14. Venganza sabor a menta y arrepentimiento sabor a café sin azúcar.

14. Venganza sabor a menta y arrepentimiento sabor a café sin azúcar
•PARTE 1•


Mi olor se desprende de mi al igual que el calor del agua en forma de vaho, este desaparece poco después de estar en contacto del frío ambiente que inunda mi casa. Tengo puesta un blusón que deje en mi tocador del baño de la noche anterior.

Escucho el repiquteo de un pie pegando impaciente contra el suelo.

Me apresuró y ingreso en mi habitación, ahí está sentado en la orilla de mi cama. Codos sobre sus rodillas, espalda declinada y uñas siendo roidas por sus dientes con impaciencia. Se le ve nervioso y inquieto, como un niño pequeño.

Aún sigue siendo un niño

Uno muy sexy y hormonal

Recuerdo el momento en que me senté en sus piernas cuando provoqué a Shoto, el poco tiempo sobre sus muslos consiguió que una erección se despertará dentro de esos jeans que le quedan de una forma muy sexualmente apretada en la retaguardia.

Tiene muy buen trasero para solo ser un niño...

En silencio dejo la toalla en el espalda de mi silla que está enfrente de mi ordenador, está tan dentro de sus pensamientos que no lo nota y, es un plus que yo estás cuidando el ruido de mis pizadas para llegar hasta su lado. Sale de forma abrupta de su cabeza cuando me tiró a su lado.

—¿Recuperaste tu conciencia?—se apresura a indagar, de verdad que es como chihuahua nervioso.

Eso no le quita lo adorable y que está jodidamente bueno

—Noup, eres un mentiroso. Que bueno que tome como seguro tu bolso—tomo su mano, miro como ha lastimado un poco con sus dientes las llamas de los dedos, en las esquinas de la cutícula algunas sangran. —Deberias cargar chicle contigo para remplazarlo por tus dedos.

Este se tensa al escuchar mi consejo. No me mira, es como si evitará el contacto visual por alguna razón. Tiene su otra mano sobre su regazo, mirada en el sueño, inclinado. Tomó la misma postura que cuando lo entrevistamos y solo hablamos tío Enji y yo.

¿Porqué me evitas si te gusto?

Porque es un niño que no tiene experiencia en nada sobre el mundo sexual ni romántico... Quiero enseñarle

Delineo con mis manos sus dedos, son largos y musculosos, tiene marcas en el dorso y algunos dedos. Signo de algún accidente, me gustaría saber cómo se las hizo. Aunque la verdad un transfondo no me interesa mucho, sobre todo si lo hacen ver sexy y varonil.

Los temblores siguen en sus hombros, logrando que se vea muy indefenso. Como si me dijera que está a mi merced.

—¿Qué es lo que quieres que hagamos?—pregunta, voz errática y con tonos de estupor.

Esas palabras me trae un recuerdo interesante. Ya que tiene las emociones idénticas que utilizo ese chico esa vez.

~

—¿Qué es lo que quieres que hagamos?—esta sobre mi, su cuerpo definido y marcado parece que me domina pero los temblores en este dejan al descubierto sus nervios y inseguridades.

—No lo sé, es la primera vez que hago esto.

Lo veo tragar por su garganta, de verdad está muy inquieto pero asustado.

Su mano se desliza por el costado de mi tronco y llega para detenerse en mi cintura. Las caricias son bien recibidas por mi piel, ya que las sensaciones me hacen germir.

—¿Te gusta?—la consideración con la que pregunta me enciende, de verdad que quiero que sepa que le gusta conmigo.

Ser alguien importante para un inexperto en la sensaciones que son las ramas del amor se volvieron en mi refugió. Desde que Shoto me dejó, y por segunda vez yo lo rechacé. No tengo ningún modo o método para dejar de pensar en él.

Solo esto me funciona, salir y buscar compañía de una noche que me recuerden me hacen desprenderme de mis pensamientos que cuando no estoy con alguien me hacen pensar en el bicolor de mi ex.

Este es mi escape y de cierta forma me llena y me hace sentirme valorada, desea y sensual lo que Shoto no me hizo sentir en mucho tiempo y solo me hirió.

Siempre era la misma rutina, llegar a casa almorzar y sin poder evitarlo acarrear un postre dulce -casi todo el tiempo helado- a la bañera, llorar y maldecir por no poder olvidarme de él. Luego una irá inexplicable me abrazaba y me hacía sentirme empoderada, llenandome de pensamiento como:

"No merece que llore por él"

"Si puede rehacer tan rápido su vida por qué yo no"

"Debería estar bailando en un bar como cuando era soltera"

"No vale la pena que me quedé en casa mientras el se divierte"

Movida por ese emociones y frases en mi cabeza, también llegué a aborrecer y castigarme porque me engullia comienza chatarra por su culpa. Pensaba que debía mantenerme ma hermosa, delgada, y deslumbrante que nunca. Entonces cuando tenía arranques de tapar el hueco de mi corazón con comida, el poco rato me arrpientia.

Muchas veces me auto provoque el vómito, solo para sentirme aún peor. Patética y sola.

Luego de tantas emociones negativas, me levantaba. Lavaba los dientes, me vestía con mi mejor vestido para salir a bailar como en los viejos tiempos. Sobre los tacones más encurva espalda y contorna piernas de mi arsenal.

Ya en las discos y bares tomada algunas copas, la suficientes para divertirme pero para recordar que pasó al día siguiente. Buscaba entre la gente mis objetivos, deseando desahogar el odio y resentimiento en una buena noche de sexo sin compromiso. No era cosa de otro mundo, mucho menos ilegal para mí ya que no tenía ningún compromiso. Solo quería dejar de estar sobre esa nube que me hacía rondar sobre su recuerdo.

Esa noche en particular no me modere en la cuenta de los vasos. Vi a lo lejos el hombre que me pareció más atractivo de todos. Me escabulli entre toda la multitud que bailaba de formas liberales y hasta obsenas pero privativas.

Me peque a su espalda, con mis manos arrugando su camiseta negra larga que dejaba mucho a la imaginación ya que sus brazos se remarcaban demasiado.

—¿Quien eres y porqué me quitas el placer de ver tus brazos?—cepille mis dientes en su lóbulo, dejando que mis neuronas alcoholizadas hicieran de la suyas.

—Soy un chico que quiso unos cuantos tragos y se topo con una amiga, —esa voz ronca y áspera me hizo saltar un poco.

—Dejala sola y vamos de aquí, apuesto que te divertirás más con mi compañía—lamí el largo de su cuello, sacándole con ello un gruñido que me recordó a Bakugo-kun.

—Esa amiga eres tú, y me parece perfecto llevarte a un lugar seguro para que nadie se aproveché de ti, cara de ángel—se dió la vuelta y entonces mi cerebro no logro entender y atar cabos.

—Hola, Baku-kun. ¿Has visto a un chico con camiseta negra que se le ciñe muy bien a los brazos?—mi voz sonaba confundída y se atropellaban las palabras en mi lengua. —Acabo de perderlo de vista, y quería follar con él.

~


Lo que pasó después es historia que solo Katsuki y yo sabemos y por respeto; ninguno de los dos habla del asunto con nadie que no seamos nosotros.

Luego de ese tremendo embrollo en el que me metí, y creí que se haría más grande que lo que ya es. Me dedique a mi misma, a sanar individualmente y dejar de tratar de olvidar a Todoroki Shoto con otros chicos.

Por dos simples razones dejé ese rumbo de vida.

Uno: mi salud y integridad cono mujer estaba callendo más y más conforme trataba de sacar un clavo muy grande con otros insignificantes.

Dos: no servía de nada ya que cada que me acostaba con chicos al azar, recordaba y aveces hasta veía a Shoto envés de a los chicos. Y eso, es injusto para los chicos que aceptaban el trato de sexo sin compromiso y la mayoría de las ocasiones aunque lo disfrutaba me hacían sentirme peor en lugar de mejor conmigo misma.

—¿Sobre qué?

No entendía a qué se refería, mi mente aún seguí nublada por la bebida.

—Te prometí que haríamos lo que tú quisieras si el agua no te hacia regresar en ti.—Sus hombros subían y bajaban, nervioso y inquieto.

—Lo que quiero es ver qué hay debajo—me subí a su regazo, este se sobresaltó.

—¡¿Uraraka-san?!

—¿Mande?

Con mi mano entre la suya la guíe hasta mi cintura, mis piernas a cada lado de las suyas. Miradas conectadas, labios muy cercas y narizes rozándose.

—No deberías estar haciendo esto, tú y yo somos...

—Pero dijiste que haríamos lo que yo quisiera, y quiero ver más—sin esperar a que tomes volar y me mantuviera a ralla, tome el borde de su camisa blanca y comencé a subirla por su torso.

Atrapé entre mis dientes mi labios inferior ante tal vista. Esa carita escondía todo lo que tenía debajo de la ropa y carácter recto e inocente.

De niño no tiene nada

Sin poder responder o, como evitar que sucediera a lo que le estaba dando rumbo. Se dejó desvestir dejándolo solo con sus jeans. El abdomen marcado ligeramente, con cuadros que se veían demasiado y la V al inicio de sus boxers eran un manjar para cualquiera.

Los tonos claros de su piel alumbrados por mi lámpara de noche slque olvide apagar, dejan ver la pecas en sus hombros y lugares estratégicos haciéndolo ver muy sexy y hermoso. Su respiración rebotó aún más en mi barbilla cuando me atreví a rozar con mis dedos su pectoral derecho. El destello de inocencia, nervios y lujuria en esos hermosos fanales verdes brillantes me hicieron devolverle el suspiro que sabía, olía a menta fresca.

—U-ura-uraraka-san, por-por favor detengase... Yo no puedo-no debo dejar que esto pase usted...

Me harté de sus tartamudeos adorables que retrasaban todo, así que para callarlo pegué mi frente con la suya. Y sellé sus labios con mi pulgar y dedos acuñando su barbilla suave y perfilada.

—¿A qué le tienes miedo?, ¿Porqué no debemos disfrutar por hoy de esta noche que aún es joven?—, baje desde el costado de su rostro añiñado, lentamente hasta dar con su lóbulo que lami rápidamente consiguiendo una exclamación desde su garganta que, sonó muy gruesa y para nada dulce como acostumbra ser su voz.

—Mi amigo es tu ex, eso sería traicionar su confianza porqué él aún te ama...

—¡Él ama a Yaoyorozu Momo!

Mi cambio de humor por lo sensible que me pone el alcoholismo salió desde mis sentimientos más enterrados y que, creía yo ya estaban más que muertos y olvidados.

—Lo siento... Solo estoy... Tratando de olvidarlo atravez de ti, el alcohol y... Yo... ¡Solo quiero olvídarlo y todo lo que me hizo amarlo!

Me sostuve por sus grandes hombros con miles de granitos de arena. Mirando ahora su regazo donde yo estaba, lágrimas que sin control se deslizaron y no me dieron ni la oportunidad de tratar de contenerlas en el borde de mis párpados.

Decidí salir lejos de su alcance porque desde que conozco a este chico, me ha visto débil y me he aprovechado de sus modales, caballerosidad y amabilidad, no quiero que piense que soy una aprovechada. Mis temblores eran erráticos y incontrolables por mis sollozos que se escaparon fácilmente de mi débil garganta frágil por el tequila que quemó mi esófago.

—¿Te ayudará si dejo que esto continúes?, ¿Esto logrará que te sientas mejor y lo olvides un poco aunque sea?—me exalte frente él, su voz estaba diferente.

Podía palpar la empatía y tristeza de verme derrumbada y no poder hacer nada. Regresé a enredar nuestros iris, entonces ví algo que nunca encontré en los ojos de los chicos que estuvieron antes de Midoriya.

Una intensa comprensión y autocompasion por mi.

Guiada por el cambio que estaba por empezar entre nuestra relación de amigos y jefa-asistente; asentí para solo rendirme ante el movimiento que él comenzó.

Me tomo delicadamente por las mejillas, se detuvo a analizar mis labios. Sus manos son fuertes, algo rígidas y rudas. Pero siguen siendo las manos de un hombre, y me tocan como si fuera a romperme. Con una delicadeza cuando sus palmas podrían arremetar contra mi y ser brusco. Me rendí ante su trato y tacto, participé y subí mi mano a su cuello.

El beso me supo a menta y algo de zake.

Es el sabor más delicioso que probaré en toda la noche, estoy segura...


~

¡Whooooouuuu!

¿Kheeee?, ¿La mochi fue una fuck girl por culpa de Todoestupido?

Así es, pero esto no significa que los chismes sobre que se acostó con sus dos asistentes antes de Izuku sean ciertos... ¿O si?

Lo verás más adelante. Lamento actualizar hasta ahora, enserio lo lamento pero pues... Acabo de regresar a clases :')

La canción no es ni más ni menos que lo que siente Uraraka está noche, y la razón por la que se comportó como se comportó. Y lo que vivió o aún vive ya que usará a Midoriya para olvidar por un rato su dolor provocando por el recuerdo de Todoroki.

Eso es todo, gracias por leer recuerden votar y comentar es amar.

¡Mamá trébol 🍀✨💚 y Maleficent ✨🖤 fuera!

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