35. Despechados.

35. Despechados.

Una sensación incómoda se anudo en mi pecho, tocaba mucho las áreas del estómago. No entendí de dónde provenían, que impulsaba a mi corazón a darse el derecho de sentirse así.

Deja de sentir celos, tú eres la que terminó con todo...

Ahora entendía que lo que había hecho era una estupidez. Quería hacerme un ovillo llevando mis piernas contra el pecho y abrazar estás. Pero me reprimí porque todos sospecharían que algo se abrió dentro de mi por lo que acabábamos de ver.

Luego de un rato en silencio solo con música de fondo, alguien que no conozco ofreció que nos animáramos jugando "yo nunca he". La mayoría estuvo de acuerdo y nos acomodamos alrededor de la mesa.

Pasaron varias rondas y fueron cosas sin importancia, pero entonces mi novio me dijo que si podía quitarme de sus piernas, quería ir al baño. Asentí inconforme, viendo cómo la mentira en los iris bicolores se asomó.
Deje que se fuera, no podía detenerle, yo muy bien sabía que su amor era una dependencia tóxica, y era mutuamente desigual.

Yo dependía de él y él de mi, pero Shoto era posesivo y celosamente tóxico, cuando yo era apenas celosa y no quería para nada monopolizarlo.

No pasaron ni cinco minutos cuando decidí también ir a su búsqueda. Deseando encontrarme mejor con la parejita que desertó de la sala de karaoke y no con mi novio. Doble la esquina de los baños y lo ví ahí, mirando en otra vuelta de esquina, me acerque con pasos silenciosos, para ello me quite los tacones de aguja de ese día, y decidí transportarlos por mis dedos.

Con talones desnudos llegué hasta su espalda, y ahí me recargue. Mis manos en sus hombros.

—¡Es de mala educación aparecer de la nada y sacarle un infarto a alguien!—, susurro quejándose, el saltito que dio era uno de los pocos que había logrado provocarle desde que nos conocemos.

—Es también de mala educación espiar las conversaciones ajenas—contrataque, logrando que su expresión se contrajera con hastió. —¿Qué haces aquí? Se supone que ya habías cortado esto de raíz.

Con mi palma dando vuelvas por la unión de la muñeca, señale toda la situación en la que seguía con mucho empeño inconsciente en seguir llevando. Yo ya sabía que Todoroki vigilaba a Momo desde antes, con ella tuvo y tiene; mañas y raras que nunca vi que me rodearán.

Vigilarla cuando no estaban buenos términos, era uno de ellos. Así como también llenarla de cumplidos, y una labia que no tenía idea de donde había leído porque eran demasiado calientes e originales, o poéticas muy románticas para mí gusto. Y filosóficas, y las tenía todo el tiempo en la lengua, conmigo solo cuando algo andaba mal o era época especial. Cómo año nuevo, navidad, San Valentín y más.

Y sus palabras no eran tan únicas como las que Yaoyorozu llegó a tener

—Y lo hice, iba a decirles que si todo estaba bien cuando escuché algo que me hizo esconderme. —Explico rápido y por lo bajito.

—Esta bien, está bien. Te creeré, porque dijimos que cero secretos y solo comunicación sin filtro—, le di el benefició de la duda, con mis manos en rendición a su molestia reflejada en  su timbre de voz y cejas casi funcionándose; decidí calmarlo con un beso en la cien. —Ahora sshhh, o nos descubrirán.

Dejamos de mirarnos y préstamos atención a esos dos entes alejados de nosotros. Estaban sentados con la espalda contra la pared, mirando la entrada de lo que son los baños.

—Entiendo... De verdad que sí, pero-

—Consideras que nunca debí meterme y de verdad darle valor a mi palabra de alejarme, cuando dije que no intentaría nada porque tenía paraje. —Ella lo interrumpe, consiguiendo que el se sonroje por lo que creo es, vergüenza por que fue atrapado siendo tan predecible.

—Si, lo hablamos hace mucho. Me dijiste que querías arrancarlo de raíz cuando supiste que Todoroki tenía novia. —Miro como las lágrimas de mi mejor amiga se desliza en silencio por el largo de su cara. —Pero que simplemente te seguías topándote con él y terminaban a solas, logrando que todo se desarrollará.

—De verdad que lo intente. Me cambié de club y... Misteriosamente días después, le iba mal en materias de cálculo y yo estaba de asesora para liberar los créditos al igual que, conseguía estar lejos de casa, ¿Adivina quién termina siento mi asesorado?—, eleva la mano en el aire y la deja caer golpeando su muslo extendido en el suelo. —No sé si llamarlo mala suerte o destinó inminente.

—¿Porqué no casualidades?—, indagó más para si mismo que para la morena.

—No, las casualidades son raras y pasan en lapsos de tiempo bastantes distanciados del otro. —Nego con su cabeza, se detuvo sosteniendo esta con una mueca de dolor.

—Adelante me han dicho que es mejor que una almohada. —De alguna forma Izuku alzó su hombro cercano a ella, para ofrecérselo.

—Estoy bie-

—Deja de mentirme, solo... Pará de creer que te ves vulnerable y me aprovecharé de ti como lo hicieron tus antiguos amigos y lo hace tu madre —. Pasó su brazo por un hueco entre el cuello de Momo y la pared, con su mano acarreo su cien para que terminara en su hombro.

—Solo no quiero confundirme. —Al instante se vio el arrepentimiento en los iris de Yaoyorozu, está se quitó velozmente, cortando el tacto. —Olvida lo que dije.

—Sabes que no puedo hacer eso, y también tienes presente que nunca me alejaré de ti ni te juzgare. —Suspiro cansado de ver cómo ella seguí a la defensiva algo... Amable que tenía para con el de rizos.

—Primero cuéntame qué te atormenta, dijiste que lo hablaríamos. —Eso me hizo respingar en mis adentros, lo único mala se podría decir que eran nuestras relaciones que termine.

—Siempre haces lo mismo, eres muy astuta señorita fresita.

—Que puedo decir, lo llevo en la sangre. —Sonrío aún con lágrimas húmedas en sus mejillas, pero acompañada de una sonrisa divertida que le regreso ese brillo que siempre envidie de buena manera de Momo. —Además no me digas así, ya no lo soy y, tendría más sentido si te digo así por esas pequitas.

Sin darme cuenta, los ví que estaban más cerca que antes. Ella tocó con su dedo índice que se hundio un poco sobre una de sus pecas remarcadas. Mis pecas, joder sigo sintiendo cosas por ese niño de cara inocentes y movimientos descabellados.

¿Cómo podía cambiar tanto el ambiente entre ellos?

—Esta bien, pues no sé que contarte la  verdad. —Se encoge de hombros siendo evasivo. —Me dijiste que ya sabías todo.

—Si, algo así. —Tomo su barbilla pensando, —¿porqué no me dices como te sientes ahora?

Deku la miro girando un poco, pensándose si decirle o, en todo casa escogiendo bien sus palabras para expresarse.

—Celoso, frustrado, realizado, vacío, y triste como el demonio.

—Definitivamente esos son sentimientos muy controversiales—parpadeo saliendo de su confusión. —¿Por qué te sientes así? Separa las razones por emoción.

Asintió, mirando la nada, evitando enredarse con los profundos y ahogadores iris negros de Momo.





~

—Triste porque la chica con la que tenía citas y me gustaba mucho, tanto para tener algo formal y lindo me terminó, porque su ex y ella regresaron. —Sentí la garganta cerrarse hacia dentro, y el escozor en las retinas, — lo peor es que ni siquiera me lo dijo a la cara o por una llamada, me mandó una caja con recuerdos de nuestros encuentros y cartas que me quemaron el corazón.

Momo se acerca y ahora ella es la que pone su mano en mi nuca para esconder mi cara entre la curvatura de su clavícula y cuello. Por fin parpadeo, y estos ceden dejando correr las gotas de dolor saladas.

—Eso es una porquería.

—Realizado porque luego de ello comencé a concentrarme en mi mismo, tratando de tener una vida productiva al hacer: ejercicio, comer sano, esforzarme en el trabajo, y darle un poco de cambio a mi forma de ser y vestimenta... Pero—me aleje para mirarla, quería ver cómo estaba viéndome, que se leía en sus iris que son trampas de secretos. —Vacío porque esos esfuerzos no me han hecho feliz, solo me distraen de que tengo el corazón roto. Me siento como si viviera viendo la vida de otra persona, que parece perfecta, ideal, de ensueño ¡pero no me da nada de satisfacción!

Momo me sonríe con entendimiento, no veo la lastima en sus iris, solo amabilidad, comprensión y la empatía que siempre supe que tenía desde el día que la conocí.

Ella limpia mis lágrimas con cuidado, y eso me hace sentir seguro y en paz. Nunca creí que alguien tan viva, llena de energía, que hacía cosas sin pensar en las consecuencias solo para no ser lo que la obligaba a ser su madre, podría transmitir tanta tranquilidad y pazigüidad.

—Adelante, sácalo, te conozco tan bien como tú a mí. Somos de la misma personalidad Midoriya—, ese dato me sorprende logrando hacer que parpadeo y deshacerme de las lágrimas que interrumpen la imagen de este hermosa chica frente a mi. —Las personas como tú y yo aguantamos mucho y nos tragamos la cosas porque creemos que si nos detenemos a pensar en ello, para arreglarlo, decepcionaremos a los que tienen altas expectativas de nosotros.

—Frustrado porque no puedo hacer nada al respecto por sentirme celoso de Todoroki que trato mal a la chica por la que llegue a tener sentimientos casi al mismo tiempo que los que tuve por la chica misteriosa de la fiesta de graduación. —Mi voz se rompe, mis lágrimas riegan en su ropa peor que antes, el corazón me duele y lo siento en la garganta así como no deja de presionarme golpeando con fuerza en mis tímpanos. — ¡Estoy jodiendo mis emociones, estoy mal, solo quiero dejar de sentirme así, quiero que alguien pueda enamorarse o fijarse en mi, estoy tan frustrado porque he dado todo de mi para que una chica me entiend!-

—Ya sé que es lo que pasa, ahora lo entiendo.

Su intervención me hace darme cuenta que alce mucho la voz, talvez hasta llegué a gritar un poco. Sorbo por mi nariz al sentir como se escurren mis lágrimas.

—¿Qué es lo que me pasa?—, la aliento a qué siga, porque el diminuto mutismo que creo me punza en la cabeza.

—Te la pasas pensando en todo, no te dejas llevar. Como si no tuvieras derecho a equivocarte si haces algo sin pensar.

—Ya olvide quien fue la última persona que me dijo lo mismo.

Ella tuerce los labios y cejas, para luego enséñame la lengua en burla.

—Lo digo enserio, —trato de defenderme de su "grosería", sonrío sintiéndome nostálgico, me alegra que regresemos de cierta forma a como éramos cuando nos quedábamos solos en la biblioteca, yo porque tenía que estudiar y ella me apoyaba, y porque buscaba llegar los más tarde posible a casa, huyendo de su madre. —No eres la única que se la pasa repitiéndomelo, los chicos, en el trabajo, Todoroki...

—Entonces, ¿porqué no lo haces?—se separa aún más de mi y me observa.

—¿Qué cosa?

—¿Porqué no te relajas?

—No lo sé—, suspiro sintiéndome más tranquilo, las lágrimas ya han dejado de caer. —No recuerdo cuando comencé a ser así. ¿Está en mi naturaleza?

—¿No te cansas de siempre ser así? Debe ser muy desgastante. —Sus piernas se entrelazaron, logrando que se siente en forma de buda. —Es como si caminaras sobre una cuerda floja, piensas mucho antes de dar un pequeño paso.

Se cruza de brazos, consiguiendo que mi atención se instale en el valle de su senos que desapareció, porque los estruja una contra el otro. El escote que trae también ayuda mucho a poder intentar evitar que mi mirada caída ahí. Salgo de mi letargo y subo rápidamente mis ojos a su rasgos delicados.

Sin darme cuenta, me pierdo un poco y digo la duda que me ronda la cabeza

—¿Por qué hiciste todo eso?

Ja, bien hecho Izuku, sutil y con tacto

Me regreso la mirada, y luego suspira con una risa al final.

—Al grano ¿no?

—Disculpa, no fue mi int-

—Tranquilo, no es nada. No es el gran enigma de la generación adolescente, soy simple, aburrida y una chica que se comporta como una niña. 

—No digas eso, no lo eres.

—Ja, es la verdad. Le hice una escena con indirectas a el chico que me gusta para que pasara un mal rato con su novia.

Parpadeo entendiendo mejor todo, yo pensé que ella lo hacía para terminar de una vez por todas con esa rara relación de fuego cruzado que son Yaoyorozu y Todoroki.

La dejo que continúe, porque no sé que decirle.

>>Si de verdad quiero tener algo con alguien acomplejado, no debería hacer esto. Solo debería dejar que tome su rumbo. —Me pierdo en la conversación, ¿Seguimos hablando de Shoto Todoroki?

—No suena como si estuvieras hablando de Todoroki-kun.

—¿De quién más hablaría entonces?—, suspira llegando desdoblar sus brazos, tenemos un contacto visual más profundo y creo que entiendo de que habla. —¿Crees que eres tú? No soy tan dramática para llorar por ti, Midoriya, ni siquiera somos tan...

Creo que últimamente hemos tenido una conexión más fuerte. Porque parece recordar algo, y yo también, a lo mejor paso por su mente muchos de los momentos que tuvimos o, uno en especial. Yo me acuerdo de un día que me ayudó cuando unos chicos se metieron conmigo por ser el consentido del maestro, el nerd, y desde ahí, nos hicimos confidentes a... Creo yo, espaldas de los demás.

Nos quedamos callados. Analizándonos.

El ambiente ligero y pacífico se acaba de terminar, y no entiendo cómo es que paso.

Tratando de reencontrar ese buen aire, me aclaró la garganta.

—No creo ser el tipo de chico con ese gran ego, para creer que te referías a mi, Yaoyorozu.

—Si, no lo eres. —Se voltea a verme sobre el suelo, —¿Pero si lo pensamos es porque hay algo no crees? ¿No deberíamos hablar de eso?

—Lo siento si te he dado señales confusas, o algo. Sobre todo hoy que pues... Ya sabes. —Bajo la cabeza, corriendo de esos iris, ocultando lo rojo de mi cara. —Debería tener más cuidado con mis acciones tan amables, se pueden mal interpretar.

¿Qué estoy diciendo?

Si al inicio fueron actos desinteresados, pero no negare que alguna vez llegue a sentir atracción por Yaomomo.

Al volver a vernos ella tiene la mirada en otro lado, siento un aura saliendo de sus hombros pero no sé cómo interpretarla.

—Eres aliviante.

—¿Cómo?...

—Eres... Aliviante, Midoriya, —repite—. Siempre al cuidar lo que haces buscas no herir a los demás y cuando te equivocas, dejando por menores o hiriendo a alguien. Te disculpas... Eres la primera persona que conozco como tú.

Luego de ello baja su mirada a mis labios, me siento intranquilo y alerta. Es tentador la forma de sus labios, siempre he intentado alejarme, hasta desde el inicio de esta salida entre amigos, todo por respeto a los sentimientos del bicolor. Pero estar solos me pone difícil con seguir con esa convicción. Rio un poco para despistarnos de esto.

—Aquí es donde dices que soy diferente, creo...— Digo intentando ser bromista, pero no la veo con intenciones de reírse. Eso hace que enderece mas la espalda, siento la rigidez en los omoplatos cuando la veo acercarse de nuevo, su calor calando en mi piel. Al estar así de cerca, me percato de la hinchazón por llorar, y coloración en sus mejillas, aun con todo lo que dejo de estragos las lagrimas, se ve preciosa. —¿Ya-yaoyorozu?

No entiendo que esta haciendo, pero siento que no deberíamos estar así. Que no debemos tentarnos, sobre todo a mi, que ahora ya conozco los placeres del sexo y, sé que me he vuelto incontrolable en ese sentido.  La miro  estirar sus labios rojos y llenos en una sonrisa cautelosa y tímida. 

—¿Midoriya?

—¿Si?

—¿Yo te gusto? —Juega con sus manos en su regazo, ha despegado su mirada de la mía, el valor que tomo para gesticular la pregunta se desvaneció repentinamente, cierro los ojos al sentir los acelerados latidos en mi garganta y oídos. 

Hace tiempo que no me siento así. Nervioso por una situación romántica, pero emocionado al sentir que eres querido y que tu solo silencio la causo estragos al corazón de alguien mas. Tomo sus manos, y las detengo porque siento que en cualquier momento, ella misma se sacara volando las uñas que tiene. Las dejo caer en mis mejillas calientes por la sangre que es bombeada muy rápido por mi demandante corazón. 

—Yaoyorozu. 

—Tenemos que averiguar esto en algún momento. 

—Se supone que ya lo estamos haciendo y me disculpe. Los dos estamos pasando por cosas muy difíciles, superando a personas, no estamos en condiciones de...—Repito tratando de ser serio y firme, lo consigo pero también con ello; ella quita el tacto que me hacia sentir bien. Algo dentro de mi me hace querer protestar porque se aleja. 

—Ah si, crees que deberías seguir comportándote con cuidado. Crees que es un error, —cuadra los hombros, retomando su ego y autoestima, como si sus iris y mueca que intenta hacer que parezca una sonrisa despreocupa transmitiera que no le afecta, pero me dicen lo contrario. 

Pega su cabeza contra la pared, y la veo suspirar derrotada, apenada me mira y sonríe a modo de disculpa. Entonces decido tomar de verdad esas palabras y consejos de todos sobre relajarme un poco, dejarme llevar por la corriente como paso con Uravity. Aunque eso me allá herido, viví buenos momentos, y no puedo quedarme estancado en el miedo de salir herido, esta vez puede ser diferente. 

No es el mejor momento de nuestras vidas, o el cúspide de estas. No estamos pasando por cosas fáciles, a lo mejor, solo talvez no es la persona indicada para esto pero...

Quiero besarla...

Entonces dejo de pensar luego de recordar a cierta chica, besando y abrazando por el cuello a el heterocromático. 

Suaves.

Húmedos.

Calientes.

Así son los labios de la chica que me tiene entre sus brazos, son dulces por las bebidas de hace un rato.

El beso la toma totalmente con la guardia baja, se siente increíble, pero incorrecto al mismo tiempo. Nuestros iris chocan, nos separamos y trago grueso al sentirme por un segundo el arrepentimiento en la boca del estomago, ella se acerca y disipa esas dudas y malestar. Nuestras bocas se rozan, y una corriente eléctrica que me quema la piel me cubre el cuerpo. Eso hace que me descontrole, por fin solo soy sensaciones y nada que tenga que ver con pensar. 

Es la segunda vez que me dejo llevar así, y no voy a dejar que acabe como la última vez. 






~

Se prendió está mierda. Si eso diré, porque tengo que terminar unas cosas y estoy en clases. Y y y... Disfruten el cap. Luego edito y explico lo que tanga que explicar, si tiene dudas en los comentarios estaré respondiendo.

Recuerden comentar y votar es amor. Gracias por leer.

Maleficent ✨🖤 y mamá pequitas ✨🛐💚 ¡Fuera!

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