Capítulo 7.
"Nunca sabes a lo que te enfrentas y cuan peligroso es hasta que lo ves con tus propios ojos. Lo sientes"
Me encontraba en aquel baño, sola, desorientada y sedienta. No podía recordar cómo es que había llegado allí, si antes estaba atrás de unos muebles en el pasillo...
Di otra mirada a la puerta, ésta estaba totalmente limpia. ¿Cómo era eso posible, si hace segundos había visto cosas escritas?
«Khe?»
Me levanté del suelo y abrí la puerta, asomé mi cabeza para ver si había alguien. Al parecer no.
—¡Dafne!¿Dónde estabas?El almuerzo va a empezar —chilló Leyla, al parecer, aliviada de encontrarme.
—Yo... —titubeé sin saber cómo responder—. Desperté aquí.
—Supongo que no habrás dormido bien o eres sonámbula —dedujo Ara con una tenue sonrisa.
Me limité a intentar sonreír y asentí con la cabeza, dándole la razón. Las seguí en lo que íbamos al comedor.
Aún notaba a Leyla preocupada, estaba como alerta, con la guardia alta. No entiendo porqué, pero bueno.
Al llegar al comedor y cruzar la puerta de este, los chicos se voltearon a vernos. Revoleé los ojos y los ignoré, harían eso siempre.
Parece que la golpearon.
¿Se vio ese moretón?
¿Ella no era la que estaba desaparecida?
¿Estará involucrada con ellos?
Fruncí el ceño al escuchar la palabra moretón, ¿Cómo que moretón?No tenía ninguno cuando me miré de soslayo en el espejo del baño.
Agarramos nuestras comidas y nos sentamos en alguna mesa alejada del resto.
—¿Por qué hay tanto bullicio? —le susurré a Leyla.
—Parece que ocurrió algo anoche cuando Ara y yo no estábamos. Al parecer ellos, desaparecieron a una chica —explicó en un tono de chismosa.
Vaya, no me esperaba eso de ella.
—Deja de ser una chismosa —la regañó Ara mientras acomodaba su cabello.
—¿Por qué?Es divertido —hizo un mohín con sus labios. Yo simplemente seguí comiendo, amaba comer.
Me caracterizaba por ser una chica bastante callada y tranquila, de esas que tal vez sólo se descontrolan con sus amigas.
—No es divertido generar rumores sobre otras personas. No es bueno para nadie. Y tampoco sabemos si es su culpa o si es verdad —objetó la castaña con seriedad, pude visualizar como la sonrisa de Leyla se desvaneció.
La verdad es que ella tenía razón, no era lo correcto.
Generar rumores falsos (o también verdaderos) sobre una persona podía traer consecuencias terribles en ella. Adrianne era el vivo y perfecto ejemplo de ello: hace unos años generaron un rumor de que ella golpeó a una persona y era una violenta. Todos se le abalanzaron encima, agrediendola, su familia prácticamente también. Fue un caos y un gran trauma para ella. Y a causa de eso quedó con ataques de pánico.
—¡Deja de defenderlos! —le gritó la pelirroja, en un tonillo un poco molesto.
—Sólo digo la verdad —se defendió Ara.
Terminé de comer y coloqué mis codos sobre la mesa para inspirar hondo. Odiaba demasiado que las personas discutieran.
Un dolor punzante en el lado derecho de mi cabeza me hizo soltar un leve quejido, cosa que logró que ellas dejarán de discutir.
—¿Estás bien? —inquirió Leyla, preocupada.
«Siiii, estamos perfectas. Obvio que no, no estamos bien»
—Necesito uno de esos medicamentos para el dolor de cabeza —solté sin responder a su pregunta.
Ella asintió y se paró para ir a conseguir la pastilla.
...
El resto del día, la pasé afuera y en clases. Supuse que los dolores de cabeza se debían a mi periodo.
Me dirigía a guardar mis libros en mi casillero, había decidido unirme al club de lectura y me dieron varios libros para empezar.
—Vaya, vaya, mira a quién tenemos aquí —comentó una voz—. Vantest.
Cerré mis ojos por un momento para luego abrirlos. Era Daniel si no me equivocaba.
Lo ignoré y abrí mi casillero para guardar mis libros.
—Escuchaste lo de anoche —afirmó, detrás de mí.
—No sé de qué hablas —mentí, era obvio que sabía de ese tema.
Él gruñó un poco antes de carraspear.
—Seré directo. Si ves algo, no le cuentes a nadie. Vete mientras puedas —aconsejó, frío.
—Pues no, no me iré. Me voy a quedar en esta escuela —sonreí con coraje. Y cerré mi casillero para luego irme.
«Haz caso a lo que te dice»
Empecé a temblar sin razón alguna, las piernas me flaqueaban bastante. Mi cabeza me daba vueltas.
¿Me había bajado la presión?Lo más probable con el periodo era eso.
Me alejé rápidamente, camino a mi habitación cuando en los altavoces sonó:
Aléjate.
Pero yo decidí no hacerlo. Estaba decidida a descubrir porque ocurría todo eso, quiénes eran ellos.
—¿Escucharon eso? —inquirí al entrar a la habitación.
—¿Escuchar qué? —me respondieron Leyla y Ara al unísono.
—Nada... Creo que me bajó la presión —me excusé, avergonzada. Ellas asintieron y siguieron con lo suyo.
¿Significaba que sólo yo escuchaba todas esas cosas?
¿Acaso mi salud mental se deterioraba?
¿Por qué solo yo las escuchaba?
Mercink~
¿Qué será aquella voz? 👀
¿Qué creen que vaya a ocurrir en próximos capítulos?
Algunas de las frases que coloco al principio de los capítulos son mías y otras no. Si no son mías, trataré de encontrar el autor.
La frase de este capítulo es de mi autoría 🍃
No olviden comentar y votar, adoro leerlos. ♥️
Nos vemos en la próxima actualización 💕
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