34. Sustitutos PARTE 1
34. Sustitutos
[PARTE 1]
Paso repetidas veces las manos por mi cabello, creo que mas que nunca esta esponjado y eso me hace sentir inseguro en mi persona. Han pasado apenas unas horas después de la cita que me hizo Toru con la chica poliplata, ya es un reluciente sábado por la noche, algo frio. Con el acercamiento del invierno, las temperaturas se vuelven mas intensas.
Suelto un poco de aire por mis pulmones, viendo el vaho desaparecer en forma de nube caliente delante de mi nariz. Habían pasado muchas cosas en mi vida últimamente.
De pasar de ser un chico ejemplar en la universidad, a un empleado asistente y, de golpe al jefe de recursos humanos de una empresa que en parte me pertenece.
Sumándole claro, los problemas personales que me lleve con ello, como sentir cosas por una de las que es mi rival para conseguir la vicepresidencia de la empresa, y ahora novia de un buen amigo, que me rompieran el corazón también esta en el tema de la ruleta rusa que estaba jugando desde que deje la carrera. Entre problemas conmigo mismo, desde que Uravity me dejo no he podido dejar de rememorar esos momentos que pasamos juntos, desde el primero, el mas intenso, el mas memorable hasta el mas doloroso.
No le ha dicho nada a mi madre, porque la verdad no quiero preocuparla por mi. Ya soy alguien independiente, adulto y no quiero darle molestias. Además de quitarle la alusión sobre que podría tener nuera, se le veía muy contenta desde que se entero.
—¿Sigues esperando?—levanto la vista para encontrarme a esa chica de mas estatura que yo.
—Si, creo que llegue muy temprano. —Rasco el nacimiento de mi cabello, sintiéndome cohibido ante su imponente persona.
—Debe ser muy especial esta chica para que la hallas invitado en la primera cita a una reunión con tus amigos, —Momo se coloca a mi lado, recargándose de la pared al igual que yo.
—Yo no lo varía de ese modo, —seguí mirando el piso, de cierto modo yo no quería tener tanto contacto con nadie que allá tenido inconvenientes con Todoroki.
De cierta forma me di cuenta, que desde que nos hicimos mas unidos, también le ha dado por involucrarme en sus asuntos, que suelen ser perjudiciales para mi. No es de mi agrado todo el drama que lo rodea, pero sigue siendo mi amigo, y serlo conlleva a lo mucho ayudarle con cosas que le quitan el sueño. Aunque eso me acarree problemas de drama a mi.
—Yo digo que así lo verán Kirishima y los demás. —La vi morder su uña, hacia eso cuando algo le rondaba en la cabeza.
—Pues no hay nada que hablando no se resuelva, —suspire volviendo a ver el aire enfrente de mi. —¿Estas bien?
—Lo normal, ya sabes. —Torcí la boca ante su respuesta, yo me sabia uno que otro detalle de lo que realmente es la personalidad de Momo Yaoyorozu.
—¿Quieres hablar de ello? —, indague, ganándome una mirada por entre los espacios en su cabello, lo traía suelta, y eso era extraño siempre lo portaba en una cola alta.
Eso y que su vestimenta, no era la de siempre. Iniciando porque no parecía costosa, ni de esos vivientes colores alegres que se combinan en un gama atrayente. Se igualaba demasiado a la vestimenta que usaba Jirou, solo con la pequeña excepción de que tenia un toque un tanto... Candente.
—Cuando tengamos la oportunidad, pero te dare un adelanto de lo que sucede. —Se coloco de lado, pegando su hombro contra el granito. —Shoto fue a verme y me dijo en mis narices, luego de darme falsas esperanzas de que tendríamos algo, que, regreso con Uraraka.
—Debió haberte afectado tanto como para que hallas dejado de usar honoríficos, y hasta cambiaste de estilo. —Con mi mano señalándola, guinde apuntando su lindo conjunto sexy.
—Eres el único que lo noto aparte de mi madre, —me regala una sonrisa de agradecimiento por notar su esfuerzo en un nuevo look—, ¿Qué te parece?
—Es diferente.
—¿Diferente bueno o diferente malo?
—Eso lo decides tu, no yo ni nadie. —La miro fruncir el ceño confundida, —pero solo puedo decir que te ves hermosa, va muy bien con tu personalidad.
—Para ser un chico tímido has desarrollado un poco de coraje de coqueteo, ¿Quién eres tú y que le hiciste a Midoriya?—, una sonrisa divertida con un rubor por mi alago, me hace bajar la cabeza avergonzado.
Ciertamente, entendía a la perfección sus palabras. Desde que tuve unas cuantas citas y algo de sexo casual con Uravity, me había convertido en alguien que no reconocía. Hasta le había pedido ayuda a mi mama y Kirishima para crearme un nuevo estilo de vestir. Y entendía en parte porque ella también había dádole una trasformación a su persona.
Cuando te parten el corazón, funciona de muchas maneras lo que pasa después.
Los estereotipos dicen que, las mujeres comen, se deshidratan en llanto, y se la pasan viendo series o películas con finales trágicos y muy tristes para poder atribuir el sentimiento de perdida. Y luego de un tiempo sin salir, llorando y atiborrándose de comida chatarra, se empoderan, queman los regalos, le devuelven cualquier cosa que le pertenece a sus ex's.
Para luego retomar su vida mejor que nunca, renovándose. Haciendo ejercicio, comprando ropa, algunas hasta cortan su cabello para "cerrar ciclos". Lo que me parece extraño, y confuso, es de las cosas que hacen las mujeres que no entiendo, y creo que no entenderé.
Para los hombres dicen que primero es felicidad, libertad y el estasis de no tener a quien guardarle respeto, porque están solteros.
Se la pasan coqueteando, volviendo a hablar con ciertas chicas que dejo de tener contacto porque su exnovia les prohibía tener algo con ellas. Para luego llorar, no salir, recordar todo lo que vivió y perdió. Es como la mujeres, solo que a la inversa. Añadiendo claro, que tarde o temprano o regresan con su ex, o siguen adelante. Pero, ese no era para nada mi caso.
Mi forma de superar mi primera decepción amorosa es algo... Muy extraña, según Toru y el mismo Todoroki porque, para ser de los pocos que les conté de la castaña, fue el primero en proponerme salir a bailar algún antro y divertirme. Pero decline la oferta, no era lo mío.
Kirishima me dijo que si necesitaba uno que otro consejo, que alguien lo escuchara o si necesitaba distraerme, le dijera para organizar algo rápido entre los 5. Y esos eran Kirishima, Denki, Iida, Todoroki y yo.
Y no lo pedí, sin salidas, sin reuniones de chicos, sin alcohol, sin sexo con chicas de las cuales ni me acordare su nombre al despertar luego de una noche salvaje. Solo, quería darme tiempo para crecer individualmente.
Invertí el dinero de mi padre en proyectos que tenían muy buen futuro, comencé una cuenta de ahorro para cualquier cosa, me compre mi auto y departamento. Laboralmente me concentre en la competencia abriéndome caminos con la empresa en la que trabaja Sero, la cual es una de las empresas con las que muy difícilmente otras sucursales han logrado conseguir que se alíen en algún proyecto.
Con el tiempo libre que conseguí porque yo imponía mi propio horario, comencé a llevar una mejor alimentación, hacer ejercicio casi todos los días, trabajando mas en un viejo hobbie que había abandonado, el cual es la escritura de cuentos para niños y, me había comprado mucha ropa para darme una renovada vista.
Luego de una semana pude darles el gusto a mis amigos de presentarme en la tercera salida que habían organizado luego de no vernos por el trabajo.
Me prometí a mi mismo que ya no dejaría que la vida avanzara sin vivir cosas que me gustaría recordar en mi lecho de muerto. Así que aquí estaba, sábado, esperando a los demás para poder ir a ese karaoke que Denki dice que es muy innovador y divertido.
Y como no tenia nada mejor que hacer, me pareció bien que Reiko viniera conmigo ya que, quería que ella dejara de sentirse intimidada por mi cuando yo estaba cerca. Así que, mas que a los demás, la estaba esperando a ella. Y la primera en llegar, porque soy ridículamente puntual después de mi, fue Momo.
—No lo sé han... Pasado cosas. —Sintiéndome en confianza, comencé a darle un poco de mi a la morena, ella había sido muy honesta conmigo pero yo casi no había tratado de poner de mi parte para cultivar una mejor relación.
—¿Cosas buenas o cosas malas?
—Ambas.
—Por eso tú también tienes un aire diferente, ¿He?—cuestionó mirándome de pies a cabeza, esos iris negros tan profundos como el cielo nocturno me hicieron estremecer.
—Si, podría decirse que si. —Con el calor en la cara, aparte la mirada de tan curiosos iris.
—No tienes que darme detalles, lo sé todo. —Su confesión me tomo desprevenida.
—¿Kirishima?
—Nop, Jirou. —Asentí haciéndome a la idea de como es que ella sabia por lo que había pasado, y luego recordé que trabaja con el pelirrojo en una empresa de automóviles y su mejor amigo es el actual interés amoroso del dientes de tiburón.
—Los rumores corren rápido. —Suspire desganado. —¿Qué tanto te dijo?
—Solo que cierto chica acaba de robar tu inocencia.
—¡Eso no!...
La mirada que me dio me hizo callarme.
—¿Tan obvio es que era virgen?
—Era una sospecha con altas probabilidades de ser verdad.
—¿Que era una sospecha con altas probabilidades de ser verdad?—, los dos nos sobre saltamos al escuchar la voz de Denki detrás nuestros.
—Ya sabes Kaminari. —El tono que utilizo Yaomomo me hizo inquitarme por ser el tema de hablar. —Que la abejita por fin subió de rango y dejó de ser una simple obrera hogareña y salió a polinizar su primera flor.
—¡¿Midoriya por fin tiraste?!—, de forma sorpresiva Mineta, Sero y el rubio me abordaron como siempre.
Los nervios se me subieron a la cara, comenzé a balbucear tratando de negar lo obvio y, entra manoteos frente mi cara terminaron por acorralarme en el piso en cuclillas.
—No-no... E-es lo que... Que pare-ce. —Entre enredos de lengua pude hacer que dejarán de rodearme cual moscas a una luz violeta.
—Midoriya no es nada de lo que tengas que avergonzarte, —esa sería voz me hizo mirar arriba entre mis dedos que seguían tratando de ocultar el rojo de mi cara.
—Pero no es el caso, dejen de molestarlo. —Los chicos aún seguía sin dándome vueltas como si quisieran aullentar a las chicas de mis alrededores.
No tengo idea de dónde saco Momo dos carteras, pero con ellas le dio golpes en la nuca a los tres, ahí donde está el remolino de la cabellera. Y ellos solo parecían iluminados por una deidad.
Juntaron sus manos y miraban el cielo embelesados.
—La sensual Momo nos golpeo. —Susurro el pelimorado.
—Hemos sido bendecidos. —Sero se limpio una gota imaginaria de su mejilla.
—Ya puedo morir feliz. —Una ronca voz animada le gritó un: oye, a su novio de iris dorados.
Sonreí aliviado regresando a una posición normal. Regalándole una sonrisa y asentimiento de agradecimiento a la chica que me quito de encima a el grupito intenso.
La mire ocultar su rostro detrás de su fleco, y ponerse la palma de su mano por el dorso de esta sobre sus labios. Enarque una ceja con confusión por esa reacción.
Un mensaje llegó a mi teléfono robando mi atención sobre la pelinegra. Leí el mensaje y era Reiko, en este decía que no podría venir a nuestra salida porque, su madre de último momento se había puesto grabé en el geriátrico.
Torci los labios por el mal gusto de mi mala suerte, o por el simple hecho que busco una razón para no salir conmigo. Eso me dolía, no porque me gustará, sino porque hasta las chicas que quiero como amigas me estaban rechazando.
En poco rato los demás llegaron y todos subimos a los autos de los demás. Todoroki se llevó a Uraraka, Kirishima, Jirou y Denki.
Mientras Momo, Mineta, Iida, Sero, Mina y Cammie se fueron el mío, conmigo como conductor. Seguí por las calles con algo de tránsito el carro lujoso de Todoroki y me sentí mal conmigo.
Tenía el dinero suficiente para renunciar ahora misma, y pasarle mi puesto a alguien de confianza que siguiera dándome una parte de las ganancias de la empresa y nunca trabajar en mi vida. Y eso me daría un día a día mejor sobre el promedio de trabajadores normales.
Aún sabiendo eso, no pude comprarme un auto más elevado de precio que uno simple de empleado ordinario. Si yo quería, podría tener un Audi o un Maserati ultra caro como el de Shoto o Momo. Sin embargo no lo había hecho, y fue ahí que comencé a comprarme con Shoto Todoroki.
El trato de forma horrible a Uraraka, y aún así le tenía. A una chica tan linda, honesta, trabajadora, creativa, dulce, amable y hermosa que no merecía a un idiota como el que podría llegar a ser el semi-albino. Mientras yo que trate bien a todas las mujeres con las que llegue a estar –sea como amigo o como algo más– todas me mandaban a volar.
¿Acaso les gusta sufrir? ¿Se les tiene que tratar mal para que den todo?
Mire a Momo a mi lado, le dije que se sentará en el copiloto porque no quería que pasara un mal rato junto a los tortolos y pervertidos de atrás. A ella igual la habían tratado así, y entonces entendí con solo verla y recordar su situación.
Entre menos das, mejor te tratan para ver si darás más...
~
Sin duda alguna el lugar que Denki descubrió era interesesnte. Eran unas especies de cabinas conectadas con máquinas expendedoras en las paredes para preparar tus propias bebidas. La comida te la traían por un conducto de ventilación, como si fuera un lava platos de las oficina como la de Endeavor y Shoto. Que conectaban con la cocina.
Los empleados no intervenían, los asientos eran diferentes y diversos. Desde un sofá cama, sofás normales pegados a las paredes y bolas con rellenos en dónde podías encajar perfectamente porque se amolda a tu figura. Una mesa donde había botes flotantes con agua, y redes de pescar para atrapar peces de juguete como en las ferias.
—Bien, ¿Esta vez a quienes les toca invitar?—pregunto Denki logrando que todos nos miramos. —Ah, cierto.
—Jugamos piedra papel o tijera para saber quiénes serán los que pagan, lo propusimos para que no siempre sean los de alto rango los que se encargan de la cuenta. —Explico Iida rápidamente para mí y los que antes no habían estado presente.
—Bien, empecemos. —Sero se frotó las manos como villano de telenovela de las 8 y todos comenzamos a jugar con quién tuviéramos a lado.
Luego de decir el: "piedra papel y tijeras". Así como maldiciones, gruñidos y exclamaciones de lamento. Yo le gane a Momo, y ella a Cammie. Cuando nos dimos cuenta los que pagarían iban a ser Uraraka, Todoroki, Iida, Kirishima, Mineta y Jirou.
La noche estuvo bien, en lo que cabe me reí, divertí. Me aliviane, en mucho tiempo me quedaba sin aire por culpa de Denki y Mineta, todo sin preocupaciones. Sin el pensar de que Uraraka y Todoroki me miraban. Solo, viví. Aunque fueron solo... Menos de un mes, se sintió como si no hubiera salido a divertirme así en meses.
—Bien empiezan las chicas, —sugirió Mina.
Se levantó, tomo el cursor de la TV para poner el código de la canción que quería interpretar y entre ritmos pegadizos, sensuales y lentos canto con su voz algo chillona y meneó las caderas siendo muy sexy.
Conocía la canción, Toru la ponía casi siempre en su teléfono mientras trabajaba en mi oficina, era de una artista que estaba despegando. Doja Cat, y la canción era Need to know.
Sumamente sexual y prendida, cosa que iba con su forma de ser. Algo que Sero no iba dejar pasar claro, se levantó bailando junto con ella, bajaban y subían restregando sus cuerpos.
Por fin, que ya era mucho que esa tensión no halla explotado antes
—Yeah yeah who who, cariño, necesito saberlo. —Con el micrófono enfrente suyo, mirando de cerca a el moreno se lamió los labios, tentandolo. —Eres emocionante, chico ven a buscarme. Tus ojos me dijieron chica 'ven a montarme'. —Jirou silvo en alusión a lo que estaba pasando.
>>Que le den a ese sentimiento de que ambos peleamos ¿Podrías probarme? Mmm lo más probable, —la temperatura comenzó a subir en el cuarto y eso Cammie no lo dejo escapar, porque comenzó a bailarle a Iida enfrente de él, yo me aparte y fui a sentarme con las únicas lúcidas, las cuales eran Yaoyorozu y Tsuyu. Para darles espacio a los nuevos tortolos del grupo. —Intenta ver si puedes manejar este trasero.
Aparte la mirada al ver cómo Ashido restregaba su retaguardia en ese vestido negro pegado, en la entrepierna de Sero y esté la tomo de las caderas. Marcando un ritmo.
>>Probablemente le dé un ataque de pánico en el culo, lo siento si te provoqué una erección random. —La pelirosa siguió moviendo sin parar su caderas robándole toda la atención del chico en sus glúteos, yo decidí mejor solo mirar a otro lado. —Poof, coño como un Allakazam.
Mire como Shoto y Uraraka estaban teniendo un ataque de besos candentes y entonces mi pecho latío con dolor y ardor.
¿Celos? Creí que ya había superado esto
—Azotame, abofeteame, ahógame, muerdeme...—la letra de la canción me hizo recordar a Uravity, su cuerpo, mi mano marcada en su trasero, así como también sus gemidos.
Estaba apunto de salir de la habitación cuando la canción acabo, y las ovaciones de mis amigos me hicieron darme cuenta que habían porfin colisionado en un beso.
—Ya era hora, —exclamo Denki extendiéndo su palma enfrente de Mineta. —Pague oiga, quería jugarle al vergas.
—Me lleva la... Eres un tramposo. —Busco entre su cartera y le extendió unos cuantos billetes que Denki beso y guardo en su bolsillo trasero.
—Nop, no lo soy, solo tengo buena intuición.
—¿Apostaron por?—, indagó Momo sin entender como funcionaba esa rara amistad entre hombre.
—Yo aposté que hoy Sero y Mina minimo bailaban muy caliente, —explico Mineta contado su dinero.
—Y yo si terminaban besandose. —Mina estaba dándole golpes a Denki en su hombro por usarla para ganar dinero.
—Están locod, —nos sorprendió a varios que Tenya no estuviera regañandolos, pero tener a la castaña sobre sus muslos, con sus pechos casi por encima de sus labios, parecía calmarle.
—Bien, sigue Momo. —Dijo Tsuyu pasándole el comando, torció la lengua pensando algo contrariada.
Al final tecleo el nombre de esa chica que también acababa de dar impacto en el mundo de la música.
La canción comenzó a sonar discretamente, conocía esa canción yo la había estado reproduciendo como loco porque me parecía muy indicada si quería llorar.
Un coro de voces armoniosas hizo que el silencio se viera en las miradas de todos, colocando nuestra atención en la chica a mi lado. Sin saber porque, decidí tomar su mano, porque esto, era ni más ni menos que, una despedida de lo que Momo sentía por el bicolor.
Ella agradeció dándome una sonrisa sin mirarme y dando un apretón a mi mano.
—Ojos marrones llenos de culpa y pequeñas mentiras piadosas. Me hice la tonta pero siempre supe... —Busque que mis dedos se metieran entre los suyos, dándole más conforte y apoyo. —Que hablabas con ella, talvez incluso más que eso. No dije nada para no perderte ¿Y no es curioso como corriste hacia ella en el momento en que rompimos?— la voz de Momo era dulce y cruel, tal cual como los fríos sentimientos que expresa la melodía. —¡Me traicionaste! Y sé que nunca te arrepentirás de haberme lastimado, sí. Hablabas de ella cuando estábamos juntos, te amé en tus peores momentos pero no importó, te tomó dos semanas para rendirte y salir con ella supongo que no fuiste infiel. Pero sigues siendo un traidor...
Las lágrimas bajaron de sus ojos, derramandose en silencio, algo dentro de mi dolió al verla rota. Apagué la canción, era suficiente, entendía lo que la movía. Pero ya había hecho lo necesario.
—No Midoriya, déjame hacerlo, lo necesito. —Con una voz temblorosa pero no cortante me suplicó.
Con resignación adelante la canción, porque lo sabía, estába en su límite. Tenía que cantar solo lo necesario para dejar en claro todo. Parecía que solo eramos los dos, estaban tan callados que solo... Le di play luego de llegar al momento exacto y le di un asentimiento para cantar con ella.
—Dios, ojalá hubieras pensado en esto antes de enamorarme de ti, —con mi pulgar quite el maquillaje que se escurrió por sus lágrimas en sus pómulos, nos mirábamos y entonces yo también sentí el dolor de mi propio corazón aun herido. —Cuando ella duerma en la que solía ser nuestra cama no te atrás a olvidar la forma en que me traicionaste, porqué sé que nunca te arrepentirás por haberme lastimado, sí. Hablabas de ella cuando estábamos juntos, me diste tu palabra pero no importó...
Y entonces ella se rompió antes que yo, se acercó dejando caer su frente en mi hombro y yo solo la abracé, dejando caer mis lágrimas en silencio.
—Momo-chan...
—Momo...
Las únicas en decir algo fueron sus amigas, pero sentía de cierta forma que ni ellas podían entender como se sentía, las mire y negué diciéndoles que no se acercarán. Mire la cara de todoroki, estaba arrepentido, y era una expresión muy dolorosa, pero la frialdad seguía ahí. Y eso era lo que me hacía enojar, porque era su forma de ser egoísta que más detestaba. Uraraka se limpio unas lágrimas, supuse que entendía lo que todo esto había sido, pero solo apartaba la mirada.
Tome a Momo y me la llevé lejos, de ellos. Ya era hora de que nos dijeramos todo. No me importa si no era ese el momento que ella dijo, yo creare el momento.
~
La verdad chicos, estoy cansada fue un día, y una semana ufff... Porque comencé a trabajar y estoy teniendo problemas con una metería de la universidad. Así que, mañana edito esto si es que faltó algo,, escribiré mejor el cap, y le agregaré lo de siempre a la nota te autora.
Perdón por no actualizar 2 veces seguidas en el asesino de la carretera y aquí una vez.
Nos vos el domingo, creo... :'3
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