Capítulo 14
"Creer o no creer, ¿Qué harías tú?"
Al día siguiente, desperté con un dolor de cabeza terrible. Vagamente me froté los párpados con la intención de despertarme más.
La mirada verde de Leyla se cruzó con la mía y di un respingo.
—¿Acaso me quieres matar de un susto? —cuestioné, entre divertida y alegre.
—Últimamente duermes demasiado o estás algo rara y me preocupas, Daf. ¿Segura que estás bien? —se preocupó ella.
—Oh, sí, no te preocupes —le hice saber. Ella me regaló una sonrisa aliviada.
—Ve a ducharte y colocarte el uniforme. Debemos ir a desayunar, Ara se nos adelantó, creo —mencionó mientras se recogía el cabello en una trenza de lado.
Asentí levemente y me levanté de mi cama, me dirigí al baño y me encerré allí. Minutos después, el agua caía sobre mi cuerpo.
Un recuerdo de la noche anterior me golpeó con un balde de agua fría y me quedé estática, viendo un punto de la ducha con la mirada perdida.
«¿Y si es real?No lo sé... Creo que hoy debería investigar más, quizá visitar la dirección o alguno de sus cuartos» pensé mientras enjuagaba mi cabello.
Minutos después, me terminé de colocar mi uniforme y estaba viéndome en el espejo del baño, decidiendo si recogerme el cabello o dejarlo suelto, cuando el espejo se llenó de vapor.
Y se escribieron, en el mismo, unas palabras. Abrí mi boca con asombro y froté mis ojos para estar segura que lo que estaba viendo, era real.
"Hay cosas que no te incumben, mantente al margen"
Iba a decir algo, pero escuché unos golpes en la puerta.
—-¡Ya voy! —grité y borré lo escrito en el espejo con mi mano. Abrí la puerta y salí para encontrarme con Leyla.
Sus ojitos verdes evaluaron mi aspecto e hizo una mueca de disgusto. Acomodó un poco la chaqueta del uniforme y asintió.
—¿Y eso? —cuestioné extrañada.
—Estaba mal puesta la chaqueta —comentó con simpleza—. ¿Qué? Me gusta que las personas se vean bien.
Compartimos una mirada llena de interés y calidez.
—Me pregunto quién mierdas diseñó este horrible uniforme —comentó ella, como disgustada—. Definitivamente lo golpearía. No sabe nada sobre combinar colores o darle un buen diseño a la ropa.
—Te entiendo, no entiendo cómo pudieron diseñar esto —señalé una de las mangas de mi chaqueta.
Nos reímos un poco, confundidas por lo que estábamos diciendo.
Ella siempre amó la moda, sus tendencias, esas cosas. Yo no la odiaba ni la amaba, me daba igual ir a la moda o no.
Finalmente, ambas pusimos rumbo al comedor, no encontramos muchos alumnos por el pasillo.
—Ehm, Leyla... ¿Por qué Ara parece tenerle tanto odio a los chicos? —inquirí con interés mientras la veía al caminar.
Ella suspiró y me miró con sus ojos verdes, a través de ellos pude notar miedo y dolor. Creo que era un tema que no le gustaba tocar.
—Pues... Ellos son peligrosos, no debes acercarte a ellos, ¿Ok? Los rumores dicen que son responsables de las desapariciones y muertes que hay aquí. Cómo la de esa chica hace días, ¿Entiendes? —hizo una pausa y se aseguró que nadie esté escuchando, para decirme lo siguiente, con una voz mucho más baja:—. Ara al parecer tuvo una especie de relación con uno de ellos, William creo que es su nombre. Bah, no sé si sea por eso, ya que se la vio muy afectada después de la ruptura, o porque... —se calló de repente.
—¿Mmm? —pronuncié, como incitándola a que siga, pero ella siguió callada. Confundida miré al frente, encontrándome con los penetrantes y fríos ojos de Eiden y Blas.
En esos segundos, entendí porque se calló de repente. Mordí mi lengua y seguimos caminando en silencio, al pasar al lado de los chicos, escuché a Blas susurrar:
—Los rumores son malos.
Y vaya que no se equivocaba, los rumores si eran malos y siempre lo serán. Es mejor no generarlos o creerlos.
—¿Qué ibas a decirme? —murmuré una vez ya estuvimos bastante lejos de ellos.
—Nada, sólo eso. Puede ser que algo pasó entre ellos o sea un rumor falso, yo qué sé —finalizó la conversación y suspiré. No era mucho, pero aumentaba mi curiosidad y mis ganas de investigar.
Y decidida a investigar, me propuse averiguar cuál era el número de las habitaciones de los chicos. Cualquiera de ellos me servía.
Cuando llegamos al comedor, las miradas de todos estaban posadas en la situación que estaba ocurriendo: Adielt sostenía a un joven por el cuello, viéndolo con odio.
Esa escena me asustó un poco.
—¿Por qué nadie hace nada? —pensé en voz alta.
—Porque no es bueno meterse en asuntos ajenos —contestó una voz a mis espaldas, una voz tan suave y delicada.
Me giré a verla, ella me sonrió falsamente mientras acomodaba con elegancia su cabello castaño ondulado. Sus fríos ojos azules me asesinaron en silencio. Le sostuve la mirada con serenidad.
«Parece que hoy no está de buenas. Quizá me estoy metiendo demasiado y se nota mucho»
...
Habían caído las tres de la madrugada, tres y treinta y tres para ser más exactos.
Algunos dicen que es la hora maldita.
Caminaba por los pasillos de la escuela, sintiendo el frío aire golpear contra mi cuerpo que llevaba mi pijama de frutillas. Me acariciaba los brazos para darme calor.
El colegio, de noche, era oscuro y te daba la sensación de ser observado por algo. Y las cámaras no eran.
Algo te observaba en las penumbras. Daba mucho miedo.
Las paredes eran lisas, con varias columnas de mármol blanco. Los pasillos eran un laberinto.
Pensaba ir a la cocina a beber un vaso de agua y luego repensar lo que haría. Durante el día, me dediqué a investigar las habitaciones de los chicos en la oficina de la directora.
Y la casualidad dió que la habitación 155, que estaba frente a la mía, era de Stacy e Ira. Qué casualidad, ¿Verdad?
Al llegar a la cocina, escuché voces y me detuve metros antes de la entrada para que nadie me viera.
—¿Qué piensas hacer? —preguntó la voz de Stacy—. ¿La matamos?
—No, sólo... Recurre al plan BR. No hay necesidad de ningún asesinato más por ahora —respondió la melliza de Daniel, en un tono más bajo.
—¿Y qué hay con él? —preguntó Eiden, interesado por el rumbo de la conversación.
—Ah, a ese sí —dijo ella, en un tono despreocupado—. Ya saben que deben hacer.
Mi expresión se tornó confundida, ¿De qué mierda estaban hablando?Pues... De algo no tan bonito.
A los segundos se escucharon ruidos, golpes secos como si algo estuviese cortando una masa. Y un grito, un grito silenciado contra algo que podría ser un paño de tela o una mano.
Con el corazón a punto de salirse de mi pecho, salí casi corriendo de ese pasillo, en dirección a mi habitación.
Me detuve en la puerta, para observar la habitación 155, la que pertenecía a Ira y Stacy. Respiré hondo y me acerqué a aquella puerta.
Recé mentalmente para que la puerta estuviera abierta y giré la perilla, si lo estaba. ¡Perfecto!Nada más entraría para ver si podía conseguir algo, lo que sea.
Entré a la habitación con sigilo y cerré la puerta con mucho cuidado de no emitir el más mínimo sonido. Una vez dentro, me permití suspirar sonoramente.
La habitación estaba a oscuras, parecía bastante normal. Las dos camas, impecables, con sus mantas sin ninguna arruga, la mesita de luz estaba vacía. Ellas parecían ser bastante perfeccionistas.
Toda la habitación estaba en un perfecto orden, excepto el escritorio, el cual tenía varios papeles encima.
Exhalé y me dirigí a aquellos papeles. Tomé uno, con las manos temblorosas, y comencé a leer.
Era mi solicitud de ingreso, por así decirlo, mi expediente.
"Dafne Vantest
Proveniente del pueblo de Grelim, buenas calificaciones en su antigua escuela. Nacida el 18 de abril de 2004.
Asignada a la habitación 154.
Por ahora, sólo ha tenido una pequeña sanción al participar de una riña con otros jóvenes. Nada grave.
Ha tenido comportamientos extraños, pero nada que pueda atentar contra la vida de otros alumnos de la institución.
Está bajo vigilancia"
Fruncí mi ceño extrañada, ¿Bajo vigilancia?¿A qué comportamientos se refería?¿Qué mierda?
Agarré otro papel. Este era del expediente de Ara.
"Ara Vega
Nacida el 13 de mayo de 2005.
Expulsada de diferentes colegios por causar conflictos y disturbios tanto con alumnos, como con profesoras.
Presenta buenas calificaciones, comportamiento ejemplar casi la mayoría del tiempo. Reservada y de pocas palabras.
Ha sido castigada una sola vez por romper las reglas.
Se ha visto involucrada en la riña en la que también ha participado la alumna Vantest, su compañera de habitación.
Vega fue asignada a la habitación 154 junto con Van y Vantest.
Se encuentra bajo vigilancia"
Más confundida por lo que acababa de leer, agarré otro papel. El expediente de Leyla.
"Leyla Isabel Van
Nacida el 5 de noviembre de 2004.
Ha demostrado ser una alumna bastante capaz, con buenas calificaciones y de buen corazón.
No ha presentado problemas en la antigua escuela donde estuvo.
Asignada a la habitación 154.
Ha participado en la riña donde se han visto involucradas sus compañeras de habitación, Vantest y Vega.
Se mantiene bajo vigilancia."
Suspiré y agarré otro. Abrí mis ojos, sorprendida y a la vez horrorizada, al notar que se trataba de una biografía de mí. Por así decirlo.
"Vania More.
Nacida el 18 de abril de 2003.
Procedente del pueblo de Grelim.
Familia: Sara Fartuler y Alexandro More.
Sus padres han muerto en dos accidentes diferentes el mismo día.
Su custodia ha pasado a manos de su madrastra. Tiene una hermanastra, Lila Vantest.
Por lo que se puede observar, es una chica callada, reservada, observadora... Y tímida. Más segura con personas cercanas a ella y desconfiada con desconocidos.
Su mejor amiga o casi mejor amiga, como ella le llama, es Adrianne Lacost.
Su herencia es bastante jugosa, bastante dinero, pero al ser menor de edad, aún no puede reclamarla."
Fue hasta ahí, donde leí con atención, el resto lo leí por encima. Mi corazón me latía muy rápido, ¿Cómo mierda sabían que mis padres estaban muertos?
Los siguientes datos eran mis rasgos físicos, el colegio anterior al que asistía, etc.
Iba a tomar otro papel, pero negué con mi cabeza y me alejé de allí. Mis manos temblaban demasiado, estaba asustada por todo lo que acababa de leer.
Iba a salir de allí, cuando escuché pasos detrás de la puerta y me escondí debajo de una de las camas.
La puerta se abrió y visualicé los zapatos de Ira.
Aguanté la respiración, ya que ésta estaba muy agitada, suplicando en silencio que no me encontrara.
¿Qué les pareció el capítulo de hoy?
¿Qué hacían esos papeles en la habitación de las chicas?
¿Por qué Leyla les tiene tanto miedo a ellos?
Espero que les esté gustando la historia. Hemos llegado a las 200 lecturas y debo decirles que no lo puedo creer, muchas gracias por todo su amor ❤️
Nos vemos en la próxima actualización semanal. Los quiero ✨💕
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