ESPECIAL 4
Hoy les traigo un especial largo, con anécdotas pasadas para que entiendan y vean más el desarrollo o, posible inmersión más profunda en la trama de los historia de los personajes secundarios.
Hoy veremos desde los ojos de Iida. En el siguiente especial saldrán las anécdotas de Momo, Bakugo y Mirko.
Ahora si, vamos allá, lets go!
Iris indiferentes cubiertos por caramelo y dulces en su centro como una manzana
Los aplausos empiezan unos segundos antes de terminar su discurso. Algunos de los alumno y superiores se levantan haciendo mas ruido, alabando un poco mas sus palabras.
Eso sucedía cada que el presidente de la sociedad de alumnos, Iida Tenya finalizaba uno de sus discursos, luego de cada explicación y presentación de proyectos innovadores que empoderaban cada vez mas a los alumnos. Pero también les daba responsabilidades como casi adultos que eran.
Después de todos, era lo mejor.
Darles trabajos a los alumnos de la UA, donde con el sudor de su frente y ampollas entre los nudillos conseguían sus objetivos; terminaban siendo bien gastados de esfuerzos, ya que los resultado y o recompensa no se comparaban a menos de lo que prometían, en la mayoría de la veces en mucho mas de lo acordado.
Con disimulo, el recto chico de rectangulares lentes, miro como entre tanto bramido de gente, una sola chica guardaba silencio. Sus iris caramelo apagados pero encendidos en desinterés no despegaban la vista de su persona. La sonrisa de orgullo y petulancia por el reconocimiento de todos los que presenciaron su asamblea, de poco a poco se borro de sus labios delgados y poco resaltantes. No como los de ella, eran grandes. Carnosos.
Aunque fueran pétalos rellenos y rojos. Estos no se curvearon en alguna sonrisa, solo eran una lineal en su hermoso rostro despejado. Tenía el cabello amarrado en un desordenado moño en la cima de su cabeza. Entonces los dos reaccionaron, y de verdad se percataron que la vista del otro estaba sobre si mismos mutuamente.
La chica despabilo de esa lucha de miradas, o mejor dicho enredó entre ambas almas.
Muchos consideran ese momento de iris indespegables en al famoso: amor a primera vista.
¿Podría de verdad ser nombrado, o ponerle ese título a su primer encuentro?
Era cuestión de quienes lo estaban viviendo, era su asunto si querían denominarlo de esa forma. Aunque pensándolo bien, uno de ellos era demasiado recto y fantaseaba con rescatar a su amada, protegerla y darle una próspera vida feliz. Cuando la chica, había matado a pulso su creencias en el amor, y sobre todo en que ella era insuficiente para alguien.
—Con eso damos finalizada la reunión, pueden iniciar con tranquilidad y desasosiego sus actividades. —El director Nezu con su siempre alegre voz, lo saco de ese abismo que crearon sus almas, que se conectaron en un simple vistazo.
Todos se levantaron para hacer reverencia. Y de forma ordenada comenzar su rumbo respectivo a cada aula.
Iida se despidió efusivamente y a prisa de todos los superiores que querían felicitarlo por tan impecable exposición. Pero este solo se limitó a decir que en otra ocasión sería, porque iba tarde a clase.
Salió del enorme auditorio, busco esa cabellera que resalta porque no vio a nadie usándola en ese desordenado peinado. Con ese tono, y esa postura. La vio desaparecer por la vuelta de esquina del largo pasillo que te llevaría a el campo central de la universidad, donde todos se reunían. Sus piernas se movieran antes de pedirles que lo hicieran.
La tela de su chamarra contra la palma de su mano sudada, resbalo pero cumplió con la intención de esa acción, de atraer su atención y se girara a verlo. Mas de cerca, eran mas encantadores, embriagadores. Mas deleitables.
—¿Puedo?...— La garganta se le cerro, estaba salivando demasiado pero aun así la traque se contrajo impidiéndole hablar.
—¿Si?
La delicada y damisela forma en que sus pestañas abanicaron, le hizo suavizar su forma de verla. Como si con esa simple acción, pudiera engatusar a quien ella quisiese.
—¿Puedo saber tu nombre?—Al fin pudo pronunciar, ante aquella pregunta la chica con su mano libre de su agarre, en otro ademan de doncella se coloco un mechón detrás de su oreja.
—Utsushimi...— Deslizo los dedos en el brazo del de cejas gruesas, lo cual para él fue estimulo de un erizamiento de poros en todo el trayecto, así como los de su nuca y piernas. —Cammie Utsushimi, soy del ultimo año del departamento de Artes.
—Con razón no te había visto, yo soy del departamento de Finanzas. —La chica por fin llego a el final de su dolorosa y gratificante camino en el largo brazo de Iida, logrando así, sus manos unirse.
Esta lo alzo entre ellos, en ese aire que los separaba. Y sin saber ¿como?, o ¿porque?, esa barrera era tan fácil de romper para que sus cuerpos chocaran no dejando algo que los separa; pero al mismo tiempo tan incorrecta porque no se conocían de nada, y eso seria indecoroso y de mal gusto.
Pero las ansias, la química, el inmantismo se presenciaba en la piel.
—Y tu eres-
Tenya la interrumpió de forma abrupta.
—¡Ah! ¿Pero donde están mis modales?—, se dijo eso así mismo, soltó sus manos y retomo su postura de caballero que es observado siempre, como si todo el tiempo debería comportarse como un ejemplo inquebrantable a seguir.
—No te preocupes, sé quien eres. ¿Digo quien no te conoces?—Sonrió, solo por el echo de ver los nervios y el rojo en los pómulos firmes del de lentes. —Iida Tenya, el honorable presidente del consejo estudiantes. Chico dotado de liderazgo, donde al hacer cargo de algún proyecto o tarea, todos salen ganando. Tanto alumnos como maestros, estudiantes y rectores te respetan y admiran.
—No diría que-
—Y un chico demasiado modesto.
Ahora a el que callaron sin reparo fue a él, la chica sabia como hacer que se comportara cual niño nervioso. Como ese chiquillo que fue al principio, el cual le tenia mucho respeto y admiración a su hermano Tensei, logrando que se sonroje y juegue con los lentes mostrando nervios de su interior.
Y eso le agradaba y desagradaba al mismo tiempo.
—No tiene nada de malo ser modesto, —se acomodo por el armazón las lentillas, y esto agrando la sonrisa en los frondosos labios brillantes por su propia saliva de Cammie.
—Nunca dije eso. —Rio entre dientes, se llevo las manos al punto alto de su cabeza, ahí donde estaba su cabello en un manojo de hilillos cafés del tono tirando a tawny, encontró con la uña el coletero y tiro de el.
Para Iida Tenya fue como ver la aurora boreal en matices cálidos.
La esponjosa melena se reflejo como si fueran un espejo en los iris del mayor. Encandilado, aprecio en cámara lenta y, con una fragancia suavemente precavida pero que te incita a averiguar de donde sale tan atrapantes feromonas.
Todo en ella era una combinación de cosas demasiado disparejas y contrarias.
Delicada pero sensual.
Hermosa pero vulgar.
Educada pero desinteresada.
Buena pero mala.
—Si me disculpas, tengo el tiempo corto. —Volvió a guardar su cabello detrás de una de sus orejas, y en la otra hojeo el reloj en su muñeca. —Fue un placer, espero verte por ahí.
~
—No entiendo como es que no la conocí antes, quiero decir ella es....—Desesperado enterró la cara en la almohada escuchando las risas del hermano mayor.
—Esa chica si que te pego alto. —Lo miro entre la almohada y su cabello que ya comenzaba a ser muy largo. —¿Cómo se llama?
—No te diré, eres un mal hermano por reírte de mi.
—Oh vamos, me rio contigo no de ti. —No pudo evitarlo, y la risa se deslizo sin pena ni gracia fuera de sus labios que trato de apretar para no burlarse.
—¡Largo de mi habitación!—en un arranque de vergüenza, se alzo y le aventó la almohada en la que se escondió, Tensei siguió riendo cuando el esponjoso proyectil le callo casi de lleno en la cara.
—¡Ya ya! Me calmo, —entre intentos fallidos por fin recupero algo de serenidad, aunque el cosquilleo en el vientre lo seguía amenazando con asaltarle de risas nuevamente. —¿Cómo se llama?
—Utsushimi Cammie.
—Oh, ese nombre me suena de algún sitio. —Se tomo la barbilla con la mano, como si fuera a peinar una larga barba de anciano, pero no había nada, solo aire. —¡Claro! La prodigiosa esculturista rebelde.
—¿Esculturista rebelde?—indago, arqueando esas cejas que se parecían pero no eran totalmente como las de su hermano mayor.
—Si, es conocida por ser revolucionaria a la hora de ejercer ciertas técnicas de artistas que marcaron la historia. Hace las cosas a su modo y eso; hace que muchos de sus maestros no la acepten. —Las palabras fueron dichas de forma analítica, sin intenciones o juzgamientos como otras personas usan cuando hablan de alguien, es un don y maldición de la familia Iida.
Hablar como si no sintieran nada.
—Solo eso sé, la he visto en el periódico de la escuela cuando fui a verte para ayudarte con tu pre proyecto. —Se levanto de un salto de la silla del escritorio, salió y regreso con un periódico en mano con el irreconocible escudo de la UA. —Ten, léelo y luego si quieres hablar sabes donde encontrarme.
El joven procedió a ojear ese ejemplar del periódico, hasta dar con la noticia que tenía como encabezado el nombre o mejor dicho, apodo que le dieron a la chica misteriosa que le removía los pensamientos y coloraba sus mejillas.
Luego de un resumen de toda esa anécdota de la chica castaña, Iida no sabía exactamente que pensar, sin embargo lo dejo sintiendo mucho y eso... No le agradaba mucho que digamos.
~
El ruido del papel trasparente con corazones rojos y rosas que cubrían las flores, le causaba mucha ansiedad y acababan con su paciencia. Dejo de estrujar estas detrás de su espalda baja y miro su reloj, para ver que hora era.
Eran las 3:01 pm del día, su ultima clase era de artes plásticas en el salón de artes del sur de la academia, aula E4. Con una maestra que ha conocido en varias reuniones del consejo, cuando se trataban temas de la facultad de arte, y esa profesora no era nada estricta.
Cediendo a la impulsividad, tomo la manija de la puerta y entro a la habitación. Reviso de forma pasajera el contenido y solo pudo ni mas ni menos, toparse con la foto de la fémina en el fondo. Con un lienzo pintado con colores rosa, dorados y azules del tamaño de los ventanales a un lado suyo.
Tenia los audífonos de diadema delgada en sus orejas, recorrió el tramo entra sillas y grandes mesas de trabajo, algunos con pinturas, otras con figuras que en algunos casos el entendimiento de Tenya no le encontraba forma alguna. Se detuvo a la espalda de la chica, a un metro, quizás menos de ella.
—¿Utsushimi-kun?—cuadro su espalda, alzando la barbilla y tomando aire para inflar su pecho.
La chica siguió usando sus materiales y trazando líneas curvas doradas en todas partes.
—¿Utsushimi Cammie-kun?—Repitió, ahora con mas volumen de voz, al no ver reacción por su parte, se aclaro la garganta llevándose el puño a escasos centímetros de sus labios. —¿¡Utsushimi Cammie-kuna!?
El salto que dio la chica hizo que lanzara su paleta de pinturas al aire, un chillido inundo los tímpanos del mayor antes de sentir algo frio en lo alto de su cabeza. Entre removidas y miradas de todos lados sobre el aspecto de Iida, la chica pidió disculpas por tirar sus cosas sin querer y manchar su ropa.
La cual barata no era.
—¡Lo siento muchísimo!—su manos delante de sus pechos hizo que estos se pegaran mas, dándole una vista difícil de ignorar para el chico rectitud. —No fue mi intención... Aunque... Tú me espantaste así que tienes parte de la culpa. —Lo señalo con una mano, logrando que su dedo con una uña larga cubierta por esmalte morada brillante rozara la cúspide de su nariz.
—No voy a contradecir eso, y no esperaba un disculpa, aunque no deberías escuchar música tan alto. —Se quito el suéter crema, consiguiendo con esto que su camisa blanca de abajo se subiera un poco, logrando mostrar la gran V marcada a sus costados y el inicio del bello intimo, esto le saco una sonrisa torcida de picardía a Cammie. —Si hubiera sido un ratero, o un violador ¿Qué hubieras hecho?
—En primera. —Alzo el dedo índice frente a sus lentes. —Estoy sola y pedí el aula con la profesora hasta las cinco, en segunda: puedo escuchar al volumen que yo desee la música mientras que no sea atreves de una bocina, y en tercera: es una escuela de alto prestigio y privada, ¿Cómo entraría un ratero o morboso a hacerme lo que sus pensamientos puercos ha pensado?
El presidente menor de la UA se quedo estupefacto, nadie se había o sabia refutado alguno de sus perfectos sermones bien estructurados y difíciles de debatir.
—Bueno... Yo... Es qu-
—Agradezco el gesto, príncipe de la UA. Pero no tengo interés en todo lo que tenga que ver con la palabra "amor". —Terminando con su vergüenza por no refutarle, lo metió en otra deparando en el ramo de flores que dejo en el banquillo de la mesa mas cercana a ellos.
Los tomo y inhalo el perfume natural de los lirios blancos, amarillos y naranjas. La chica sabia de flores, es algo bueno pero con un recuerdo funesto la información de cada color en esa hermosa flor.
El lirio blanco es un mensaje para: la pereza, la inocencia y belleza.
Mientras que el amarillo es: felicidad en el amor, gratitud y alegría.
Y por ultimo, o al aparecer con significado mas destacable; el naranja: pasión desenfrenada.
—No estoy intentando conqui-
—¿Me mentiras diciendo que es en disculpa por como me interceptaste hace unos días, príncipe?—, le volvió a cortar de un tajo el habla, y no entendía Tenya de donde es que salía esa timidez que raspa en su estomago como alas de colibríes, que de forma gratificante le hacia dejar que lo callara.
—Yo no miento, y si es en disculpa.
—Dímelo hasta que me lo crea.
—¿No es dilo hasta que te lo creas?
—No, es fácil decirte a ti mismo tus mentiras y creértelas pero...— Se acerco y paro de puntillas para besar su mejilla, dejando de paso su labial carmín. —Es mas complicado que los demás nos lo creamos cuando sabemos como es la persona que nos dice mentiras que parecen realidades.
Estático por el sedante que ingreso en su piel cuando sintió la calidez de los labios de esa chica mas baja, retadora, imprudente, mal educada, y hermosa; no logro percibir cuando tomo sus cosas, tapo su pintura gigantesca y dejo una de las flores que el mismo le regalo en el banquillo de madera.
El cual era de tonos naranjas.
~
Era un clima que le encantaba esa tarde casi tirando a noche, en la que Iida decidió ir al parque que su hermano Tensei lo llevaba cuando sus padres peleaban. Era su lugar a donde ir para pensar, o dejar de pensar mejor dicho.
Las cosas en la casa Iida parecían perfectas, pero creo que ya toda la humanidad sabe lo que eso significa. Podrá parecer que todo está en su lugar, es correcto. Que todo está bien.
Pero dónde existe la perfección, tiene que haber algo retorcido detrás, para que todo se vea fantásticamente en orden.
Las hojas de los árboles que rodeaban el lago del parque, calleron de forma delicada. Suave, danzando en el viento.
Así son sus movimientos
Fue lo que pensó al ver el confeti color verde pasar delante de él, o caer en el banquillo que estaba.
Esa chica era todo lo que sus padres desaprobarian, al ser presidente del consejos estudiantil pudo acceder a su expediente. Y no se inmutó al leer su contenido.
Exámenes prácticos reprobados por vulgar.
Defenderse de sus agresores atraves de redes, exponiendo sus secretos y fetiches.
Feminista que ha actuado de forma violenta y no correcta como muchas de sus amigas que conocía, como Jirou y Mina.
Y lo que más veía inaceptable...
Llegar tarde a clases.
Odiaba que la gente no fuera puntual, hacia perder el tiempo a los demás que si llegan a tiempo. Para Iida es decir que tú agenda no le interesa, al presentarse a destiempo.
Las arrugas de su entrecejo desaparecieron al escuchar el chirrido que fue ese estridentes llanto de bebé. O mejor dicho niño.
Mirando como ciertas personas rodeaban al pequeño, y no podía confirmar que eran buena gente. Cómo todo Iida se apresuró a apoyar a quien lo necesita. Todos los que cubrieron al niño, al ver la postura, aura, caminar y sobre todo; el escudo de la familia Iida dejaron pasar susurrando preguntas.
Era lo lógico, ya que era raro no ver a un Iida sin sus guardaespaldas.
—Todo está bien—, dijo por lo bajo poniéndose en una rodilla, para que el niño de cabellera violeta dejará de temblar y llorar. —¿Estas bien? ¿Estas herido? ¿Y tus padres donde están?
—Yo-yo... Mi-mi, mi ma...—y más espasmos que no dejaban que le comunicará que le pasaba.
—Oye oye, tranquilo. — La voz de Tenya trasmitía mucha tranquilidad y seguridad, eso logro componer el cuerpo tambaleante del pequeño. —Respira ondo, inhala—hizo la acción mencionada, viendo como el chiquillo lo imitaba aún con interrupciones de sus pulmones. —Exhala, inhala.
Unos cuantos minutos después el niño se había calmado, solo dejando el rastro de sus lágrimas reflejado en sus iris rasgados y negros tradicional, que estaban algo inchados.
—Ahora si, permite y nos iremos a comer una manzana acaramelada en recompensa por ayudarme a tranquilizarte, y mientras comemos algo dulce me cuentas qué te tenía así. — Extrajo el pañuelo que siempre tiene en su saco y limpio el rastro de lágrimas.
—¡Si, Oni-chan!
La forma en que sus rasgados ojos se agrandaron en emoción y con brillo de felicidad, le calentó el corazón a ese frío y recto chico de lentes.
—¿Puedo tener un poco de su atención por favor?—alzo su firme voz, y la masa de personas le prestó atención guardando silenció. —Gracias, ¡Este niño parece estar perdido y como un ciudadano correcto me gustaría que ustedes me permitieran llevarlo a la estación de policía en mi auto, para que todos puedan retomar su día de paseo en este hermoso parque!
—Por su puesto, es lo menos que podemos esperar de un integrante de la familia Iida.
—Claro que si, como siempre la familia Iida demostrando que aún esperanza en la humanidad.
—Pero que apuesto y educado jovencito.
Muchas personas dijeron más cumplidos y comenzaron a dispersarse. Cuando los dejaron solos, sintió un jalón en su pantalón. Miro debajo suyo y el pequeño pelimorado estaba pidiendo su atención. Se agachó en cuclillas, esperando que dijera algo.
—Muchas glacias pol ayudalme, Oni-chan. —La sonrisa de ese niño cautivaba demasiado a alguien tan serio como lo era el más alto. —¿Vamos pol la manzana roja?
—Un Iida nunca falta a su palabra
.— Revolvió su cabello, tomo su mano y caminaron a unos pasos detrás de ellos, donde estaba ese puesto de manzanas cubiertas de azúcar derretida tono carmín.
—Siii.
Luego de comprar dos manzanas grandes y rojas. Iida comenzó su tarea de encaminarse a la estación de policía.
—¿Como té llamás, amiguito?
—Sakula Shishikula.
—¿Sakula Shishikula?
—Es que yo no puedo plonuncial la ele. —Explico, a lo cual el azabache entendió que él no podía pronunciarse la letra R.
—¡Oh ya entiendo!—sonrio, —te llamás Sakura Shishikura.
—Si, así es Oni-chan.
—¿Y te sabes el nombre de tus padres?—. Continuó preguntando.
—Tía Cam, mami y papi están allá—, el niño señaló el cielo, haciendo que la garganta y corazón de Iida se contrajera de dolor.
—¡CHERRY!
Ese grito de una voz conocida, logro que ambos, hombre y niño; se detuvieran a ver detrás suyo.
La mano del pequeño se deslizó de la suya cuando los párpados del chico perfeccionista se abrieron en asombro.
Ambos cuerpos chocaron, Cammie se puso de rodillas con brazos dispuesto a recibir al que consideraba su hijo. Y el niño alejo su mano que agarraba el dulce y con su brazo libre, rodeo el cuello de la castaña.
Iida, saliendo de si. Se acercó, a paso firme pero por dentro temblaba y dudaba si en ir o no.
—¡Estaba tan preocupada!—Entre lágrimas se separó, y miro directo a los ojos a Sakura. —¿Estas bien? ¿Te lastimaste? ¿Porque te ale-?
Se detuvo al ver el reflejo de ella y el niño en la cubierta de la fruta redonda.
—¿Quién te dio eso?
—Oni-chan me lo complo. —Señalo detrás suyo, donde a menos de un metro en silencio se quedó viendo todo, un avergonzado Iida.
—Te he dicho que no aceptes nada de desconocidos, —algo aliviada pero aún molesta atrajo la mirada de Cherry.
—Pelo el me lecuelda a Ingenium—, explicó, mirando con admiración al aún callado Tenya.
—Esta bien, hablaremos de esto después en casa ¿De acuerdo?—, pospuso su plática y sermón tomando la mano del de iris onix, y levantándose para agradecer a el que cuido de su hijo.
—Ho-hola.
La voz le tembló, y eso hizo que ella sonriera sintiendo algo cálido en el pecho y boca del estómago por ver lo lindo que era, cuando estaba nervioso y no era un robot que buscaba la perfección.
~
Hay ya luego pongo nota de autora, solo dire que tengo una loca idea para esta pareja, y siento que se merecen una historia para solo ellos dos. Es algo loco, genial, drama del bueno y y y... La canción quedé con a lo que consideran mucho a Cammie, así que, si.
Les haré una historia a Iida y Cammie y si, sé que mucha gente junta más a Mei con Iida, pero la verdad me gustan está pareja por culpa de superevey (artista de instagram, twitter y prestron) porque miren esto
¡Es hermoso!
Aún no sé cómo se llamara el fanfic, mucho menos una portada. Pero tendrá temas como el suicidio, aocso sexual, prostitución, y muchos otros familiares de nivel ilegal.
Así que, cuando la saqué y si les interesa aunque no les guste el ship, les aviso por aquí para que lo lean cuando ya vaya a ponerlo en marcha.
Sin más, me voy.
Recuerden comentar y votar es amor.
Gracias por leer.
Maleficent ✨🖤 y mamá pequitas 💚✨¡Fuera!
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