Sin limites

Lana no creyó que algún día encontraría un lugar como el que escucho por internet. Un lugar que podía darte todo lo que querías. Cualquier cosa. Aunque eso ultimo le hizo dudar de la veracidad del lugar, ya que no era posible que un lugar así fuese autorizado por la ley y muchas personas lo conocieran.

Durante su adolescencia escucho a chicos o chicas más grandes que ella hablar de que ese lugar te daba cualquier cosa, ya fuese sexo con muertos, con animales, o con personajes con los que tuvieran algún fetiche. Este último le resulto muy estúpido, pero no importaba. Ella no tenía derecho a criticar los gustos de los demás. Sobre todo, cuando sus mayores fantasías sexuales tenían que ver con la coprofagia y la zoofilia.

Quizás era algo asqueroso, incluso ella lo aceptaba, pero era algo que siempre había querido intentar, aunque sea una vez. Recordaba perfectamente cuando descubrió aquellos gustos. La coprofagia fue culpa de Lisa, quien siempre le pedía cosas que incluían cagar en frascos o meterse a las alcantarillas a sacar mierda. De niña solo le producía diversión hacerlo, a partir de los once años fue cuando ese gusto subió de nivel, ya que había veces donde se imaginaba que muchas personas le cagaban la cara mientras algún hombre o incluso Lincoln, la penetraba y la mierda le caía sobre sus pechos y vagina.

La de los animales, fue una vez que estaba dormida en el jardín, al despertar pudo sentir unas pequeñas algo oliendo su intimidad, al principio se sobresaltó, pero la sensación de Charles oliendo su vagina le provoco algo de excitación. Dejo que su perro siguiera ahí hasta que sintió húmedo ahí abajo. Poco después se puso a investigar y era algo conocido como zoofilia, donde a una persona le excita tener sexo con los animales o que simplemente estén en su presionando sus partes privadas.

Fue a partir de eso que dejo que Charles oliera su vagina hasta que se mojaba. Además que aquel gusto siempre lo tuvo. Los animales siempre le dieron algo de atracción, quizás desde niña, pero fue hasta una edad madura que comenzó a prestar más atención al pene de Charles o Cliff, sin mencionar el de otros animales, como los que estaban en el zoológico.

Al pensar que eso era algo muy asqueroso y extraño, nunca revelo su gusto. Muchas veces solo se imaginaba, o buscaba fotos, pero nada más de eso. Sabía que esa parafilia era muy extraña, sin mencionar enfermiza, pero era algo que ella quería sentir. Aunque sea una vez quería tener un orgasmo con aquellas parafilias, bueno, quizás hasta no que un caballo la penetrara. Puede que le gustaría si le cortaban el pene al animal, y algún hombre se lo metía en su vagina o en su ano. No podía imaginarse como seria, pero, ¡Dios! Sentía que la sensación iba a ser increíble, y estaba segura que ese sería el mejor orgasmo de su vida.

El problema es que no estaba seguro de que fuese verdad. Para empezar: no parecía tener problemas con la policía y muchas personas parecían conocer del lugar; la otra era que si no tenía los costos debían ser muy caros. Aunque en algunos comentarios decía que el problema no era el dinero, y que no importaba la parafilia. Al final, fuese cual fuese la fantasía sexual, siempre pagaban. No importa cual extraña fuese, al final siempre pagaban. Sea quien sea. Esta noche lo vería. Tenía muchas cosas que pedir. Sinceramente pagaría de cualquier forma con tal de que le cumplieran ese gusto que tenía desde la adolescencia.

No le tomo mucho llegar al lugar donde supuestamente se encontraba aquel burdel. Solo iba con la intención de preguntar. Si es que ese lugar existía, Lana tenía la sensación puede de que todo era un truco para secuestrar. O puede qué si las cumplieran, pero el pago era hacer películas extrañas. Con que fueran con animales estaría bien. Incluso todavía podía aceptar que fuese un hombre que la violara. Ya que si ese burdel cumplía ese tipo de cosas, pues estaba segura de que el pago no debía de ser nada bonito. Sinceramente no quería pensarlo. Si lo hacía, entonces se iba a arrepentir. Sabía que ese tipo de lugares podían ser engañosos.

Como sea. Solo iba a ver que realmente le cumplirían la fantasía y que no fuese un truco. No estaba segura de que realmente llegaran a cumplirle su fantasía sin tener que recibir algo parecido a eso. Quizás la usarían como objeto sexual unos meses. Bueno, que le cumplieran lo que ella quería pues era un precio bajo.

Al llegar al edificio sucio, abandonado y en mal estado quedo un poco confundida, pero sabiendo que cumplían toda clase de fantasías no le vio problema. Aunque si era muy conocido, ¿por qué no cambiar a otro lugar? Puede quizás lo hacían para no tener que llamar la atención. Sea cual sea la razón, Lana no le tomo importancia. Al entrar vio a la anciana que la pagina decía. Solo debía preguntarle por Liss.

-Disculpe...

-Una moneda.

Lana sintió lastima por aquella anciana. Metió su mano en su bolsillo; saco un billete de diez dólares y se lo dio.

-Gracias.

- ¿En dónde puedo encontrar a Liss? -La anciana se rio un poco. Lana se confundió por eso, la anciana solo señalo al fondo. -Gracias.

A Lana le pareció raro que tuvieran a esa persona mayor para que dijera por donde entrar. Quizás era para que la policía no sospechaba, si venían, quizás la anciana les decía que ella vivía aquí y esa era la función que cumplía. Al caminar unos segundos llego al fondo donde escucho el sonido de música.

Al estar más cerca encontró una puerta. Supuso que tenía que abrirla, no había nadie, ni tampoco esas cosas que usan las personas para ver antes de dejar entrar a alguien. Al girar la perilla vio unas escaleras en perfecto estado, acompañado del sonido de la música. Entonces si estaba en el lugar correcto, no se lo imagino. Cuando vio el lugar se imaginó que sería de esos burdeles baratos, o incluso una trampa. Lo sospecho mucho más cuando aquella señora se rio.

Comenzó a bajar; al estar en la parte de abajo vio a varias personas en una orgia. Cada una estaba teniendo sexo con todo lo que tenían. Una chica estaba en cuatro mientras dos hombres la penetraban; uno por el ano y el otro por la vagina. Los demás hacían cosas parecidas, puede que variaran, pero finalmente estaban teniendo sexo.

Ahora que recordaba cuando tuvo su primera vez fue en una fiesta, y fue con un chico bastante atractivo, Lola le ayudo emborrachándolo, al estar lo suficientemente briago su gemela lo llevo a una habitación, pero ella salió para que Lana entrara y fuese con ella. No había mucha diferencia. Ambas se parecían mucho. Durante estos años, Lana y Lola se volvieron mucho más atractivas, y su apariencia era casi igual, a excepción del cabello. Pero si Lana se arreglaba o Lona dejaba su cabello al natural, tendrían muchos problemas en reconocerlas. Al estar con ese chico todo siguió normal, hasta que ella le propuso que la penetrara por el ano. Aquel chico, a pesar de la ebriedad, quedo sorprendió, pero acepto. Incluso cuando termino dentro de su ano quedo mucho más complacido que de la manera normal. Ella también, fueron sensaciones que nunca se imaginó tener. Ya entendía porque Clyde se chupo el ano con el tubo del filtro. Aunque termino mal.

Camino hacia el otro lado para buscar a alguien que fuese un empleado de aquel lugar. En la página de internet le daban la instrucción de preguntar por Liss. Lana pensó que esa chica era la dueña del lugar. Busco alguna persona que atendiera, la cual encontró rápidamente. Había una chica con una charola ofreciendo comida.

-Disculpa -Lana la llamo. Aquella chica volteo para prestarle atención.

- ¿Te gustaría algo? -Ofreció extendiendo la charola.

-No gracias. En realidad, estoy buscando a Liss.

-Oh, ya veo -Aquella chica sonrió pícaramente. -Dame un momento por favor.

La chica se fue perdiéndose de la vista de Lana. Ella se sentó en un sofá que estaba cerca para esperar a que regresara y prestar un poco más de atención al lugar. Aunque no lo consiguió por las orgias que estaban realizándose. Casi en cualquier lugar había orgias. Las cuales le excitaron un poco. A Lana realmente le gustaba el sexo. Por ello siempre acompañaba a Lola a una fiesta.

Su hermana al ser tan popular tenia a muchos chicos detrás de ella, sin mencionar que muchas chicas igual de populares que ella la invitaban a fiestas. Lana lo aprovechaba para poder terminar en la cama de alguno de ellos. Aunque le frustraba no poder cumplir varios caprichos que ella quería.

Al pasar los minutos, aquella chica regreso con una hermosa chica de cabello negro bastante largo que llevaba puesta una mini falda que solo cubría la mitad de sus muslos y una camisa de color blanco desabotonada. La chica de hace unos momentos señalo a Lana, y aquella hermosa chica asintió. Lana se imagino que esa chica debía ser Liss.

-Bienvenida al Burdel de las parafilias. Dime, ¿Cuál es tu parafilia? -Lana miro a su alrededor y luego a Liss. Si era sincera le apenaba un poco tener que pedir algo como eso. Lo cual Liss noto al momento de desviar los ojos. -Tranquila, querida. Puedes pedir lo que quieras. Aquí nadie juzgara por tus gustos -Le sonrió. -Vamos, preciosa, ¿qué te gustaría? Necrofilia, pedofilia, snuff. En el burdel de las parafilias no hay límites para lo que quieres -Le guiño un ojo.

Lana se quedó pensando unos segundos. Se sentía algo incomoda por tener que decirle a Liss lo que quería. Podía imaginarla viéndola con asco y decirle que en ese lugar no hacían esa clase de cosas. Aunque por otro lado ella fue quien le dijo que no había límites. No tenía nada que perder.

-Me gustaría...

Se acerco a Liss y le susurro al oído todo lo que quería, sin omitir nada. Al apartarse, Liss no se mostró sorprendida. Eso le sorprendió a Lana. Estaba segura que le miraría con algo de asco o confundida por lo menos.

-Puedo tener todo eso en más o menos una hora -Dijo Liss sonriendo. -Solo una pregunta: ¿te gustaría una habitación especial? Como un circo, zoológico, o algo así -Lana lo pensó un poco.

-Una jaula de algún animal anfibio estaría bien.

Liss asintió.

-En unos momentos una chica se acerca a ti para decirte cuando tu habitación esté lista. Mientras tanto puedes unirte a la orgia o ver. Como quieras.

Liss comenzó a caminar, aunque Lana la agarro del brazo.

-Pero no me has dicho cuál será el precio -Dijo Lana con algo de duda. Esto le daba mala espina.

-Tranquila, linda -Dijo Liss sonriendo. -No te preocupes, luego hablamos de la paga hablamos. Solo disfruta.

Y con eso ultimo Liss se marchó. Lana se sentó en un sofá que estaba cerca. Solo esperaba que no fuese una fortuna el pago. Aunque también podría haber la posibilidad de que la obligaran a trabajar ahí. No se escuchaba tan loco, pues era muy hermosa. Eso podría aceptarlo. Incluso le parecía algo muy bajo para lo que pidió. Lana se quedó observando la orgia que estaba enfrente. Lo cual le resulto un poco excitante.

Después de pasar varios minutos una chica se le acerco. Lana pensó que se debía a que ya tenían su habitación lista, sobre todo porque ya había pasado más o menos una hora.

-Tu habitación esta lista -Dijo aquella chica al momento de que se acercó a ella. -Acompáñame.

Lana siguió a la chica. Estaba algo nerviosa y emocionada porque iba a cumplir una fantasía sexual que tenía desde que comenzó a darse cuenta de sus gustos poco comunes. Fueron a un lugar donde había muchas más habitaciones. Parecían de un motel. Subieron las escaleras durante un rato hasta que la chica se desvió. Luego camino por las puertas hasta que se detuvo enfrente de una habitación.

-Diviértete.

La chica le entrego la llave y se alejó. Lana suspiro un poco. Por fin haría realidad aquello que siempre había querido.

Al entrar en la habitación quedo sorprendía al ver parecía que realmente parecía ser el hábitat donde vivían animales anfibios. Estaba bastante fresco; había varios árboles y se podía notar un clima húmedo. Camino un poco más y pudo ver más adelante a varios animales, entre ellos estaban todos los que pidió: un caballo, un toro, un león, una vaca, y un par de gatos.

-Mierda -Exclamo sorprendida al ver que le dieron todo lo que pidió.

Miro un momento más ahí y pudo ver que de entre los árboles salían varios hombres desnudos con enormes cuchillos. En el centro estaba uno muy atractivo. Lana quedo maravillada, era justo lo que pidió. No podía creer que realmente se lo hayan conseguido. Lo mejor era lo que se vendría después.

Lana se quitó la ropa; se acercó al hombre que estaba en medio de los demás y comenzó a besarlo. Aquel hombre le correspondió mientras tocaba sus pezones y su clítoris. Lana gimió, bajo su mano y comenzó a masturbar el pene del hombre. Al separarse el hombre sonrió.

-Tú decides cuando quieres que empiece toda la diversión -Dijo sin quitar la sonrisa en su rostro. -Oh podemos continuar calentando motores -Le guiño un ojo.

-Eso... suena bien...

El hombre la volvió a besar y ambos se recostaron en la tierra. Aquel hombre bajo el rostro para lamer sus pezones, después bajo más el rostro y continuo con su vagina. Le lamio aquella raja mientras pellizcaba sus pezones. Lana comenzó a dar gemidos ante el placer que eso le generaba. Al pasar algunos segundos el hombre se escupió su mano y la paso por su pene.

- ¿Quieres que ya empiece el show? -Pregunto sonriendo.

Lana asintió. Este era el mejor momento. Ese hombre podía penetrarlas mientras aquellos hombres comenzaban a matar a los animales. El hombre chasqueo los dedos y de inmediato alzaron los cuchillos para clavarlos en la parte media de los animales. Estos se alteraron un poco por eso, Lana se sintió mucho más excitada. El sonido de los animales la excito mucho mas, eso lo noto aquel hombre, pero no le dijo nada y comenzó a penetrarla. Lana solo gimió más fuerte al escuchar el llanto de algunos animales.

Miro al frente donde vio aquello hombres destrozar los cuerpos de los animales para ponerse la piel y los cubrirse con los intestinos de los animales; acompañados de su pene. En el caso del que mato a la vaca llevaba su cuarterón, e igual que los demás en su cabeza llevaba la parte de la cabeza del animal.

El hombre aumento el ritmo, acaricio su clítoris y siguió embistiéndola con rapidez hasta que termino dentro de ella. Lana también termino, haciendo que algo de sus fluidos salpicaron la cadera del hombre; él limpio un poco con sus manos antes de dárselo a Lana, quien lo lamio con gusto.

- ¿Con que te gustaría empezar?

Lana señalo al hombre que tenía el pene de caballo. Ese hombre se le acerco mientras el que la penetraba se recostaba en la tierra y comenzaba a embestirla, pero dejo libre el camino para que el que tenia el pene de caballo hiciera su trabajo. Chupo su pulgar y lo puso sobre el ano de Lana. Ella gimió con más fuerza a causa del placer, sintió como aquel hombre movía su pulgar dentro de ella, al sacarlo noto que la entrada que de su ano estaba listo.

Metió el pene de caballo en su ano. Empezó con la punta haciendo que Lana se sintiera más excitada, y así continúo metiéndolo, cada vez más profundo hasta que sintió que era suficiente. De ahí comenzó a moverlo haciendo que Lana sintiera mucho más placer. Ambos penes estaban haciendo que se sintiera bien, pero aquel pene de caballo hacia mejor el trabajo al estar golpeando un poco dentro de su ano, además que era mucho mas grande y grueso.

El ritmo siguió aumentando hasta que Lana pudo sentir el final. Ella aumento el ritmo sintiendo como sus fluidos salpicaron nuevamente las caderas del hombre. Ella sonrió; esto aun no terminaba, aún quedaba mucho por hacer. Bajo su rostro hasta el pene del hombre para introducirlo en su boca. Lana no era de dar muchas mamadas, solo lo hacia si es que el chico lo tenia bastante grande, y este lo tenía, así que, ¿por qué no?

- ¿Quién sigue? -Pregunto uno de ellos.

Lana desvió los ojos sin dejar de lamer el miembro del hombre. Señalo a los hombres que tenían los penes de felinos. Ellos entendieron. El que tenia el pene del león repitió la acción de hace unos momentos, mientras que el que tenia el par de penes de los gatos coloco uno en la parte de su clítoris y el otro por en la parte de su vagina acariciando ambas partes. Lana gimió un poco. Podía sentir algo picar sus paredes anales, entonces era verdad que el pene del león tenía espinas. A ella no le dolía mucho, incluso lo disfrutaba. Mientras que el otro hombre acariciaba con suavidad su vagina y eso la hacia sentir algo de cosquillas, lo cual la estaba excitando más.

Aumento el ritmo con su boca succionando el glande del hombre y él solo puso sus manos en su cabeza para que no se detuviera. El final pronto llegaría. Lana bajo su mano y acaricio su clítoris haciendo que el orgasmo fuera mejor, ya que el pene del león dentro de ella iba hacer que terminara muy pronto. Succiono aun mas el pene del hombre, y al mismo tiempo acaricio más rápido su clítoris. El hombre gimió antes de que Lana sintiera ese sabor agrio dentro de su boca, luego ella termino en otro orgasmo que hizo que sus fluidos cayeran al suelo.

El pene del toro era el último. Una vez terminado, seria el final de la noche. Lana se puso en cuclillas, aquel hombre entendió. Acaricio su culo para después meter su pene dentro de su ano. El cual estaba muy apretado, muy a pesar de que ya había sido utilizado. El hombre con el pene del toro. Lo metió en su vagina y Lana gimió antes de volver aumentar el ritmo. Esto era lo mejor que había sentido en su vida. Escupió un poco el pene del toro mientras el hombre aumentaba el ritmo y golpeaba sus glúteos con fuerza. Lana dio pequeños gritos sintiendo como el final se acercaba. El hombre la agarro por las caderas embistiéndola con más fuerza. Siguió así hasta que pudo sentir el semen de aquel hombre invadir su interior.

-Ya es hora -Dijo Lana apartándose y recostándose en el suelo, aun bastante excitada.

El hombre que la penetro se coloco nuevamente enfrente de ella y metió su pene dentro de su vagina. Los otros se pusieron de espaldas y luego en cuclillas. Lana sonrió a medias al sentir algo caliente con un olor asqueroso caer sobre cuerpo; era mierda. No era como si no la hubiese visto antes, pero era el momento en que se estaba dando. Se excito más cuando aquellos hombres terminaron de cagar y comenzaron a embarrar la mierda por todo su cuerpo cubriendo sus senos y dejando caer una parte en su vagina.

La excitación aumento cuando el hombre que tenía el cuarterón de la vaca la apretó con fuerza y leche acompañada con algo de sangre cayó sobre su cuerpo. La sensación era increíble, su sonrisa se fue distorsionando a causa de la excitación que sentía en ese momento. El hombre la embistió con mas fuerza, y esta vez Lana no pudo evitar gritar de placer. Este era el mejor orgasmo de su vida. El hombre siguió con embestidas fuertes hasta que ambos terminaron en un orgasmo al mismo tiempo.

Todo había terminado y ahora era momento de pagar. Aun no sabía cuánto le costaría todo esto. Al terminar de limpiarse y salir de la habitación se encontró con una chica que le dijo que era el momento de hablar sobre el pago. Lana estaba algo nerviosa porque no sabia que era lo que le harían. Como le dijeron que no debía preocuparse, ella se dejó llevar.

Debía admitir que no se arrepentía. Después de todo fue algo que siempre quiso hacer, y Liss le cumplió todo lo que le susurro al oído. No se imagino que realmente le cumplieran su fantasía, pero lo hicieron. Lo único que quedaba era que pagara. Había llegado a una habitación mucho mas alejada del resto. Al entrar vio que estaba completamente vacía. Solo había una luz que iluminaba la mitad de la habitación. Cuando escucho la puerta cerrarse detrás de ella lo supo: le iban hacer algo.

Bueno, si era sincera no se arrepentía y estaba dispuesta a pagar el precio. Solo esperaba que no la mataran o golpearan tan salvajemente mientras era violada por un animal u hombre. Incluso pensaba que era justo. Se acerco en medio de la habitación a esperar eso. Miro a la oscuridad donde sintió que algo la miraba.

- ¿Hay alguien aquí? -Pregunto algo confundida y un tanto asustada.

Solo escucho un gruñido como respuesta.

- ¿Entonces será un animal? -Pensó. No había otra opción, de seguro venderían este video en el internet. Ella ya había muchos de eso, pero, ¿qué más da?

De la oscuridad salieron todos varios hombres con cabezas de animales que eran de: un león, un caballo, un hombre con un par de cabezas de gatos, un toro y uno con cabeza de vaca con las ubres clavadas en su cuerpo. Aquello la asusto y la hizo dar varios pasos hacia atrás por el miedo que le provoco. No sabía si aquello era real, pero se veían muy realistas. Tenían enormes dientes filosos y tenían enormes garras de las cuales escurría algo de sangre.

Rápidamente el que tenia la cabeza de león se le acerco enterrando fuertemente sus dientes en su brazo perforando la carne de sus brazos y arrojándola hacia los demás. Lana grito fuertemente, pero el grito fue silenciado cuando sintió la lengua de la vaca lamer su boca.

El que tenia la cabeza de caballo la coloco en cuatro, y al mismo tiempo el que tenia el par de cabezas de gatos se recostó en el suelo. Ambos comenzaron a penetrarla con salvajismo. Lana sintió un poco de dolor. Quería gritar, pero su boca estaba sellada por la lengua de la vaca. Esto le asusto mucho desde que los vio, pero debía admitir que el pago era justo. Ella asesino a animales, cuando se supone que le gustaban.

Sintió una embestida del caballo dentro de su ano. Le lastimo, había escuchado que eso era peligroso porque se podían dañar el intestino, pero no podía evitarlo. El que tenia la cabeza de vaca apretó sus ubres haciendo que leche cayera sobre su cara.

Vio que el de la cabeza de león gruño antes de morderla en un costado de su cuerpo. La sangre comenzó a brotar de su cuerpo. El que te tenia la cabeza mugió y clavo sus cuernos en otro costado. Le dolía mucho, tanto que algunas lágrimas se escaparon de sus ojos, pero el dolor no se detenía ahí, sintió como el caballo aumentaba el ritmo. De nuevo hubo dolor, esto le dolía mucho. Las garras de aquel león comenzaron a perforar su estómago. Y el toro simplemente sacaba y volvía enterrar sus cuernos.

La leche que caía de la vaca comenzó a evitar que respirar, pero, ¿qué mierda importaba? No era como si fuese a sobrevivir. El león saco sus tripas y el caballo metió todo su pene dentro de su ano. Pudo sentir como eso la partía. Lana bajo la mirada donde vio que el pene de ese caballo le había salido por el agujero que el león le hizo. Estaba jodida, esa era la palabra. Lo único que hizo que no se sintiera tan mal, fue que al menos pudo cumplir aquella fantasía que siempre quiso tener desde que tenía once años.

Lana se despertó de golpe aun sintiendo el dolor en su estómago y la penetración de aquel animal. Miro para todos lados y pudo ver que estaba en su habitación. Eso la calmo un poco. Al menos nada de eso fue real.

Aquel sueño le hizo ver que quizás no era tan buena idea ir a ese burdel. Iba volver a dormir, pero sintió un papel en su almohada. Al tomarlo e iluminarlo con la luz de su teléfono vio que tenia unas palabras que hicieron que su sangre se helara: "El burdel de las parafilias, vuelva pronto". No supo cómo reaccionar. Se quedo completamente fría al saber que aquello no había sido un sueño.

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