16. Mentiras y descubrimientos
16. Mentiras y descubrimientos.
Mi pie comienza a mostrar la paciencia que comienzo a perder. Ese sonido que provoca no ayuda, mira las llaves que he sacado de su lugar secreto en mi palma. Sintiendo que me arrepentire por allanar su casa, meto la llave en la cerradura y entro.
Me encuentro con Uraraka bajando las escaleras, con lentitud y jeans deportivos de la universidad y esa blusa de tirantes gruesos color negra que usa cada que hace su rutina de ejercicio. Tiene las mejillas encendidas en un tono rojizo, sudor que le pega el flequillo de la frente y costados.
—¿Qué demonios te sucede? ¿Porqué entraste?
—Lo lamento, no venías a abrirme y me preocupe. Creí que te había pasado algo,—cierro la puerta detrás de mi. —¿Qué hacías? Estás toda sudada.
—Es lo que pasa cuando alguien hace ejercicio—ironia, usa ese timbre de sarcasmo y no estoy seguro si creerle o no. —Midoriya me dijo que hiciera ejercicio para sudar el alcohol que estaba en mi sangre y así cansarme para ir a dormir.
—¿Midoriya? ¿Él está aquí?
—Si, está limpiando el desestre que deje en su camisa—. Mira la carpeta en mis manos, evitando mi mirada, parece molesta y irritada.
—Por eso no me contestó, ni me llamo. Estaba muy ocupado lidiando contigo—, rio algo divertido de solo imaginar a Izuku lleno de vómito y una cara de asco en su pecoso rostro.
—Deja de reírte, no creas que no he olvidado que enteraste a mi casa sin mi permiso. ¡Shoto eso es allanamiento!—me arrebata la carpeta de las manos, su mirada ahora dura y fría como lo ha estado siendo las últimas semanas repasa los documentos para tirarlos sobre su sofá.
—Ya te dije que lo hice porque creí que te había sucedido algo malo...
—¿Cómo podría pasarme algo malo si Midoriya me escoltó?, Deja de justificar tus acciones que solo son nuestras de celos.
—¿Celos?
—Eres tan egoísta que no te das cuenta, entrar de esa manera a mi casa es invasión a mi privacidad. No soportaste la sola idea de que otro chico entraría a mi casa, y posiblemente lo convencería de tener sexo por la provocación que te mostré en el karaoke, —sus lágrimas comienzan a caer y sus voz a quebrarse a tal punto que se pierde en su garganta. —¿Qué más necesito hacer para que dejes de meterte en mis asuntos?
—Ochako solo quería asegurarme de que estás bien, solo quiero que todo vuelva a ser como antes. —Mi voz se torna baja y dócil, claramente estoy mostrándome como el chico indefenso que soy y se enamoro de esos iris avellana—. Los días bajo el puente, en tu heladería favorita, ir en tu Cadillac a ver el atardecer desde el muelle mientras comemos comida chatarra, ver películas abrazados para luego terminar haciendo el amor... ¡Yo quiero volver a hacerte feliz!—me acerco a ella, la tomo entre mis brazos.
Me aparta con un empujon, sigue llorando. Se sienta en el último escalón de las escaleras para abrazarse a si misma.
—No puedo hacerlo, no luego de todo el daño que me hiciste. Por favor, ¡si no soy todo lo que necesitas déjame ir!—, el dolor en su rostro me comprime el corazón, ¿que es lo que estoy haciendo realmente?
Sin poder evitarlo miro como sigue haciéndose un ovillo, la silueta de una niña pequeña de cabello castaño y grandes cachetes rosados por el sol, está a su costado tratando de rodearla con sus pequeños brazos.
—Eres todo lo que yo necesito, por favor dame otra oportunidad—. Me arrodilló enfrente suyo, aunque sé que me volverá a rechazar la abrazó, está temblando. —Dejame arreglar todo el daño que te hice.
—Entonces sigue adelante sin mi, por favor quiero poder dejar de avanzar y que siga el fantasma de tu recuerdo atormentarme cada que intento querer a alguien más,—el ardor en mi garganta y los latidos son acelerados. No es la unica que está sufriendo en este momento.
—¡No puedo, Ochako yo te amo!
—No es así, tu no me amas. Tu amas a Momo-san—sus lágrimas comienzan a detenerse, pero las mías siguen callendo sin control alguno. —Yo no soy lo que necesitas, ella si. Ella consigue que sonrías como yo nunca pude hacerlo, cuando están juntos te ves tan radiante. Los he visto, Shoto.
—Solo es un capricho, estoy seguro de que yo solo te deseo a ti para toda la vida... Sé que su tratamos y... Tal vez yendo a terapia nosotros...
—Escuchate, Sho-kun. Estás desesperado, no te haga ningún bien; te hago daño. Tratas de aferrarte a mi porque nuestro amor fue dependiente, crees necesitarme porque nos ayudamos mutuamente pero... Eso no es amor.—La sonrisa que se alza en sus labios es trágica, así como todo lo que vivimos y fuimos el escape del otro para poder salir adelante.
—Todoroki-kun, creo que tienes que irte—volteamos a verle, tiene un gesto serio al igual que triste.
—Midoriya yo...
—No lo voy a volver a decir, los dos tienen que ir a dormir. Mañana pueden hablar de esto con más calma y con una resaca pero creo alcohol en la sangre—, toma a la castaña por el antebrazo consiguiendo que se levante, la toma por sus amoplatos y parte interior de sus rodillas para llevarla en brazos.
—Yo puedo quedarme y cuidar de ella, Ochako es mi...
—Es mi jefa y amiga sin mencionar que conseguí que regresará en si. Estando tú aqui, aún ebrio y sentimentales podría pasar algo de lo que mañana se arrepientan—, no entiendo el enojo en su voz, y la frialdad con la que me trata pero, tiene razón.
—Esta bien, Midoriya. Te encargo mucho a Ochako.
Este asiente y se va por las escaleras, volteo a verlo una vez más y noto que trae su camiseta puesta y no veo rastro de vómito, mal aroma o agua en esta.
—Midoriya, espera...
~
—¡Genial, simplemente genial Izuku Midoriya!—, grito por lo bajo para mí mismo mientras termino de arreglar mi ropa. —¿Cómo se te ocurre seguir poniendo los problemas de los demás como tú prioridad sobre todo cuando se trata de acostarse con la ex de tu amigo?
Termino de arreglar mi cabello, o eso creo. Sin saber que hacer doy vueltas en la habitación de Uraraka-san. Muerdo mi uña nervioso y excesivamente preocupado por lo que está pasando abajo.
¿En qué estaba pensando?
Miro dónde antes estuve sentado, las imágenes traspasan mi visión y casi puedo observarnos como si fuera una tercera persona. Ella entre mis piernas, su cabello ahora más desarreglado y yo tirado boca arriba en su cama.
Mis manos tapan mis oídos y niego como reprimenda. Tratando de sacar de mi mente esas imágenes. Tengo que dejar de pensar en eso, no es el momento. Suspiro extensamente fuerte, como si acabará de respirar luego de aguantar la respiración bajo el agua.
¿Enserio hice todo esto solo por ayudar a Uraraka?. Mis manos bajan por mi rostro estirando mis párpados y mejillas. Las emociones se arremolinan en mi pecho, me siento derrepente cansado y hastiado.
Cuando caigas ante tus deseos recordarás mis palabras. Espero sepas responsabilizarte de tu hambre, conejito nervioso...
Gruño por el recuerdo que me arriba cuando lo menos que necesito es comprender las palabras de esa mujer, y admitir para mí mismo que tiene razón. Odio pensarlo y sobre todo haber sentido eso que esconde sus palabras.
De algo si tiene razón Mirko-san, y es que tengo que responsabilizarme
Tomó una respiración larga y profunda, el pecho de me infla y suelto todo el miedo. Comienzo a dirigirme a confrontar a Todoroki. Cuando salgo de la habitación escucho lo que creo es parte de una discusión.
Me dirijo a el inicio de las escaleras, Uraraka está sentada en el último peldaño y se abraza a su misma por las rodillas.
—¡No puedo, Ochako yo te amo!—ese grito retumba en las paredes de la casa y llega hasta a mí, haciéndome apretar los puños con una irá que no se exactamente de dónde proviene y porque me comienza a cubrir.
—No es así, tu no me amas. Tu amas a Momo-san—la dulce voz que antes me susurraba contra el oído y cuello, está rota y apenas y se entiende por los sollozos y hipeos. —Yo no soy lo que necesitas, ella si. Ella consigue que sonrías como yo nunca pude hacerlo, cuando están juntos te ves tan radiante. Los he visto, Shoto.
—Solo es un capricho, estoy seguro de que yo solo te deseo a ti para toda la vida... Sé que su tratamos y... Tal vez yendo a terapia nosotros...
—Escuchate, Sho-kun. Estás desesperado, no te haga ningún bien; te hago daño. Tratas de aferrarte a mi porque nuestro amor fue dependiente, crees necesitarme porque nos ayudamos mutuamente pero... Eso no es amor.—sorbe por su nariz, y me siento terrible por no ir corriendo estrecharla contra mi pecho como el día que nos conocimos oficialmente.
—Todoroki-kun, creo que tienes que irte—voltean a verme, ambos notan mi precencia y parece que la menos se excelente por ello.
—Midoriya yo...
—No lo voy a volver a decir, los dos tienen que ir a dormir. Mañana pueden hablar de esto con más calma y con una resaca pero creo alcohol en la sangre—, termino de bajar y aprendo el antebrazo de Ochako logrando que se levante, paso uno de mis brazos por su espalda alta y la otra por sus piernas para llevarla modo princesa.
Su rostro se oculta en mi cuello, está temblando. Con debilidad me rodea con sus delgados brazos, siento que se está sosteniendo de mi. Y dejo que me use como salvavidas, porque inconscientemente deseo y necesito protegerla. Cuidar de su sonrisa, esa preciosa, brillante y única sonrisa.
—Yo puedo quedarme y cuidar de ella, Ochako es mi...
—Es mi jefa y amiga sin mencionar que conseguí que regresará en si. Estando tú aqui, aún ebrio y sentimentales podría pasar algo de lo que mañana se arrepientan—. Lo digo como si yo no hubiera estado apunto de cometer mis propias palabras.
—Esta bien, Midoriya. Te encargo mucho a Ochako. —Baja la cabeza, se rinda y comienza a retirarse.
Subo los escalones y siento el aliento más tranquilo y regularizado de la castaña pegar en el cuello. Se ha quedado dormida, es de esperarse han pasado muchas cosas.
—Midoriya, espera...
—¿Se te ofrece algo más?—hasta ahora me percato de mi tino de voz, mi regidez en el cuerpo y que tengo el celo claramente fruncido.
—¿Y el vómito en tu camisa?—sus cejas se tuercen con desagrado y esa molestia que ví el día que fui contratado.
—¿Disculpa?
—Uraraka me dijo que había vomitado encima tuyo, y que estabas en el baño limpiandote cuando pregunté por ti,—sube hasta mi y me encara, trago por mi garganta pero no aparto la mirada y sigo viendolo confuso para luego fingir acordarme.
—Esta en su lavabo mientras se seca, ella me dijo que en el último cajón de su ropero habían unas cuantas camisetas. Tome una prestada—rei luego de decir mi mentira su expresión enojada y celosa desapareció.
—Ya veo, con que es eso.—Solto aire logrando mover su flequillo que ya comenzaba a tapar parte de tus ojos heterocromaticos. —Perdon su me comporte de manera...
—No te disculpes, si estuviera en tu situación creo que también pensaría algo así. —La sonrisa que forcé se sintió tan mal al igual que convincente, que recibí un de regreso de su parte.
Una sonrisa tranquilo y despreocupada. En cuanto a mi nudo en el estómago representaba la nefasta sensación de ver cómo está no sería la última mentira que le diría a mi amigo, ¿esto es lo que sienten las personas cuando mienten a alguien que aman sobre algo importante?
¿Qué estás haciendo, Izuku Midoriya?
~
Uuuuuuffff por los pelos del brócoli se salvaron. Por poco y los encuentran en mero acto, Midoriya eres bueno siguiendo las mentiras de Uraraka. Cómo dije antes, son tal para cual, se acomplementan excelentemente.
Que puedo decir, vuelvo a actualizar requete temprano. Pero no sé acostumbren, esto aveces solo es por temporadas.
Ls canción de multimedia representa lo dolida que está realmente Ochako por su relación, ya que cuando creyó que ya había olvidado realmente a Shoto su apetito por ser las primeras experiencias de alguien reaparecen, haciéndola caer de nuevo en que terminando de vivir el comentó que lastimosamente no vivió con Izuku, se sentiría vacía u patética.
Sin más que decir, me despido.
Recuerden amar es votar y comentar gracias por leer.
¡Maleficent ✨🖤 y mamá trébol 🍀💚 fuera!
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top