Capítulo 2: Problema núm. 1
2 de la tarde
Cielo color rojo
Lluvia de sangre
Casas en llamas
Familias tratando de protegerse
Soldados luchando contra el enemigo
El rey Aspros y el rey Asmita no sabían que estaba pasando en su reino, pero algo si sabían.
Que si esto no acababa pronto...ya no habrá reino donde reinar.
No habrá tierras que heredar a nadie más, ni una vida donde pueda estar su hijo.
En pocas palabras...todos morirán por manos del enemigo.
- : NO DEJARÉ QUE ESTO SIGA ASI! - da un fuerte grito el rey Aspros - NO LO PERMITIRÉ, NO DEJARÉ QUE ESTO TERMINE ASI - sale corriendo en busca de su armadura de combate y toma su espada
- : no lo hagas querido - dice preocupado - pero si piensas seguir con esto - toma la mano de su amado - yo iré contigo
- : NUNCA - se sobresalta Asmita - no dejaré que tú vayas a ese peligroso lugar
- : pero yo también fui guerrero que acaso no lo recuerdas - dice firme en su decisión - no dejaré que te sacrifiques solo
- : no te preocupes - le besa la mano - no iré solo - le sonríe
- : a qué te refieres - en eso llega un soldado
- : mi señor - se arrodilla - han llegado
- : quién a llegado? - mira a su esposo y este solo le vuelve a sonreír - QUÉ HACES? BAJARME AHORA MISMO - Aspros cargó a su esposo como saco papas y comenzó a caminar
- : como te dije tú no irás - camina más rápido - te quedarás ahí - lo deja en la cama y como un rayo sale de está y en el proceso la puerta
- : ábreme querido - golpeando la puerta - no vayas - intenta abrirla pero está cerrada por fuera - querido - dice destrozado - no vayas - se recarga y comienza a llorar
- : no te preocupes amor - pega su frente en la puerta - estaré bien ya que quiero protegerte, y si no quiere que duerma lo haré - con corazón en mano sale de ahí lo más pronto posible porque sabía que si seguía oyéndolo le abriría la puerta y eso era lo último que quería
- : mi señor - se para firme al verle - a sus órdenes
- : pon dos guardias en la puerta de mi alcoba y que se aseguren que nadie entre y que nadie salga, está prohibido, entendido
- : si mi señor, algo más?
- : si, dime...donde están localizados ellos
- : en el lado Sur - con eso Aspros sale de su castillo a ese lugar montando su caballo moro
Para entender esto nos retrocederemos dos días atrás, donde:
El rey Aspros se despertó con trabajo viendo a su alrededor ya era de día...bueno ya sabía que era de día porque ya se avía despertado pero le dio pereza levantarse así que se volvió a dormir, pero bueno se dio la vuelta dispuesto a abrazar a su amado pero este no se encontraba.
Con preocupación se sienta y lo comienza a llamar pero no recibe respuesta alguna
Aspros: demonios - se pone en pie y se pone una bata - querido - más no vuelve a tener respuesta
Sirvienta: que ocurre mi rey - dice preocupada al verlo tan asustado
Aspros: discúlpame mucho, pero has visto a mi esposo
Sirvienta: por favor calme mi señor, su esposo está en el comedor
Aspros: porqué almorzaría sin mi
Sirvienta: no mi señor; se equivoca, él me mandó a llamarle para que fuera a almorzar
Aspros: ya verás Asmita - de pronto se queda meditando un poco - apropósito - mira a la criada - eres nueva? No recuerdo a verte visto antes
Sirvienta: vengo en representación de mi padre Albiore
Aspros: ya recuerdo; calló enfermo de una enfermedad incurable que ni los médicos han podido descifrar, Albiore el encargado del establo y los caballos que está dedicado a entrenarlos
Sirvienta: así es - hace una reverencia
Aspros: cuál es tu nombre
Sirvienta: mi nombre es June, dedicada a atenderlo a usted y el establo
Aspros: saliste igual a tu padre
June: así es, mi padre me enseñó todo, mis valores, luchar por mis principios, cuidar a los míos, entre muchas cosas más - Aspros comenzó a vagar en su mente imaginando como era sentir que un hijo hablara con tal orgulloso de su padre por todo lo que aprendió lo que era el lado justo - se encuentra bien, me disculpo si dije algo que no - hace una reverencia - es solo que me emociona hablar de mi padre y quiero hablarle pero desde que está enfermo no habla
Aspros: no, descuida, es solo que...nada, anda sigue en tus deberes - le da una tierna sonrisa y se retira al comedor
June: - en sus adentros - lo vi algo triste...ahora que lo recuerdo mi padre me dijo que él y su pareja no han podido tener hijos, hablé de más... kya quisiera encontrar un hombre tan guapo y educado como mi rey
Sirvienta: que haces - más no recibió respuesta alguna - oye, te estoy hablando... la perdí, se me estará ingiriendo perejil o hierba buena - y con eso se retira para dejarla en su mundo de fantasías - esta juventud de hoy en día no la entiendo
Mientras tanto con el rey Asmita:
El rubio estaba sentado con su plato de desayuno en frente y con unos cuantos de sus sirvientes a su alrededor, al rey le gusta comer con sus sirviente también sentados aunque por si las dudas en una mesa un tanto alejado de él (eso explicado un poco más adelante) los sirvientes se sentían felices cuando su rey estaba feliz ya que desde que se despertó la cara de Asmita reflejaba pura luz con una bella sonrisa y eso lo sabían porque el sol estaba bien iluminando sin alguna nube que le estorbe, todos tanto el pueblo como los que habitaban en el palacio estaban felices por su rey Asmita...hasta que
La enorme puerta fue abierta de golpe dejando ver al rey Aspros también con una enorme sonrisa igual o hasta más enorme que la de él. El rey Asmita al verle le sonríe muy amorosamente.
El rey Aspros agarra uno de los cuchillos que conformaban los cubiertos, agarra uno de los manteles que estaban acomodados para ser lavados y se lo enreda en el cuello formando una capa, su pareja junto a los sirvientes lo miraban atentos y hubo una que otra risita por todos.
Aspros se para firmemente y comienza a caminar quedando a lado de su pareja, Asmita solo lo miraba sin moverse de su lugar y solo optó por mirarlo seriamente, Aspros se arrodilla
Aspros: perdone la impuntualidad de su caballero mi señor - coloca su mano en su pecho - porque no me avisó de que se iba a levantar temprano el día de hoy
Asmita: ese no es manera de hablarle a su rey - lo mira indiferente - no sea un atrevido, eso le corresponde a usted averiguarlo - se voltea indignado
Aspros: me disculpo mi rey, no sucederá mañana esto mismo - le toma la mano y la besa
Asmita: que me afirma eso soldado - sigue con su semblante serio
Aspros: el simple echo de que quiero protegerlo - se endereza para verlo - y si no quiere que duerma lo haré
Asmita: enserio me protegerá, cómo?
Aspros: con mi vida - se endereza un poco más al mismo tiempo que se apega - con mi espada en mano - moviendo el cuchillo - y con esta armadura - golpeando el mantel - nadie lo tocará, eso lo garantizo con mi vida
Asmita: pero soldado - lo dice modo fresa - mi marido puede entrar en cualquier momento y nos verá - mirando para todos lados en busca de que no lo vean y ante eso los sirvientes hacen que no miraron nada observando el suelo
Aspros: muéstrate - se acerca más hasta casi besarlo - muéstrale que tú me amas solo a mi y que lo nuestro es verdad, que lo dejarás todo por venir a vivir con migo
Asmita: si hago eso mi esposo lo mandará a matar y también de paso a mi - los labios de ambos estaban a nada de juntarse pero al escuchar que lo iban a matar a rey Asmita
Aspros: tiene razón mi rey - se pone firme - he dicho que lo quiero proteger y ahora lo estoy poniendo en peligro - se vuelve a arrodillar - lo lamento mi rey pero lo nuestro seguirá estando escondido en las sombras
Asmita: no tienes remedio mi rey - ya riéndose dando por terminada la broma - pero me alegra que estés de buen humor
Aspros: porqué no estarlo; mi bello esposo a mi lado, la gente sonriendo porque ya les hice la mañana con esta actuación - señalándolos con las manos y los sirvientes comienzan a aplaudir y en agradecimiento el rey hace reverencias consecutivas, siguiendo hablando - y un pueblo entero que espera nuestra aparición para saludarlos, dime si no son razones para estar feliz - se arrima al oído - y también lo que me hiciste anoche fue grandioso - le deposita un beso en los labios
Asmita: haz de salir con eso ahora - le da otro beso pero más profundo y con ese exquisito sabor se dirige a su asiento a desayunar mientras que las sirvientas le acercaban las correspondencias y unos que otros documentos importantes - me alegra saber que estás feliz amado mío ya que si tú estás feliz yo lo estoy
Aspros: quiero conservar es sonrisa para que nuestro pueblo y gente estén con un sol que alimente a sus cosechas y puedan venderlos en los demás pueblos, con lo que te acabo de decir no creas que te amo solo por tu poder, eso sale sobrando
Asmita: lo sé amado mío, es solo que quiero recordarte todo los días que eres importante para mi - lo mira con un enorme brillo en los ojos
Aspros: de igual forma tú eres importante para mi - y con eso siguen desayunando - escucha esto querido - agarra la carta y comienza a leerla -
"Querido amigo Aspros; el motivo de esta carta es para avisarles que dentro de un año iré de visita a tu pueblo para saber si aun conserva ese cálido clima con la que tu "amado esposo" les brinda, llevaré a mi segundo hijo para que lo conozcas espero que al menos tengan un hijo para unir nuestros bienes y talvez también nuestros reinos en una boda y ayudarnos mutuamente...ya que como sabes mi reino está sobreviviendo de las cenizas y desde que mi primer hijo que se casó con el príncipe de las altas regiones pocas veces me he podido comunicar con él y lo único que le puedo decir es que esté bien y si me presta, y con la cara caída de la pena también espero tener de tu ayuda, estamos haciendo todo de nuestra parte hasta mi hijo y yo ayudamos en el campo a quitar las cenizas para que vuelva a crecer algo para sacar comida tanto para nosotros como para venderlas, y, con esto espero que entiendas mi situación y nos ayudes a mi gente...más que nada a ellos a sobrevivir.
Tu mejor amigo, Kaiser de Leo"
Asmita: Kaiser? - dice sorprendido - no puedo creer que esté así de desesperado - se entristece un poco
Aspros: tranquilo Asmita - le sujeta la mano - sabemos de antemano que las guerras no son buenas, no todos tenemos bellos recuerdos de eso como tú y yo
Asmita: lo sé, pero - suspira para relajarse - a cenizas su reino, no me imagino a mi gente sufrir -se pone en pie y camina a la ventana u ve asia afuera - quiero que tanto niños, adultos, ancianos, todos sean felices y que corran alegres y no con miedo o correr para salvarse - el cielo comenzaba a traer nubes negras
Aspros: lo sé - lo abraza por la espalda para calmarlo - yo también quiero eso - le besa el cuello - y nunca pasará, lo prometo con mi vida - le besa la mano
Asmita: es un alto precio pero lo acepto...
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