Capítulo 13

"No trates de descubrir lo que oculto bajo el mar, está"

Tras aquel suceso en el comedor, se me había formado un nudo en el estómago y por lo tanto, se me fue el apetito.

Solamente comí por la insistencia de las chicas, que básicamente no me dejarían irme a dormir si no comía. O eso habían dicho.

Leyla parecía bastante preocupada por mi salud. Ella era muy tierna con sus preocupaciones.

Horas más tarde, me encontraba sin poder dormir, dando vueltas de un lado a otro en mi cama. Visualicé a Ara y Leyla durmiendo muy plácidamente en sus camas y sonreí.

Al menos ellas podían tener paz, yo no. Desde que había entrado al colegio, me habían ocurrido sucesos muy extraños, pero no iba a rendirme por ello.

«Sé que algo se esconde aquí y eso, aumenta mi curiosidad. Además, si es que no hay nada, este internado da una buena educación» pensé, con la mirada perdida en el techo.

Oí un ruido extraño fuera de la habitación y me senté, parpadeé lentamente para salir de mi estado "voy a dormir, no me molesten. Porque quién lo haga, recibe chancla".

Al instante, esa voz que varias veces antes había escuchado, resonó en mi mente una vez más:

«Sal de ahí, sal de la habitación, pequeña ovejita»

Y sin pensarlo más, me levanté de la cama y con sigilo, caminé hacia la puerta. Di una mirada a las chicas, no quería que se despertaran y preguntaran "¿Qué haces ahí?¿Por qué no estás durmiendo?"

«¿Y por qué estoy saliendo?¿Por qué una voz me lo dijo o por qué ahora tengo hambre»? pensé con confusión. Y caray, ¿Por qué debo tener hambre todo el tiempo?¿Acaso mi estómago es un agujero negro o qué?

Aunque desde que entré a la escuela, no tenía mucha...

Noté que Leyla estaba un poco destapada, así que con cautela me aproximé a ella y la cubrí mejor. Se relajó al instante, parecía estar pasando frío. Sonreí tranquila y besé con suavidad su frente.

Después volví a la puerta de la habitación.

Inhalé hondo y abrí la puerta, asomé la cabeza y examiné el pasillo con mi mirada. Luego salí de cuerpo completo y cerré lo más silenciosa que pude, la puerta.

Una mano me cubrió la boca y ahogué un grito de asombro, parecía la mano de una chica.

—Shhh, sígueme —susurró la voz de Ira en mi oído. Tragué saliva.

Ella me destapó la boca y tomó una de mis manos para asegurarse de que yo vaya con ella. Caminé a pasos rápidos, casi tropezándome por ellos.

Llegamos al lugar donde se escondía la puerta para entrar a la "guarida", como decidí llamarla. La castaña sacó de uno de los bolsillos de su pantalón, una llave, y la introdujo en la cerradura que apareció en la pared.

La puerta se abrió y entré, bajé por las escaleras, llegando a la sala de paredes blancas y sofás azules.

Ese color azul que tanto odiaba...

Ya te estabas tardando, eh —comentó venenosa, Stacy.

Rodé los ojos y me crucé de brazos, escrudiñando con la mirada a todos. Y ahí, mis ojos se abrieron con sorpresa, había más personas allí.

Unos pocos chicos y chicas más. Quizá unos cuatro o seis.

—Stacy —William la fulminó con la mirada y la rubia le respondió con una sonrisa burlesca.

—¿Para que me quieren acá? —pregunté con hastío y algo cansada.

Ira bajó las escaleras y se acercó a los demás, para sentarse junto a Stacy en uno de los sofás.

—Allá afuera, estás en peligro —explicó William. Los demás le lanzaron una mala mirada.

—¿En serio?No me digas —ironicé con amargura.

—Vania, esto es serio —dijo él. Sus ojos parecían angustiados, estaba tenso. Se lo podía notar a simple vista.

—Oh, ¿Tú eres Vania? —se sorprendió una de las chicas. Se acercó a mí y me tomó las manos—. Es un placer conocerte.

Puedo jurar que mi cara reflejó la expresión: Wtf?

—No la asusten, un poco más y se nos desmaya —se burló Eiden, con hastío y desprecio en su voz.

Ya sabía yo que ahí no era muy bienvenida por algunos, bah, por todos excepto Ira y William. Ella solía observarme con fascinación y curiosidad. Y él, me observaba con ternura, amabilidad y compasión.

Cómo que me decía "Me compadezco de ti que debes soportar sus malas actitudes"

¿Qué tenían conmigo?Pues, nada de lo que yo creía en ese momento.

Él solía verme como si fuera algo que debía cuidar. Una hermana tal vez...

«No confíes en nadie, ¿Qué haces confiando en ellos?» resonó aquella voz y una punzada de dolor en la parte derecha de mi cabeza, la acompañó.

Me agarré aquel lado, bastante confundida por el dolor. Los miré a todos, sintiendo como aumentaba más y más. Era como si me clavaran un cuchillo o quizá algo peor, no sabría describirlo.

—Chicas, paren —ordenó William.

—Yo no estoy haciendo algo —respondió Ira, confundida.

—¡Stacy, para, le estás haciendo daño! —gritó el pelinegro, William, al ver que ya estaba lagrimeando del dolor.

La rubia borró esa sonrisa tan alegre que tenía en su rostro y a los segundos, dejé de sentir esas punzadas de dolor en mi cabeza.

«¿Qué mierda fue eso?¿Acaso...?No, estoy volviéndome loca. Esto es un sueño»

—Tus preguntas serán respondidas más tarde. Ahora debemos explicarte que ocurrirá —anunció Daniel, intranquilo y con algo que yo llamaría odio, en su voz—. Estás en peligro allá afuera y debemos cuidarte. En pocas palabras, buscan matarte y eso que has visto en los ojos de Ara, no es nada bueno.

—¿Cómo?¿Estás diciendo que ella me quiere matar?¿Por qué me querrían matar? —alcé la voz, angustiada—. Ustedes están locos y esto es un sueño.

Eiden se rió, divertido. Lo siguieron Stacy e Ira.

—¿En serio la escogiste tú, Ira? —inquirió un dudoso Blas.

La nombrada asintió, aburrida por el camino que estaba tomando la conversación.

—No confíes en nadie, Van ya te lo ha dicho. Sigue su consejo —propuso el castaño y miré fijamente sus ojos azules.

¿Pero qué mierda estaban intentando decirme?Ya tenía suficiente con mi madrastra, como para que vinieran con esas cosas.

—Yo mejor me voy a mi habitación... —murmuré mientras me di la vuelta para subir las escaleras.

—Tu entrenamiento continúa. Evita quedar con tantos moretones esta vez, no queremos que crean que alguien te maltrata, ¿Verdad? —habló Blas y yo me volteé a mirarlo. Tenía una expresión tranquila—. Después creen que nosotros somos los malos. O peor aún, que te lastimamos.

No objeté nada más y me fui de allí, con miles de dudas en mi mente y una cosa bastante clara: ellos no eran normales y ocultaban algo.

Mercink~

¿Qué será lo que ocultan los chicos?

¿Vania tapó a Leyla por ser su amiga?👀

La frase es de mi autoría 🍃

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