En el antiguo Sengoku yacía la Sacerdotisa que viajaba a través de los tiempos, en una pequeña aldea del Edo. Cándida esperando ser correspondida por aquel Inu Daiyoukai a quien entrego completamente su pureza a pesar de que este era completamente indiferente a ella debido que la tomo cuando llego su tiempo de celo.

Sesshomaru Taisho, el Daiyoukai más poderoso de todo Sengoku había atrapado el corazón de Kagome, sin embargo miles de pensamientos rondaban su cabeza desde que la conocio a pesar de ello negó sus sentimientos y su corazón a la Miko.

Así es como el Lord del punto cardinal del Oeste en años de su longeva vida lo invadio la duda y el miedo sobre sus sentimientos hasta que el miedo prevaleció y se alejo de la Miko no obstante en su palacio solía escribir breves pergaminos dedicados solo para ella pero ninguno era entregado, cada uno quedaba en un pequeño cofre que guardaba en su haori y llevaba consigo siempre. Entre los confines del infierno la Dama de la muerte observaba con pesar todos los acontecimientos el destino ya esta escrito.

-"Lo siento mucho Sesshomaru"-. En el palacio del inframundo la bella Dama paseaba alrededor de los espejos observando cada uno de los acontecimientos que suceden y otros que un futuro pasarán.

Mientras tanto en una pequeña aldea una miko dentro de unos momentos confirmaría sus sospechas después de que otorgo su pureza al Inu Daiyoukai. Efectivamente estaba en cinta, tendría un bebe de Sesshomaru y con ello su corazón palpito con fuerza se abrazo asi misma y con amor acariciaba su plano vientre.

-"Te amo mi bebé...debo encontrar a Sesshomaru y decirle de nuestro bebé"-. Lo que la Miko no sabia era el destino de les esperaba...

En las tierras del Oeste Sesshomaru pensaba en la Miko y en lo que había hecho debatiendo mentalmente con Yako sobre la situación.

-"Es nuestra, Kagome la Shikon no Miko es nuestra compañera de vida terco...No volveré a toparme con ella tiene mi respeto por cuidar de Rin en la aldea y es todo...no eso no es verdad cada pergamino que guardas dice lo contrario la amas deja de ser tan necio Sesshomaru...Solo le otorgare dolor al permanecer a nuestro lado es por ello que separamos a Rin de nuestro lado ambas merecen ser felices como madre e hija...No seas testarudo, años esperando por una compañera para que tu tengas dudas de lo que sientes. Tomamos su pureza esparcimos nuestra esencia en ella en el celo aún así piensas que no nos corresponde...a nuestro lado solo esta el camino de la muerte, casi perdemos la vida de Rin por eso esta con ella en esa aldea, si permanece a nuestro lado sufrirá...no estés tan seguro de tus palabras por que al único que causaras dolor sera a ti mismo y a mi aunque yo intente evitarlo, me arrastraras a tu dolor...deja de ser dramático "-. Con ello dio por finalizada la conversación con su bestia.

El tiempo comenzo a transcurrir y el destino se seguía marcando para ellos,  Mientras la Dama contemplaba los sucesos, Sesshomaru no aparecía cerca de la aldea y la pobre miko acariciaba su abultado vientre sin perder la esperanza en el Lord que pronto aparecerá y serán la familia feliz que tanto anela en sus sueños.

-"Yo se que pronto aparecerás Sesshomaru, se que por la guerra no has vuelto a la aldea, volví pensando en quedarme con Inyasha sin embargo el ya tenía una familia feliz con Kykio y un cachorro lo cual me alegro mucho ya era su tiempo de vivir tranquilamente. Yo me enamoré perdidamente de ti a pesar de ser un Daiyoukai frío tienes un gran corazón por como cuidas a Rin y a mi, cuando te enteres de nuestro bebé se que lo amaras tanto como yo. Entre miles de pergaminos que encontré logre comprender que mi bebé, nuestro bebé es un InuDaiyoukai como tú al ser una sacerdotisa de gran poder espiritual mi poder pasa a nuestro pequeño haciendo que el sea Puro como tu mi amor"-. Entre los pensamientos Kagome acaricia su vientre que cada día crece poco a poco, a pesar de ello la anciana Kaede estaba pendiente de Kagome ya que tiene el presentimiento que la chica no poseía un solo bebé, al sentir más de una presencia en el vientre de Kagome.

-"Mi niña, debes descansar tu estado al ser un embarazo peculiar solo te faltan tres meses para que nazca al ser una criatura Pura"-. La anciana Kaede la trataba con gentileza y amor, ya que la joven se encontraba sola sin su familia y sin él padre de los bebés que yacían en el vientre de la chica, a penas Kagome se duerme, la miko mayor revisa delicadamente el vientre de Kagome con su reiki y se sorprende con lo que siente con su poder.-"Mi niña debes ser muy fuerte cuando te toque alumbrar a tus bebés, espero que el lord Sesshomaru llegue y no sea demasiado tarde"-. Entre sus pensamientos Kaede sale de la cabaña mirando el bosque por si había rastro del lord sin tener éxito alguno.

Palacio del infierno.

-"¡Debes Hacer algo!, no puedes permitir ese destino ¡No puedes!"-. A través de su piedra mediou observo ciertos acontecimientos que no le agradaron y en medio de la desesperación fue al palacio del infierno a ver a su vieja amiga exaltada por lo que deparará aquel futuro.
-"Lo lamento Irazue, ya he interferido bastante en el destino. Ya no puedo hacer nada por ellos"-. La dama bajaba la cabeza con los ojos llorosos, con todo su poder ya no podía hacer nada por aquella pareja.

-"Por favor te lo pido, no como deidad sino como amigas, dale la última oportunidad de ser feliz a mi hijo."-. Ya desesperada abrazada a su única amiga con lágrimas en sus ojos.
-"Lo siento mucho Irazue, no puedo hacer más. Lo he intentado y he fallado, al igual que tu amiga mía me siento impotente"-. Ambas mujeres lloraban impotentes del destino....