20. Las sospechas de Deku

20. Las sospechas de Deku

—Nunca pensé que la historia fuera tan dramática, me refiero que...

—Pensaste que todo había sido como parecía ser, que yo había seducido a Tensei y lo había metido en problemas después para salir ilesa y sin manchar el nombre de la empresa, ¿no?—, más que una pregunta su sintonía de voz lo dictó como afirmación.

—Más o menos, pensé que todo era más sencillo que todo... Esto—, con mis manos hice una extrañar esfera revolotiante.

—No te culparía si hubieras pensado así de mi, quiero decir hasta yo creería cosas que atentan contra mi reputación si fuera tú—, como si fuera otra persona, su mano jugaba con su regordete labio inferior. —Todo señala que pasaron cosas jugosas que son dignas de estar en los noticieros y revistas de chismes. Pero, aprendí de este medio social que debes preguntar antes de comenzar a señalar y juzgar a los demás. El mundo empresarial es muy cruel, Midoriya.

Esa última frase hizo que su expresión divagante y despreocupada se formará sería y algo fría. Hasta mi nombre sino con tonos de preocupación por algo que me comenzaba a revolver el estómago por querer preguntarlo, cuando no debía si no quería ser muy intimo. Ya que quiero meter distancia lo más posible y indiferencia entre ambos para olvidar ese acontecimiento de la noche.

—Algo así me dijeron cuando llegue a aquí—, deje caer de nueva forma mis brazos sobre mis rodillas, aún seguimos en ese ascensor y el calor comenzaba a ser insoportable.

—Si, estoy segura de quién fue, no te confíes de esa morena curvilínea, nervios-kun—. Su apodo me hizo poner rojo la cara, aunque por la luz de emergencia dudo que de perceptible.

—No tenía la intención de creer en ella, es muy...

—¿Perra?

—Iba a decir aventanda, pero... Ahm... S-si, su-supongo que si-si—. Nervioso de ser mal hablado y grosero enfrente suyo, me rasque el nacimiento del cuero cabelludo.

Está río invadiendome de una sensación gratificante y cálida en el pecho. Inevitablemente comencé a seguir su ejemplo, y me permito reír un poco para aliviar el ambien. Pronto fuimos dejando de reír, y la pena volvió en mi. Recordando que pensé mal de ella por un momento y debía disculparme por equivocarme.

—Uraraka-san… Yo…—la enfoque sin perder lujo de detalle de sus expresiones, quería saber que sentía realmente con mis siguientes palabras—. Lamento mucho haber pensado ciertas cosas sobre ti, sin antes preguntártelo se supone que somos amigos… Bueno, compañeros y hablando se entiende la gente me dice mi mamá, yo solo… Lo que quiero decir es que, a pesar de todo lo que ha pasado desde que llegue a esta empresa, y lo que me dijeron de ti, debía haber confiado mas lo que me mostrabas—. Mis manos en el metal del elevador estaban extendidos, sintiendo la frescura de este.

Sentí el nudo en mi garganta negarme palabra para seguir con mi disculpa, el miedo de perder una buena relación con mi jefe al mando recorriendo mi espalda en forma de gotas de sudor frio, calando mis nervios. Mi cabello comenzaba a parecerme fastidioso por pegarse de forma inminente a mi frete, ya no me provocaba cosquillas; sino más bien me irritaba contra mi frete y pantorrillas.

¿Y si no me disculpa?

Con una extraña furia burbujear dentro de mi estómago, hice puños mis manos aun en el piso y mi mirada gacha la alce en alto y capturé su mirada mármol, esa que tanto me encanta detallas con mis aburridos iris verde.

—Hemos pasado de todo desde que llegue, desde el malentendido con Todoroki el día de mi contratación, los problemas con Mirko, la noche del karaoke y lo sucedido en tu casa desde hoy en la mañana. Son muchas las cosas que compartimos, además quiero creer que te agrado, debí ir contigo antes de suponer por mi solo investigando los levanta falsos que te dieron todo los que no eres de su agrado en la empresa. —Cuando me percate de mis palabras, había dejado de ser una disculpa y se había desviado a más una declaración que yo no entendía de donde provenía, ¿Cómo había llegado a inconscientemente descubrir abiertamente mis sentimientos por la castaña frente mío?

Despabile de mis contrariados sentimientos y la enredadera de pensamientos, porque ella había tiradose a mis brazos. La tenía incada frente mío, con su cara tratando de esconderse entre mi clavícula y cuello. Su respiración era un desastre, errática y desesperada. El temblor de sus hombros me hizo percatarme de lo que ella tenía.

Esta llorando…

—Todo lo que paso, es mi culpa, desde el incidente de con Todoroki-kun hasta esta mañana. Si no fuera tan ingenuo y inmaduro podría ofrecerte una amistad que te sirva para la vida tan complicada que ahora los dos llevamos…

—No tienes que disculparte, yo hice algo peor digno de todo eso de lo que se me acusa…— Sus dedos arrugaron mi camisa de ese día, la cual seguía debajo de mi saco. Callándome de un solo tajo con lo que había retomado de mi intención que era una disculpa. —Eres tan amable, dulce y inocente. Y yo… me aproveche de ello.

Por fin dejo de huir y me encaro, desde abajo y contra mí se veía como siempre me ha dejado verla: indefensa. Como una niña perdida que quiero que alguien la salve, le de un abrazo y le diga que todo estará bien.

Uraraka Ochako es una gran empresaria de 26 años, dirige y crea proyectos en el área de finanzas de Endeavor con puño de hierro y disciplina casi militarizada; pero… detrás de toda esa coraza y paredes que creo alrededor suyo con un carácter cruel, frio y calculador; se hallaba una pequeña mujer que carga con muchas cosas que no debería desde muy temprana edad, que no vivió sus etapas cuando debía, alguien que solo quiere que alguien le ayude hasta que ella misma pueda luchar sus propias batallas y seguir al lado de esa persona para vivir sus victorias y dedicárselas. Ser feliz al lado de aquel que la merezca, y ese parece ser Todoroki Shoto.

Tu no eres lo que necesita… ¡Suéltala, ni se te ocurra entender y aceptar que la quieres!

—Yo tengo la culpa de todo esto, te involucre desde el primer momento porque me atrapaste cuando más débil y vulnerable estaba. Al ver que podía confiar ciegamente en ti, decidí inconscientemente en aferrarme a ti cada que lo necesitara, fue tu amabilidad, inocencia y dulce empatía que me hizo no darme cuenta y aferrarme a ti como lo estoy haciendo…

—¡Entonces hazlo, úsame como salvavidas!—sin saber de donde salió ese impulso, me sorprendió lo grabe que se torno mi voz, el tono de mis palabras se escucho como cuando me despierto y mi voz es demasiado gruesa y rasposa, varonil.

—Deku-kun…

Su voz… La forma en que… no, solo es una casualidad

—Puedo ser tu amigo, incondicionalmente, adelante. No importa mientras tu estas bien, mientras todos los que quiero estén bien yo lo estaré—. El ligero entrecejo se arrugo en desacuerdo, ahora veía que efectivamente las lágrimas ahora estaban por desaparecer del camino que dejaron entre sus pómulos hasta su barbilla, sus iris caramelo cubiertos por una delgada capa de lagrimas radiaban aun mas por la luz roja de emergencia, era una mirada hipnotizante y única.

—Deku-kun…

¡Carajo como odio ese apodo, pero puedes decirme así las veces que quieras Uraraka!

—Lo siento… creo que dije cosas… Extrañas—. El mar de nervios volvió a invadir mi cuerpo, mis manos comenzaron a moverse en diferentes direcciones, mi sudor saltaba de mi frente y cabello a muchas direcciones.
Ella sonrió divertida y enternecida.

—No, esta bien, sin saber me dijiste lo que quería escuchar—, negó, cerrando sus iris mientras bajaba un poco su barbilla, no entiendo porque, pero me hace sentir muy bien conmigo mismo y de forma satisfactoria que solo conmigo pueda bajar la cabeza y eso… me encanta.

—Pe-pero no se su-supone que es ma… malo darle a las pe-personas lo que quieren, si les qu-quieres hacer u-un bien debes… darles lo que nece-sitan—. No entiendo la reacción de mi cuerpo, como es que puedo pensar en cosas que debería trasmitir una actitud confiada pero parezco un gualatina a medio congelar.

—Creo que esta puede ser una excepción ¿no crees? —indago, llevándose un mechón traicionero de su oreja detrás de esta, sonriendo aun conmovida por mi declaración de que puedo ser lo que ella necesite o quiera si me lo permite.

¡Joder ahora que lo pienso bien eso dije, le dije que puede usarme para lo que ella quiera!

—Supongo…

Volví a mantener la cabeza gacha tratando de pensar en la bomba que solté entre los dos, ahora percatándome que con lo que dije no podre ser muy indiferente para disipar las posibilidades de encuentros cercanos de lo que paso en su casa.

Mis puños en sobre rodillas están blancos porque lo aprieto, tratando de resolver el nuevo enigma de mis sentimientos que comienza a rondar en mi mente y desestabilizar mi corazón y respiración, y ni se diga de mi traspiración. Deseando salir de ese reducido espacio, y ocuparme en algo mas para que mi mente no ronde esos pensamientos, agito un poco mi cabeza de un lado a otro.

—Auch…

—¿Estas bien, Uraraka-san?—. Alzo la mirada al escuchar su queja de dolor, está parpadeando repetidas veces y intenta no restregarse los puños en sus parpados, le ha caído algo en la retina.

—Si, si, es solo que tu sudor callo en uno de mis ojos, arde mucho—un respingo me hace enderezar mi espalda encorvada, me acerco sin pensar en las consecuencias y mis manos apresan sus mejillas coloradas por el color, suaves y grandes.

—Ahm… lo siento, yo…—Por fin me percato de mi impertinencia, —por sacudirme como cachorro recién bañado.

—No te preocupes es entendible, hace mucho calor…

Por fin me deja admirar una vez mas el color tan deslumbrante de esas canicas caramelizadas, y entonces en mi interior se contrarisa mi moral junto con mi ética, una me grita que si quiero mantener la paz y felicidad entre mis amigos y trabajo debo alejarme, y la otra que me lance sobre sus labios y los Devore como en su cama de la noche anterior.

Quito con cuidado las gotas que están sobre su rostro con mucha delicadeza, no porque quiera ser amable o dulce, sino porque tengo miedo de que me aparte y mis movimientos contrariados movidos por mis sentimientos apuestos sobre esa mujer hincada enfrente mío. Que me dio un sexo oral hace unas horas, y la que ahora me muestra lo vulnerable que puede ser, pero al mismo tiempo es el posible amor de vida de un amigo importante y es mi jefa directa y debo respetarla para que no se creen rumores y eso nos traiga consigo problemas a ambos, y los involucrados en nuestras vidas dentro de la empresa.

Inevitablemente y sin prestar atención a ello, ya no se quien es el que se a acercado al otro si yo o ella, solo puedo sentir su respiración en mi labio superior. Su mirada esta cautivada de una forma distinta a la que mis palabras coloco en sus tan expresivos fanales, ahora es un sentimiento que va de la mano con alguien enamorado. Trago grueso por mi garganta, me relamo los labios ella dirige su atención a esa acción y siento desfallecer porque ella muerde los suyos, incitándome de forme consciente o inconsciente.

Lo siento Todoroki…

Un sonido metálico forzoso suena de nuestro constado, nos alejamos rápidamente del otro, yo pego mi espalda contra el metal detrás de mi y ella se levanta de una manera impresionantemente rápida y ágil.

Las puertas comienzan a abrirse lentamente y con mucho ruido. Veo como barios hombre de la empresa tratan de abrir esta, la mitad del elevador ha quedado en un piso no muy alto de los primeros del edificio. Me obligo a salir de mi ensoñamiento que me dejo estático y corro a ayudarlos a terminar de abrirlas, para poder salir. Entre esfuerzos y mas sudor de mi parte, termino deshaciéndome de mi saco, corbata y camisa para quedar en una ligera prenda —que podría considerarse ropa interior—, para por fin abrirme pasos y vencer al metal e hidráulica.

—Vamos, salgan antes de que por mas mala suerte esto falle—. Es Todorki, miro que solo puede ver a Uraraka-san.

¿Qué estaba por hacer?

Niego tan fuerte que mi cuello truena, deshaciéndome de esos pensamientos para recriminarme después por ser un mal amigo, el peor de todos por estar a punto de besarme con la chica que es dueña de su corazón cuando el intentaba sacarnos de aquí.
Tomo sin su consentimiento y aun shock a la castaña, sobre mi espalda. Recogí sus cosas y las mías. Primero saco las cosas en el piso de arriba, y le digo que agache la cabeza.

Ella se esconde en mi cuello, salto y con mis brazos me impulso para poner una rodilla en el borde, desde ahí el heterocromático me quita a Ochako de mi espalda, la abraza contra él. Le hace una y mil presuntas sobre su estado, la desesperación en su mirada, voz y temblores de cuerpo.

Todoroki muriendo de preocupación y yo estaba por comerme la boca de su exnovia…

—¿Estas bien, muchacho? —. Los bomberos y paramédicos terminan llegando unos segundos luego de que yo me siente en el suelo.

Mis piernas retraídas, brazos sobre estas y cabeza escondiéndose de la mirada de Shoto. Aunque apuesto que yo no le intereso, pero no puedo evitar que note mi presencia por la vergüenza y descarades que he estado haciendo con su chica.

Niego, poniendo atención de mis latidos, el sudor y el cansancio por mi esfuerzo de cargar a una mujer de mi edad y con temperaturas altas del ambiente dentro del elevador. 

¿Están tan alterados mis niveles de adrenalina por el agetreo o, por qué estuve a segundos de besarme con Uraraka?

Quiero creer que por el esfuerzo físico que hice, y el riesgo de que en el transcurso de salir de ese elevador puede morir... Pero sé perfectamente que no es así, siento con todas las letras la palabras el pánico por ser descubierto por alguien de la empresa besándome con esa chica. Y también el miedo de aceptar lo que comienzo o ya siento por ella, no quiero entregarme aún más a estos dramas entre Todoroki y Uraraka.

Lo que menos necesito en mi vida laboral, es que los que pueden ser mis aliados yo mismo por mis sentimientos egoísta se conviertan en mis enemigos. Sobre todo porque he compartido más cosas con Shoto que debería apreciar más que una relación con Uraraka.

Luego de un poco de agua, un cambio de ropa que el bicolor mando a comprar para mi y reposo para tranquilizarme; decido ir a el baño de hombres y así cambiarme la que está cubierta por todo lo que transpire.

Este esfuerzo luego de una noche de alcohol no es sana...

Salgo del cubículo y me miro en el gran espejo, la ropa me quedé perfectamente a la medida y es cómoda, sin objetar que también es cara.

Desde que mi mamá me dió el reloj de papá no he vuelto a quitarmelo. No sé si es por apego, o por el hecho de que si lo tengo conmigo a lo mejor pueda tener de su sabiduría, aún recuerdo que en mi infancia hablaba siempre con mucha elocuencia, fluidez y nadie podía refutar sus comentarios. Siempre terminaban dándole la razón, lo ví sacarnos y salir de muchas situación con solo palabras y la verdad, deseaba poder ser así.

Quería solucionar todo lo que había desordenado en mi vida.

Me di vueltas sobre mi propio eje, mirando mi espalda o tratando de ver mi retaguardia. Había pasado muchos momento incómodos por culpa Hatsume, porque la mayoría de las veces que nos topabamos en la universidad me  nalgeaba sin pudor y con fuerza para que todos los que estuvieran cerca nos mirarán con curiosidad. Por eso no podía dejar pasar si esa ropa me dejaba muy remarcada dicha área.

Para mí mala suerte, no pude observar nada. Así que me resigne lanzando un poco de agua fría a mi cara, tratando de creer que con eso refrescaria mi buena actitud y dejaría ir por el desagüe los nervios de toda la situación anterior.

Al regresar mi vista al frente, fruncí el ceño por mi aspecto, era terrible. Sobre todo porque esa ropa era del total estilo de Todoroki, no la mía.

Unos toque en la entrada me hicieron salir de mis pensamientos, abrí está aunque no estuviera cerrada y me tope con alguien que no quería ver el resto de mi vida.

—¿Ya te diste cuenta de todo en la que estás metido, conejiro nervioso?—, su sonrisa y tono burlón era tan irrtante que si no fuera mujer desearía borrarlo con mi puño en su cara.

—Dejame empaz, Usagiyama.

Cerré la puerta y ella decidió entrar aún sabiendo que era el baño de hombres.

—Eso me dice que si, eres tan fácil de leer, adoró tu honestidad saliendo de cada parte de tu cuerpo—, llegó hasta a mí, me abrazo por la espalda con sus brazos en mis costillas—. Debe ser aún más interesante ver qué ten ruidoso puedes ser en la cama por culpa de tu transparencia. —Ronroneo en mi lóbulo dejando un soplido en la parte trasera de mi oreja, levantando los bellos de mis piernas.

¡Estoy cansado de que todos crean que pueden acercarseme con tanta facilidad como si fuera una presa!

—Te lo dije una vez ya, Usagiyama. Déjame tranquilo—la mirada que se posiciono en el espejo sobre ella hizo que cambiará su semblante, ahora estaba sorprendida pero aún más asustada por mi cambio de actitud y falta de paciencia que tuve las veces anteriores.

—¡Whou de verdad debió pasar algo serio para que ya no seas el caballerito de hace un día!—, se alejo de mi, si tiendo escalofríos ya que se abrazo a si misma y froto sus brazos desnudos con frío. —Eres tan frío y cruel... Eso es demasiado estimulante para mí, Izu-sama.

—Solo aléjate de mi—, salí por la puerta recordando todo lo que me contó Ochako sobre la fiesta de recaudación, debía tener cuidado con ella y si me era posible descubrir que hizo exactamente ella esa noche para que mi jefa terminará en casi un acoston. —Y también deja de meterte con Uraraka-san, ella no está a tu altura y solo sigues quedando como lo que eres, una víbora rencorosa.

—Pero miren que gane la apuesta, ya estás enganchado por la gorda, se ve desde lejos. Te atrapó muy rápido, ¿Me preguntó que hará para que todos caigan a sus pies tan rápido?—, no pude aguantar más que insultase a mi amiga; sin preveer mis movimientos, tenía el cuello de su blusa blanca entre mis dedos de una sola mano, alzandola lo suficiente para que no tocará el suelo y pudiera que la soltará por falta de aire. —¡L-lo si-ent-to!

Me di cuenta de lo que estaba haciendo por nuestras figuras en el gran espejo de mi lado derecho. Entonces entre en lucidad y deje que callera de rodillas, toziendo y con lágrimas escurriendo su maquillaje caro.

—Estas advertida, si te vuelvo a oír hablar de esa forma de ella o que tú eres la que ayudo o creo un rumor sobre nosotros, te demandaré por difamación y acoso laboral—, me desconocía pude decir que reconocí algo de el carácter de Kacchan en mi persona, no solo la irá sino una adrenalina de hacer de mis palabras una realidad. —Que tengas un buen día.

—Sigues involucrandote en asuntos que no te traerán más que dolor y deslealtad a ti mismo, conejito verde—, no quise escuchar sus palabras que siempre terminaban siendo una realidad y que entendía luego de un suceso en mi vida, que solo me trae problemas como la noche que entendí su monólogo pervertido de no saber controlar mis verdaderos deseos carnales. —¡Ella siempre hiere a todos a su alrededor, y aún así nadie puede olvidarla y sacarla de su corazón aunque les haya causado tanto sufrimiento!

Si, si, lo que digas víbora tentadora...




~

Como estoy segura que nadie leyó mi nota que publique en mi perfil, en el apartado de conversación no pediré tantas disculpas por no actualizar el día 11 de mayo, que dije je actualizaría ese día porque fue mi cumpleaños número 20 y, luego de eso no actualice porque... Pasaron muchas cosas que me tenían mal, sigo estando mal chicos pero aquí está.

La verdad no me gusta tanto como quedó el capítulo, no por lo que sucede, sino por como plasme los pensamientos y emociones de Izuku, cuando termine las historia lo arreglaré pero por de mientras aquí está.

La canción en multimedia es lo que, ensi, se está dando cuenta Ochako que Izuku aún no está listo para aceptar lo que siente y luchar por lo que surge entre ellos. Esos encuentro y momentos románticos, aunque los dos le den cuerda y pongan de su parte, luego Deku se hecha para atrás porque tiene miedo de todo lo que conllevará tener una relación con ella y eso es... Destrozar todo el sistema de amistad que él ha tratado de mantener en su círculo de amigos.

Espero les guste y aquí vamos de nuevo, mañana tengo que ir a un torneo de voleibol es todo el día desde las 8 am, hasta quien sabe qué hora. Deseenme suerte.

Recuerden, comentar y votar es amar, gracias por leer.

Maleficent ✨🖤 y mamá pequitas 💚✨🛐 ¡Fuera!

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top