N•7 Castigo Perpetuo

        

–Tus calificaciones han tenido un descenso fatal. Te hemos enviado con especialistas, contratado a maestros para que te den clases particulares, te hemos cambiado de instituto. Has ido al psicólogo y nada. Continúas decepcionándonos...

Para cuando la histeria de mi madre llegue al arco final, ese será mi papel donde la hija idiota de la familia se disculpa por sus bajas notas y recapacita pero esto recién comienza.

Mi padre se integra a la reprimiendo para dejar que mi madre se calmara un momento.

–Ya no sabemos que hacer contigo. ¿Quieres terminar en un reformatorio o en un centro psiquiátrico? No comprendemos lo que pasa por tu mente pero no tienes síndrome de Down ni autismo para no sacar una calificación lo suficientemente aceptable, ni una...

Mi madre interrumpe a mi padre, interponiéndose frente a él.

–Tener que rogarle al director cada año que te pase de grado es una humillación bastante grande para nosotros. Nos afecta que nuestra hija no se esfuerce en lo más mínimo en sus obligaciones.

La indignación en sus palabras me afectó. Cómo podían creer que no me esforzaba cuando les he confirmado todo lo contrario ¿Es qué no creen en mis palabras? ¿No tengo opinión?

Miro de reojo a mi hermano que me observa con seriedad, su rostro no refleja ni una pisca de humildad. De pie, cerca de la única salida modula algo que no comprendí. Al parecer puse cara de "que rayos dice" así que modulo las sílabas lo más que posible y comprendí su mensaje. "Yo te apoyare por siempre."

Ah si, no me digas. Si tú eres uno de ellos. No creen que me esfuerzo y todavía no llegamos a la parte en la que me comparan con mi perfecto y hostil hermano. A veces quisiera ser como él, libre de comparaciones, de insultos. De discriminación, ser carismática e intentar interactuar en una verdadera conversación sin que se me trabe la lengua y hable en un idioma inexistente en el planeta tierra.

Ese es un gran logro que estoy dispuesta a lograr...algún día.

Cuando el ceño fruncido de mi madre se acentuó mas en su frente supe de inmediato que algo bueno no iba a ocurrir esta noche. Me lo notificaba mi interruptor de peligros.

Instintivamente mire de reojo a Eberhard y mi madre se alejó de mi para aproximarse a mi tranquilo hermano que intentaba camuflarse y ser parte del amueblado. Toco su hombro con fuerza provocando un sobresalto en él.

Esto me gustaba. Tomaba el ángulo que siempre desee que se creara. La voz indiferente de mi madre me informo de mi castigo, sin antes mencionar lo espectacular que era su hijo.

–Eberhard ha sido un modelo a seguir durante muchos años. Su expediente y calificaciones son impecables. Nunca se ha peleado con nadie, nunca ha reprobado una materia en su vida y por supuesto, jamás ha sacado una calificación degradante pero si tiene escusas para salir o ver televisión, por lo tanto, he decidido...

Mi yo interior gritaba "Continúa. Continúa" mi madre hablaba tan lento que hasta creí que la cámara lenta estaba encendida en mi cerebro. Emocionada internamente la escuche continuar mientras que mi rostro era de completa seriedad.

–Eberhard nunca ha conocido los castigos, por lo tanto, estará castigado contigo hasta que apruebes las materias.

Mi fuero interno intento gritaba de alegría, quería festejar. No sé cómo me contuve y solo asentí en silencio. Simulando una cara de muerto mientras mi hermano me miraba con odio puro, hasta creí que se me caería el cabello de tan solo mirarlo por un segundo más.

Realmente estaba feliz. Esto es el mejor regalo que mis padres me hayan hecho en mi vida. Castigar al perfecto Eberhard. Claro que él no estaría muy agradecido de mi parte por haber obligado a mis padres a castigarlo por mi culpa.

Después de una hora más ideando una forma de como mi hermano me ayudaría a pasar de grado, nos dejaron marchar a nuestra habitación sin cenar.

Disfrutaba de mi cómoda y fría cama en la oscuridad de mi habitación y  la escasa luz de los focos de la calle cuando de repente escuche el abrir y cerrar de la puerta de mi alcoba. Fue tan rápido que hasta creí que lo había imaginado pero mi sexto sentido y mi localizador interno supe de inmediato de quién se trataba. Ebergard. En un susurro me explico su plan.

–Vístete. Nos vamos a la fiesta de Derek.

Por el tono inflexible de su voz capte de inmediato que no era una broma.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top