Capítulo 33: EL TRATO


Me reía para no llorar. Después de haber logrado mi cometido estaba mal. Silvano se acercó a mí, me observaba y podía decir que algo estaba rondando sus pensamientos. Era un espíritu del bosque, tiene mucho poder, quizás pueda darme una mano con esto y curarme aunque sea un poco en lo que entra la ayuda. Se arrodilló junto a mi, tomó mi mano derecha y la entrelazo entre las suyas. Definitivamente no me ayudaría, creo que me iba a dejar morir. Cuando tuve ese pensamiento me regaló una sonrisa muy extraña. << ¿Acaso estaba escuchando lo que pensaba? >>

- Si lo hago mi niña. – su contestación me dejó helada.

- ¿Y entonces? – le pregunté cómo puede para saber si me iba a ayudar.

- El problema es que todo tiene un precio. – me dijo un tanto preocupado.

- ¿No me digas que también quiere mi alma? – le pregunté con intriga.

- Es hermosa mi niña, pero no me alimento de almas, solo los espíritus malos hacen eso.

Seguía tosiendo sangre. Mí vista cada vez desmejoraba más con el pasar de los minutos. Solo no quería seguir sintiendo dolor.

- Sabes, no creo que me quede mucho. ¿Qué quieres hacer conmigo?

- Si quiero curarte y no sería del todo, tiene un precio mi niña. Vas a tener que ayudarme.

- ¿Con qué? – no sé de qué manera le iba a ser de ayuda a un espíritu como este.

- Hay muchos bosques alrededor del mundo de los cuales no puedo hacerme cargo, así que necesito alguien quien me ayude. Si aceptas mi ayuda, deberás ayudarme con esa tarea.

- ¿Todo el tiempo?

- No, solo cuando sea requerido.

- Bien.

Y sin más preámbulo ni más preguntas, Silvano se puso en pie. El viento comenzó a soplar de manera constante, pero suave. Parecía que acariciaba mi piel con dulzura. Mi cuerpo comenzó a moverse hasta estar a su altura, estaba flotando. Hojas y flores de todas formas y colores daban vuelta a nuestro alrededor como un remolino. Se me dificultaba mantener los ojos abiertos, pero vi como Silvano se acercó sus labios a los míos y una luz brillante cegó mis ojos. Sentí una corriente de energía inexplicable correr por todo mi cuerpo.

--------------------------------------------------------------------------------------------------------

- ¡Querida! Despierta mi pequeña por favor. – por algún motivo extraño escuchaba la voz de mi padre.

No lograba abrir los ojos, los sentía demasiado pesados. Sentí como alguien tomaba mi cuerpo para cargarme. Escuchaba las aves y el agua correr. No entendía que era lo que estaba sucediendo. De un momento a otro comencé a escuchar una gran cantidad de personas, gritos, preguntas, todo un desmadre. Me colocaron en lo que imagino era una camilla, estaba fría y no era nada cómoda. Escuchaba voces que no conocía hablar cosas de medicina. Mi padre hablaba que el también iría. Una sirena, quiere decir que estábamos en una ambulancia.

Minutos después escuche abrir unas puertas, la camilla se movía, luego otras puertas más y un frío que recordaba perfectamente bien abrazó mi cuerpo. Escuchaba la voz de la doctora, me estaban examinando, al parecer tenía una gran cantidad de golpes, pero ninguna herida de muerte. Quería abrir los ojos y decirles que estaba bien, pero algo me lo impedía. <<Por el momento descansa>> escuche la voz de Silvano en mi cabeza y sin más me quedé completamente dormida.


Cinco Años Después

- Kenai...

- Chicos ya llegaron.

- ¿Y tu hermana, viene con nosotros?

- Ella tomó un vuelo hace dos días, ya saben luego de lo sucedido no es completamente la misma.

- Ni que lo digas, cuando dijo que iba al Amazonas por poco a tío le da un infarto. Menos mal regreso sana y salva y sin nada raro.

- Ya saben cómo es, de momento sale con esos arranques de que tiene que ir a algún bosque a resolver algo y simplemente se va.

- No nos dijo nada a nosotros. – dijo Marcos sorprendido. – Ni siquiera un mensaje de texto. Siempre lo hace para que sepamos donde está.

- Pues esta vez se fue, pero era como si alguien la estuviera regañando y ella no quisiera ir.

- ¿De qué hablas Kenai? – preguntó Ariz con curiosidad.

- Pues ya saben andaba refunfuñando y diciendo que no quería hacer un viaje tan largo.

- ¿Y esta vez a dónde fue? – preguntó Alfredo.

- Finlandia, me dijo que al Lago Boom.

- ¡QUE RAYOS! – dijeron todos al unísono.


FINLANDIA

Pues desde que hice aquel trato con Silvano, tengo que ir cada cierto tiempo al bosque para visitarlo. Creo que me tiene cierto aprecio. He ido a los bosques cercanos, solo una vez me hizo viajar al Amazonas por una amenazada de una tribu que estaba bregando con cosas oscuras. Cuando son cosas así al final él se aparece para ayudarme, a pesar de que me ha concedido varios poderes suyos, para cosas así no son suficientes.

Ahora me ha pedido que venga a Finlandia. Quisiera saber en dónde se encuentra él, porque esto de estar sola en un lugar completamente desconocido me pone los pelos de punta. He leído sobre cosas escalofriantes y sin explicación que han sucedido aquí. No quería venir, me he asustado bastante, pero un trato es un trato y no puedo romperlo porque si no fuera por él, lo más seguro estaría muerta. Hay veces que enserio lo odio, pero es algo que tengo que hacer. Aquí estoy parada fuera del Lago Boom esperando por su presencia para adentrarnos juntos.

- Miren nada más, hablando del rey de roma. – le dije al verlo aparecer.

- ¿Con quién hablabas de mí? – me preguntó con una sonrisa burlona.

- Con misma.

- Lo sé mi niña y deja de odiarme.

- Se me olvida que puedes hacer esas cosas de escuchar mis pensamientos. – volvió a darme una sonrisa burlona. - ¿Y? – le pregunté para saber si íbamos a adentrarnos al bosque.

- Vamos mi niña, no hay tiempo que perder.

Ya veré que me espera ahí dentro. 



****************************************************************************

GRACIAS A TODOS LOS QUE LEYERON Y SE MANTUVIERON EN ESTA AVENTURA HASTA EL FINAL.

ESPERO QUE LO HAYAN DISFRUTADO TANTO COMO YO LO HICE AL ESCRIBIRLO .

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top