Unos cuantos pequeños erizos se encontraban en la penumbra de la noche, alumbrados por el abrazador calor de la fogata crepitante, entre la multitud se encontraba un pequeño erizo de una test igual al obscuro de aquella noche, sus ojos carmín con una chispa de luz en sus ojos por la reflexión de el fuego y su emoción reflejada, este miraba con atención junto a sus compañeros, sentados en grandes troncos alrededor de la fogata, mientras un erizo de un pelaje gris cálido, contaba con entusiasmo sus relatos sus encuentros con las bestias que se alla van en lo más profundo de el bosque frondoso que rodeaba a el pueblo.

-ese dia, no había tenido suerte en cazar algun ciervo, asi que decidí volver a la aldea- este comenzó a moverse de un lado para otro - asta que unos cuantos pequeños sonidos se hicieron precentes entre los arbustos-

El pequeño miraba con un gran entusiasmo los movimientos de aquel erizo, mientras que los otros se abrazan a si mismo, por temor a lo que pasaría.

-entre ellos podía ver uno ojos verdes obscuro, con una iris reptiliana, me miraba fijamente entre los arbustos mientras que se movía a una gran velocidad de uno a otro-dijo lo último con una voz baja, para asercarse asta donde el azabache lentamente- esperando el momento perfecto para atacar-

Este ya se encontraba frente a el moreno quien alsaba la mirada para poder verlo a los ojos, mientras que sus compañeros se avían alejado de el por el acercamiento de el mayor.

- entonces....¡ATACÓ!- dió un tono fuerte en su voz y en un movimiento rápido se acercó a la cara de el pequeño-

Este no reacción a semejante susto alo que sus amigos lo hizieron sin dudar, temblando de pavor y chocando los dientes de su mandíbula con la de su parte superior.

-y...l~luego...que p~paso- habló con voz temblorosa una eriza de pelaje rosa-

-se alejó de este y le regaló una sonrisa burlona a la pequeña- puse como escudo mi rifle el cual quedó entre sus fauces, hay pude ver a esa horrible criatura- su voz volvió a una tenebrosa continuando-su cuerpo estaba lleno de pelaje, sus garras y colmillos afilados, su hocico lleno de sangre-

En ese momento unos de los mas altos arbustos comenzó a crugir todos se abrazaban a excepción de el ojos carmín quien miraba con desafío los arbustos, mientras más crecía el ruido más se alteraban, unos se allaban fuera de su lugar para el momento de correr y otros abrazandose e con un grito internó en su garganta, asta que estos se abrieron en par por un par de manos lo cuáles alteraron el ambiente.

-aaaa- gritaron su compañeros para salir disparados de sus lugares e salir hacia su casa-

-hum- salió de una hermosa eriza de pelaje amarillo y ojos celestes- ¿Que sucedió? -pregunto confusa-

-jaja- rio el mayor- no te preocupes no sucedió nada, además de que les diste un buen susto a esos críos-

-oh, pero bueno ya hera hora de que se fuesen a su casa- se cruzó de brazos- y eso va también para ti shadow- miró a su hijo -

-pero mamá no puede escuchar el final de la historia- se quejó cruzando su brazos y desviando la mitada mientras que inflaba sus mejillas-

-je, lo siento pequeño pero ya es muy tarde, mañana puedes venir y terminar la historia además el señor Wilson siempre está aquí ¿Verdad?- miró al mencionado-

-tu madre tiene razón shadow- puso una de sus manos en el hombro de el vetano- aunque estemos en las orillas de el bosque, tu y yo sabemos que ningún animal se asercaria ala aldea pero aún así es peligroso-

-si, lo se- dijo aun con un tono de fastidio-

-muy bien entonces vamos- tomó su mano y comenzaron a caminar atraves de los arbustos, lo cual de el otro lado se encontraba la aldea-

-mmm-aun seguía con su puchero- hum- pero fue cambiada a una curiosa por uno de los secos sonidos de las hojas caídas-

Este sin dejar de soltar la mano de su madre, volveo su cabeza, sus iris se engrandecieron al ver a aquella criatura que los miraba asechante, sus ojos reptil verdosos resaltaban entre la obscuridad por el reflejo lunar sobre estas.