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Parte 11. Escoba y guardia.
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Al revisar que no derramaba sangre y solo hubiera caído inconsciente Denki nunca se desconcentro de su labor, fue hasta que acomodo al humano en la cama que finalmente miro mal a su amigo.

— ¿Que se supone estas haciendo Kiri? — 

— ¡Eso debo preguntarlo yo Denki! Mientras hacia mi limpieza detecte el aroma de un humano ¿Que hacías con uno en tu habitación? —

Podría ser que ninguno era muy inteligente, pero ambos sabían que era la pregunta, ¿Que hacia el humano en su cuarto? Simplemente no quería responder que se escabulló a su habitación, capaz y si Shouto se enteraba le mandaría a mas guardias de los que necesitaba y mataría a Shinsou.

O peor aun, los mataba a ambos por ir contra su voluntad.

— Te callas, solo estaba aburrido ¿vale? Lo devolveré y nadie tiene que enterarse que estuvo aquí, calladito te ves mejor Kirishima —

Pese a que ya había pasado un año, Kirishima seguía siendo de limpieza y trabajo físico, apenas si podían hablar un par de veces al día pero se alegraba de ser su amigo. Pero Kirishima quizás se preocupaba demasiado.

— Esto esta mal Denki... Muy mal, es del grupo del Héroe, es... Un humano — Si bien, el desvío repentino de la mirada carmín y el ligero tono de miedo en la voz del dragón no fue la gran cosa, el elfo sintió que el tema debía acabar, por lo que sin mucho que pensar, suspiro dándose por vencido.

— Lo siento... Lo regresare ahora a la celda ¿De acuerdo? — Palmeo el hombro ajeno tratando de brindarle seguridad, a lo que el dragón respondió con una sonrisa iluminada.

En silenció, en medio de la oscuridad, ambos llevaron con algo de trabajo al humano de nuevo a las celdas; mientras Kaminari distraía a los guardias, Kirishima metía al inconsciente en la celda con sus compañeros dormidos.

En el camino de regreso, el dragón guió sin perderle la vista al elfo, pues su amigo era descuidado, estaba comprobado, y aunque Kaminari insistió que no lo volvería a hacer, Kiri no cambio de parecer hasta que le dejo en su cuarto.

***

Mientras las tazas de té resonaban en la silenciosa habitación al son de las hojas siendo firmadas, el elfo ya se temía que había algo extraño.

Su Rey tan impecable y estoico como siempre leía y firmaba papeles a una velocidad única sin siquiera hacerle caso a sus insistentes llamados; término aburriéndose y sentado en una silla del fondo mientras veía el librero lleno de libros de temas aburridos como territorio y economía, Shouto no parecía mucho mas mayor que él por lo que verle en si vida tan profesional y adulto le daba pereza.

— Kaminari —

Cuando le llamo de forma tan seca, el elfo sintió verdadero terror, paso saliva y miro al Rey quien le indico con una mano que se acercara. Obedeció sin objeción quedando frente al enorme escritorio.

— ¿Su Majestad? —

— Recibí reportes de que mi Bufón estuvo por las celdas, dime ¿Te divertiste? —

Esperaba no fuera un pregunta con trampa porque para ese examen no había estudiado.

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