Capítulo I

Japón ofrece muchas cosas para disfrutar. La comida, el paisaje, los mangas, el cosplay, etc.

Sin embargo, en mi primer día en este país, no creí que sería esto.

Soy Ryu Akiyama, un chico de herencia japonesa, pero que fue criado en Inglaterra en un orfanato, y llegué a este país con un propósito. Pero ese propósito tuvo que ser suspendido cuando pasé por un campo vacío y vi a tres sujetos encapuchados llevar a una chica a una especie de almacén abandonado.

¿Qué rayos? Seguí sigilosamente a esos tipos y me puse a observar a través de la ventana con mi cámara grabándolos en caso de pruebas.

La chica que secuestraron era rubia, de ojos amatistas, parecía de mi edad y era muy hermosa.

Estaban hablando en japonés, y debido a que no sé el idioma, encendí el micrófono del traductor de mi teléfono.

Me ha sido útil desde que llegué hasta aquí. Ahora, escuchemos lo que están diciendo.

“Viéndote bien, no eres diferente a una estudiante normal. Realmente no deberías caminar sola por estos lugares. Eres odiada por mucha gente, ¿sabes? ¿Eso no es verdad… Nakiri Erina-sama?”. Preguntó con burla uno de los secuestradores.

“…”. La chica que en cuestión se llama Nakiri Erina, solo miró al grupo de enmascarados frente a ella. “¿Qué quieren ustedes? Quítense las máscaras y díganme sus nombres y edades”.

“No somos estudiantes de Totsuki”. Respondió el otro. “Pero debo añadir que eso es gracias a ti”.

“¿Gracias a mí…?”. Preguntó la chica antes de sonreír de forma altanera. “Si es sobre el examen de admisión, ¿no estás culpando a la persona equivocada? Fue solo tu decisión abandonarla, ya que tenías miedo de fracasar”.

Se nota que esta chica no le tiene miedo a la muerte.

“¡¡ESTA MUJER!!”. Gritó de enojo el tipo de la barra de metal.

Intentó atacarla con ese objeto, pero su compañero se puso en medio y lo detuvo.

“¡Alto! ¡No la golpees! Tenemos que hacerle algo más humillante que eso”.

“¿Más humillante?”.

“Solo mírala bien”. Indicó señalando a la chica.

Yo no creo que estén mirando solo la linda corbata de su uniforme.

Uno de ellos se puso detrás de la chica, y con un tirón, arrancó su camisa, mostrándole su sostén rosa.

“¡¡NOOO…!! ¡¿Qué creen que están haciendo?!”. Gritó la chica al sentirse expuesta. “¡Incluso si es una broma, hay límites!”

“Eres muy ruidosa… ¡cállala!”

Uno de ellos, la amordazó, imposibilitando de que alguien la escuche.

“Pero espera, ya no podremos usar su boca”.

“Es mejor que con sus gritos haga que alguien nos descubra, ¿no? Además, aquí tienes otros agujeros”.

¿'Otros agujeros'? No en mi guardia, hijos de perra.

Me escabullí silenciosamente hacia la puerta, no sin antes dejar mi cámara en la ventana para grabar la evidencia de sus actos.

“Siempre he soñado hacer esto con ella muchas veces”.

Y seguirás soñando cuando te deje en coma.

“Ella es realmente hermosa cuando tiene la boca cerrada”.

“Oh, luce asustada… Erina-sama, es muy linda cuando se mantiene callada, ¿lo sabía?”.

Muy pronto lo estarás tú también.

Con una patada, rompí la puerta.

“¡Disculpen la demora! ¡Mi invitación para darles una paliza debió perderse en el correo!” Me presenté chocando mi puño con mi mano.

“¡¡MHGM!!”. La chica gritó a través de su mordaza. La pobre tenía lágrimas a punto de salir de sus ojos.

Los tres estaban gritando desesperadamente en japonés cuando me vieron aparecer. En eso, el tipo del tubo de fierro se lanzó al ataque con palabras de insulto.

“¡Yo no hablo taka-taka!”. Bloqueé el ataque con el brazo y con mi otra mano le quité el tubo y lo golpeé en la cabeza como si fuera un martillo golpeando un clavo.

“¡Wujagh!”. El tipo cayó al instante al suelo, completamente inconsciente.

“¿Y bien? ¿Quién sigue?”. Pregunté golpeando varios el tubo con la palma de mi mano al único que qued-. “Esperen, ¿no quedaban dos de ustedes?”

De repente, uno de ellos me abrazó fuertemente por la espalda, bloqueando mis movimientos y haciendo que suelte el tubo al suelo.

“¡Ngh! Que cobardes”. Su agarre era fuerte, ni siquiera podía salir.

El otro que estaba frente a mí, caminó con pasos triunfantes y tomó el tubo del suelo. Dijo unas palabras que no puedo entender mientras se acercaba a mí. Creo que se estaba burlando de que fui atrapado.

“¡¡SHINEEE!!”. Gritó el tipo a punto de golpearme.

Sin embargo, apoyé mi cuerpo en el tipo que me atrapó y levanté mis piernas para atrapar por el cuello al quien estaba frente a mí. Luego, usé mis brazos y atrape la cabeza del otro.

“¡Disfruten el viaje!”.

Con todas mis fuerzas, dio giré mi cuerpo junto con ellos, haciendo que los tres caigamos al suelo, pero logrando que sus caras se estrellen contra el pavimento.

Me levanté del suelo y verifiqué que ellos estuvieran inconscientes.

Un suspiro de alivio salió de mis labios. “Que bien, están dormidos”.

Caminé hacia la pobre chica, pero se retorció cuando me vio acercarme.

“Ey, ey, tranquila, ¿si?” Hice gestos con las manos para tranquilizarla mientras me arrodillaba frente a ella. “No te haré daño”.

¿Por qué no aprendí japonés antes de llegar aquí? Además, la vista frente a mí no ayuda. ¿Las tenía tan grandes?

Me quité la camisa y la escuché gritar, probablemente porque cree que le haré algo malo.

“No, no. No es lo que piensas”. Dije mientras lentamente acercaba mi camisa a ella.

La chica cerró sus ojos con fuerza, pero lentamente los volvió a abrir cuando tapé su delantera con mi camisa.

“¿Lo ves? No te voy a hacer daño”. Dije con una sonrisa tranquilizadora. Eso pareció calmarla un poco. “No sé si puedes entenderme, pero ahora voy a desatarte”.

Justo cuando iba a hacerlo. Una explosión se escuchó en la entrada.

“¿Qué rayos?”. Me cubrí los ojos por unos segundos cuando frente a nosotros, un sujeto gigante apareció. “Cielos… es enorme”.

Era un hombre muy mayor, pero se notaba que era muy fuerte. Tenía un kimono japonés y una barba larga e imponente.

¿Será un guardaespaldas de esos idiotas o algo así?

El anciano miró a todos lados, examinaba el lugar. Observó a los sujetos tirados en el suelo y luego a la chica y a mí una y otra vez. De repente, sus ojos se inyectaron en sangre y rápidamente lanzó un puñetazo hacia mí.

“¡Wow!” Rápidamente bloqueé su puño con mi mano. “Ugh”.

¡Es muy fuerte!

Bloqueé su otro puño que iba hacia mi rostro. Pero no pude bloquear el cabezazo que me lanzó.

“Agh, eso… ¡¡DOLIÓ!!”. Le devolví el golpe, solo que esta vez fue más fuerte.

Justo cuando íbamos a pelear, escuchamos el sonido de un arma.

““¡¿Huh?!””. Ambos miramos por donde vino el sonido.

Uno de los tipos que intentó violar a la chica, sacó una pistola y apuntó a…

“¡¡NOOO!!”. Me lancé al sujeto justo antes de disparar su arma a la rubia.

*¡¡BANG!!*

Sin embargo, no pude evitar que la bala me dé a mí.

“Ay, sopas”. Luego de eso, todo se volvió oscuro.

.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.

Dos días después…

Cuando desperté hace apenas unas horas, descubrí que estoy en un hospital. Uno de los caros de hecho.

Tal parece que una bala se incrustó en mi estómago ya que tengo una cicatriz en el medio de ella. Afortunadamente no fue mortal porque si no estaría muerto.

Cuando los médicos llegaron a revisarme les pregunté quién me trajo aquí, pero ninguno sabía hablar inglés. Me lleva la…

Por suerte, ellos me trajeron un diccionario inglés-japonés para que pudiera aprender.

“Yamete… ¿kudasai?”. No pude evitar estar confundido por esa oración que escuché en la TV. “¿Qué diablos significa eso?”.

Justo cuando estaba buscándolo por el diccionario, las puertas se abrieron y el mismo señor a quien me enfrenté apareció.

“¿Qué-ugh”. Me moví de la cama, pero el dolor en mi estómago me hizo quejarme.

“Tranquilo, no te voy a hacer nada”.

Me sorprendí cuando me habló en inglés.

“¿Sabes inglés?”.

“Sí. Pero veo que tú no sabes japonés a pesar de ser uno”. Dijo confundido.

“Pasé toda mi vida en Inglaterra, pero acabo de aprender el japonés recientemente”. Le mostré el diccionario y hablé en su idioma.

“¿Aprendiste japonés con sólo leer el diccionario? Sin duda eres interesante”. Acarició su barba. “Oh, ¿dónde están mis modales? Soy Nakiri Senzaemon”.

“¿Nakiri? Oh, ¿eres el abuelo de la chica?”. Mis ojos se abrieron al recordar que esos chicos la llamaban Nakiri Erina. “P-perdón por atacarlo, señor. Creí que era uno de los que estaban con esos tipos que intentaron abusar de su nieta y…”

“No te preocupes, yo también pensé lo mismo de ti. Quiero decir, mi amada nieta estaba atada y tú estabas con el torso desnudo, ¿qué más podía imaginar?”

“Supongo que sí”. Eso me hizo recordar algo. “¿Qué les pasó a esos sujetos?”.

“Oh, no te preocupes por ellos. Tuvieron lo que se merecen”. Rió, aunque no de una manera amigable. Sonaba malvada.

“¿Y su nieta? ¿Ella está bien?”. Pregunté preocupado.

Una sonrisa apareció debajo de su bigote y barba. “¿Por qué no le preguntas por ti mismo?”.

Detrás de él, una chica de cabello rubio como el oro con ojos amatistas entró y se puso a lado de su abuelo.

“Soy Nakiri Erina y te agradezco por salvarme”. Se presentó agitando su cabello hacia atrás y un leve sonrojo en su rostro. “¿Cómo te llamas?”.

“Ryu Akiyama. Es un gusto”. Incliné la cabeza en señal de respeto.

“Bien, joven Akiyama, la familia Nakiri tiene una gran deuda contigo. Y la familia Nakiri siempre paga sus deudas”. El abuelo y su nieta se inclinaron en agradecimiento. “Pídeme cualquier cosa y con gusto te lo concederé”.

“No hay necesidad de pagarme. Lo hice porque fue correcto”.

Negué cualquier intento de deberme un favor. No soy de esos tipos que se aprovechan de las personas.

“Aunque ahora que lo recuerdo, perdí mis cosas. ¡Ahí estaba mis documentos y mi pasaporte!”.

¡Dios! ¡¿Ahora seré deportado a México?!

“¿Hablas de esto?”. La chica, llamada Erina, chasqueó los dedos. “Hisako”.

Una chica de cabello corto y de color morado entró. Por lo que debo suponer es que debe ser su secretaria o algo así. Ella entró con mi maleta y mi cámara.

“Encontramos tus cosas ese mismo día”. Respondió el abuelo. “Lo que grabaste en tu cámara fue suficiente para encerrar para siempre a esos tipos por secuestro e intento de violación. La reputación de sus familias quedará arruinada para siempre”.

“Eso es bueno”. Sonreí sabiendo que esos tipos no estarán en las calles.

.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.

Tres días después…

Hace tres días me dieron de alta del hospital y finalmente pude salir. Eso era bueno porque tenía que ir a un lugar desde que llegué aquí.

A la iglesia.

Verán, ahí vive una hermana, la hermana María, la monja que me crió cuando era huérfano en Inglaterra. Ella fue la que me puso mi nombre y la uso con mucho gusto, Ryu Akiyama.

Ella fue trasladada a Japón para cuidar a los niños que viven en una iglesia. Y yo por supuesto, vine a visitarla después de tantos años de no verla.

“¿Estás seguro que puedes hacerlo, Ryu?”. La hermana María me preguntó mientras entraba a la cocina. “Es mucho trabajo para alguien tan joven”.

“No hay problema, hermana María, es un placer ayudar”. Asentí mientras preparaba los ingredientes.

Cocinar no es mi punto fuerte. Aunque suelo cocinar de vez en cuando para sobrevivir, ya que actualmente vivo solo.

“Que bueno”. La hermana María juntó sus manos y sonrió. “Por cierto, hay dos personas que vinieron a verte. Así que deberías hacer un poco más”.

“¿Dos personas que vinieron a verme?”. Pregunté confundido.

En eso, dos personas entraron a la cocina. Eran el señor Senzaemon y Erina.

¿Qué están haciendo aquí? Pues es lo que me llevaron al comienzo de mi aventura.

CONTINUARÁ

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

Es un nuevo fic y que tal vez se vuelva popular con el anterior.

Si se dieron cuenta, el inicio fue sacado de… ustedes ya lo saben. Así es como quería hacer que se conocieran.

Si tienen alguna duda, me pueden preguntar.

Eso es todo Chao chao.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top