42. Como para iniciar un incendio. [PARTE 1]
Si Wattpad te trajo aquí primero regresa, hay doble actualización, está es el segundo capítulo no el primero.
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Ojo 🧿 yo no me hago responsable de los fetiches ni fantasías sexuales que te hagas por leerme. Sin más, sigue leyendo.
42. Enfrentamientos para iniciar un incendio.
[PARTE 1]
-¿Qué opinas de este?-cuestiono, mirando como no esta para nada en este momento ni lugar, ya hemos salido de la área de caballero y ahora, nos encontramos en la de mujeres.
Me he probado muchos conjuntos, vestidos y accesorios que puedo decir me favorecen o al menos deberían verse fuera de lugar con mi forma de ser, o que no van para nada con el tipo de cuerpo con el que nací, pero; a pesar de todo eso no consigo alguna reacción de parte de Deku.
Solo pasaron unas cuantas semanas, no pudo haberse desintoxicado de mi tan fácilmente. Y lo sé porque yo no he dejado de pensarte, de buscarte en mis recuerdos, sentir con Shoto lo que tu hacías que por mis venas se moviera como muchas plumas en un remolino que la fresca ventisca de otoño provoca pero con los hojas rojas, naranjas y amarillentas. Mirar y sentir ese subidón de energía y serotonina al enfocar la sonrisa del bicolor, escuchar su risa y desear que fuera la tuya dulce y torpe en varias estrofas de esa melodía que solo tus cuerdas vocales saben tocar para mi.
Vivir mi felicidad contigo, la cual me imaginaba en la presencia de Todoroki por no tener la tuya
-¿Midoriya-kun-formule con un tono irritado, pero contenido y con sonrisa fingida.
-¿Eh?
Parpadea regresando en mi, no en el punto borroso que encontró para pensar en donde esta mi direccion delante suyo. Sus iris hermosamente verde esmeralda retomando ese brillo de presencia en el ahora.
-Te pregunte tu opinión sobre este atuendo. -Me señale, tenia un vestido que caí libremente hasta mis talones, abierto de una pierna hasta mi ingle, el corte era de escote holgado, la moda de ahora eran estos vestidos parecidos a ceda, con una cadena que los amarraba por la espalda, al cual estaba al aire.
Pero en mi caso, no era una cadena, sino tirantes que se unían en mi nuca, y dejando los omoplatos, espalda, y casi espalda baja al aire. Mi madre siempre me ha dicho que el rosa me favorece, así que decidí que fuera un tono rosa intenso de flores de cerezo.
-Te va bien, -su comentario es casi automático, como si lo hubiera practicado por si esta situación se le presentaba, podría decir que es casi tan indiferente y frio que Shoto.
¿Con que con esas vamos, Deku-kun?
-Intentare con otro, siento frio aquí. -Señale mi espalda, dejándole un buen panorama de como casi se alcanza a ver el inicio de mi trasero y la piel me brilla por el sol que entre por la ventana con unas cuantas gotas de sudor.
Lo veo apartar la mirada enseguida de enfocarme, se colorea de la cara y traga grueso por su garganta. Tratando de mantener su posición fría y cortante. Pero la forma en que tapa su entrepierna lo deja al descubierto por completo.
Con una sonrisa de victoria, tomo un vestido de mi agrado. Pero con la sola característica especifica que debe tener un cierra escondido y complicado en la espalda, de preferencias muy fuera del alcance de la elasticidad de mis brazos. Lo encuentro y me adentro al probador, me meto en el vestido negro pegado de cuerpo, con corte cuadrado en el pecho, tirantes, el cierre y esta por encima de la rodilla.
Me llega un poco mas arriba de la mitad del muslo, si me agacho un poco podría vérseme el gran trasero que me heredo mi madre y que he cultivado con ejercicio.
Finjo los sonidos de esfuerzo, y estiramiento hasta llamar su atención.
-¿Todo esta bien, Uraraka-san?-Preocupado se acerca a la cortina, puedo ver la sombra de su silueta en esta.
-Si, todo esta ugh... Bajo control Aahhg... -Ahora si trato de llevar mis manos al cierre y para mi buena o mala suerte, de verdad es que no llego a tocar ni el jalador.
-¿Segura?-La calidez en su voz reaparece, esa con la que me trato desde el baile, en el tren, cuando me trajo un café y le puso una nota con un halago tierno, hasta cuando trato de salvarme de mi misa al borde de mi ventana.
-Si te soy sincera... No.
-¿Necesitas ayuda con algo?
-Pues ahora que te ofreces... -Abro rápidamente la cortina de tela blanca, tomo su ante brazo y, lo jalo para que entre de un tirón y tropiezo en el pequeño cubículo junto conmigo.
-¿Ur-raraka-san?
El tartamudeo me hace darme cuenta que ya ha visto como estoy en un vestido mas de noche, baile y tragos que, en uno para una fiesta de recaudación para una casa hogar. Esas pequitas cubierta por carmín intenso en sus redondos y firmes pómulos me hacen sonreír con ternura y felicidad en mis adentros. Me muestro indiferente en el exterior, cuando por dentro el calor burbujea y la emoción junto a los nervios aumenta.
-Necesito ayuda con el cierre, ¿crees que podrías?-Dejo a medias mi petición, y me doy la vuelta, dejándole otra muy buena vista de mi espalda.
Agradezco a mis adentro que aun con alcohol en la sangre no permití que Shoto me dejara marcas de chupetones y mordidas en el cuerpo la noche anterior.
-Este... Yo no cre-
-Solo necesito que lo subas, luego puedes o podemos salir del cubículo. -Insisto, logrando que se desestabilice, entre mas entre en pánico, mas rápido accederá y sedera ante mi. -Por favor.
Lo miro atreves del espejo, el me mira a mi mirada de suplica y luego baja. Topándose con mis pechos enfundados en un corte de escote que los aprieta un poco y hace que se vean ridículamente mas abultados y grandes. Su iris siguen bajando por mi reflejo, trazando mi abdomen plano, mi intimidad y en mis extensas y gordas piernas.
-Es-esta b-bi-bien.
Cierra lo ojos y trata de encontrar con los parpados cerrados el final del cierre. Pero su altura le juega en contra esta ocasión, es mas alto que yo, así que tiene que agacharse para poder subir correctamente la brecha del vestido.
-Creo que tienes que ponerte en cuclillas, Midoriya-kun. -Le informo, tratando de sonar lo mas inocente posible, cuando en el fondo de mi quiero soltarme a reír por como abre de forma abrupta los ojos y me mira atreves del espejo, con las pupilas desorientadas, buscando que mirar pero que no sea mi tentador cuerpo que le ofrezco como si fuera aperitivos en una bandeja de plata.
Si me ordenaras abrir la piernas, yo las abriría las veces que quieras, en el lugar y instante que desees, Deku-kun
-E-enti-endo.
Su cabello baja por la imagen delante mío, y lo único que veo son los mismos en el final de recuadro que me refleja. El calor sube, lo siento en la piel, así como en la piel aun expuesta de la espalda que comienza a sudar. Me percata de mi estado, estoy roja y con la respiracion algo acelerada, mas de lo normal.
Es mentira cuando creía que no me afectaría que estemos encerrados en este espacio reducido, yo con el vestido mas calienta y sexy que he usado nunca, con la situación tan manejable para mis intenciones indecentes y lo que siento por el queriendo explotar en pasión en mi pecho e intimidad.
-A-aquí v-voy. -Me dice, sintiendo su aliento golpear y desestabilizar mi pantorrilla.
Asiento y dejo salir un sonido afirmativo de mi parte.
Una de sus manos aparece en el espejo, se deja caer lentamente en el inicio de mi cadera y cintura. Luego la otra hace acto de presencia, y recorre un poco mas arriba cerca del contacto con el cuero, hasta perderse detrás de mi. Siento sus dedos fríos atrapar el jalador del cierre, la punta de la yema de uno de los dedos pega en mi piel. Eso me hace soltar un poco el aire de forma rápida, pero recupero la compostura. Me obligo a verme inmutable y desinteresada.
Sus manos tiemblan, lo se cuando comienza a subir el largo camino del cierre, su dedo sigue pegado en el lento y tortuoso trayecto de mi espalda baja hasta la alta. En cierto punto de coloca de pie, y su mirada es esa que tanto añoraba, extrañaba y deseaba pintar yo de deseo en esos iris verdes tan amables, destellantes, inocentes, cubrirse; de hambre desatada, pasión y un enojo que lo consume porque sabe que no debe atraparme en un estampo contra la pared de tabla roca del probador.
Una mira que logre que se apagara de un brillo, y cubrirse de una oscuridad perversa y pasional
El cierre termina su recorrido, y el sonido del zíper finaliza. Ablando mi mirada, incitándolo aun mas. Me doy media vuelta, y lo enfoco, subiendo un poco mi barbilla para encararlo y verme altiva y desafiantemente desobediente.
-Gracias por darme una mano, -por el rabillo del iris mira como aprieta los puños, conteniéndose, marcando esas venas en su mano con cicatrices, de cual no he podido saber la historia, pero que me prende demasiado.
-No fue nada. -El como se torna su voz amable en algo gutural hace que me acomode el peso en mi pierna libre para, poder frotar mis pliegues que están escurriéndose en mi escancia, toda la situación me ha puesta caliente y muy mojada.
-Es momento de salir, -trato de pasarle por un lado, pero su brazo se interpone.
Me fija con la cabeza baja, el copete cubriendo mas allá de la frente. La mirada pintada por la sombra del mismo cabello, haciéndolo temible y jodidamente sexy.
Aun sigue con esa camisa negra de manga larga, veo como se contrae y remarcan los bíceps de tamaño mas que considerable a la vista que tiene. La cintura tan firme y pequeña que contornea el tronco, dándole mas volumen a ese apetecible trasero que amase en el pasado mientras me daba, y incruste mis uñas dejándolo rasguñado del culo pecoso y duro que se carga este niño.
No es un niño y lo sabes, Ochako
-¿De verdad crees que es correcto que te deje ir después de lo que me hiciste pasar, niña malcriada?-deja de guindar su cabello, levanta este llegando a remarcar mucho el cuello grueso y musculoso, con la mirada molesta y decididamente turbia de deseo desenfrenado.
-Yo no-
-No te atrevas a negar todo lo que conscientemente hiciste, Uraraka. -El tono ronco me hace desfallecer, entre labios y saliva brotando de mi boca, entiendo que Deku podría ser el mejor amo y el ultimo que quiero en mi vida.
Con solo la postura y decibeles de la voz podría tenerme pegada el suelo de rodillas, si el quisiera, pero no sabe lo que provoca en mi, ni el poder que puede llegar a tener...
-Pero yo sol-
-Guarda silencio, niña. -Ordena, mi cuerpo responde poniéndome rígida pero con temblores.
Desliza su mano de la pared y toma con sus dedos mi barbilla. Lo tengo delante mío, ya ha comenzado a verme desde arriba. Su mirada nació para ser dominante, no para ver desde abajo y que le sometan.
Asiento ante su petición, mejor dicho exigencia. Con el dedo pulgar hace circulos, lentos, grandes, pequeños, rápidos, me acelera y me detiene en seco. Haciéndome ser jodidamente impaciente, deseando que se desate esa rudeza que esconde en los hombros tensados, y mandíbula apretada que hace resaltar su quijada.
-Eso es, ¿ves que puedes ser muy obediente si te lo ordena la persona adecuada?-Vuelvo a asentir, estoy en un trance exquisitamente sexual y lleno de oxitocina del que no quiero salir. -¿Qué debería hacer contigo? ¿Recompensarte porque estas siendo una buena niña o?...
La sola idea me hace impacientarme aun mas. Si es que eso es posible, no estoy segura de si fue buena idea de enfundar mis pliegues y trasero en una tanga roja, que esta siendo totalmente mojada por mi desesperación y libido.
Estoy por responder pero al ver mi intención aprieta el agarre. Callándome, logrando que cierre mis labios.
-Si, será mejor que te castigue por lo que hiciste y porque intentaste responderme cuando no tenias la palabra. -Su mano cae por mi mentón, y los dedos se ciernen alrededor de mi cuello, apretando, empujándome hacia atrás hasta que me aprisiona contra la pared y su cuerpo.
-Aunque volviendo al pasado, -su brazo se introduce por la curvatura de mi espalda, en esa área libre entre mi cuerpo y la pared del cubículo. Me jala de un tirón para que mis manos toquen sus pectorales dentro del cortse. -Te mereces que te nalgueó tantas veces que pidas piedad; tan fuerte que me duelan las manos y no puedas sentarte en semanas; por como jugaste conmigo para luego irte con el cobarde indeciso de Todoroki.
Trago saliva, el calor sigue subiendo, con lentitud paso a subir demasiado rápido que casi puede decir que es como un incendio en mi piel casa que me pega mas a el. Si es que eso es posible. Y en mi mente me enojo por lo que dice sobre Shoto, aun es alguien importante para mi y no me gusta que le diga que un cobarde.
Porque Shoto es muchas cosas, pero nunca un cobarde
-¿Y bien?-agacha su cabeza a mi altura, dejando mi mentón y sosteniéndose con su palma con la pared al lado de mi cara. -¿Sigo siendo un niño que te retrasa? ¿Alguien que desecharas porque no sirve y cometió errores?
Abro abruptamente los ojos, recordando lo que dije el día de su entrevista. Como dije tales cosas, y sobre todo las palabras exactas de mi tío Enji:
"-Izuku es el tipo de hombre que te demostrará que puede adaptarse a cualquier ritmo, ¿no es así muchacho?"
-Puedes respondarme.
-N-no amo, Izuku. -Bajo la cara, logrando que la cortina de cabellos me oscurezca la vista.
-¿No que?
-No er-res ni-ngun ni-ño, much-o m-enos al-guien que co-mete-te errores. -Solo puedo pronunciar decentemente la ultima palabra, nadie me había dominado ni puesto tan inofensiva como el, y ni siquiera ha ejercido fuerza física, solo su imponente aura y personalidad de amo.
-Venga, niña. No tartamudees, no te are daño... A menos que eso sea lo que quieres. -Acaricia mi mejilla, con sus nudillos, es dulce.
Caliente y reconfortante, un respiro entre tanto deseo sexual sádico. Suelto un aire tranquilo, que no sabia que quería escapar de mis labios.
-Yo recibiré todo lo que mi amo crea que me merezco. -Con la cara inclinada, buscando el contacto desesperado y amable que puede entregarme entre tanto control que obtiene con el fuego ardiente en sus iris, lo miro encontrando un segundo de incertidumbre y flaqueo.
¿Duda? ¿Miedo acaso?
-Entonces cierra los ojos, estoy por darte lo que pides. -Se entierra en mi cuello, al darse cuenta que vi lo desorientado en confusión en sus iris pastosos.
Aparto a un lado mi cara para darle mas acceso, mas espacio. La exhalaciones calando con fiebre en mi piel hirviente. Inhala, emborrachándose de mi aroma, y es el mismo que las veces que use en nuestros encuentros anteriores a este.
-Te dije cierra los ojos, obedece. -No sé como lo sabe, pero cierro en un saltito mis parpados y todo es rojo y luego negro. -Si, justo así.
Controla su respiracion, y entonces se hace mas potente y siento su lengua caliente pegarse por la punta en mi yugular. Comienza a subir lentamente, con cuidado, y me percato aun mas de lo descontrolado que están mis latidos y pulso.
-Aahh...
-Sshh... No quieres que alguien te vea así, ¿verdad?-no entiendo a que se refiera y entonces me da entendimiento al con brusquedad tomarme de los muslos, subir mi vestido hasta el ombligo, recordándome de mi espalda y tomándome de la parte interior de mis piernas que no tardo en enredar en su cadera.
-Ah-ha. -Niego con esas dos silabas.
-No te escuchas segura, -sus dedos se movilizan, escurridizos pero firmes atrapando mis nalgas, abriéndolas. -Apuesto que te moja la sola idea de que alguien entre o escuche y nos espié. La adrenalina de ser atrapada o de ser observada mientras te hago venir sin necesidad de entrar o tocar ni por encima de tu ropa interior; que por cierto... -Roza aduras penas y velozmente mi intimidad, se lleva los dedos delante de él y de mi. -Estas tan empapada que hasta mis dedos harían un sonido tan delicioso de chapoteo, que lo escucharían los que están al otro lado de la tienda.
Los acerca a mis labios, entiendo y los limpios. El destello de deseo por fin desbordándose en toda su cornea, iris y retina. Su mirada mas encendida, mucho mas que las vi antes.
Esta desatado... Me encanta.
Comienza a amasar mi trasero, abre mis nalgas y las suelta en su máximo abrimiento. Las toma, hace circulos, piñizca, nalguea. Es un bucle delicioso y desesperante. El tiempo que se toma es como cuando inicias el proceso de prender una fogata, pero el ya ha comenzado desde antes, y yo estoy cubierta de gasolina, y si sigue de esta forma me quemare.
Izuku me incendiara, y todo porque tiene enojo acumulado por mi.
Estaba aquí para comprobar que, él y mi mejor amiga estaban teniendo algo. No sé si porque Momo se las quiere cobrar todas las que le he hecho con Todoroki o si tenían algo desde antes, no me interesa.
He dejado eso en el fondo de mi entendimiento y raciocinio, solo puedo enfocar a Deku-kun, aspirar su exquisito aroma, el de su perfume colisionando con su sudor, como nuestras pieles al borde del calor crean sudor y eso hace que sus palmas algo rigurosas resbalen mejor, como me mira y el cabello se le pega a la cara por cargarme, a la frente y se ve jodidamente sexy con esa mirada que me quiere engullir de una mordida, pero saborearme por un eterno momento.
Muerdo mi labio, tragándome los gemidos, gruñidos y suspiros exaltados que mi garganta produce por mi placer. Quiero que mi escuche, entonces recuerdo que aun me dejo el derecho de la palabra.
-¿P-puedo ge-mir b-bajito e-n tu-tu oid-o?...-Apenas y lo digo, ya que me callo y muerdo entra palabras para no desatar mi ruidoso placer en sonidos de celo.
Asiente, sus rizos se mueven despegándose de su frente. Me agacho, y sobre su oreja, en la curvatura comienzo a desinhibirme en grititos ahogados, susurrados y gemidos licenciosos que lo hacen sonreír lo veo, la comisura de su labio se alza.
Quiero besarlo
Pero mas que nadie yo sé, que esto es puramente sexual, carne, coito, nada de emociones.
No lo arruines con vainilla, Ochako, controla tus sentimientos aun no es tiempo de pasar a ese paso...
-Que buena, niña. -Bufa, ahora estoy entre el concreto yo totalmente el, mis piernas alzadas y al mismo tiempo sostenidas por los huesos de su cadera.
Intimidades colisionando, y solo puedo decir que esta duro. Extremadamente duro, rígido, como un barandal de metal pero caliente como acero al fuego. Tan grande y palpitando, recordarlo dentro de mi boca, y en mi cavidad me desata mas, gimo mas y mas. Pidiendo mas.
-¿Te gusta, he?
-S-si, si.
-Eres tan...
-¿Tan que?
-Caliente, sensual, sexy y malcriada.
-Si, si lo soy.
-Eres mía, solo mía.
-Si, si-si lo so-y, amo Izu-ku. -Estoy tan cerca, lo siento en mi punto dulce y nervioso, estoy apunto de estallar.
Sigue, aumentando los movimientos de sus dedos, palmas, y para darme liberación ataca ese lugar entre mi clavícula y cuello tan erógeno que estallo.
-M-me me... AAHH me-me-
-Córrete para mi, niña.
-Aaahh... -el liquido, mi hinchazón y deliciosa sensación cubrir mi vientre, así como que mis piernas quieren cerrarse y tiemblan me delatan de mi placer.
-Buena, niña.
Con delicadeza me baja, y me sostiene de mi cintura, por pura suerte o, mejor dicho milagro no ensucie mas que mi ropa interior, el cuero y su ropa están limpias. Eso me hace a duras penas sonreír de alivio, mi frente cae en su hombro. Su pecho sube y baja, esta alterado como yo. Solo que no lo note por estar hundida en mi burbuja de lívido, placer y orgasmo.
-Izuku yo-
-¿Señorita Ochako sigue ahí?-la voz de la chica que me atendió me interrumpe, nos hace mirarnos con los iris de par en par, trago grueso y no se que hacer.
Se le escucha preocupada.
-¿Si?...-Mi afirmación suena a duda, -¿ocurre algo?
-E-es que... ¿Cómo digo esto?
-Solo ve al grano, por favor. -Comienzo arreglar el vestido, me quito la tanga y la meto en mi bolso.
El se arregla el cabello, se seca la frente, cuello y nuca con la manga de la camisa. Espero que tenga pensado comprarla, porque no lo dejaran devolverla llena de sudor.
¿A quien engaño? tiene casi, si no es que mas dinero que yo
-E-el señorito Todoroki esta teniendo una fu-fuerte dis-cución con un-a señorita en el a-área para caballeros.
Eso hace que ni lo pensamos y salgamos disparados fuera del cubículo. Tanto él como yo ya no nos interesa si nos vemos como recién follados, o llenos de fluidos de orgasmo, o el aroma a sexo. Ella salta dando una exclamación en sorpresa y vergüenza total.
-¿En que direccion?-Indaga preocupado, la señorita solo señala totalmente roja, creo que hasta los pies y talones están colorados de la vergüenza.
-Ni una palabra, te dará una buena propina, ¿trato?-extiendo mi mano apuntándola con mi dedo, me importa una acelga que sea de mala educación apuntar, ahora no es momento de tener modales ni educación.
La rubia con rasgos estadounidense asiente acelerada. -Bien.
Saco dinero y sin contar se lo tiendo. Comienzo a seguir a Midoriya, y en el camino presiento que Shoto no será el única que comience un alboroto dentro de la prestigiosa tienda.
Sino yo también, porque otro incendio empanzara aparte de el del probador cuando enfrente a Deku-kun.
~
Primero, explicaciones porque muchos no saben que pedo con la: oxitocina.
Aquí un contexto, se entretienen, cachondean y aprenden en esta historia. Oh yeah.
Durante las relaciones sexuales se libera oxitocina, la que actúa sobre los sistemas del cerebro relacionados con el refuerzo positivo, es decir, con el placer, incrementando la complicidad, afecto y confianza con la pareja.
La canción en multimedia es como luego del bajón de temperatura Izuku se sentirá por la culpa, también como es que él al enojarse puede ser un psicópata sexual o amo supremo. Además de que es un guiño guiño al futuro, y como realmente termino pasando entre el triangulo amoroso del inicio entre IzuChaTodo, ósea Izuku, Ochako y Todoroki, que de por si; Shoto ya presentía algo entre su mejor amigo y ex.
Fue culpa suya que los presentara, ya que Deku y Uraraka son almas gemelas, pero están aun desproporcionadas emocionalmente consigo mismos. Necesitan: Encontrarse, amarse, entenderse, aceptarse y tratarse sus heridas para que puedan estar juntos.
Me despido, el ultimo cap de la maratón lo subiré en estos días, si tienen suerte y no voy a trabajar mañana, lo mas seguro es que lo subo mañana.
Ahora explicación de mi despareción, en un resumen rápido:
Entre al gym, comencé a trabajar, tuve que pasar segunda oportunidad en algunas materias de la uni, noviazgo, familia, una amiga que vive conmigo y mi cosplay de Deku femenina en proceso.
Si, eso.
Sin más me despido.
Maleficent ✨🖤 y mamá pequitas ✨💚 ¡Fuera!
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