1.-
Estimado Zhin, te invitamos cordialmente al baile real que se llevara acabo este fin de año en el reino, esperamos poder contar con tu presencia, con orgullo y empatia, Khan, El primus de la casa Aico.
-Mhmm, ¿me invitaron a la celebración de fin de año?- decía el tirano mientras caminaba de un lado a otro sosteniendo una carta con el símbolo de la casa Aico.
-Puede ser un buen momento para forjar alianzas- Zhin camino por su fortaleza viendo a sus hombres combatir y entrenar, llego hasta lo que parecía ser su habitación y allí llego al closet, se quito la camisa de entrenamiento dejando ver su cuerpo marcado por la guerra y sus tatuajes, tomo sus mejores ropas y salio de la fortaleza a caballo, estaba siendo escoltado por sus hombres mas fieles y fuertes,era una cabalgada que duraría mas o menos un día sin descansos, el ejercito de las mil manos era uno muy poderoso. resistirían el viaje hasta el magistrado donde se celebraría el tan ansiado fin de año, una fiesta inolvidable puesto que cada año era mejor, el ultimo año Zhin no asistió debido a sus problemas con la general Vivian y la maquina de guerra, Ash, pero para este año esas diferencias fueron resueltas a base de dinero y cristales, mientras cabalgaban Zhin tomaba su espada, no estaría acostumbrado a ir a una fiesta sin ella.
-¿Todo bien majestad?- pregunto uno de sus hombres al verlo distraído.
-No ninguno, solo... no he visto a Lian desde el asedio a El pico de ascencion... ¿habrá cambiado?-
-Nuestras fuentes nos dicen que tras su derrota ante el ascendido maduro demasiado, ya no manda hombres a morir sin mas y respecto a Khan... el se recupero tiempo después, pero en ese lapso la descendiente sufrió de intentos de asesinato, perdió a su perro faldero, respondiendo a tu pregunta, si... ella es muy diferente a como tu la recuerdas- entonces Zhin sonrió y siguió el camino, sin embargo vio por el rabillo de su ojo un movimiento detrás de los arboles, rápidamente levanto su brazo haciendo una señal para detenerse, bajo de su caballo y camino hacia el lugar donde vio el movimiento, desenvaino su sable y se preparo, corto la maleza y solo vio una persona con una capucha corriendo hacia el interior del bosque, uno de sus hombres tomo su arco y disparo una flecha, pero esta solo rozo su brazo y siguio corriendo, cuando sus hombres se aproximaron a el Zhin los detuvo.
-Vamonos, solo es un vagabundo- entonces volvieron a los caballos y siguieron por el camino por arduas horas, cuando el sol se estaba poniendo llegaron a el reino de La Casa Aico.
-¡Zhin, me alegra que hayas llegado!- dijo Khan el cual estaba allí.
-Khan, mi viejo amigo y compañero, ¿todo bien??-
-¡Venga hombre! todo es un desmadre por acá, ya sabes, ser consejero y guardaespaldas a la vez es muy complicado, mas aparte debo atender los asuntos de Lian ahora que no esta.-
-¿La princesa no esta?-
-No, insistió en liderar la matanza en el Torreón Rocoso se cree que esa fabrica sustenta a la resistencia, igual esta en buenas manos, esta siendo protegida por los miembros elite del Magistado...-
-Vaya...- *En realidad me hubiera encantado verla* se dijo para si mismo Zhin.
-¡Pero no es momento de hablar de guerra! estamos de fiesta, bueno, todavía no... ¡pero ya casi!-
-Entonces bebamos, bailemos y disfrutemos de las horas que le quedan a este año ¿no crees amigo mio?-
-¡Claro que si!- entonces Khan tomo con sus brazos a Zhin y lo abrazo hasta casi asfixiarlo, cuando por fin lo soltó, Zhin estaba morado -Te llevare a tu habitación, sígueme... oh, no esperaba que vinieras con tus hombres, me asegurare de que tengan una buena residencia durante tu estadía aquí- entonces Zhin camino junto a el hombre enorme el cual le platicaba sobre sus hazañas en el campo de batalla, los paladines le temían a el y a la maquina de guerra, cuando ambos se juntaban solo quedaban cadáveres y polvo asentado en el campo de batalla, aplastaban sin esfuerzo a las fuerzas de los paladines, a Zhin le interesaba una alianza con el magistrado, estaban en un momento de gloria y podrían destrozar a los enemigos de Zhin ferozmente, por eso estaba allí, pero necesitaba una audiencia con Lian, tenia que esperar hasta que ella regresara...
-Khan una pregunta... ¿donde queda el torreón rocoso?-
-Pues... queda por... oye pasaste por allí en tu camino para acá ¡Debiste verlo!-
-Lo siento, estaba muy distraído...-
-Que mas da, esta al norte de aquí, sigue el camino hacia la aldea icticola y derias ver una estructura enorme de piedra-
-Vaya... me sorprende no haberla visto-
-Como sea, llegamos a tu habitación, esta noche comienzan las celebraciones, sin embargo... no puedes...-
-¿No puedo que?-
-No puedes llevar...la- dijo Khan señalando la espada que reposaba en el cinturón de Zhin.
-Claro... no hay problema-
-Si me disculpas, tengo asuntos que atender, te veré mas tarde-
-Hasta entonces pues-entonces Zhin entro en su habitación y colgó su sable en la puerta, se sentó en la cama y prendió un incienso, , cruzo las piernas y comenzó a meditar, en su cabeza escuchaba los gritos agónicos de sus diez años de masacres en todas partes, si toda la gente que a matado a lo largo de su mandato estuvieran en la misma habitación la sangre que correría le llegaría a las rodillas, sus victimas son incontables y ahora mucho menos ya que estaban en guerra con otros ejércitos de mercenarios.
Pasaron las horas y Zhin salio de su habitación y camino por las calles decoradas, los fuegos artificiales gobernaban el cielo, por las calles había gente bailando y bebiendo, riendo, iban con sus mejores galas, los niños jugaban con bengalas, Zhin camino con una sonrisa hacia la plaza central, por el camino tomo un jarrón con vino dulce y siguió caminando buscando a alguien que se le hiciera conocido, encontró a Ash con su armadura puesta comiendo algo que parecía una brocheta de carne, camino hacia ella y cuando estuvo a su lado la saludo.
-Vaya, un gusto verte Zhin, ¿sin rencores?-
-Claro... igual un gusto verte, ¿todo bien en el torreón rocoso?-
-¿Torreón Rocoso? Tiene meses que no voy allí -
-¿No acompañaste a Lian?-
-¿Lian?, ella no se alejaría de Khan ni aunque su vida dependiera de ello- Zhin sintió que algo no marchaba bien, pero se limito a tomar mas vino, entonces vio llegar a Fernando vistiendo un traje elegante y llevando junto a el a Vivian, la mujer encargada de las tropas junto a Ash.
-¡Que gusto verte Zhin!- dijo Fernando al verlo.
-Si, no sabia si vendrías, la princesa insistió mucho para que te enviáramos la invitación-
-¿Alguno de ustedes sabe donde esta?-
-Mhmm, puede estar en el balcón principal, ¿porque la pregunta?-
-Tengo que verla-
-Ja, que buena broma Zhin-
-¿Broma, a que te refieres?-
-Se refiere a que nadie se acerca a la princesa, esta muy bien vigilada desde lo del Pico de Ascencion, la han intentado matar en demasiadas ocasiones, Khan no quiere correr riesgos con nadie... ni siquiera contigo-
-Entiendo... si me disculpan- entonces Zhin camino hacia el balcón, sin embargo la música comenzó a sonar y se abrieron las puertas del palacio, de allí salieron varias mujeres hermosas bailando y moviendo sus coloridos vestidos, después apareció Khan con su armadura y en un movimiento rapido se agacho y salio la estrella de la noche, Lian con un vestido hermoso, con su cabello blanco suave y sedoso bailando, paso junto a varios invitados y los invito a bailar, todos accedieron y entonces llego hacia donde estaba Zhin, lo vio y le tendió la mano, Zhin volteo los ojos y tomo de la mano y de las caderas a la princesa, le dio varias vueltas y se acerco a ella, estaba sonriendo, tenia la atención de la gente, en ses momento Zhin noto algo raro en Lian, tenia una venda en su brazo izquierdo, siguió bailando con ella hasta que la música paro y ambos terminaron su baile, Lian respiraba agitadamente y veía a Zhin con ojos que el tirano nunca había visto en su vida, Lian puso sus suaves manos en el rostro de Zhin y se mordió el labio,.
-Emm... ¿Lian?-
-Dime Zhin...- dijo la mujer con una dulce voz
-... todos están mirándonos- la princesa se giro y noto como sus compañeros de trabajo la miraban extrañados, ella no solía ser así, soltó a Zhin y se puso firme.
-Bueno ¿y ustedes que ven?, ¡sigan en lo suyo!- Ash se giro junto a Vivian y Fernando, entonces Lian volvió hacia Zhin y le guiño el ojo. -Supongo que te debo una audiencia ¿no? Bien, sígueme...- ambos caminaron por la fiesta, Lian tomaba copas de sus sirvientes y bebía su contenido, aveces se tambaleaba y Zhin metía mano para evitar que se cayera, la princesa reía y caminaba alegremente por las calles, la gente la miraba raro, nunca se comportaba así... Zhin aveces sonreía al ver a la princesa, finalmente se detuvieron frente a un edificio de mármol muy grande, Lian abrió la puerta y le hizo una seña a Zhin para que lo siguiera.-¿No das tus audiencias en el palacio del trono?-
-jajaja, hoy tendrás una audiencia privada- Lian se lanzo sobre Zhin y acerco su rostro al del tirano.
-¿Lian que te pasa?- pregunto el hombre apartándola un poco.
-Vamos hombre, ¿no querías esto?-
-...-
-No seas tímido... ambos sabemos lo que una alianza entre el ejercito de las mil manos y la casa Aico podría lograr, aplastaríamos a todos esos mercenarios y a los paladines en un instante, sin embargo mis intereses por la guerra son un tanto...-
-¿irrelevantes?-
-Exacto, a comparación de lo que quiero en realidad....-
-¿Y que es lo que quieres en realidad?- dijo Zhin con una pequeña sonrisa y tomando a Lian de las caderas y acercándola a el.
-Me da a entender que tu también lo quieres...- dijo mordiéndose el labio y aproximándose hacia Zhin.
-Claro que si- entonces el tomo a la mujer de su cabello y comenzó a besarla apasionadamente, Lian lo tomaba de su ropa y comenzaba a quitársela, Zhin la tomo del cuello y noto en Lian una expresión de excitación, noto en su hombro una herida fresca.
-Sabia que me estabas siguiendo, chica mala-
-He sido mala... ¿merezco un castigo?- Zhin sonrió y la tomo de sus muslos y la cargo, camino por el recinto hasta encontrar una cama, lanzo a Lian allí y se quito la camisa...
A la mañana siguiente Zhin salio del edificio en silencio, afuera estaba Ash tendida en una silla dormida con Vivian recargada en sus muslos, las calles estaban en silencio y sumamente sucias, había restos de comida, vino, jarrones rotos y otras cosas por allí, llego hasta donde estaban sus hombres ya listos para partir, entro a su habitación y tomo su sable, se puso su equipaje de guerrero y salio, dio la orden de la retirada y sus hombres asintieron, subieron a los caballos y cabalgaron de vuelta a su fortaleza, Zhin sostenía con fuerza un pergamino con el sello de la Casa Aico, lo abrió y dentro decía:
"Mediante este medio, yo Lian, "La Descendiente de la Casa Aico" entrego dictamen de la alianza entre "La Casa Aico" y "El Ejercito de las mil manos" hasta que los lideres osease, su servidora y Zhin "El Tirano" decidan que la alianza y pacto de no agresión decida ser destruido, hasta que esa fecha llegue, lucharemos bajo el mismo estandarte y la sangre que se derrame será a cuenta de ambos ejércitos.
-Lian. 💔- "
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