38. Usurpando mensajes que destinan futuros.
Capítulo dedicado a una chica que tiene un gran lugar y muy especial en mi vida, corazón, día a dia, alma y en la gran persona que ella me hace ser:
DomenicaPlanes7
✨💕🤗
38. Usurpando mensajes que destinan futuros.
Su casa no es lo que esperaba, o lo mejor era lo que mis estándares si quería que fuera. El departamento de Midoriya es lindo, ni tan grande ni tan estrecho para una persona. Es ideal, acogedor, con aire hogareño y cálido.
Tal y como me gustaría que fuera la sensación que debería tener al llegar a la casa de mis padres. Es un sentir que nunca experimente, si quiera en el ambiente de la casa Todoroki o con los Uraraka.
Ya es de publico conocedor de mis adentros, que no sienta que encajo en ningún lado. Sea con una familia de mi estatus, con la de mi mejor amiga y su padre cuando lo dejaban salir debes en cuando, y en lugar de salir a un restaurante o cine; prefería ir a comer algo casero en casa. Yo fui una de las que llego a pasar esos sábados con su padre, si, así es. Conocí al gran ser humano que fue el padre de Ochako, el entierro fue doloroso.
Estuve ahí, pero me sentí impotente. No pude hacer mucho, y tampoco mi hombro fue demasiado usado como pañuelo y estancamiento de lagrimas de dolor. Ya que Shoto estaba ahí, sosteniendo a su novia del peso de la vida que estaba por tirarla, para que no volviera levantarse y envés de resurgir mas fuerte; fuera a dar al lado de su padre.
El solo pensarlo me da una sensación de colpa y piedra fría en el estomago...
Tiempo después, me entere por la misma dueña del relato, que intento quitarse la vida. Mucho mas que nunca no puedo ser egoísta y por eso decidí arrancar a Todoroki de mi, o mejor dicho... el solo se despojo matando mis sentimientos por el, ese día en mi despacho.
—Si no es mucho pedir, cierra los ojos. —Se quito los zapatos, dejándolos caer de forma desordenada, me puse en cuclillas viendo como desaparecía por el pasillo y, acomode como deben de ir su calzado en la entrada. —Aquí tienes, espero sean de tu talla, aunque si son muy grandes puedo ir a la tienda y comprarte unas mas acorde al tamaño de tus pies, ¡No estoy diciendo que tengas un pie inadecuado o algo por el estilo! ¡Yo sol-!
—Midoriya.
El regreso en si, y el rojo corrió sin deparar hasta sus mejillas rellenas y pecosamente lindas. Sonreí ante lo que causo en su persona, eso dejaba ver muchas intenciones y sentimientos que podría tener por mi. De esas sensaciones que te recorre el cuerpo, dejándote en claro que la persona delante tuyo, es mas que un amigo.
—Lo siento, lo hice de nuevo. —Rasco el nacimiento de su cabello, y bajo un poco el cuello deteniéndose en el piso de madera del corredor que lleva a el interior de su departamento de soltero.
—No me molesta, es lindo ver como puedes expresar abiertamente lo que piensas. Es muy valiente—, me senté en el escaloncillo para sacar mis botas y sentir liberación por ese calzado nuevo, el cual apenas mis talones comenzaban a acostumbrarse.
—Gr-gracias... —Volví a verle, un poco solo por encima de mi hombro y la esquina de mis retinas, esta mirando a otro lado, mas justamente la pared donde tiene un cuadro de un paisaje de los kilómetros de cerezos de aquí en Japón.
—¿Tengo algo en la espalda?—indague al ver que evitaba verme.
Respingo en su lugar, con algo que pareciera ser entumecimiento volteo a verme, cual robot oxidado.
—N-no, yo solo... Es-ta-taba vien-do la...—señalo el cuadro, termine de acomodar mi pesadas botas oscuras y me adentre a las pantuflas verde oscuro, son de mi talla y muy cómodas. Le dan comodidad a mis pies cansados.
—Si, —me levante para acercarme a verla, es linda, con muchos colores de la ocasión cuando florecen los cerezos, el rio en medio, el cielo azul como el agua y personas transitando, —es hermosa.
—La pinte hace tiempo, es uno de los hobbies que retome hace poco. —Esa confesión o dato extra me hace abrir mi boca en asombro, Izuku sigue siendo una caja de sorpresas muy agradables y originales para mi.
—Te quedo muy bien, Midoriya. Tienes un don, —eso hace que el vuelva a pasar su mano en su nuca, me gustaba que fuera tímido, pero eso solo era una fachada, ahora entiendo a la gente cuando hablaba a espaldas suyas.
La gente habla sobre lo que puede, si no es por su forma de vestir, o su estatus social y económico es, por su personalidad. Muchas veces defendí por las sombras a Izuku cuando oía que murmuraban cosas de mi desagrado o mentiras de su persona. Pero una de las pocas cosas que nuca pude arreglar en los malentendidos fueron:
"Midoriya-kun es demasiado serio, y esos son los peores en tu sabes donde..."
"Los calladitos son los mas atrevidos"
"Como la película, chiquito pero picoso"
"Esa seriedad en la cama se calienta para un perfecto amo"
Y muchos mas comentarios, rumores y hipótesis sobre su carácter que una que otra vez intente desmentir, y salí mal parada, y con nuevas acusaciones o material para mis acosadores. Para intimidarme, diciéndome o exigiéndome que admitiera que el de risos me gustaba, por eso le defendía, y peor era cuando me exigían que descubriera si era cierto lo de las callados son los peores.
Hay algo de verdad en todos esos comentarios
Además del encuentro cercano y encendido de hace unas horas, esos iris verde esmeralda destellantes, desprendían una sensación y calor sensual, de alguien que lleva mucho reprendiendo, o escondiendo sus verdaderas necesidades y deseos.
Y yo había desatado aquello, o exploto en el momento exacto cuando estaba conmigo...
Prefiero quedarme con lo primero...
Un estridente sonido nos saco de nuestro letargo de apreciación a su pintura. Miramos detrás de nosotros, sin deparar en nada nos dirigimos al sitio del ruido. Llegamos a su sala, que conectaba con la cocina. Había una pintura sobre su caballete donde yo pondría una mesita con aperitivos delante del sofá grande que tiene.
Miramos el suelo donde ahora reposaba el lienzo, las pinturas que estaban en el borde del caballete, con los pinceles y agua para diluir o limpiar estos. El conejo de Midoriya tiro todo su trabajo, y estaba sobre la obra de arte a medio terminar.
—¡Migthy-boy!—, la voz de Midoriya aun era demasiado de berrinche para que tanto yo como la bola de pelos lo tomáramos de verdad como un regaño, o advertencia de peligro. —¡Arruinaste mi trabajo de 3 días y 2 noches!
—¿Migthy-boy?
Mire al roedor de grande orejas y cola de algodón, y luego dirigí mi vista algo divertida a el de pecas. Izuku estaba lo suficientemente molesto y decepcionado como para prestar atención o ruborizarse por mi risa de burla por el tierno nombre de su mascota.
Con pasos firmes y algo estridentes se acerco a el desastre, evadiendo con sus pies pinturas, agua y pinceles. Alcanzo al conejo cuando estaba por salir huyendo en saltos, y lo cargo como bebe con sus manos debajo de sus axilas delanteras.
Ese conejo se parece demasiado a su dueño...
—¡Te deje afuera porque siempre haces un desastre en mi cuarto, y dejas tus bolitas por toda mi cama ya que aquí tienes tu arenero!—regaño gruñendo al final de ese largo sermón, que me desencajo las cejas al ver que cuando Midoriya se enoja puede ser muy hábil con sus palabras y si impone respeto. —¡No volveré dejarte a cargo de la casa! Me dejas en vergüenza enfrente de mi invita.
—JAJAJAJA—, por fin cedo ante las risas que trate de atorar detrás de mis manos sobre mi boca, esa escena era demasiado adorable y divertida. —No puedo... JAJAJAJA LO SIENTO SI ME RIO, MIDORIYA.
—¿Vez? ahora se ríen del que te da de comer—zarandeó un tanto a la bola de nube y decidí liberar de su tortura al pobre Migthy-boy.
—Oh no seas tan duro con él, es solo una cosita preciosa—se lo quite de las manos, y lo cargue estilo bebe recién nacido, repartí con mi dedo índice caricias en forma de infinitos sobre su estomago y el animalito movió su naricita oliendo y mirándome.
—Lamento que tengas que ver aun mas desastre del que suelo tener, ¡por culpa de alguien!— ,se inclino un tanto para que el pequeño Migthy-boy entendiera que hablaba sobre el.
—No te preocupes, de verdad que mi pieza estaría mas desordenada que un poco de pintura en el piso, —trate de tranquilizarle, y no solo era eso, tenia mas verdad que buena intención.
Mi cuarto en el departamento con las chicas, y el de casa eran un desastre. Parecía una charretera o casa de las acumuladoras que salen en la televisión.
Al no tener tiempo y mi mamá castigarme con que las señoras de la limpieza no se encargaran de mi habitación; porque según ella "me concentraba mas en la escuela y amigos", que en hacer ejercicio, rodearme de gente adecuada y comer saludable para los estúpidos negocios y sesiones de modelaje. Entonces, en resumen no tenia tiempo para encargarme de acomodar y deparar en ser ordenada porque llegaba agotada, y solo me daba una ducha o hasta solo me tiraba en la comodidad de mi destendida cama.
Cabe destacar que me la pasaba la mayor parte de las 24 horas fuera de donde hubiera una cama que estuviera designada a mi propiedad, ya sea en el departamento con las chicas, en la gran mansión Yaoyorozu o, en hoteles con Todoroki y hasta en su cuarto en el hogar de la familia del bicolor.
—Okey, pero aun así tendré que limpiar esto. —Estaba por hacer lo que dijo cuando regreso y me extendió las manos para entregarle al dulce roedor peludo. —Es hora de tu castigo, conejo revoltoso.
—Oh no, alguien esta en problemas. ¿Qué dices te entrego a la ley?—le pregunte esperando algún tipo de reacción de su parte, pueden llamarme loca pero si era mascota de Izuku tendría que ser astuto o de cierto modo, saber que sucedía a su alrededor como para actuar en defensa propia.
El amiguito me miro con esos grandes y tiernos ojos, su pequeña nariz se encogió repetidas veces y luego enfoco a su dueño que aun tenia las mano extendidas. Vi algún cambio en su carita animal que parecía de negación y indignación. Midoriya se canso de esperar, y trato de tomarlo de mis brazos, pero este se hizo un ovillo dándole la espalda y, escondiendo su carita entre mi brazo y pecho derecho.
—¡Aprovechado deja de ocultarte entre los grandes atributos de mi amiga!—. Ese comentario salido de la aun inocencia del mayor; me hizo sonrojarme un tanto, pero era algo leve. Lo sabía porque no sentía tanto calor como para que fuera visiblemente notable por el aun molesto Izuku. —¡Traidor ¿Cómo es que la prefieres a ser cargado por TU dueño?!
—El dueño de cierta forma también me preferiría, —agregue ganándome un respingo de la un tanto encogida espalda del de iris malaquita; por estar viendo al pequeño entre mis brazos. —No lo culpo, a que son suaves y con calefacción incluida ¿Verdad?—bromee, sintiendo que el conejillo se removía un tanto dando el visto bueno de mis palabras.
—No voy a decir nada sobre eso, —susurro avergonzado y creo que... ¿celoso?. —Es hora de que duermas también, no quiero que cambies tu horario de sueño como yo.
—¿Puedo llevarlo?—, pedí un tanto encariñada con su mascota, y podría decir que la cercanía se quería preservar por ambas partes.
Esta amiguito esta muy cómodo conmigo como su dueño cuando estamos cerca
—Aahh... —suspiro, —de acuerdo, la habitación esta al fondo a mano izquierda.
Asentí agradecida por la indicación y dejarme estar con Migthy-boy un poco mas. Desaparecí de la vista del dueño de la casa, entre en la habitación que me indicaron y no muy difícilmente di con la casita de -mi ahora- peludito amigo. Este entro sin mucho oposición y como despedida deje un pequeño golpecito con mi dedo en su naricita revoloteante. A lo cual él solo estornudo sacándome una mueca que trasmitía dulzura, se dio la vuelta al fondo donde creí estaría su cama, lo mire dar algunas vueltas sobre su eje y se echo a descansar.
Yo también tengo sueño...
Regrese para encontrarme con casi la sala totalmente limpia, y sin el chico de pecas cerca. Decidí ayudarle con el desastre para desahogar el capricho que me estaba cumpliendo al dejarme quedar en su posada. Me senté con las piernas cruzadas y comencé a recoger las pinceles y demás cosas que no esparcieron pintura.
El cuadro aun estaba ahí, por curiosidad lo tome y destape con el protector que tenia. Lastimas que no lo tenia puesto cuando la mascota de Izuku tiro todo, porque salió ileso pero no el lienzo. Alce la hoja delgada y me lleve una buena y mala impresión de su próximo cuadro.
Era una chica con un vestido exótico, y mascara. Delineada con colores tipo marfil, un tenue café y la mayor parte era de blanco. Solo las sombras, textura de la piel y ropa eran de color. Lo único mas vistosos que los demás tonos claros y tímidos eran los de unos rosa, violeta y fucsia que creaban el antifaz.
Era ni mas ni menos que mi mejor amiga. En un vestido el cual nunca le había visto, con guantes, adornos de plumas. La vestimenta era ni mas ni menos que medieval y elegante. Lucia preciosa. La pintura tal cual plasmaba la escancia de Uraraka como mujer, su dote de feminidad, dulzura y sensualidad a la vez en una sola imagen.
No entiendo como es que Izuku no te ha reconocido como su amante misteriosa...
Por desgracia el cuadro parecía estar arruinado por las pisadas del conejito en tonos cafés mas fuertes, así como también manchas de pinceles que llegaron a caer sobre el lienzo. Y gotas de agua, era una lastima y al a vez... me sentía aliviada y me reprendí por esos sentimientos insanos.
—¿Yaoyorozu?—salte del susto y solté un gritito por estar tan metida en la pintura como en mis pensamientos y emociones. —Perdón, ¿te asuste?
—Al-go... —hipeo, —creo q-que- —otro hipeo. —¡Demo-nios!
El susto me había provocado hipo, eso era patético vergonzoso antes el chico que me remueve las cigarras dentro del estomago.
—¿Quieres un... baso de agua?—la risilla que trato de parar se salió en un susurro de sus labios pegados, y mejillas infladas.
—No s-se me qui-tara si aguanto-to la re... respiracion. —Entre saltitos y chillidos de mi tráquea respondí y denegué su oferta de ayuda.
Aguante el aliento unos segundos mientras cubría el cuadro para que no viera que lo vi si su permiso. Y termino mi tortura de hipo descontrolado, así como igual acabamos con el revoltijo que provoco Migthy-boy.
—Listo, se fue. —Suspire aliviada, mire como el chico dejaba su trabajo artístico en una esquina de la sala cerca de la entrada de la cocina y regreso con un cambio de ropa y toalla para mi. —¿Son para...?
—Si, supongo que querrás ducharte, fue un día... Largo. —Dejo sobre mis antebrazos extendidos el miniquick para dormir que estaba conformado por unos bóxeres, y un ¿camisón?... No, debe ser una de sus camisetas para dormir pero yo era demasiado pequeña para que me quedara como lo que era, una camiseta.
—Si, esta bien. —Me levante para irme por el pasillo que antes recorrí para llegar a su habitación, pero regrese y me asome por la pared. —¿Dónde esta el baño?
—Ultima puerta hasta topar con el final del corredor. —Explico, asentí y dije con vergüenza un gracias por lo bajito.
~
La ducha fue cálida, reconfortante y tan buena para mi cuerpo que se entumecido por la nueva ropa que de cierto modo, no estaba una: acostumbrada, dos: era apretada y tres: de telas mas de cuero y otros irritantes textiles que no son algodón. Con la toalla en los hombros y secando un costado de mi cabello, regrese a la sala donde el de rizos me esperaba con su ropa sentado en el sofá individual. Dándome la espalda, y con la cabeza tirada hacia atrás sobre el respaldo del mueble.
—El baño esta libre, —anuncie logrando que abra los parpados, se acomodo recto en el asiento y me miro por encima del hombro con esos iris encendidos en retención fría de deseo puro.
Lo mire levantarse, con algo entre las piernas remarcado en su pantalón.
Esta duro...
—¿Seguro que quieres quedarte a dormir?—formulo esa pregunta con un tono seductor que venia desde el fondo de su garganta.
—S-si.
Siseé, comenzando a presenciar el calor entre mis pliegues y, por instintivita frote mis muslos uno contra otro. Las fosas de su nariz escarchada se agrandaron y luego descansaron, soltando un suspiro largo y pesado. Su mirada regreso en sí, y aluciné al ver el control de su voluntad.
—Si para algo, y no quieres me detendré ¿de acuerdo?—, me pidió una respuesta acariciando con la parte de afuera de su mano, esos nudillos estaban fríos contra mis mejillas inyectadas en sangre.
—De acuerdo. —Asentí, buscando con el movimiento crear calor en su mano que estaba helada.
—Bien, es mi turno de usar el baño. Estas en tu casa, hay leche de almendras y normal en el refrigerador. —Regreso sobre sus pasos y tomo sus cosas para bañarse. —También si quieres prepararte algo mas, puedes hacerlo mi cocina no es la gran cosa pero, tiene lo esencial para sobrevivir.
Con una sonrisa agradecí, lo vi desaparecer por donde yo. Y logre ver que temblaba.
¿Se esta reprimiendo de nuevo?
El tono de llamada de una voz algo varonil y irritante me hizo saltar de nuevo de terror, mire en busca de donde provenía el sonido. Y encontré el teléfono de Midoriya en la barra de la cocina. Me dirigí a esta y lo tome. En el identificador de llamada estaba el nombre de...
Uravity
La voz se detuvo, la cual repetía: "tienes una llamada, contesta alguien esta aquí". Creía haber escuchado esa voz en una seria de anime y comerciales. La pantalla no se apago y envés de ello, el fondo de bloque me dejo ver la notificación de un mensaje de buzón de voz.
Como los amigos que éramos, creía poder descubrir el password de Izuku, así que puse el nombre de su mamá, me lo denegó. Su nombre y paso lo mismo, comencé a darle vueltas mis pensamientos.
Entonces una volita de pelusa llego a mis ideas. Puse el nombre de la mascota y el sonido de desbloqueo hizo que sonriera. Escuche el mensaje esperando no arrepentirme.
—¡Ho-la, Deku-ku-kun! —Es la voz de ebria de Ochako. —De estas hay, lo-lo mas se-gulo es qu-que te ez-tes tilando a mi-mi me-jor ami...amigue. Pelo ten-go que decilte esto... —silencio, luego tragos como si bebieran agua. —AAAHH QU-QUE BUEN SA-KE. Com-como decía, te amo. Te extrañoooo, te he mentid-do yo... Yo soy Uraraka, polfavor ¡Vuelve conmigo! Nada-... nadie puede, puede hacelme, sentil co-como como TU. Soy una estupi... da, por terminal como... telminamos. PERDONAME.
Y luego silencio. La ducha aun se oía, Midoriya aun seguía con su baño. Entonces hice algo egoísta, dejándome guiar por mis emociones como le recomendé a Izuku. Seria muy hipócrita de mi parte si no sigo mis propios consejos. Así que...
Borre el mensaje.
Lo siento, Uraraka...
Lo siento, Midoriya...
Los tres merecemos algo mejor, y creo que lo que mi Deku necesita es alguien que no le halla hecho daño y esa...
Soy yo
~
Los lectores al final del cap: ¿¡MAS DRAMA!? ¡¿MAS MENTIRAS Y DECRETOS?!
Yo: ¡MORE DRAMA, MORE SECRETS, MORE LIES! ¡QUIERO VER EL MUNDO ARDER!
Anaways... Lamento el retraso, por como está este bloque de mi semestre estoy muy muy pero... Muuyy tentada a pasar las actualizaciones al martes (madrugadas de miércoles) gente. Pero no lo sé, ya veré.
Ahora sí, hablemos de lo que ya saben.
La canción en multimedia es lo que yo considero, que es la personalidad de Momo y Izuku cada vez desifra más y más. Y no sé uearedes, pero como comenté alguien en el cap anterior, esto aparece que termina en IzuMomo pero... Me está encantando cómo sigue la trama.
We siiii, osea no... Es que... AARRG
Me encanta como sin darme cuenta, manejo a las pareja secundarias, se desenvuelven tan solas, tan naturalmente que es muy... Enganchante. Te encariñas y eNcsndilas tanto de cómo se desarrolla ese ship que, anhelas que esten juntos ¡pá siempre!
#memame
#aloennis
Ahora apartados para cada parte de cap por si quieren desahogarse de todo por secciones.
¿El resurgido hobbie de Midoriya?---->
¿Que Momo use botas de PISAME diosa?---->
¿Migthy-boy? 👀🐰---->
¿Esa actitud de vampiro que no ha tomado sangre de en décadas Izuku hacia Momo como si fuera una copa de la mejor sangre del mundo?---->
(¿Pregunta rara? Si es así lo siento.)
¿El mensaje de buzón de voz que borró Momo?---->
Sin más me despido, recuerden comentar y votar es amor.
¡Gracias por leer! ✨💚
Si votas y comentas tendremos más apariciones de el adorable conejito de Deku 🐰✨🥺💚.
Maleficent ✨🖤 y mamá pequitas ✨💚 ¡Fuera!
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