18. La versión de Iida
18. La versión de Iida
El agua corre por mis hombros, espalda y me pega el flequillo a la frente. Siento el agua tan reconfortante, mi cuerpo está tenso, era de esperarse; ya que dormí en el piso.
Apenas y pude dormir...
La voz dormida y entre cortada de Uraraka regresa a mi mente. Cómo entre sueños gimoteaba, sollozaba y rogaba nefastamente. Esa manera en la que yo me he retorcido en mi cama cada que una pesadilla que tiene como protagonista a Kacchan, de todo lo que me hizo pasar, la razón por la que aún le tengo mucho miedo y soy precavido ante su presencia. Son las mismas.
—¿Izuku?—, la voz de mamá llega hasta mi, sigue preocupada porque no llegue a dormir a noche, tengo que dejar de preocuparla de esta forma. —¿Ya sales?
—Si, si ya salgo—contesto rápido, llevo más de lo normal metido en la ducho no porque quiera pensar o estar a solas, sino por otra razón vergonzosa.
Se supone que el agua lo bajaría... ¡Aarrgg no tengo tiempo para ti, ya vete!
Lo tomo entre mis dedos, y palpita entre la palma sin mi consentimiento. La exitacion que no sacie en la noche y hoy temprano me tienen así de... Duro. Pero me siento mal conmigo mismo si trato de tocarme, ya que lo intenté anteriormente cuando ingresé al baño y mi menta viaja a pensar en Ochako.
Por más que lo intento, mis neuronas regresan a ella, a sus brillantes y grande ojos avellana mirándome desde abajo, con sus abundantes pestañas adornando su mirada sexy, con mi miembro en sus labios regordetes.
Me resigno, agarro la manguera de mano y la pongo en agua fría. Con el chorro en el más potente, dejo que el agua helada y fuerte dar en mi entrepierna. Veo que por fin consigo que baje un poco, y dejo que el líquido cale en mi ingle.
Ya bajo... Gracias a All Migth
Me envuelvo en la toalla, y el cabello me gotea deslizándo gotas en mis hombros y pecho. Mamá no está afuera como creí, me apresuró en esconderme en mi habitación, para poder pensar en una mentira convincente de mi paradero de anoche y parte del día. Aunque, claro, también tengo que capacitarme para conseguir que mi mentira si se vea creíble.
¿Así que ahora comenzaré a hacer creíbles mis mentiras?
Tomó el traje que mamá también me compro con mi ropa que use ayer en la junta, es negro con una corbata roja con líneas inclinadas delgadas y, amarillas. Miro un vídeo para hacerme el nudo de la corbata, ya que no quiero molestarla ayudándome con el amarre. Además tengo que comenzar a dejar de depender de mi madre, y que trataré de mudarme lo ante posible a un departamento de soltero.
Me pongo un poco de mi colonia, cera en mi cabello y lo peino un poco para que no se esponje uso de nuevo cera. El reflejo en el espejo me agrada, si me veo como yo... Solo que más maduro. Siento que me veo más grande... A de ser solo idea mía.
Al lado de mi reflejo está el antifaz, compré uno cuando venía de regreso a casa. Cómo vivimos cerca de un mercado, fue fácil bajarme unas cuantas calles y venir caminando. Para mí suerte, era el último antifaz idéntico al que use en la fiesta de graduación. Tome este, y lo metí de forma rápida a mi maletín, la hora ya era algo pasada las 11 de la mañana.
Espero llegar antes de las 1...
—¡Ya me voy!—, no me pongo bien mi calzado, dejando que mis talones pisen el borde de mis zapatos de trabajo.
—¡Espera Izuku, ¿el desayuno y tú bento?!—. Grita detrás de mi, pero yo ya estoy por llegar a el inicio de las escaleras del complejo de departamentos.
—¡Desayunare con Iida-kun y almorzare con Todoroki-kun!—con ayudo de mis dedos, entro en su totalidad a mis zapatos y comienzo la huida por las escaleras. —Gracias de todas formas, trataré de regresar temprano. ¡Te quiero!
Grito mientras bajo esos escalones de dos, y tres en tres. La escucho decirme que también me quiere y que me vaya bien en el trabajo. Sin saber la razón me tiendo a trotar a la estación, llegó exactamente antes de que la puertas de mi tren se cierre. Sobre mis rodillas trato de recuperar la tranquilidad dentro de mi pecho, corazón, y calmar el color en mis mejillas junto con el sudor que salió por mi esfuerzo.
No tardó mucho y llegó a mi destino, desde aquí ya puedo ir más tranquilo. Con paso resilencio, y calmado. Me mezcló entre toda la gente, apesar de no ser una hora temprana o cuando todos salen a almorzar lo aglomerado de las calles sigue latente, a los costados miro como nos movemos todos como si fuéramos parte de un rebaño o, peces nadando en diferentes direcciones.
Realmente todo es así de simple, ¿he?
Continúo mi rumbo, por fin llegó a ese restaurante más de mi nivel social. Es una cafetería a una cuadra antes de el edificio de mi trabajo. Al ingresar me recibe una señorita, me dice el típico bienvenido. En agradecimiento hago mi reverencia y digo gracias. Doy una pasada con mis vista todo el lugar, Iida-kun está en una mesa para dos algo al fondo del lugar, tomando una taza de café.
Me apresuró, y llegó hasta a su lado.
—Buenos días, ¿te molesta si desayuno mientras hablamos?—pido, para no parecer descortés por comer mientras vamos a deliberar sobre un tema que puede o no, ser delicado.
—No, adelante. Es entendible que no hayas comido por tratar de llegar lo antes posible al trabajo, además...—sorbe de su taza, sigue mirándome atravez del humo que desprende su bebida—, es lo mínimo que puedo hacer luego de pedirte de tu tiempo cuando vas apurado.
Alzó la mano, la chica de antes llega a mi y toma mi orden. Unos huevos estrellados, con tocino y un café harán justicia a la cruda de hoy. Se va, y nos deja solos.
—¿Quieres un poco de habladuría o voy directo al grano?—, indaga al ver mi ceño fruncido y como repaso mis manos entre la otra para calmar mis nervios en la boca de mi estómago.
—No quiero quitarte tampoco tiempo a ti, así que...—, tomo una servilleta y comienzo a doblarla a la mitad. —A lo que venimos.
—De acuerdo.
Su mirada estaba sobre mi rostro, no perdía detalle de mis expresiones. Y entendí porqué me ponía tanta atención, Iida-kun podrá ser lo que quiera y de insensible frío lo tachan; pero no era nada más que su cara. Porque era muy considerado para este tipo de temas, o situaciones.
—Hace un tiempo atrás se festejo una fiesta de recaudación de donaciones, a una casa hogar. Mi familia tiene como costumbre que la empresa dona cierta cantidad.—Tomo entre sus manos la taza, su tono de voz era cauteloso y lento, no como siempre que dice todo claro y deprisa, —mis padres estaban ocupados con el aniversario de la empresa, así que nos pidieron acudir a Tensei y a mi, antes de los anuncios de las donaciones. Podías tomar algo, platicar y comer aperitivos. Cuando me aleje por un momento de mi hermano para tomar algunos entremeses para nosotros, Uraraka-kun fue presentada por Enji-kun a Tensei. Debí sospechar que algo saldria mal desde el momento en que la mujer morena le ofreció dos copas de shanpan a ambos.
La mención de Mirko me pareció extraña, volví a doblar la servilleta preocupándome más. Poniendo las piezas del rompecabezas en su lugar, mientras le hacía dobleces a la hoja entre mis dedos.
—Luego de eso, mi hermano desaparecido junto con ella. Los busque por todos lados, y cuando los encontré en un área retirada dónde casi no había gente,—los dedos de Iida se pusieron blancos por la presión que ejerció, estaba molesto por el recuerdo.— Entrando a un cuarto, dónde suponía que no había nadie. Me alarmé un poco, Uraraka-kun se veía mal, como si se tambaleara por el alcohol, supuse que no era buena soportando la bebida y esa copa se le subió a la cabeza demasiado rápido. Estaba por ir en su dirección y ver que sucedía, pero antes de que yo entrará, Todoroki-kun apareció junto con Bakugo-kun. Comenzó a salir ruidos de una discusión y gritos detrás de las puertas, me apresuré a llegar hasta ellos. Pero salieron antes de que pudiera si quiera poner mi mano sobre la manilla, Bakugo tenía entre sus manos el cuello de la camisa de mi hermano y Todoroki-kun cargaba en sus brazos a Uraraka-kun. Cuando me vieron comenzaron a gritarme cosas como que: ¡Deberías cuidar de tu pervertido hermano mayor!, ¡Casi le hace algo a cara redonda!. No entendí un carajo de lo que había pasado ahí dentro, pero conozco a mi hermano mejor que a mí mismo, y él no podría hacer nada de lo que se le acusaba.
Me sorprendió escuchar esa irá y furia con la que relataba la historia, me sobre salte cundo escuché una grosería salir desde el fondo de su garganta. Nunca había precenciado hasta ahora, que Iida-kun dijera una mala palabra. Pero quería creer que todo lo que tuviera que ver con su hermano y, lo ponga en mal; era su punto de quiebre para dejar de ser un caballero de blanco. El ceño en sus cejas era muy fuerte, tanto que casi estás se tocaban haciendo una sola línea como cejas. Las punzantes miradas que le daba a el café entre sus manos eran amenazantes y frías. Me daban escalofríos, nunca haría enojar a Iida Tenya.
—La prensa se dió cuenta de ello, nos tomaron fotos y escribieron columnas sobre lo sucedido. Al ser un evento grande y de renombre, era obvio que iba haber periodistas. Por como se dieron las cosas, Tensei termino siendo llevado como sospechoso de intento de violación y portador de drogas. Encontraron una de las copas sustancias explícitas, somniferos fuertes—. Una de sus manos dejo bruscamente la taza de porcelana y aprendo el costado de su sien derecha, moviendo un poco los lentes y entrando por las ranuras de sus dedos el cabello, despeinandolo en el proceso. —Para cuando pudo testificar, Tensei ya había pasado dos noches en la carcel con delincuentes que la dieron "una bienvenida al bajo mundo"; ¿¡Tienes una maldita idea de lo que sufrió, Izuku!?
El miedo subió por mi espina dorsal cual insecto rastrero, colocándome alerta. Atento a todo, mi alrededor, las cosas que me rodeaban, pero sobre todo él. Iida se había alzado sobre la mesa, con sus palmas en la madera de esta provocando un sonido encernedor. Su pecho subiendo y bajando en todo momento, nunca creí que podría verlo de esta forma. Creí que siempre mantendría la postora en todo tipo de situaciones, y así como muchas -o mejor dicho todas- cosas de mi vida que tenía la certeza que no me pasarían; terminaron sucediéndome.
No me levante de mi asiento como él, tenía que demostrarle yo mismo con mis acciones y respuestas a su forma de actuar, que no eran las mejores y estaba perdiendo los estribos.
En un lugar público. Donde algún paparazzi nos vería y nos metería en problemas el articulo jugoso que estamos interpretando. Mi mirada se puso fría, seria y imperturbable como si fuera el mismo Todoroki Shoto con el que estuviera llevando esta dura y difícil conversación. Alce una de mis cejas aparentando confusión, para después enfocar a mi alrededor; observando como los pocos comensales que estaban ahí cuchichiaban sobre nosotros.
Con sus miradas temerosas, fisgonas y chismosas sobre nosotros. Como si le hubiera dicho algo con los labios y no con los ojos, tomo asiento. Ocultando su cabeza entre sus hombros caídos, rendidos y apenados. El color escalo por su cuello hasta llenarle la cara de ese color bermellón que tanto me invade.
—¡Lo lamento, no fue mi intención perder la compostura!—, la risa inestable y nerviosa que dejo sus labios, tampoco la había visto antes.
Parece ser que no conozco del todo a mis amigos...
—No te preocupes, lo bueno es que te diste cuenta. Tienes que cuidar mas esa rabia que tienes guardada, Iida-kun—. Le aconseje, señalándolo con mi barbilla, ya que apuntarle con el dedo índice aunque seamos cercanos esta mal visto en los alrededores. Sobre todo ahora que ya tenemos mas la atención de los demás, no quiero darle problemas que pueden hacer participe a su familia, sabiendo ahora que le importan mucho. —¿Nunca hablaste de esto con Uraraka-san no es así? Le tienes rencor y ni siquiera te habías dando cuenta.
Saco su cabeza de entre sus anchos hombros, y me miro sorprendido. De la misma forma que yo cuando me entere que Uraraka era novia de Todoroki. Como si no vieras el abismo enfrente tuyo, y estuvieras a nada de dar el paso para caer en el fondo de esa oscuridad. Como si despabilaras en media clase, porque estas cansado y te han llamado la atención.
—No... Ahm, no. Nunca hemos tenido la oportunidad de hablar sobre lo que paso, iba a hacerlo en la junta del karaoke. Pero ya sabes lo que paso, lo que no termino de entender es, ¿Por qué mi hermano no la odia y la deja que se le acerque?—. Ahora tenía su mano acunando su barbilla cuadrada y perfilada, es la misma postura que siempre ha usado cuando esta dándole vueltas a un asunto.
Me hace sentir mas seguro ver un gesto del chico de lentes que conozco desde hace ya casi 5 años. Comenzaba a sentirme incomodo y fuera de mi hermosa área de confort cuando inicio a comportarse de una forma que desconocía.
—¿Nunca le preguntaste a tu hermano la razón?—, indague, curioso por no entender como es que si se llevaba tan bien con su hermano mayor, no le había disipados sus dudas sobre la relación que tenía con la castaña.
—Lo cierto es que, solo me dijo lo que testifico Uraraka-kun para que lo dejaran libre. Que Tensei le llevo a un lugar mas calmado porque comenzó a sentirse extraña y mareada. —Retomo su taza, y bebió de esta. Calmándose un poco.
En ese momento llego la chica con mi desayuno, y comencé a devorarlo lo mas rápido que me permitió tragar y masticar mi boca. Era más que tarde, la conversación con mi amigo de la universidad se había extendido mas de lo que tenia previsto. No quería, ni debía llegar tarde a mi tercer día de trabajo, además aún tenía que pasar por el café y los mochis de Ochako.
—Se ve que tienes hambre. Tienes mucha energía para ser tu primera cruda.
—Supongo que si, y pensar que no tome ni la quinta parte de lo que tomo Todoroki-kun. —Bebí de ese liquido caliente, con energía en cafeína y suspire soltando el vaho que creo el calor de este. Me sentía vivo, completo y totalmente despierto; como si no hubiera tomado siquiera. —No quiero saber de una gota de alcohol dentro de 10 años.
—No seas ten exagerado, solo tienes que agarrar un poco de aguante a la bebida.
—¿Lo dice el ex-delagado de la clase 1A de la prestigiosa universidad UA?—, reí, consiguiendo que frunciera el seño. —Eso si que es increíble.
—Te recuerdo que yo salía mas que tu, ratón de biblioteca.
—Ya lo sé, ni me lo recuerdes.
El silencio se hizo, era cómodo y reconfortante. No asfixiante como los demás, es como si fuera para reponernos mentalmente para retomar la conversación que dejamos atrás con la llegada de mi desayuno.
—Cuando le pregunto a Tensei sobre porque deja que tu jefa le siga coqueteando, me dice lo mismo: que eso es asunto de ella y de él.
—Eso debe decirlo porque respeta la integridad como mujer de Uraraka-san. Además en este tipo de cosas, solo deben involucrarse dos, no tres ni todo aquel que vea la televisión. Si dices que tu hermano es tan recto y caballeroso que tú, debe tener buenas intenciones al no contar porque aún deja que ella lo trate de esa forma, ¿no creés?—. Finalicé atando mas cabos en mi cabeza, terminando el último bocado de mi tostada con un poco de tocino y huevo.
Cuando acabé mi desayuno-almuerzo, alce mi mano para pedir la cuenta. La misma señorita de antes me la dijo y pague. Le dejé un poco de propina, preparándome para retirarme. Creía estar más que complacido moralmente, y conmigo mismo por la platica que había tenido con Tenya.
—Tienes razón, creo que debemos dejárselos a ellos. Mi hermano es un hombre responsable dudo que se siga involucrando con ella solo porque es linda y atractiva.
—Así es, tratemos de alejarnos de los problemas, ¿te parece?
—Es una promesa, Midoriya-kun.
~
YYYYYYYY.....
Eso es todo amigos, como pueden ver aún no sabemos realmente si el hermano de Iida es o no un pervertido que se aprovechó de la mochi humana. Tampoco sabemos que papel toma Mirko en ese recuerdo y incidente que pasó entre la familia Iida y la Urrarraka.
Aún tiene que descubrir muchas cosas nuestro brócoli humano, sabe una parte de la historia no más no toda.
La canción en multimedia representa lo que piensa por todo lo que se le presento a Deku para con Ochako. Ella sigue lastimada y incompleta, cabe decir que se fuerza a si misma a ser algo que no es para ni preocupar, ni incomodar a nadie con sus problemas. Y Izuku piensa que debería de fingir que todo está bien cuando no es así porque se fuerza a ser alguien que no es.
Además busco un salvavidas o persona de quién aferrarse por todo lo que le pasó, y este la termino dejando a la deriva. Cabe mencionar que Deku quiere seguir siendo su amiga para ayudarla a que esto deje de ser así, y solo dependa de ella; ya que sus penas aunque trate de resolverlas estás la ciegan del daño que se hace así misma y a los demás a su alrededor al desgastarse como persona. Pero a ella no le interesa porque cree que primero están sus responsabilidades que su bienestar, t Deku cree que aunque se lo diga ella irá en dirección contraria y no me importaran sus consejos.
Bueno eso es todo por hoy, lamento no haber actualizado ayer, y que este capítulo ensi sea el del domingo pasado. Pero no sabía cómo plasmar está conversación para que vieran que este Iida es un poco parecido al de el anime, ya que perdió la razón por el enojo por la injusticia que le hicieron pasar a su hermano mayor que es su ejemplo a seguir.
En el capítulo siguiente (si como recompensa les diré más o menos de que va a tratar), veremos una conversación de Iida con su hermano, que al fin me dirá porque no quiere que Uraraka deja esa relación que podría crecer entre ellos y, la parte de la historia contada por la Kirby.
Así que por ello, el capítulo 19 se llamará: La versión de Uraraka.
Sin más me despido que es retarde, osea son las 2 de la madrugada y ya es martes. Dos días de retraso.
No olviden votar y comentar es amar. 💚
Los quiere Maleficent ✨🖤 y mamá trébol 🍀💚✨.
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