La luz del sol de la mañana pasó por el tragaluz, cayendo en el rostro de Lu Bu. Su cabeza empezó a despertar y a mirar alrededor en la habitación, pero entonces notó un movimiento en su costado. Bajó la mirada para ver a Randgriz acurrucándose a su lado, profundamente dormida y con un rostro de paz, mientras sonreía en sueños. Lu Bu acarició su pelo y sonrió. Realmente había sido una gran noche.

En ese momento, su teléfono vibró en la mesita de al lado. Que bien que lo había puesto en silencio, no quería que Randgriz se despertara demasiado pronto. Alargó el brazo con cuidado y tomó el telefono.

"Llamada entrante de capullo pelirrojo"

- Hola Thor. Buenos días.- Lu Bu respondió el teléfono con un bostezo.

- ¡¿Cómo que buenos días?! ¡Es la 1 de la tarde!- Thor sonaba muy molesto.

- Perdona, pero no grites. Tu hermana está durmiendo.- Lu Bu habló mientras dirigía la vista hacia la chica dormida sobre su pecho.

- ¡Menos mal que la has salvado! ¿Está bien?- Thor cambió su tono de voz al oír que su hermana estaba bien.

- Cansada, pero sana y salva. A pasado por muchas emociones por una noche.-

- Bien. Se lo diré a Brunhilde, debe estar muerta de preocupación. Cuidala, puede que vayan a por ella.-

- No tienes que decírmelo. La mantendré a salvo, me cueste lo que me cueste.- Lu Bu sonó decidido y fuerte.

- Ok, nos vemos.- Thor se despidió con esa frase.

Lu Bu dejó el teléfono en la mesilla de nuevo y se recostó un poco más. Ahora tenía que mantenerla a salvo hasta que pudiera enviarla con su hermano. Por suerte, sabía de un lugar donde esconderla, y donde nadie sospecharía ni haría preguntas. Su pequeña guarida donde podría proteger el tesoro que había encontrado.

- ¿Era mi hermano?- Randgriz preguntó de repente, haciendo a Lu Bu girarse para observarla.

- Simplemente ha pedido que cuide de ti. Como si necesitara que me lo recordaran.- Lu Bu le devolvió la mirada, con un aire tranquilo y feliz.

- Si eres tu el que me cuida, no puedo quejarme.- Randgriz cerró los ojos y le dio un beso en la mejilla.

Lu Bu depositó un beso en su frente y se dispuso a levantarse para prepararse. Randgriz se irguió para buscar sus ropas, pero cuando intentó levantarse, Lu Bu hizo un gesto para que se detuviera.

- Ten cuidado, puede que te cueste andar un poco después de lo de anoche. El baño está en esa esquina.- Lu bu señaló a una pequeña puerta al lado de la entrada que hasta entonces no había visto.

Randgriz lo miró algo molesta, recogió su ropa y se levantó para ir. Sin embargo entendió rápido por qué lo decía, cuando sintió que sus piernas no tenían tanta fuerza como antes. Trató de disimular y caminó  hasta la ducha, donde cerró la puerta no sin antes notar como Lu Bu soltaba una ligera risita. Abrió la llave del agua y dejó que esta cayera sobre su cuerpo. Realmente necesitaba esa ducha, con todo lo que había pasado. Sin embargo también le hizo recordar lo que ella hizo. El hecho de clavar su broche en la garganta de aquel hombre y verlo caer. Se abrazó e intentó respirar mejor. Sabía que había sido necesario, que no tenía otra opción, pero seguía sintiéndose horrible. Pero no podía dejarse consumir por eso.

Apartó esos pensamientos de su mente y trató de pensar en algo más agradable, intentando recuperarse. El calor de la ducha le hizo recordar la sensación que había tenido con Lu Bu aquella noche. Nunca pensó que un hombre con un aspecto tan fiero y la capacidad de abrirse paso con sangre y fuerza a través de decenas de hombres pudiera ser tan cálido y cuidadoso. En ningún momento sintió miedo o incomodidad con él, solo placer. Terminó de ducharse y se puso la ropa. Al salir vio a Lu Bu ya vestido, esperando a que saliera. Bajaron juntos y se subieron al coche.

- Supongo que tienes un plan.- Randgriz miró a Lu Bu con una sonrisa llena de confianza.

- Tengo un lugar donde puedo esconderte. Nadie hará preguntas ni nos podrán localizar. Es el lugar donde me quedo cuando no tengo ningún trabajo.- Respondió Lu Bu.

- Hay pocos lugares así, es una suerte.-

- Por cierto ¿Cuál es tu plan ahora? Dijiste que queríais acabar con vuestro padre, pero ahora que te han intentado silenciar, no sé si ha afectado algo.-

- No te preocupes, mi hermana tiene todo lo que necesita para hundirlo. Lo único que tengo que hacer es ir con mi hermano.- Randgriz respondió con tranquilidad fría.

 Finalmente llegaron a su destino. Una residencia algo descuidada, con su enorme cartel y su enorme guarda de puerta: El castillo Chiapi. Guan Yu los saludó con su habitual silencio, simplemente mirando con su mirada perdida. Lu Bu y Randgriz cruzaron la puerta para encontrar a Liu Bei envuelto de nuevo en una búsqueda de papeles entrelazada con llamadas. tardó unos segundos antes de poder terminar con todo y calmarse.

- ¿Hum? Vaya, vaya, vaya ¿Qué tenemos aquí? ¿Una nueva aventura para esta noche?- Liu Bei observó a Randgriz con ojos curiosos.

- No exactamente.  Es mi clienta, y voy a mantenerla aquí un tiempo. No quiero que su presencia aquí se sepa. Es de vital importancia que nadie descubra que está aquí.- Lu Bu habló con completa seriedad.

- Vamos, que está metida en un lio y quieres esconderla. En fin, no es como si fuera la primera vez que haces algo así. Solo ten cuidado de no destrozar la puerta, ni la cama.- Liu Bei le dirigió una mirada hastiada mientras volvía a su odisea de búsqueda de papeles.

Lu Bu bufó y guió a Randgriz a la habitación en la que vivía. No era una coincidencia, puesto que si algo tenía de bueno aquella residencia, eran sus medidas de seguridad, tanto físicas como virtuales. Esto se debía al tipo de clientes que llegaban, que solían ser personas con muchas cosas que ocultar y pocas ganas de ser notado. Sus medidas de seguridad eran casi impenetrables, no se llamaba castillo por nada.

- Llamar desde aquí es más seguro que desde cualquier lugar. Mi móvil tiene un permiso especial, pero será mejor que utilices el fijo para llamar a tu hermana.- Lu Bu habló mientras buscaba algo en las partes más interiores de su armario.

- ¿Qué buscas?- Randgriz dijo con curiosidad mientras tomaba el teléfono fijo que había en uno de los lados de la cocina.

- Una vez tuve a una chica durante un tiempo aquí, antes de terminar. Creo que se dejó alguna ropa que tal vez te esté bien.- Lu Bu respondió mientras rebuscaba en los cajones.

Randgriz se encogió de hombros y tomó el teléfono, apartándose para tener más privacidad. Marcó el número de su hermana y llamó. Después de que sonara un par de veces, una voz contestó.

- Compañía valkyrie ¿Quién llama?- La voz de Brunhilde le respondió.

- Brunhilde, soy yo, Randgriz.-

- ¡Randgriz! ¡Menos mal! ¡¿Estas bien?! ¡¿Te han hecho algo?!- Su hermana lanzó las preguntas a una velocidad increíble.

- No te preocupes, estoy bien, no me hicieron nada. Logré salir gracias a Lu Bu ¿Tu pudiste descargar la información que te di?-

- Bueno, al menos hace su trabajo bien, y no te preocupes por la información, llegó completamente intacta. Transacciones, llamadas, contactos, conversaciones, todo está aquí. Es increíble que consiguieras todo esto sin que te pillara.-

- Eso es lo bueno de ser invisible, nadie nota lo que estás haciendo.- Randgriz puso una sonrisa triste.

- No volverás a ser invisible, te lo prometo. Por cierto, Geir está aquí ¿Quieres hablar con ella?-

- ¿En serio? ¡Claro!-

Se oyó de fondo como Brunhilde llamaba el nombre de la pequeña, mientras se oían rápidos pasos que venían corriendo.

- ¡HOLA RANDGRIZ!- Una voz infantil habló por el altavoz con alegría y emoción.

- ¡Hola Geir! ¿Cómo estas?- Randgriz sonrió imaginando a su hermana pequeña al otro lado del teléfono.

- ¡Bien! Hoy Hilde me ha llevado al acuario después del colegio. He visto muchos tipos de peces.-

- Eso suena genial. Hablando de peces ¿Te estas comiendo todo el pescado?-

Geir tardó un poco en contestar.

- El bacalao no me gusta.- Dijo en un murmullo.

- Tienes que comer de todo ¿Tienes algún plan para este fin de semana?-

- Okita y yo vamos a ir a ver la exposición de armaduras del periodo Sengoku.- Geir volvió a su tono animado.

- Me alegro. Espero que os lo paséis bien. Y a ver si nos presentas a ese chico, que no paras de hablar de él.- Randgriz soltó una risita.

- ¡NO ES LO QUE PIENSAS!- Dijo Geir, y solo por el tono de voz sabía que se había puesto roja.

- Perdona, no volveré a bromear con eso.-

- Por cierto ¿Vendrás a verme algún día? Hace mucho que no vienes.- Geir empezó a sonar apenada. Echaba mucho de menos a su hermana mayor.

- Claro que sí. Iré dentro de muy poco, ya verás. Te quiero, adiós.-

- Adiós.- Geir se despidió.

Randgriz colgó y suspiró profundamente. Le dolía dejar a su hermana sola tanto tiempo, pero pronto la iba a visitar. Cuando todo esto terminara.

- ¿Todo bien?- Lu Bu se asomó tras comprobar que Randgriz había acabado la llamada.

- Si ¿Esa ropa es para mí?- Preguntó.

- Si, espero que te quede bien.-

La ropa consistía en una en una chaqueta gris con capucha, unos pantalones oscuros y una camiseta borgoña. Era cómodo y sobre todo menos llamativo que su vestido de gala. Ahora solo quedaba una cosa que hacer.

 - ¿Tienes algún plan?- Preguntó Lu Bu.

- Se suponía que esto sería fácil y volvería como si nada por donde había venido, pero con esto ahora es diferente. No podemos estar seguros de que sepan exactamente que he hecho, o sino me habrían matado directamente. Supongo que intentarán de nuevo capturarme con vida, pero es solo una posibilidad. Si logro llegar con mi hermano, estaremos bien, pero no sé cuando atacarán de nuevo.-

- Tal vez podríamos crear una distracción y llevarte con Thor ¿pero como? Supieron exactamente en que momento y por donde ibas a ir con el coche.- Lu Bu reflexionó buscando una explicación.

- ¡Ajá!- Randgriz exclamó de repente, sobresaltando al hombre.

Había comprobado su móvil y había encontrado una aplicación que rastreaba la dirección del teléfono, pero que pasaba desapercibida si no se buscaba lo suficiente.

- Así que con eso era con lo que te encontraban.-

- Será mejor que destruya el teléfono, por seguridad.- Randgriz se dispuso a lanzarlo contra el suelo.

- ¡Espera! Se me ocurre una idea mejor.- Lu Bu la detuvo justo a tiemp.

Acto seguido, le contó el plan que tenía. Era sencillo, pero también era la mejor opción que tenían ahora que habían descubierto que los estaban siguiendo. Sus perseguidores no sabían de esto, y podían utilizarlo a su favor. Finalmente, ambos terminaron todos los preparativos y comunicaron su plan a todos los involucrados.

- Ese es el plan ¿Lo has pillado?- Dijo Lu Bu.

- Lo tengo. Tranquilo, tendré el coche esperando allí. Suerte.-  Thor respondió con firme confianza antes de colgar.

- Ya está. Ahora solo hay que esperar hasta esta noche.-

- Te estas arriesgando mucho ¿Seguro que estarás bien?- Randgriz habló preocupada.

- Te recuerdo que yo fui el que te sacó de aquel lugar. Además, acabar con idiotas como esos es mi trabajo. No te voy a dejar ahora, y menos ahora.- El hombre le devolvió una sonrisa confiada antes de depositar un beso en sus labios.

Randgriz sonrió tranquilizada. Realmente era un gran hombre. Se recostaron juntos en la cama para descansar un poco y tener energías. Las iban a necesitar para aquella noche.

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Aquí está el siguiente capítulo. Lamento haber tardado tanto, pero entre que tenía muchos pedidos atrasados y que no sabía muy bien como continuarla, me he retrasado más de la cuenta.

Espero que os guste.