción Minerva, cruzándose de brazos.

—Un marginado aquí, que payasada, ¿y qué haría una denegada aquí?—sonríe burlón Cosme.

—Yo no soy una denegada, yo decidí irme por cuenta propia, ahora sí, menos charla y más acción—nuevamente sin compasión, Minerva se lazo a dar golpes, el muchacho se encontraba sorprendido, a pesar de luchar por casi una hora o más, la chica no parecía cansarse y era imposible darle siquiera un roce.

Ya la chica hastiada, ha su parecer, absurdo enfrentamiento, decidió darle al fin una lección a ese joven demasiado altanero y muy probablemente, un maton.
Aumentando la velocidad, dio una patada en las piernas del muchacho, que, ante la fuerza del golpe cayó de espaldas, iba a levantase rápido pero Minerva se encuentra encima suya, apuntándole muy cerca de su cuello, una daga.

—Posees una habilidades buenas, pero tu personalidad y valores son un fracaso, agradece que no te aniquile con esta daga—Minerva se levanta, guardando su daga, dejando respirar a Cosme.

—¿Quién te crees para decirm—fue interrumpido por la cruda voz de la contaría.

—Alguien mucho mejor que tú, que eres, un arrogante, altanero, fanfarrón y un completo inepto, cegado por su alto egocentrismo, que eso casi te pudo haber matado, ya verás...personas como tú jamás tendrán un buen futuro a menos que cambies tus valores, no valdrás y no vales nada—explica neutra y sincera nuestra protagonista, manteniendo un rostro serio, pero sus ojos brillan, fieros y apasionados, como llamas de fuego incandescente, imposibles de apaciguarse.


—Espero que lo tengas claro—sin nada mas que decir, se empieza a ir por donde llego, antes de irse, acaricio los cabellos de Paris—Espero que te conviertas en un caballero de buen ver, se que llegarás muy lejos, adiós y cuídate.

Cruza la cerca de madera sin problemas, llegando al riachuelo, donde su caballo le estaba esperando, ya descansado y listo para seguir nuevas ordenes.

—Vamos al hostal Narciso, que después de ir, daremos un viaje un poco largo—el corcel asintió, y relincha mientras agarra velocidad en su trote.

§ Días después §

—¿Te encueras bien aprendiz Atla?—Cosme dio un respingo al ser llamado por uno de los maestros de la academia—Te vez bastante pensativo.

—Si...me encuentro bien Maestro Bassa—murmura el muchacho, aun con la mirada perdida.

—¿Sabes que puedes contarme lo que sea? Tus dudas siempre tendrán derechos a ser escuchadas—comenta amable Nasser.

—Bueno maestro...hace algunos días tuve un enfrentamiento con una chica.

—Si...—respondió curioso.

—Y no era nada menos que su ex aprendiz, Minerva—se sonrojo al sólo recordarla. (El amor es único eh?)

—¿Que haría Minerva aquí?—cuestiona para si mismo, sorprendido, aunque igual fue escuchado por el joven aprendiz—Bueno...continúa aprendiz Atla.

—Y las palabras que dijo me están haciendo reflexionar, no son diferentes a las que me dicen ustedes, mis maestros, pero al decirlo ella me llego bastante profundo—explica sonrojado y algo nervioso, Nasser, ahora entendiendo la situación entendió, que ese jovencito, conoció lo muy recordando "Amor a primera vista", sonrió sin preocupación.

—Verás Cosme, ¿Tú ahora mismo estas pensando en ella?—el joven asintió apenado—¿Te llena de alegría al recordarle?—nuevamente el joven asintió, esta vez confundido—Esta clarísimo Cosme, te has enamorado de Minerva.

—Per-pero...

—No tiene nada de malo enamorase Cosme, tu posees sentimientos y recién estas empezando la adultez, aunque—se puso serio—Si que escogiste a una mujer difícil, jajaja—río mientras daba palmadas en la espalda a Cosme.

—Je...—suspira—Supongo que sí maestro Bassa.

§ ... §

¿Enamorado eh?—piensa sonriente Cosme, mirando las estrellas—Esperare con ansias un nuevo encuentro contigo...Minerva...

Continuará...

Y como prometí un especial para San Valentín, que no tuvo casi nada de romántico, pero es el comienzo de un romance, bueno...por parte del protagonista XD, porque creo que Minerva no le cayo muy bien a Cosme.
Espero que pronto traiga un nuevo capítulo para la historia.
Sin mas les deseo un ❤️Feliz San Valentín💜, pásenla con su familia, amistades y si tienen, parejas.

Ciao Ciao.

Curiosidades:

La espada tradicional, a la que me refería en este capítulo, me refiero a la mediaval, que comúnmente media de 90 cm hasta 120 cm, desde el mango hasta la punta de la espada.

Para ahorrarme el sentimiento inexplicable que tengo, SI!!! Pueden decirlo en los comentarios, Cosme si se parece a Mu De Aries, pero no me base en este querido personaje, sino que en el de Lost Canvas, Atla, por eso el apellido.

Cosme tiene 18 años, naciendo el 20 de Febrero.
Minerva tiene 17, y su cumpleaños es el 27 de Octubre.
Así que la fecha actual en que se encuentran esta entre octubre y noviembre.

Pronto los protagonistas tendrán sus fichas, que las mostrare el próximo capítulo.

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