Capítulo 17: LOS PERDI
Tenía a mi hermano en brazos, se había desplomado. En ese momento lo vi. Entendí el porque él y las chicas se habían desmayado. No era por agotamiento, era algo mucho peor. Yo hubiera preferido que se hubieran desplomado por cansancio. No quería que fuera por lo que paso frente a mis ojos y deduje antes de que Kenai se desplomara. Lo vi, como me miraba con confusión sin poder entender que sucedía. Kenai pasaba por encima de su cuerpo y de mí en forma de espíritu. Entro rápidamente por la entrada del bosque perdiéndose a mi vista. En ese momento pensé que había muerto, pero no era el caso. Su corazón seguía latiendo, estaba caliente y su sangre seguía fluyendo. Solo su espíritu había salido de su cuerpo.
Los paramédicos intentaban ayudar, yo solo me quede tirada en el suelo mirando hacia el bosque. Sabía que habían personas a mi alrededor intentando hablarme o tocarme. En ese momento yo no escuchaba o veía algo más que el bosque. Me fui levantando poco a poco, arrastraba los pies por el suelo, no sentía nada. Estaba casi en la puerta de entrada cuando sentí que me cortaron el paso. Observé alrededor, habían tantas personas corriendo de lado a lado, se veía que gritaban y daban instrucciones, pero yo no escuchaba, era como si hubieran presionado el botón de "mute" en un control remoto. Levante la vista y vi a este hombre uniformado aguantando mi brazo y hablándome. Volví mi vista a la puerta e intenté caminar, pero él me lo impidió.
- Debes soltarme, tengo que recuperarlos. – le dije apenas audible, ni siquiera yo escuchaba mi propia voz.
Hale más fuerte, pero él seguía impidiéndome continuar. Sentía una presión en el pecho horrible. Tenía que entrar ahí a recuperar las almas de mis seres queridos. Ya que nadie había entrado hasta el momento, se notaba que tenían miedo. Forcejeé contra el hombre uniformado para que me soltara.
- ¡SUELTAME! – le grité.
- Señorita, no puede entrar ahí, debe ser examinada. – me decía él con paciencia.
- Debo volver, tengo que recuperarlos, déjame ir. – le dije entre sollozos.
- Necesito ayuda aquí. – dijo el hombre uniformado mientras hacía señas con las manos.
No necesitaba que me retuvieran, necesitaba entrar ahí para recuperar sus espíritus. No podía simplemente irme y dejar toda la situación así. Hice más fuerza mientras él estaba haciendo señas y logre zafarme. Intente correr, pero fue en vano. El hombre uniformado me tomo por la cintura alzándome del suelo. Yo comencé a patalear para que me bajara, pero no funciono. Vi cómo se acercaban a mi unos paramédicos, uno de ellos tenía en mano una inyección, lo más seguro para tranquilizarme, pero no necesita eso ahora.
- ¡NO, SUELTAME! NO ENTIENDEN, SUS ALMAS, TENGO QUE RECUPERARLAS O NO DESPERTARAN. - les gritaba a los que intentaban detenerme, pero no me escuchaban. Sus miradas decían todo, piensan que estoy loca, eso sin lugar a dudas. Intente más desesperadamente soltarme. No podía perder tiempo.
- ¡CALMESE! – me gritaba uno de los paramédicos.
- NO VOY A HACERLO, TENGO QUE VOLVER AHÍ. – no había manera de calmarme, no en esa situación y mucho menos cuando el alma de mi hermano paso frente a mí y me susurro "Hermana, ayúdame".
El hombre uniformado me sostenía mientras el paramédico con la inyección en mano se me acercaba. Peleé con todas mis fuerzas contra el hombre uniformado para poder liberarme, no pude. En ese momento sentí un pinchazo en mi brazo derecho y un líquido caliente corriendo por el.
- Tengo que regresar – decía entre sollozos – debo recuperar sus almas, ese maldito las tiene, él es... - luego de eso no recuerdo nada más.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top