El mismo tenía una corriente hacia dentro, una especie de succión que los invitaba a pasar con intenciones no del todo claras y de un escalofrió compartido, ambos en el mirar se reflejaba la sensación de un mal augurio pero no se dejaron amedrentar por el pasillo del terror y armados hasta los dientes estos nobles aventureros se forjaron su carácter al atravesar tan estrecho corredor oscuro, del suelo una áspera neblina cubría los tobillos, pues los champiñones de nubes estaban emitiendo esporas tan duras como el acero impidiendo el acenso sobre otros muros y manteniendo todo movimiento obligatoriamente terrestre, con excepciones claro.

- Te vez como todo un inadaptado en este preciso momento - Con un tono burlón dijo el flameante tulpa

- A veces me pregunto, ¿Cómo puedes hablar si no tienes boca? -

- Eres un insensible, pero te queda bastardo pasmado -

- Deberías darme una ruta segura, ¿Por qué no mejor te adelantas y me ahorras algo de trabajo? - Ordeno Rohan sin hacer contacto visual

- ¿Cómo eso apresurara las cosas exactamente? - Se cuestiono Lepkin de inmediato

- Daré un sprint una vez me des las coordenadas, ya que el mapa está inhabilitado por la anulación de trampas -

- Eres todo un cerebrito, ¿No es asi?... Ten cuidado, este lugar no es seguro -

Rohan sabía que Lepkin buscaba una manera de aligerar las cosas con sus clásicas bromas de mal gusto el poco humor en sus chistes dejaba ver lo muy preocupado que estaba por la situación normalmente todo lo cómico que llega a decir le suele salir naturalmente por lo que su creador lo noto de inmediato, en su diminuta sabiduría opto por reducir lo más que podía su tiempo de estancia en tal mal oliente lugar y para ello debía separarse temporalmente de su compañero y mejor amigo, sin titubear despejo su mente cual lago sin corriente, de ello emergió un paso firme, una mirada enfocada y un desplazamiento continuo y con total uso del principio de la mínima acción gasto la menor cantidad de energía en el proceso, el caminar de tan concentrado joven se extendió unas muy cansadas 7hrs habiendo recorrido una distancia de tan solo algunos kilómetros, no hubo pausa alguna y aun asi no llevaba ni la mitad del camino, gotas de agua salada brotaban del rostro agotado de Rohan y cuando menos pensó, una respuesta de su explorador recibió:

' Oye sigues de pie?... ' Este lugar es muy grande, debido a ello me tarde en comunicarme

' Estas son las coordenadas... Aunque es preferible dar vuelta atrás, cometimos un error al entrar aquí Rohan.

El mensaje se consumió a sí mismo una vez leído y lo hizo como un fuego devora el papel, Rohan se tomó un momento para retomar el aliento, comenzó a estirarse cual deportista antes de un partido se ajustó el calzado y en seguida adopto una posición de velocista, para luego acelerar con todo de golpe, cada pisotón para tomar impulso torturaba el suelo y ni su pesada neblina se salvó de tal tormento, la furia en su correr destripo la tierra que componía tan estrepitoso recorrido y sin cesar ni frenar este atravesó una inmensidad de espacio y en tan solo unos 17 minutos y medio redujo la distancia entre su tulpa y su persona.

- Okey, eso sí me impresiono, nunca te había visto moverte tan rápido -

- No lo había necesitado hasta ahora - Confeso Rohan

- Ahora que lo mencionas es cierto, hemos tenido un estilo de vida muy tranquilo y tu no sueles alardear tampoco... Y... ¿Yo también puedo ser asi de veloz? -

- Con el tiempo lo serás -

*Rohan observa su alrededor*

- Ya veo... Solo es la mitad, hmnn... Esto es una patada en las bolas -

- Esta fue tu brillante idea -

- Si, bueno, tú tienes parcialmente la culpa -

- No podemos pasar la noche aquí y lo sabes -

- Si, si no molestes, estoy pensando -

- Tenemos menos de 2 horas de luz, tienes que idear algo y tiene que ser ahora -

- ¿Quieres darme algo de espacio, por favor?, me asfixias!!! - Le grito el mestizo a su amigo

- ¿Qué ahora eres claustrofóbico? ¿En pleno exterior?, ¿Quieres espacio?, pues ve que aquí hay mucho -

La presión era insoportable, los juegos se acabaron y el ánimo cambio por completo, era natural que en tal difícil situación los gritos tomaran el rumbo de la discusión, sin mencionar que ambos se hallaban ya muy exhaustos incluso para el solo hecho de pensar, sus espíritus exigían descanso, comida y refugio, nada de lo que el contexto actual presentaba, sin mucho que hacer ambos solo se vieron las caras y se sentaron o por lo menos Rohan lo hizo, sus piernas le dolían y la cabeza le punzaba, de su bolsillo saco una cantimplora que relleno antes de partir al drasíl en el manantial de mana, para beber de ella como nunca antes lo había hecho y fue gracias a eso y solo a eso que la fuerza regreso a su cuerpo y espíritu, por inercia había dado solución a un impedimento y solo se rio para sí mismo:

- JeJeJe -

- ¿De qué te ríes? -

- De nada, ven vamos, hay mucho que caminar -

*Rohan se levanta y de buen humor *

Pero entonces una gran sombra se impone sobre su imagen y es ahí que el único ojo de Lepkin ve el horror detrás de su camarada:

- ¡¡¡CUIDADO!!! - Grita Lepkin para alertar

*Hachazo* *Grumphh* / *Esquiva (Reacción instantánea)*

- Fiuu, eso estuvo cerca -

Su mayor miedo se había hecho realidad pues el musculoso minotauro, con su cuerpo fornido y de arma nada menos que un hacha de doble filo infligía un pavor descomunal en el dúo mágico, el golpe anterior fue fácil de eludir por lo abierto de su movimiento al atacar, quedando solo en un intento por arrebatarles la vida a ambos.

- ¿Cómo fue que nos encontró? -

- Los minotauros tienen un sentido del olfato muy refinado - Afirmo el orejas puntiagudas

- Maldición... ¿No se suponía que estaba encerrado en el centro? -

- ¿Dónde crees que estamos? -

- ¡Ahí viene! - Grita Lepkin por segunda vez

*Doble hachazo* * Fumnnn* *Prass*

A pesar de su predecible patrón de ataque, el minotauro representaba una amenaza como ninguna otra antes enfrentada por estos aventureros, claro podían evitar ser golpeados por sus letales arremetidas de alto filo e impacto pero no iban a durar mucho asi, por lo tanto no tuvieron de otra más que despedirse de uno de los ítems favoritos de Rohan: " El Gruñido de Oro " ... Un escarabajo que le solía pertenecer un faraón y con su ayuda detuvieron las incesantes arremetidas del cuernudo, Rohan una vez lo saco de su bolsillo lo tomo con fuerza y lo exprimió poquito para despertarlo justo antes de lanzarlo hacia su adversario.

*YIRRRRRRRRRRRRRRRRRR* (Gruñido de Oro) *Tuff - Pam* (Hacha cae al suelo y minotauro se arrodilla con las manos en las orejas)

En el aire una vibración fastidiosa y tan molesta que aturdiría incluso a un sordo se produjo debido al chillido del objeto dorado, la frecuencia que se sentía más que escuchar en el sonido que emitía, inmovilizo a la criatura y su reburdeo solo hizo notar lo muy impotente que se sentía, sin decir adiós al escarabajo, estos se apresuraron en huir para ganar algo de ventaja y asi perderlo lo más posible, el miedo agilizo los pasos de Rohan e incluso el temor de sentir que su vida corría peligro le abrió paso a las imágenes en su mirar, sin mencionar que tanta adrenalina en su sistema amplio mucho su visión asi como el resto de sus sentidos, cual gacela huyendo de algún depredador, con pasos ligeros e insonoros este aseguraba dificultar aún más su rastreo, aunque en vano ya que para entonces el minotauro había ya pedido el sentido del oído tras explotarle los tímpanos, asi como el resto del sistema auditivo poco después de que aplastara al escarabajo con su pesuña provocando que el ultimo llanto del mismo perforará con brutalidad sus orejas y enfureciéndolo hasta la locura pues le vieron la cara al dejarlo con tan cobarde ítem de escape, ofendido y con el orgullo lastimado este dirigió toda su atención a quien se atrevió a despacharlo con un golpe bajo y encima le escupió en la cara al darle la espalda, la sangre le brotaba de ambos lados del rostro con un distinguido signo de rabia en su frente pues en la misma una runa de atadura lo mantenía unido al centro de laberinto haciendo le imposible continuar para despellejar a su agresor, o no del todo...

- ¿Crees que lo hayamos dejado atrás? -

- Sigue asi y te llamare " Capitán Obviedad " -

- No me haces gracia y tampoco te confíes mucho, eso fue lo que nos metió aquí en primer lugar - Respondió molesto el tulpa

- Descuida, esta encadenado a el medio, su rango es muy limitado, estamos fuera de su jurisdicción -

Debido a la prisa que tenía no vieron hacia donde se dirigieron y con tanta confusión era inevitable por lo que acabaron en una parte extraña del laberinto una con una leyenda pintada en las paredes, parecía un corredor exclusivamente dedicado a contar y preservar una historia...

Una que no pareciera acabar bien, se decía que en tiempos remotos un talentoso artesano y mago tallo alguna vez una máscara con la madera de un manzano demente cuyo fruto siempre brotaba podrido, la noche en la que la orden quemo hasta los huesos a su mayor tesoro (una joven pretendiente del clan de la Noche Blanca) por simbolizar resistencia, al redirigir clandestinamente los recursos de la orden a los que ella creía que realmente los necesitaban, la misma mascara encarno el rencor y el odio hacia todo y todos, en ella se plasmó la intención de aborrecer a toda criatura y por ello su creador pereció por el poder de su propia creación siendo el la primera víctima, la máscara gano poder con cada pobre diablo que devoraba cuando esos la usaban sin noción de que estaban sentenciándose asi mismos a un castigo peor que la muerte, eventualmente la misma obtuvo un cuerpo con el cual moverse tras haber tragado tanta materia mágica, asi que fue encerrada en un baúl de bambú noble con un papel en forma de talismán este supuestamente habría terminado de sellar aquel maligno ente pero cuando dieron con el final del pasillo solo pudieron ver sobre un pilar de mármol aquel baúl con signos de forcejeo y con el sello violado, la expresión en el rostro de Rohan no podía ser comparada con nada, habían salido de la boca del lobo solo para volver a donde mismo, era como dar vueltas en círculos, los pies se le enfriaron y una obscena mirada le presionaba la espalda se escucharon pasos y goteos a la vez, incomodo volteo con rapidez sin poder notar nada, aun asi algo raro estaba merodeando cerca de ellos, era algo que se podía sentir en la presión del mana en el aire, con un tono siniestro se pintó el contexto de la situación y aires de asecho se hicieron presentes, Lepkin cuidaba de la retaguardia de Rohan y mirando hacia todos lados no hacía más que entrar en pánico.

Ellos jamás se había enfrentado a un ente de tal magnitud incluso el burlar al minotauro le costó trabajo, esta era la tercera vez que bajaba la guardia y sin duda alguna le iba a costar caro...

Habían pasado quien sabe cuántos años desde su liberación y a cuantos se habrá comido era también un misterio, el hecho es que era fuerte, escurridizo y movido únicamente por la venganza, de pronto se hizo ver desde una sombra dos feos ojos purpura, de la misma emergieron proyectiles del mismo color para ser disparados a altas velocidades, Lepkin los intercepto con su fuego, haciendo que la máscara abandonara las sombras, asi decidido por una táctica ofensiva prosiguió a disparar una ráfaga aturdidora de lo que parecía masa podrida compactada con magia descompuesta tan echada a perder que el hedor era digno del hechizo de un nigromante, con alguna diferencias claro, pero algo que era cierto es que sus habilidades arcanas no estaban del todo lejos de uno, siendo tal, con un brusco movimiento de muñeca, obligo a los muertos emerger del suelo, pues a pesar de no haber sido enterrados ahí, los cadáveres estarían siempre cerca de la máscara, debido a que es en ella donde estos residen, cientos de no vivos y no muertos se levantaron con mucha lentitud e iniciaron una marcha hacia los intrusos, Rohan sorprendido por el dominio de la máscara sobre las artes oscuras, este retrocedió bastante e ideo un plan para frenar el desfile de los zombis, con su mano izquierda tomo de su bolso una astilla de un gigante helado y con toda la precisión la clavo en la tierra en dirección hacia el frente y con la mano derecha tomo la trompeta nórdica de vientos encantados, para asi invocar una tormenta de nieve lo suficiente mente fría para congelarlos:

*Fuuurrrr - Iiuunnnnhhh* *soplido y retumbar del sonido helado*

En línea recta yacían los cuerpos sin vida envueltos en hielo...

- Achú... Creo que eso fue demasiado -

Error, pues el de ojos purpura le importaba poco o nada su ejército tieso a lo que los quebró a todos sin demora, para asi abrirse paso para una respuesta adecuada al enfrentamiento con un hueso tan largo como un palo este cambio por completo su estilo de combate y se acercó para un encuentro "melee", Rohan una vez más fue sorprendido por su escases de experiencia en el combate y por ende recibió un buen latazo de parte de la máscara quien lo arrojo de regreso al centro y sin darse cuenta había perdido la ventaja que tanto le costó obtener, no obstante la situación no tuvo la compasión de dar le un respiro pues el minotauro al sentir su presencia se dejó ir con la inercia de una locomotora atravesó uno de los muros, justo al lado de donde aterrizo el mestizo de poca suerte al parecer y por ello el rostro se le torno difícil de describir, pues ya había agotado todo su asombro, pero su arsenal era otra cosa, eso fue más evidente cuando de la calabaza roja salió nuevamente aquella pesadilla monstruosa, deteniendo el corte que hacia el hacha del minotauro en el aire con un sola mano, compartieron una mirada intimidante pero ninguno de los dos se echó para atrás, dando paso a una contienda de bestias, los feroces impactos hacían templar un poco la tierra pues los dos eran enormes e inimaginablemente densos, entre todo el polvo y humo se le veía aproximarse con calma a aquella desgraciada figura, ya no había más para donde hacerse, los habían acorralado parecería que este sería su fin pero Rohan tenía un último as bajo la manga y ese era un arete de conexión maestra, una joya de cuarzo cristal colgaba del mismo cual gota de agua, en él había un pedazo de estrella fugaz que alimentaba de energía cósmica a su portador, inyectando en su aura un continua flujo de mana transmutado directamente de la esencia mágica de tan poderoso objeto arcano, Rohan desbordaba una aura espiritual hermosa, disgustando a su adversario, quien encontraba muy molesto su brillo áureo, este impulso no le duraría mucho, asi dejo de "defender" y opto por "ofender".

*Carga de poder cósmico* *Disparo*

- Danza estelar: ¡PULSAR! - Exclamo el vigoroso ser de sangre mixta

De repente el cielo fue iluminado por unos chorros de luz liquida al que solo se le puede llamar como: Cañón de Hadrones, la escala de la destrucción que ocasiono solo se pudo medir con cuanto muro agujero en línea recta, y nuevamente el cielo retomo su color original para revelar los restos aun de pie de la insufrible mascara la cual desgarrada hasta los huesos se sintió acorralada, recibiendo asi una cucharada de su propia medicina, la criatura que emergió de la calabaza colorada mantenía a raya al minotauro y lo que parecía ser un alivio en realidad fue una oportunidad de oro para la sin vergüenza quien en vez de huir tomo posesión del cuerpo del bóvido, haciendo su cuerpo una sombra para deslizarse hasta su rostro donde volvía tomar forma de mascara devorando su cuerpo y recuperado el suyo con más fuerza y vitalidad, frente a ello estaba Rohan descendiendo pues el aumento de poder había ya llegado a su límite, la bestia había forcejado demasiado y no le quedaban ganas de pelear pero aun asi por instinto lo hizo y no salió nada bien pues la bizarra fusión lo devolvió a su calabaza de un solo zarpazo, la maldición a como pudo volvió al interior de la misma en forma de humo llameante, este parecía el fin... O no...

- Estamos acabados, no queda más mana, lo he usado todo -

- ¿Has dicho todo?, en ese caso déjame prestarte el mío -

- Pero... Es tu fuente, si se agota... -

- No sucederá, te lo prometo - Ofreciendo su fuerza, Lepkin insiste

- Jamás pensé que llegaríamos a estos extremos -

Como ultimo y final recurso, harían el intento de exprimirse hasta la última gota el uno del otro, apoyándose en sus fortalezas y compensado las debilidades del otro, esta era una maniobra de posesión voluntaria, una que si no era ejecutada a la perfección terminarían ardiendo en llamas negras hasta consumirse puesto que la magia no perdona a aquellos que suelen jugar con fuego, Rohan metió su mano al bolsillo con mucha fatiga en su respirar y de ella saco una tiara de titanio y una barrita de obsidiana:

· La primera le permitiría usar la energía espiritual de Lepkin y la segunda le brindaría el control total y absoluto sobre su mana.

Rohan se hizo con sus ítems y los activo simultáneamente, en el momento en el que Lepkin se montó sobre su cabeza, el tulpa cerro el ojo y su fuego ardió con el calor mágico suficiente para despegar la tiara de la cabeza de Rohan, asi como la barrita de obsidiana de su mano también y fundirlas en su interior formando una corona de llamas, una capa de la misma llama empezó a ondular por la espalda del recién coronado y al abrir sus ojos se podía contemplar el imponente y aplastante deseo de victoria, la mirada del "Rey" tenía toda la esencia del tulpa, incluso su forma y color se hallaban reflejados, dos titanes colisionaron en una batalla de poder mágico inconmensurable, la presión en el aire era sofocante, apenas y se podía respirar, pues las cortantes ondas de choque impedían retener el aliento sin sentir que te fueran explotar los pulmones.

Solo esos masivos contenedores de fuerzas misteriosas podían estar de pie uno frente del otro sin repercusiones alguna, la fricción entre sus ataques hacia rugir la tierra y el cielo lloraba detonaciones de mana crudo, empapando el panorama de toda clase de espectáculos visuales y sin más remedio la máscara siendo abismalmente superada en fuerza y técnica, decidió cometer suicidio no sin antes arrastrar a Rohan al infierno con él en una maniobra kamikaze, detonando toda la materia orgánica con un maleficio de sacrificio, con tal de no saborear la derrota con su muy podrido paladar, ojos morados se vieron caer desde el cielo cubriendo gran parte del laberinto, y nuestro flameante monarca solo se cubrió con el abrazador manto de su capa y asi anular toda magia en su espacio cercano, para cuando la lluvia de desperdicio mágico ceso este no pudo sostener más la fusión y termino por separarse en el momento más oportuno.

- Buaaghhhh -

*Irritantes sonidos de vomito*

- Arrggggg, esto quema, que puto asco, me arde todo mi interior -

- ¿Puedes moverte compañero? -

- Hahn... No grites me duele la cabeza -

- Hmnn... Si, no te preocupes yo también lo estoy -

- Tu llama se puede regenerar con el tiempo, no sé de qué te quejas-

- Consumiste un cuarto de mi fuego, me tomara meses recuperarlo, muchas gracias -

*Rohan se levanta del piso, con fuertes secuelas*

Agotados hasta el alma, partieron con toda la lentitud del mundo, fue asi que una tortuga lo podría haber arrevasado con facilidad, uno de ellos hasta cojo caminaba y el otro parecía tener el parpado caído por tanto esfuerzo.

- Nos urge encontrar una posada, huelo a cementerio -

- Y me consta, he -

- ¿Cómo puedes oler, si ni siquiera tienes nariz? - Se cuestiona Rohan

- ¿Quieres por favor dejar de hablar de mi cara? -

- Salgamos de aquí, de una vez por todas -

Asi se limitaron solo a caminar por el sendero que dejo el destructivo poder del arete y sin romper las reglas estos atravesaron el laberinto dejando atrás una marca propia, una que no sería fácil de omitir, para cuando lograron salir ya era de día nuevamente, dado que le tomo al menos 6 horas caminando en línea recta, apenas lograron escapar con vida pero eso no hizo menos la necesidad de seguir con su largo camino hacia el poblado más cercano, haciendo uso del mapa, ambos dieron con una grata sorpresa pues sus pasos iban bien encaminados, a unas cuantas manzanas pudieron localizar satisfactoriamente el reino de Nostram, lugar ampliamente conocido por sus videntes y en su gran entrada a amurallada, se encontraban dos amables caballeros de plateadas armaduras, montados en sus nobles corceles decorados de azules listones simbolizando justicia y servicio a la comunidad, para entonces Rohan ya había sido placenteramente saludado y cordialmente recibido.

- Bienvenido forastero, ¿A qué debo el honor de esta grata visita? - Pregunta un guardia real

- Busco un lugar donde pueda recuperar las energías para seguir mi rumbo -

- ¿Traes armas contigo? -

- Le mentiría si le digiera que no es asi, pero le aseguro que ninguna de ellas esta manchada con sangre inocente, pues he sido yo quien mantiene el bosque seguro de las criaturas que sirven al mal-

- No seré yo quien juzgue eso, si no te molesta, tendrá que presentarse con nuestro señor, antes de recibir cualquier ayuda -

- Estoy de acuerdo - Asiente Rohan con humildad

*El caballero que sostuvo la conversación lo monta en su caballo, cruzan la entrada para cabalgar hasta la plaza de comercio*

Una vez llegado al centro del reino, los cálidos colores de los locales, peatones y el transporte llenaron el sentido de la vista de nuestro visitante, pero su emoción llego al clímax cuando su paseo se vio forzado a detenerse y frente a él una gigante puerta de madera y metal se dividió para dar continuación a su recorrido...