Diversion
¿Qué era lo que más le divertía a Luan Loud aparte de las fiestas, chistes o las bromas? Ver llorar a un niño.
Nunca se lo había contado a nadie, pero Luan disfrutaba ver llorar o sufrir a un niño. Disfrutaba ver sus rostros cubiertos de lágrimas. Pero lo que más quería; era verlos con sus cuerpos destrozados. Quería romperles el cráneo con un martillo hasta que pudiera ver su cerebro, pero no podía hacer eso ya que era ilegal.
Si alguien se enteraba de su familia se enteraba de extraño gusto, muy seguramente la internarían en un hospital psiquiátrico. Le ponía algo triste no poder cumplir aquella fantasía. Aunque hace poco escucho de un lugar, mejor dicho: un burdel. Había entrado al baño, unos segundos después entraron dos chicas, quienes no sabía que ella estaba ahí. Ellas estaban hablando acerca de un burdel muy bien escondido que cumplía lo que pidieran, sin importar que fuera o con quien. Luan quedo sorprendida. No sabía si aquello era real, pero decidió averiguarlo.
No salió hasta que escuchara lo suficiente, escucho la palabra muerte. Una de ellas tuvo sexo y después asesino al hombre, pero eso no era posible. Royal Woods no era una ciudad muy grande, por lo que la policía notaba rápidamente cuando había desapariciones.
¿Y si no lo notaban? Entonces se estaría perdiendo de cosas que a ella le gustaban. Quizás tenían influencia de personas muy poderosas.
Luan se puso a investigar acerca de ese lugar al terminar las clases. No encontró mucho en realidad. Encontró un foro donde las personas hablaban de manera anónima acerca de ese lugar y sus experiencias. Leyó que ese lugar cumple cualquier cosa que sus clientes pidan por más extraño, grotesco, enfermo o asqueroso que este fuera.
Lo pensó durante todo el día. Quería hacerlo, pero no estaba segura que la policía no interviniera. Algo no estaba bien, ¿por qué no hacían investigaciones? Quizás pensaban que solo era uno de esos foros donde la gente sube estupideces para llamar la atención, y ahora que ella lo pensaba fríamente se le ocurrió lo mismo. No podía existir un lugar donde hicieras lo que quisieras sin recibir consecuencias. Luan anoto la dirección para ir en la noche, solo daría una miradita rápida para ver si era real.
Luan no tuvo problemas en salir de casa. Por suerte sus hermanos y padres no se dieron cuenta que salió. Solo iba a dar una mirada, aparte aun dudaba que fuera real. Podías matar, violar gente y no recibir consecuencias. Debía ser una broma.
Camino por varios minutos hasta que reconoció el nombre de una de las calles para llegar a ese lugar, debía seguir derecho hasta encontrar un viejo edificio. Esa parte sonaba algo más real, quizás estaban escondidos en lugar hecho mierda para que la policía no sospechara nada.
Camino por unos momentos hasta que encontró aquel edificio. Entro a ese viejo edificio que decían en la página. Dio un par de vueltas, Luan se dio cuenta que solo era un edificio en mal estado, no parecía haber nada interesante. Creyó que todo esto había sido una estúpida broma de algún sujeto que no tenía nada mejor que hacer.
- ¿Una moneda? -Luan se asustó un poco al escuchar una voz cerca de ella, pero se calmó al darse cuenta que la voz pertenecía[d1] al de una persona mayor.
Busco el origen de la voz, provenía de una señora de unos sesenta años. Luan no traía mucho dinero, solo iba a ver si aquel lugar era real, y si lo era, ¿cuál era el costo de cumplir lo que quería? Por lo que ella quería podía pensar que sería un numero con varios ceros. Saco un billete y se lo extendió a la señora quien lo tomo.
- ¿En dónde puedo encontrar a Liss? -Luan recordó que debía preguntar por esa chica.
La señora suspiro antes de mirarla a los ojos. Guardo el dinero en uno de sus bolsillos.
-Ve al fondo hasta encontrar una puerta.
Luan no dijo nada más, y se dirigió al fondo. Encontró dicha puerta acompañado de música, abrió la puerta, vio que al otro lado aquel lugar estaba en mejor estado. Bajo las escaleras, al estar en la parte de abajo encontró una orgia en medio de aquel lugar.
Algunas personas estaban observando el espectáculo sentadas en algunos sofás, parecían estar esperando algo. A las personas de la orgia no parecían importarles quienes las vieran. Luan se quedó unos segundos observando, era la primera vez que veía algo así en su vida. Había visto algunos videos porno donde muchos hombres y mujeres hacían orgias, pero nunca creyó verlo en carne propia.
Una chica con una mini falda muy corto se le acerco.
-Puedes unirte si quieres. -Le dijo sonriéndole.
-Ah... estoy... bien. -Luan no quería unirse, ¿y como sabía si esto no era algún truco? -Solo vengo de paso... -Aparto la mirada, y vio a la chica. -Busco a Liss.
-Espera un momento. -La chica se alejó de ella.
Luan se apoyó contra la pared. Quería hablar con esa persona para saber si podían cumplir lo que ella quería y cuál era el costo. Quizás nunca conseguiría hacer tal cosa, pero al menos esperaba hacer algo pequeño. ¿Cuánto costaría algo así? ¿treinta mil? ¿cuarenta mil? Tal vez, y eso tal vez, si podría conseguir esa cantidad, solo tendría que trabajar y esconder muy bien el dinero de sus hermanos.
Pero desde que Lori, Leni y Luna dejaron la casa, ya no había tanto gastos como antes. Leni, Luna, y Lori ya no pedían grandes cantidades de dinero para comprar telas para vestidos, comprar instrumentos musicales, discos, o datos para su celular. Quizás podía conseguir esa cantidad, pero se tardaría bastante en juntarlo todo.
Pasaron unos minutos más cuando Luan vio que aquella chica de hace unos momentos venia con otra aún más atractiva que ella, su cabello negro bastante largo. Llevaba un mayon de color negro junto con una blusa de color blanco, Luan se dio cuenta que no traía sostén y eso dejaba ver sus pezones. La chica que a la que le pidió ver a Liss, se hizo a un lado.
-Tú debes ser Liss, ¿cierto? -Pregunto Luan cuando la chica estaba enfrente de ella.
-Si. -Le respondió. -Bienvenida al burdel de las parafilias, ¿en qué te puedo ayudar? Podemos cumplir cualquier fantasía sexual que desees: necrofilia, zoofilia, masoquismo, pedofilia, snuff. No tenemos límites para lo que quieras pedir.
Luan se dio cuenta que lo que leyó en esa página de internet si era real, ahora lo que le preocupaba era el precio de lo que pediría.
-Si... -Luan no sabía cómo decirlo. Nadie tenía conocimiento de su aterrador gusto, por lo que era difícil decirlo.
-Vamos querida, aquí nadie te va a juzgar por tus gustos. -Liss le sonrió.
Luan pensó un poco antes de hablar.
-Me gustaría matar a un niño.
Aquello no le sorprendió a Liss, muchos de los clientes que habían venido antes le pidieron lo mismo. Liss se dio cuenta que ella parecía no decir todo lo que quería, quizás tenía miedo de cual fuera el precio. Nadie decía el precio, quizás a veces, pero no era como si las personas se asustaran y dejaran de venir por eso.
- ¿Solo eso? -Luan quería más, pero creía que se tardaría en juntar el dinero. -Ya te lo he dicho: puedes pedir todo lo que quieras. Incluso puedo darte una familia completa que tenga varios niños, ¿no te interesa? -Obvio que le interesaba. Liss se dio cuenta que era el precio lo que preocupaba a esa chica. -Si es por el precio, no te preocupes -Sus labios formaron una sonrisa. -puedes pedir lo que quieres, y luego hablaremos por como pagaras.
Luan no sabía si eso era bueno o malo, podía ser una trampa para que terminara debiendo una fortuna, o quizás la obligarían hacer cosas que ella no quisiera. Solo esperaba que no terminara muerta o con alguna enfermedad, porque realmente no tenía ganas de negarse, quería hacerlo, quería sentir la sensación, al menos una vez en su vida.
-Me gustaría que fuera... -Luan se detuvo cuando Liss alzo una mano, y una de las chicas se acercó. Liss le susurro algo al oído, Luan no escucho.
-Disculpa... -Liss se disculpó. -van a traerme algo para que tu puedas escoger mejor. -Paso un minuto cuando aquella chica llego con un encuadernado de color rojo. Liss se lo extendió a Luan, quien lo recibió. -Puedes escoger lo que quieres, tenemos una gran variedad de armas, y de personas, ya sean niños, adultos, familias. Y si quieres que a alguien que te penetre mientras matas, puedes pedirlo.
Luan paso las hojas, había una gran variedad de personas, algunos de ellos tenían familias completas. ¿Por qué este lugar no era encontrado por la policía? Tenían de todo, personas y armas: tenían de las armas que se usan para torturar.
Paso las hojas hasta que encontró una que llamo su atención, constaba de una madre y padre, con tres niños y una niña. La niña tenía nueve, y los demás, cuatro, seis y siete. El cabello de aquella niña era rubio, algo que llamo su atención, ya que los demás eran castaños claros, aunque no le importo mucho. Le paso el encuadernado a Liss, señalándole la foto de esa familia.
-Muy bien. -Liss sonrió. - ¿Quieres algún arma? ¿Una habitación arreglada en especial? ¿Un hombre que penetre? -Luan pensó por un momento. Sin quitarle el encuadernado a Liss, le señalo la foto de un hombre, delgado y bastante atractivo.
-Me gustaría que la habitación fuera un salón de fiestas con muchos objetos filosos, no importa que sean. -Liss le sonrió.
-En una hora estará lista tu habitación mientras tanto -Extendió su mano para señalar la orgia. -Puedes unirte o esperar en el sofá, como gustes.
-Gracias.
Liss le sonrió una última vez antes de irse. Luan se quedó un poco pensando, aunque aquello fuera muy tentador, decidió no hacerlo. Quería guardar toda su energía.
Noto que una de las chicas acercársele con una charola llena de lo que parecía comida y dulces.
- ¿Quieres un poco? -Le pregunto amablemente.
Luan vio que algunos de los dulces tenían forma extraña.
- ¿Son de personas? -Pregunto sarcásticamente. No creía que la respuesta fuera positiva.
-Solo la mitad de aquí. -Señalo el lado derecho que tenían los dulces. -Están cubiertos de escroto y clítoris. -Luan sintió ganas de vomitar cuando escucho de lo que estaban hechos. La chica se dio cuenta y alejo la charola. -Es que tenemos algunos clientes con gustos muy particulares. -Fue lo último que le dijo antes de irse.
Se le revolvió un poco el estómago. ¿En verdad no tenían problemas con la policía? Se pregunto de nuevo. Lo que en ese lugar hacían no era precisamente legal.
Los minutos pasaron, durante ese lapso de tiempo, Luan estuvo viendo la orgia que había enfrente de ella. Le causo un poco de excitación, sintió su ropa interior algo húmeda. Luan ya quería empezar. No había participado porque quería guardar sus energías para cuando su habitación estuviera lista.
-Disculpe. -Le hablo una de las chicas haciendo que desviara atención de la orgia. -Su habitación esta lista. -Luan se puso de pie y siguió a la chica. Subió unas escaleras, la comediante sintió como si fueran al menos tres pisos hasta que se detuvo enfrente de una puerta. -Que se divierta.
Lo iba hacer.
Luan entro a la habitación. Parecía ser una normal, al estar mas al fondo se dio cuenta que estaba arreglada para una fiesta. El hombre que le dijo a Liss estaba desnudo sonriéndole. Con su mano derecha se estaba masturbando y con la otra jugaba con un cuchillo. Enfrente de él, estaba la familia que le señalo en el libro a Liss.
Todo estaba bien decorado para una fiesta. Aquella familia la miraba sumamente asustada, sobre todo los niños. Luan sonrió un poco antes de acercarse a una mesa que tenia una gran cantidad de objetos filosos, había una gran variedad de cuchillos, y algunas cosas que los doctores usaban para las cirugías. El ver todo eso, le hizo pensar: ¿Todo esto era real? ¿Era un sueño? Estaba por cumplir algo que nunca se imaginó hacer.
- ¿También me ayudaras a matarlos? -Luan le pregunto al hombre que vio al entrar. El hombre hizo una sonrisa torcida y asintió.
-Puedo hacerlo si quieres, o simplemente puedo cogerte. -Le respondió.
-Ayúdame y házmelo.
El hombre sonrió. Se acerco a ella jugando con el cuchillo, Luan garro uno largo. Lo usaría para enterrarlo en el pecho del que parecía ser el padre de familia. Cuando enterró el cuchillo, el hombre grito fuertemente. Luan perforo más profundo su pecho, le costó algo de trabajo, pero lo consiguió.
Luan miro al hombre con el que tendría sexo. Ese sujeto parecía estar maravillado con lo que ella estaba haciendo.
- ¿Crees poder abrirle todo el estómago? -Le sonrió macabramente, y sin que ella le dijera algo se acercó al hombre, agarro el cuchillo fuertemente y uso todas sus fuerzas para que todo su estómago se abriera.
A Luan le gustaron los gritos que aquel hombre soltó Le gusto ver sus órganos quedarse en su lugar por un momento antes de que cayeran al suelo. Pero lo que mas le gusto fueron los gritos de los niños al ver lo que le paso a su padre. No tendría precio verlos llorar por su madre.
- ¿Por qué lloran? -Luan les pregunto a los niños quienes no paraban de llorar. - ¡Sonrían! ¡Me gusta que los niños sonrían! -Aquellos mocosos siguieron llorando, incluso uno de ellos se orino. Luan se molestó un poco por eso.
- ¿Por qué no les ayudamos? -Ese sujeto se le acerco a Luan con un bisturí. Luan tomo uno, cuando hizo eso formo una sonrisa con sus dedos.
Por lo que la comediante entendió.
- ¡Buena idea!
Ambos cortaron la piel de sus mejillas haciendo formas de sonrisas. Al terminar, Luan vio sus dientes formando esa sonrisa que tanto le gustaba ver en los niños. A pesar de estar llorando o gritando, esa sonrisa jamás se borraría de sus rostros.
Se acerco a la madre de los niños. Miro sus manos, no supo porque, pero decidió clavar el cuchillo en sus manos. Eso fue suficiente para que aquella mujer gritara con mas fuerza. Esos gritos la excitaron más, tanto que sentía que su ropa interior la haría terminar.
Lamio un poco de la sangre de la mano que caía de aquella mujer.
-Sabes a mierda. -Le dijo mientras se acercaba a uno de sus hijos. Aquellos niños temblaron aún más, Luan le corto el dedo de en medio a uno de ellos. Lo miro un poco, le dio algo de curiosidad a que sabría la carne humana, pero aún tenía sus límites. - ¿Quieres comértelo? -Le pregunto al hombre, el cual estaba dibujando caras felices por toda la habitación.
Miro el dedo, y sin preguntar o decir algo más, se lo llevo a la boca. Luan se sorprendió, no pensó que lo fuera hacer. Mastico por unos momentos gasta que saco algo blanco de su boca.
-Me gusta más el sabor de los niños que tienen dos años. -El hombre se acerco a la mujer, y le enterró el hueso en su ojo haciendo que gritara.
Luan sintió algo de nauseas cuando dijo eso de la carne de humana. Pero eso no evito que se desnudara.
-Espero que también te guste esto. -Luan se acarició la vagina. El hombre le sonrió, se acerco a ella y comenzó acariciar sus senos.
- ¿Cuántos años tienes?
-Diecisiete... -Luan contesto entre gemidos.
El hombre sonrió. Bajo su rostro para comenzar a lamer su vagina. Luan se sintió bien, pero se sentiría mejor si estuviera bañada en sangre. Mientras aquel hombre le daba sexo oral, Luan comenzó a cortar cada uno de los dedos de aquella mujer. Disfruto escuchar los gritos, y sin poder evitarlo exploto en un orgasmo.
-Eres increíble. -Luan exclamo. El hombre le sonrió.
Luan comenzó a cortar su estomago haciendo un corte lo suficientemente grande para que sus órganos cayeran. No quiso que todo cayera al suelo, por lo que se colocó debajo de ella para que la sangre, junto con sus órganos, cubrieran su cuerpo.
¡Esto era increíble!
Escuchaba el grito de esos niños. Era tocada por un hombre muy atractivo, y muy pronto seria penetrada. Podía darse un baño de sangre. Vio a los niños. Se puso de pie. Fue con dirección a la mesa para agarrar un enorme cuchillo de carnicero.
-Quiero que me lo metas. -Dijo Luan mientras se ponía enfrente de uno de los niños y abría un poco sus piernas.
No le contesto nada, pero sabía cuándo. Luan acerco un poco el cuchillo, agarrando un poco de impulso logro hacer un corte lo suficientemente profundo para que su brazo se despegara. Al mismo tiempo, Luan sintió como ese hombre la penetraba poco un segundo después. Soltó un gemido. Se movió un poco para hacer lo mismo con el otro brazo. Lo que mas le gustaba a Luan, era la sonrisa que tenía en su rostro. Esa enorme sonrisa que mostraba su felicidad de estar divirtiéndose con ella al hacer esto. Agarro un poco de impulso y le hizo lo mismo al otro brazo.
Luan noto que los gritos y llantos no eran como al inicio. Puede que no fuera muy inteligente como Lisa, pero sabia que era por la perdida de sangre. Le hubiera gustado divertirse un poco más, pero aun podía terminar con una nota alta. Puso el cuchillo en sus testículos para cortarlos lentamente. De nuevo gritos. Eso era lo mejor.
-Necesito ayuda... -Luan le dijo.
Aquel hombre se apartó algo molesto. El interior de esa chica era increíble, bastante apretado y cálido, todo su cuerpo realmente, sus senos tenían un tamaño normal. Le molesto un poco tener que esperar para estar nuevamente dentro de ella, pero esa espera valdría la pena.
Fue con la niña con varios cuchillos en sus manos. Tenía una idea. Le quito la ropa dejándola totalmente desnuda, Luan estaba metiendo un par de bisturís por los odios de uno de los niños. Cuando se dio cuenta de lo que ese tipo estaba haciendo, comenzó a prestarle un poco de atención. Aquel hombre acaricio su pequeña vagina, la lamio un poco, incluso intento meterle el pene, aunque no lo hizo porque se movía y gritaba mucho. Agarro varios cuchillos y los metió dentro de su vagina, la niña grito de dolor. A Luan le gusto que hiciera eso, el hombre continúo destrozando el interior de la niña hasta que dejo de gritar. Continúo haciéndolo hasta que vio sus órganos caer por donde antes estaba su vagina. Luan vio todo lo que hizo sin dejar de hacer lo suyo. Pudo ver algo del cerebro de ese niño.
Al terminar se colocó recostó en suelo para estar debajo del ultimo niño. Abrió las piernas para que él hiciera su trabajo.
-Báñame con su sangre.
-Con gusto.
El hombre se coloco enfrente de ella. Sin pensarlo abrió el estomago del ultimo niño haciendo que una gran cantidad de sangre cayera sobre el cuerpo de Luan, sin perder tiempo metió su pene dentro de su vagina. Vio que sus pezones se habían salpicado con algo de sangre, los lamio disfrutando el sabor a hierro en su boca. Luan sentía que cualquier momento iba a terminar, intento aguantar un poco más, pero cuando cayeron los últimos órganos de ese niño sobre su cuerpo mientras había llorado hasta que perdió el conocimiento, no pudo evitar explotar en un orgasmo. El mejor de toda su vida, y dudaba que alguna vez volvería a tener otro igual.
Era el momento de pagar. No estaba segura de como seria, solo esperaba que no fuera algo como tener sexo con animales, porque no lo haría. Ahora mismo iba siguiendo a una de las chicas quien la había estado esperando afuera de la habitación. La chica le pidió que la siguiera para hablar del pago.
Luan estaba algo nerviosa que la cantidad fueran muchos números, estaba seguro que nunca terminaría pagar si era eso. La chica se detuvo enfrente de una puerta, Luan iba a preguntar que era esa habitación.
-Entra... -Dijo mientras señalaba la puerta. -ahí hablaran sobre el pago. -Al decir esto no pudo evitar sonreír de manera macabra.
Eso asusto un poco a Luan. Trago saliva y entro aquella habitación, la única iluminación que tenia era un foco que estaba a la mitad. La chica cerró la puerta dejándola solo a ella dentro. Luan se puso nerviosa cuando comenzó a escuchar pasos.
Rápidamente fue hacia donde estaba la lampara. Un momento antes de llegar vio que a los padres de la familia que había asesinado. Sus cuerpos estaban tal como los había dejo, la sangre aun escurría por sus cuerpos, todos estaba iluminados por la luz de la lampara. Por un momento pensó que tal vez estaba soñando, eso podía tener algo de sentido. No creía que realmente eso estuviera pasando, tampoco que ellos estuvieran vivos.
Se quedo unos momentos parada hasta que sintió algo húmedo y pequeño sostenerla con mucha fuerza en sus piernas haciendo que cayera. Vio a los niños son sus sonrisas mirándola fijamente, Luan se dio cuenta que realmente estaban felices. Soltó un grito ahogado cuando los vio con cuchillos en sus manos.
- ¡¿Qué van ha...?! -No termino la pregunta cuando sintió algo filoso perforar sus ojos.
Grito fuertemente. Sintió como sus ojos eran desprendidos de su lugar. Luan quiso escapar, pero no pudo ponerse de pie, porque algo la agarro fuertemente de los brazos.
- ¿Por qué esa cara tan larga? -Pregunto una voz de un hombre. Luan supo que se trataba del padre. Ahora que lo pensaba jamás los escucho suplicar o decirle algo. ¿Acaso era importante pensar en eso ahora? Lo único que le gusto fue escuchar sus gritos.
-Dibújale una sonrisa, papi.
Escucho a uno de los niños, pero no supo a quien pertenecía. Sintió uno de los cuchillos perforar sus mejillas dejando al descubierto sus dientes. Por la forma en que sentía ahora su cara sabía que si le hicieron una sonrisa.
Volvió a gritar cuando sintió mordidas en sus manos. Sintió la piel de sus dedos siendo mordida hasta que le quitaron toda la piel de sus dedos.
Esto era muy doloroso.
Solo esperaba que fuera una pesadilla y pronto despertara.
Sintió algo puntiagudo clavarse al mismo tiempo en su vagina y luego en su estómago. Volvió a gritar con mucho dolor cuando sintió su estómago siendo abierto mientras varios cuchillos le destrozaban la vagina. Luan supo que muy pronto moriría. Lo que al menos le alegraba fue haber cumplido lo que siempre quiso.
Luan se despertó con sudor frio recorriendo su frente y espalda. Toco todo su cuerpo para darse cuenta que su cuerpo estaba en su lugar. Todo había sido un sueño, mejor dicho, una pesadilla. Pero se sintió bastante real.
Le gusto la parte de su fantasía, pero lo demás... no quiso volver a recordarlo. Tomo su teléfono para ver la hora. Al tomarlo se dio cuenta que había un papel encima, lo tomo y lo ilumino con su celular para ver que decía. Lo que decía la dejo sin habla. "El burdel de las parafilias, vuelva pronto".
Le dio algo de escalofríos leer eso. ¿Entonces todo eso fue real? ¿Cómo era posible? No le importo mucho, estaba viva, y lo mejor cumplió lo que siempre había querido.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top